La experiencia personal: anecdotario de los madrile?os durante la crisis sanitaria
Un relato coral de los vecinos de Madrid a trav¨¦s de textos en primera persona
Todos tendremos una historia que contar sobre c¨®mo vivimos el confinamiento por la pandemia del coronavirus. En EL PA?S Madrid hemos querido tejer un recuerdo coral con los testimonios en primera persona de madrile?os que han escrito c¨®mo se afront¨® la vida -y las muertes- durante el estado de alarma por la crisis sanitaria. Peque?as pero grandes historias de barrio, de lucha, de duelo, de miedos, de ayuda y, tambi¨¦n, de esperanza por parte de vecinos de todas las edades, desde los ocho a?os de Mateo, el m¨¢s joven en participar. Estas son las tribunas que hemos publicado hasta ahora en la serie La experiencia personal.
El confinamiento para una persona sin techo
La cuarentena se complica cuando vives en la calle. ¡°El patio me provoca ganas de huir nada convenientes¡±, escribe Antonio Torre Caliani, uno de los usuarios del albergue para personas sin hogar habilitado en Ifema. ¡°Se teme al virus, por supuesto, pero tambi¨¦n a la salida¡±.
"Para liberar espacio a mi abuela de 93 a?os la sacan de paliativos"
Esther Arroyo, sobre el caso de su abuela, en pleno pico de la pandemia.
La experiencia de los trabajadores de supermercados
¡°Clientes que est¨¢n 100% concienciados y otros que pasan absolutamente de las normas (...) y a la hora de llamarles la atenci¨®n, a¨²n tienen la desfachatez de encararse¡±, relata Juli¨¢n Garc¨ªa, charcutero.
Velatorio digital por el abuelo
"Respetando la distancia de seguridad, mi t¨ªo le recit¨® los nombres de todos sus hijos y nietos". Miguel Ezquiaga, nieto de un fallecido por coronavirus, relata la videollamada familiar para despedir a su abuelo. ¡°Es tozuda la imagen de los m¨¢s veteranos pele¨¢ndose con el tel¨¦fono m¨®vil¡±.
Superar la Covid en el hospital
¡°Los ¨¢ngeles existen, pero con gafas de buceo. Escribo desde una habitaci¨®n aislada del Gregorio Mara?¨®n donde estos ¨¢ngeles entran y salen sonriendo¡±, relata el autor, Ignacio Bazarra, durante su ingreso.
Fuimos una inyecci¨®n de moral
La autora cuenta su experiencia durante el desplazamiento, donde ayud¨® en varias residencias de personas mayores. "Ten¨ªamos que buscarnos la vida para poder comer y no perder tiempo en desplazamientos, y pudimos contar con la solidaridad de la gente de los pueblos", afirma.
Sacar la terraza del bar: "Me sent¨ª como en el d¨ªa de mi boda"
Cecilia Ortiz es la due?a del bar La Dorrego de Chamber¨ª. "He tenido que acudir a servicios sociales y Cruz Roja para recibir ayuda con la comida. Todo lo que ten¨ªa lo hab¨ªa perdido", escribe
Cuando salga voy a salir corriendo a la monta?aMateo V. G., ni?o de ocho a?os
¡°Durante varias semanas me despertaba pensando que era una pesadilla¡±
La experiencia de un m¨¦dico internista del hospital Ram¨®n y Cajal: "Lleg¨® el tsunami sanitario. Ya no eran varias decenas de pacientes los que ingresaban diariamente, sino m¨¢s de 100, hasta casi 200 en un solo d¨ªa"
Desde la experiencia de los mayores
A estas alturas, escribe Andr¨¦s Molina, pensionista, ¡°sabemos que todo pasa y que cuando pasa, inmediatamente pasa algo m¨¢s¡±. ¡°De lo ¨²nico que estamos seguros es de que pronto nos vamos a ir¡±, a?ade.
La cuarentena, contada por un ni?o
Mateo, de 8 a?os, se pasa el d¨ªa montado tipis para acampar en casa. Por sacar lo positivo de la situaci¨®n, cuenta que le gusta poder pasar m¨¢s tiempo con su familia y confiesa un peque?o placer: ¡°No me tengo que poner vaqueros y eso me gusta¡±.
Ejercer el derecho penal en tiempos de coronavirus
¡°Los casos que han seguido llegando son principalmente asuntos relacionados con la violencia de g¨¦nero y delitos econ¨®micos como robos o estafas a trav¨¦s de Internet¡±, explica el autor
Ver congelado tu proyecto negocio cuando ibas a abrirlo
Miguel ?ngel P¨¦rez estaba apunto de hacer una cosa muy rara: abrir un cine. De momento, Cine Embajadores es ¡°un sue?o en punto muerto¡±. ¡°Mi madre, que tiene 82 a?os, dice que le gustar¨ªa vivir unos a?itos m¨¢s y poder ir muchas veces al cine¡±.
Las asociaciones vecinales, volcadas con el reparto de alimentos
"Lo que no se nos ocurr¨ªa a unos se les ocurr¨ªa a otros, y as¨ª, compartiendo esfuerzo y trabajo, fuimos articulando una red de solidaridad", cuenta Javier Cuenca, de la Asociaci¨®n Vecinal La Incolora de Villaverde Alto
La cuarentena sin luz solar en un piso bajo interior
La autora relata su mes y medio de confinamiento sin ver la luz del sol: "Hasta ahora, salvo alg¨²n domingo despu¨¦s de salir el s¨¢bado anterior, no hab¨ªa reflexionado demasiado sobre lo que supone tener que vivir permanentemente con la luz artificial encendida".
La experiencia de un trabajadora de la limpieza
"Desde que lleg¨® la crisis por el coronavirus, somos m¨¢s meticulosos. Por ejemplo, hemos dejado de usar las sopladoras para limpiar m¨¢s con agua", cuenta Sara Gema L¨®pez Mart¨ªn
El cumplea?os de Charo se celebra en el patio de luces
Charo, vecina de Nacho Mart¨ªnez, lleva media vida en un piso alquilado del que pueden echarla cualquier d¨ªa. Cuando se enteraron de que era su cumple, todos los vecinos se organizaron para sorprenderla: ¡°Dice que es el mejor cumplea?os de su vida¡±.
Abrir la peluquer¨ªa con distancia de seguridad
Juan S¨¢nchez es el due?o del sal¨®n Class peluqueros en Alcal¨¢ de Henares: "Hab¨ªa que estar a la altura de nuestros clientes y, sobre todo, darles seguridad para que se sintieran como siempre en nuestro negocio"
?Esto es Ramad¨¢n? S¨ª, lo es
El autor relata c¨®mo es para la comunidad musulmana no poder vivir este mes de Ramad¨¢n sin poder juntarse. "Cuesta creer que se prepare una sola comida para cuatro o cinco personas sentadas, at¨®nitas, en su casa, en lugar de comer rodeada de cientos de musulmanes y compartir el anhelado ¡®iftar¡¯", escribe.
¡°Para los refugiados la crisis es continua¡±
M¨®nica ?vila es abogada en la ONG Rescate, que ayuda a las personas solicitantes de asilo y refugiadas: "Mi trabajo estos d¨ªas se ha convertido en orientar y tranquilizar a estas personas. Pero c¨®mo hacerlo cuando lo que nos rodea, aparte de desalentador"
Nuestro modo de vivir ya no funciona
El autor, que ha donado la fruta y verdura que cultivaba a bancos de alimentos, reflexiona sobre el aprendizaje que se puede extraer de esta crisis para la lucha contra el cambio clim¨¢tico
Estudiantes ¡°hechos un l¨ªo"
A Sof¨ªa Thys, estudiante de segundo de Bachiller, le ha tocado prepararse la EVAU desde casa y con clases online: ¡°Cada d¨ªa recibimos noticias distintas y contradictorias¡±.
A los mandos de un cami¨®n
Mario Sa¨¦nz de la Torre cubre la ruta Madrid-Logro?o. Las carreteras han cambiado de aspecto. Y otra modificaci¨®n de su trabajo: ya no le obligan a descargar gratis la carga que lleva (por las medidas de seguridad), una secuela de la anterior crisis econ¨®mica.
?De qu¨¦ vamos a vivir, chicas?
Alicia Ros, vocalista y bajista de la banda madrile?a Cari?o, cuenta c¨®mo se organizan para trabajar desde casa. "Nuestra situaci¨®n es dif¨ªcil, no hay formulario de ayuda para aut¨®nomas y artistas que no hayamos rellenado", reconoce.
En cada ocasi¨®n que he salido, me he topado con un ¡®polic¨ªa de balc¨®n¡¯, de esos que vigilan e increpan desde su aburrimientoRafael Sarmiento, padre de un ni?o con TEA
La experiencia de dos psic¨®logas que ofrecen asesoramiento online gratuito
Las autoras explican los problemas psicol¨®gicos m¨¢s comunes en la poblaci¨®n durante la crisis. "hemos visto un incremento en las consultas sobre sexualidad, como preocupaci¨®n por un consumo excesivo de pornograf¨ªa, aumento de la masturbaci¨®n o inter¨¦s por c¨®mo abrir la relaci¨®n de pareja", comenta una de ellas.
Los padres de un ni?o con TEA
Su peque?o aguant¨® unas semanas de confinamiento, pero empez¨® a tener ataques y autolesionarse. Los m¨¦dicos le indicaron que sacaran al ni?o a pasear. ¡°En cada ocasi¨®n que he salido, me he topado con un ¡®polic¨ªa de balc¨®n¡¯, de esos que vigilan e increpan desde su aburrimiento", relata.
El poder de las redes de barrio
Quique Villalobos, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), reivindica el papel de los voluntarios y de las asociaciones en los vecindarios: ¡°Gracias a la labor continua de las asociaciones de vecinos se cubren necesidades all¨ª donde la administraci¨®n no ha podido llegar a tiempo¡±.
Ojal¨¢ una aut¨¦ntica red para la bici
¡°Durante media hora me siento libre, me da el sol, el aire fresco y hago deporte¡±, escribe el autor, un m¨¦dico que va al trabajo en bici todos los d¨ªas.
P¨¦sames sin abrazos, saludos con los codos
Celia Blanco, periodista, perdi¨® a su nuera y piensa hacerle un buen funeral malasa?ero cuando el coronavirus lo permita. ¡°Las medidas para evitar contagios han sofisticado nuestros gestos en los velatorios. Nos saludamos con los codos sin poder enjugarnos las l¨¢grimas mutuamente¡±, contaba al principio de la crisis sanitaria.
Para los refugiados la crisis es continua
La autora se dedica a orientar a refugiados y solicitantes de asilo. ¡°C¨®mo hacerlo cuando lo que nos rodea es cambiante e imprevisible¡±, asegura.
Una m¨¦dica geri¨¢trica a la que la crisis pill¨® de baja por maternidad
¡°Tengo la cabeza en el hospital¡±, escribe Myriam Vald¨¦s. Pensaba que su ¡°¨²ltimo mes de baja estar¨ªa lleno de paseos por el parque¡±. Sin embargo, no puede ¡°dejar de pensar¡± en el hospital p¨²blico en el que trabaja.
Todos llevamos dentro el esp¨ªritu ¡®CovidFighter
El autor, tras superar la covid-19, fund¨® la asociaci¨®n CovidFighters para recaudar fondos destinados a comprar material sanitario
Repartiendo paquetes a domicilio
Luis ?vila agradece cada mensaje de ¨¢nimo que recibe en algunos repartos o la mandarina muy bien envuelta que le dio una se?ora. ¡°Entregas el paquete y una sensaci¨®n extra?a te invade¡±.
Un anestesi¨®logo residente
Dice Carlos Gonz¨¢lez que se siente ¡°privilegiado¡± de ser residente en esta ¨¦poca, pero reconoce que le asaltan muchos miedos diferentes: al contagio, a las cifras, al desconocimiento.
Somos conscientes de que tambi¨¦n debemos acompa?ar, cuidar y garantizar que el proceso de fallecimiento sea dignoManuel Escobar, enfermero
El esfuerzo de los sanitarios
Manuel Escobar y su pareja, tambi¨¦n enfermera, trabajan en uno de los hospitales m¨¢s colapsados de Madrid: ¡°Somos conscientes de que tambi¨¦n debemos acompa?ar, cuidar y garantizar que el proceso de fallecimiento sea digno¡±.
Faltaba una banda sonora a este acto tan triste
Leticia Mart¨ªnez y Gonzalo de Le¨®n se convirtieron en "DJs de balc¨®n" durante la cuarentena. El primer d¨ªa sacaron un altavoz y pusieron la canci¨®n ¡®Resistir¨¦¡¯. ¡°Fue bonito y raro a la vez". Hace d¨ªas que la polic¨ªa les impide seguir poniendo m¨²sica.
Necesitamos creer en un mundo justo
¡°El virus nos confronta a una vida que, con frecuencia, no ofrece a cada uno lo que consideramos les corresponde¡±, relata la autora, doctora en Derecho, psic¨®loga y crimin¨®loga
Atender embarazos en cuarentena
Carmen de la Fuente, matrona de 26 a?os, ha atendido por Twitter dudas en consultas telem¨¢ticas en las semanas en las que la Sanidad estaba desbordada: ¡±Dada la situaci¨®n, la incertidumbre de las embarazadas debe ser tremenda¡±.
?C¨®mo estar tranquilo cuando sabes que tienes una plantilla?
Miguel del Arco, autor dramaturgo y uno de los due?os del Teatro Pav¨®n, sostiene que se siente ¡°como en el d¨ªa de la marmota¡± y teme el desastre econ¨®mico en su sector: ¡°Intento que no cunda el p¨¢nico¡±.
Ojal¨¢ contar con m¨¢s recursos
La autora, hondure?a vecina de Vallecas, acudi¨® con su pareja a una red vecinal que reparte comida. Ahora ellos ayudan recibiendo llamadas y distribuyendo los recursos
La dif¨ªcil tarea de esperar para abrazar a tu padre
Despu¨¦s de que diagnosticaran c¨¢ncer a su padre, Iker Huarte confiesa que ya solo le queda esperar. ¡°Esperar a que a mi padre le den cita para operarle el tumor de la cabeza cuanto antes. Esperar que ¨¦l siga optimista aunque pasen los d¨ªas¡±.
Educar en tiempos de coronavirus
?lvaro Garc¨ªa, profesor de Secundaria en un instituto p¨²blico de Legan¨¦s, narra los primeros d¨ªas de clases online tras la suspensi¨®n de las clases presenciales en toda la Comunidad de Madrid: ¡°A m¨ª, que soy profesor de Lengua, se me vino a la cabeza Cervantes y la pelea en la venta que narra en el Quijote, donde de un momento para otro todo el mundo pierde la cabeza¡±.
Acostumbrarse a la distancia social
Guillermo Garc¨ªa, espa?ol residente en Jap¨®n, recuerda su experiencia en la anterior pandemia de la Gripe A: "En la academia en la que entonces estudiaba japon¨¦s nos obligaron a llevar mascarilla, y a utilizar un dispensador de gel desinfectante al entrar al edificio. Reci¨¦n llegado al pa¨ªs, yo pensaba: ¡°qu¨¦ exagerados, no es para tanto¡¡±.
Asumir la raz¨®n por la que estamos encerrados
T¨¢bata Cerezo relata la muerte de su abuelo por coronavirus sin funeral, sin velatorio, sin abrazar a su padre. ¡°Qu¨¦ desgarrador es no podernos dar calor humano cuando algo as¨ª sucede¡±.
Los oficios de primera necesidad
El ganadero Tom¨¢s Ayuso sostiene que aunque los animales ¡°no entienden de partidos, de equipos ni de colores¡±, el cuidado y la atenci¨®n que requieren tienen un coste dif¨ªcil de asimilar en esta situaci¨®n.
Profesores que dejan de cobrar
¡°Doy clases extraescolares de ingl¨¦s en un colegio p¨²blico de la sierra de Madrid. Nuestra empresa hace un ERTE, ya nos avisar¨¢n cuando haya novedades¡±, cuenta Mariah Oliver.
Cierras un d¨ªa el sal¨®n teniendo que pagar el salario de cuatro trabajadores con una caja de 60 euros. Empiezas a desvelarteJuan S¨¢nchez Pardo, peluquero
El cierre, el ERTE¡ y tratar de no perder la ilusi¨®n
Juan S¨¢nchez Pardo, due?o de un sal¨®n de belleza, el aborda desmoronamiento repentino de los peque?os negocios: ¡°Cierras un d¨ªa el sal¨®n teniendo que pagar el salario de cuatro trabajadores con una caja de 60 euros. Empiezas a desvelarte¡±.
Una librera en el m¨¢s extra?o D¨ªa del Libro
¡°Sigo agarrada a los libros, ese objeto que tanto me ayuda a continuar anclada a la tierra y a respirar¡±, cuenta Ana Corroto, trabajadora de la Librer¨ªa Alberti.
La ¨²ltima videollamada
Jaime Casal perdi¨® a su abuela sabiendo que no podr¨ªa despedirse de ella. ¡°Hombre, Jaimuchi...aqu¨ª estoy, hecha un asco¡±, fue la ¨²ltima frase que le dijo. No pudo acudir a su entierro.
Horas y horas mirando por la ventana
"Lo que veo por mi ventana es todo lo que puedo ver de Madrid¡±, escribe Jos¨¦ Manuel Abad, que se ha pasado estas semanas mirando un lateral de Avenida de Am¨¦rica.
Desde el aula que es mi casa
Tiago Bilbao, estudiante de primero de Bachiller, deja un anhelo: ¡°Ojal¨¢ la gente se una, no por nada, sino por ser gente¡±.
Entrenar sin salir de casa
El confinamiento no es excusa para dejar de hacer deporte, dice Daniel D¨ªaz, monitor de spinning. Para los no iniciados, el autor recomienda ¡°establecer alguna rutina de ejercicio¡±.
Una oportunidad para ponerse al d¨ªa
La doctora Mar¨ªa Sainz explica que est¨¢ ¡°tan ocupada con este misterioso y desaprensivo virus¡± que no va a permitir que ¡°nuestras vidas se desentiendan del ritmo cardiaco de lo que nos hace ser importantes¡±.
La tribu se pone en marcha
¡°De todas las veces que la he querido intensamente desde que soy madre, esta es la que m¨¢s¡±, reconoce Victoria Torres, en una tribuna escrita cuando el cierre de los colegios era inminente y a¨²n no se hab¨ªa declarado el estado de alarma.
Teletrabajando con ni?os peque?os
Juan Jos¨¦ Mateo relata los entretenimientos de su hija mientras los padres teletrabajan: baila, saca cuentos de la estanter¨ªa para tirarlos al suelo, corre, gira sobre s¨ª misma, entona el Let it Go.
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