La experiencia personal de una abogada de una ONG: ¡°Para los refugiados la crisis es continua¡±

S¨¦ que es rutina durante el confinamiento mirar o leer las noticias. Yo confieso que intento no verlas, por salud mental, pero me leo el BOE todos los d¨ªas con una tostada en la mano, por si por alg¨²n casual algo de lo que se publica puede hacer que las personas solicitantes de asilo y refugiadas que acuden a ONG Rescate, puedan sacar la cabeza del agua.

Me pregunto si todas esas personas racializadas, migrantes y refugiadas, que est¨¢n dando soporte a nuestras vidas en supermercados, residencias de ancianos y hospitales encontrar¨¢n gracias a esta crisis el respeto que merecen

No es nuevo que las crisis siempre afectan m¨¢s a las personas m¨¢s vulnerables. Y aunque ahora sin lugar a dudas son las personas mayores y con patolog¨ªas, no quedan muy atr¨¢s las personas que antes de la covid-19 ya se encontraban en situaci¨®n de vulnerabilidad, y que ahora se acent¨²a. Estoy hablando de la exclusi¨®n de la exclusi¨®n: de personas que ejerc¨ªan el trabajo sexual y que ahora no tienen ingresos, de familias monomarentales de bajos recursos que depend¨ªan de un empleo sin contrato, o de personas que solo ahora han encontrado trabajo en residencias u hospitales y que trabajan pese a ser grupos de riesgo, felices de que, al fin, les den una oportunidad. Todos esos colectivos que saben de la existencia de las famosas ¡°fases de recesi¨®n¡± de las que tanto hablan los economistas porque caen a¨²n m¨¢s profundo, y cada vez m¨¢s abajo.

Mi trabajo estos d¨ªas se ha convertido en orientar y tranquilizar a estas personas. Pero c¨®mo hacerlo cuando lo que nos rodea, aparte de desalentador, es tan cambiante e imprevisible. Me preguntan si podr¨¢n acogerse a la regulaci¨®n sobre la moratoria del pago del alquiler, si se aplicar¨¢ de esta o aquella manera, y les tengo que decir que no lo s¨¦, que no soy especialista en el tema, que es la primera vez que se aplica. Que no les puedo asegurar nada. Se lo digo a una mujer trans refugiada inteligent¨ªsima que hab¨ªa conseguido una cierta estabilidad laboral precaria y un alquiler de una habitaci¨®n a las afueras de Madrid -lo cual es todo un logro para un colectivo que sufre discriminaci¨®n de manera continua-, y que tras perder su trabajo ya lleva impagado un mes de alquiler, y se aproxima al siguiente inexorablemente.

Hablo de gente que ya ha vivido encierros y enfermedades, y han estado cerca de la muerte. Pero no esperaban que esto ocurriera aqu¨ª, en la preciada, segura y estable Europa -donde llegaron en busca de refugio y protecci¨®n internacional-, menos a¨²n por un enemigo invisible. Y sin embargo aqu¨ª est¨¢n, y a muchos de ellos les encontrar¨¢s ayud¨¢ndonos con su trabajo a pasar la peor crisis de la que tenemos recuerdo.

Me pregunto si todas esas personas racializadas, migrantes y refugiadas, que est¨¢n dando soporte a nuestras vidas en supermercados, residencias de ancianos y hospitales encontrar¨¢n gracias a esta crisis el respeto que merecen. O si el mundo despu¨¦s de la covid-19 ser¨¢ a¨²n m¨¢s racista y xen¨®fobo y volver¨¢n a toparse con aquello de ¡°primero los espa?oles¡±. Veremos.

M¨®nica ?vila es abogada de la ONG Rescate

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