La vida desaparecida de un Colegio Mayor

Soy uno de los pocos colegiales que decidieron tomar conciencia de la situaci¨®n y como consecuencia decid¨ª mantener mi estancia en el Colegio para evitar m¨¢s contagios. No digo que la actuaci¨®n de mis compa?eros colegiales haya sido err¨®nea, sino que desde mi punto de vista lo mejor para no agravar la situaci¨®n ha sido permanecer en Madrid, aunque son comprensibles todas las decisiones, sabiendo que todos los residentes en colegios mayores son de fuera de la Comunidad de Madrid. Con todo ello, ning¨²n colegial del Colegio Mayor Alcal¨¢, donde resido, ha contra¨ªdo la enfermedad.

El encierro est¨¢ siendo duro debido, sobre todo, a la situaci¨®n acad¨¦mica de nuestras carreras, ya que la incertidumbre en torno al desenlace del cuatrimestre est¨¢ siendo agotadora. Por otra parte, en el Colegio mantenemos un m¨ªnimo de convivencia: comemos juntos, aunque guardando las distancias y teniendo en cuenta todas las recomendaciones sanitarias de higiene, vemos alguna que otra pel¨ªcula y, sobre todo, lo m¨¢s satisfactorio, damos paseos por el jard¨ªn. Los colegiales, la mayor¨ªa del tiempo lo pasamos estudiando, intentando avanzar temario y realizando los trabajos que se nos encargan desde la universidad. Aunque como bien he dicho antes, est¨¢ siendo una situaci¨®n dif¨ªcil debido sobre todo a la desinformaci¨®n.

Desde el Colegio Mayor estamos impulsando iniciativas, apoyando al movimiento ¡°#Qu¨¦dateEnCasa¡±, insistiendo a los colegiales para que se queden en sus domicilios y mandando apoyo a todas las familias para que no decaigan en los momentos que se necesita m¨¢s fuerza. Adem¨¢s, el pasado domingo 12 de abril, mandamos ¨¢nimos con unos altavoces desde la terraza de nuestro Mayor al personal sanitario que, aun jug¨¢ndose la vida, est¨¢n dando lo mejor de s¨ª mismos d¨ªa a d¨ªa, cuidando a todos los pacientes y haciendo que todo esto pase lo antes posible.

Desde mi experiencia en esta cuarentena, el inicio fue m¨¢s duro: ver los pasillos del colegio vac¨ªos, no escuchar gente hablar en los rellanos o esperar impacientemente porque mi puerta suene para poder abrir a alguien y que me cuente el d¨ªa que ha pasado en la universidad. De repente toda la vida que ten¨ªa el Colegio desapareci¨®, los d¨ªas se hicieron mon¨®tonos y demasiado rutinarios, se perdi¨® esa espontaneidad de cada jornada. Todo eso ya pas¨®, nos hemos acostumbrado a que los ascensores casi no suenen y el comedor est¨¦ en silencio¡­ pero todo eso pasar¨¢ y volveremos a juntarnos, antes o despu¨¦s. Volveremos a festejar y celebrar nuestros d¨ªas grandes, disfrutaremos de nuestra compa?¨ªa y, sobre todo, volveremos a tener la vida colegial plena que tanto nos caracteriza y representa.

Debo dar gracias sobre todo a la direcci¨®n de este y de otros muchos Colegios Mayores que han respetado nuestra decisi¨®n de permanecer en Madrid. Tambi¨¦n quiero dar gracias a todos esos trabajadores que cada d¨ªa permiten que estemos en los distintos Colegios Mayores haciendo que nuestra vida pueda mantenerse lo m¨¢s normal posible.

Jorge Moreno Mart¨ªn es estudiante de Enfermer¨ªa y colegial del Colegio Mayor Alcal¨¢

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