Retrato de la nueva normalidad cultural, un San Isidro despu¨¦s
M¨²sicos, bailarines y artistas que formaron parte del programa de las fiestas patronales de Madrid en 2019 cuentan c¨®mo han cambiado las cosas desde que la crisis del coronavirus los apartara del p¨²blico
M¨¢s de 200 citas celebraron San Isidro 2019, el ¨²ltimo de Manuela Carmena como alcaldesa. Un a?o despu¨¦s, algunos de los artistas que participaron en el programa de las fiestas patronales cuentan c¨®mo han cambiado las cosas en este tiempo, en especial desde que la crisis del coronavirus paraliz¨® a la industria y la apart¨® del p¨²blico. Con los escenarios madrile?os cerrados al menos hasta mediados de junio y la perspectiva de aforos reducidos a un tercio como medida de protecci¨®n sanitaria, m¨²sicos, bailarines y creadores reflexionan sobre el futuro de la cultura.
V¨ªctor Cabezuelo, cantante del grupo de m¨²sica Rufus T. Firefly
A pesar de asomarse a menudo por las listas de lo mejor del a?o de los medios especializados, el camino de esta banda de rock alternativo formada en Aranjuez a mediados de los 2000 no ha sido sencillo. En 2016, Alberto y Sara, dos de sus miembros, anunciaron que lo dejaban. ¡°Se fueron porque llev¨¢bamos muchos a?os dedicados al grupo y la cosa no acababa de cuajar. Entiendo que esto genera agotamiento¡±, dec¨ªa poco despu¨¦s V¨ªctor Cabezuelo su cantante y guitarrista. Para su siguientes discos, Magnolia y su secuela Loto, Rufus T. Firefly se endeudaron ¡°hasta las cejas¡±. Actuar en las fiestas patronales de Madrid fue para ellos una forma de celebrar que segu¨ªan en activo y sobre un escenario. ¡°Era nuestra primera vez tocando en las fiestas de un ayuntamiento y era nada menos que en la Plaza Mayor de Madrid. Se hace extra?o recordar ahora algo tan bonito por c¨®mo ha cambiado todo en tan poco tiempo¡±, cuenta por tel¨¦fono un a?o despu¨¦s la voz del grupo, que deber¨ªa haber participado a principios de mayo en un festival de m¨²sica en Murcia.
¡°?Se va a atrever ahora el p¨²blico a juntarse en un concierto o un festival lleno de gente?¡±, se pregunta Cabezuelo. Los ingresos por streaming y venta de discos es, en casos como el suyo, ¡°algo anecd¨®tico¡±. ¡°De hecho, vend¨ªamos bastantes copias despu¨¦s de tocar. La gente se animaba a comprar porque de paso se pod¨ªa hacer una foto con nosotros¡±, recuerda. Ni si quiera el exceso de tiempo libre le est¨¢ sirviendo para componer nuevo material. ¡°No est¨¢ funcionando la inspiraci¨®n. Para concebir una canci¨®n, necesito imaginarme toc¨¢ndola en directo. Ante unas perspectivas tan da?adas, la motivaci¨®n tambi¨¦n se ve afectada¡±, lamenta.
Miguel Ballar¨ªn, fundador de la compa?¨ªa de danza urbana Co-Lapso
Durante los meses que el bailar¨ªn de break Miguel Ballar¨ªn complet¨® una residencia art¨ªstica en las Naves del Matadero en 2017 ide¨® la que ser¨ªa desde entonces su compa?¨ªa Co-Lapso, especializada en danza urbana contempor¨¢nea. Dos a?os despu¨¦s, vestido de negro y gris, con parpusa y clavel, bail¨® para los madrile?os durante San Isidro en la plaza de Oriente, en el espect¨¢culo Cenotafio. ¡°Fue algo feliz y entra?able. Sentimos que nuestra ciudad nos reconoc¨ªa y apreciaba como artistas, que se enorgullec¨ªa de nuestro trabajo¡±, recuerda Ballar¨ªn.
La crisis sanitaria, como a tantos otros artistas, ha cambiado su vida profesional. ¡°Pero solo un poco, porque ya lo hab¨ªa hecho dr¨¢sticamente. La nueva Concejal¨ªa de Cultura y Deportes se tom¨® la molestia de rescindir los prospectos de trabajo de quienes hubi¨¦semos cultivado desde hace a?os relaciones profesionales con los organismos municipales. Para quienes nos dedicamos a la investigaci¨®n art¨ªstica en Madrid, ha sido empezar casi de cero. Yo a¨²n no hab¨ªa conseguido recomponerme para cuando lleg¨® el virus¡±, explica.
Al cambio pol¨ªtico se le sumaron las consecuencias del confinamiento, que para la industria de la danza urbana han sido ¡°como echar sal en un erial¡±, comenta el impulsor de Co-Lapso. ¡°Para algunos de los mejores bailarines de danza urbana no se ha notado mucho la diferencia: han pasado de bailar en la calle a bailar en sus cuartos¡±. Ante la gran cantidad de propuestas culturales gratuitas que han inundado Internet durante el confinamiento, el madrile?o se opone a que las instituciones p¨²blicas que promueven muchas de ellas ¡°pretendan que los artistas ejerzan de productores de contenido para sus redes sociales en calidad de esclavos, trabajando sin cobrar¡±. Lo que s¨ª desea de las futuras ayudas p¨²blicas al sector de la cultura es que presten m¨¢s atenci¨®n a la danza urbana como materia formativa en centros p¨²blicos, una disciplina de la que considera ¡°hay un elevada demanda¡±.
Juan G¨®mez Alem¨¢n, fundador de La Juan Gallery
La Juan Gallery se convirti¨® en 2015 en el primer espacio de Madrid dedicado a la performance art¨ªstica. El a?o pasado, sus fundadores Juan G¨®mez Alem¨¢n y ?lex de la Croix llevaron su esp¨ªritu rupturista a la plaza Conde de Barajas durante las fiestas patronales de Madrid. Primero organizaron un concurso de moda dedicado a reinventar el traje de chulapo con propuestas acorde con los tiempos y luego ofrecieron una trapzuela (trap + zarzuela), fusionando el tiempo y los estilos musicales. ¡°Ahora es un recuerdo lejano, el de una plaza llena de diversi¨®n¡±, comenta por tel¨¦fono G¨®mez Alem¨¢n. Lo que han vivido en los ¨²ltimos meses es un cambio total. ¡°Intentamos que este par¨®n nos sirva para replantear una galer¨ªa de arte que siga estando viva, para llegar al p¨²blico sin necesidad de reunirse¡±.
La alternativa de la netformance, ¡°una forma de performance art¨ªstica creada con distintas plataformas digitales que usa las redes sociales como punto de encuentro¡±, les est¨¢ convenciendo solo a medias. ¡°La respuesta de la gente en directo es lo que alimenta a este tipo de propuestas. Es el p¨²blico quien te da las pistas de lo que hacer¡±. Antes de que toda nuestra cotidianidad cambiara por completo, la galer¨ªa era un lugar de formaci¨®n, donde organizaban lo que llaman un Hospital de Artistas. Los creadores se reun¨ªan en este taller, a modo de laboratorio de ideas. Ahora solo pueden hacerlo por Skype. Sus participaciones en festivales en Ibiza, M¨¢laga o Suecia han quedado en el limbo, la mayor¨ªa de ellas a la espera de reubicaci¨®n a finales de a?o o de la cancelaci¨®n definitiva. Por eso, el due?o de la galer¨ªa considera que las autoridades p¨²blicas pueden ayudar al tejido cultural madrile?o realizando ahora encargos a los artistas que puedan desarrollar luego. ¡°No se trata de una subvenci¨®n o de pagar por nada, sino de garantizar trabajo¡±, puntualiza.
Luiscar Cuevas, fundador de la compa?¨ªa de danza La m¨ªnima
Luiscar Cuevas fund¨® junto a Alberto Almaz¨¢n la compa?¨ªa de danza contempor¨¢nea La m¨ªnima hace diez a?os. Su nombre hace referencia a las circunstancias con la que crearon su primera pieza, grabada en v¨ªdeo de forma casera, en un espacio m¨ªnimo y con recursos m¨ªnimos.
La Comunidad de Madrid les pidi¨® participar en San Isidro 2019 con una pieza propia, Aurore, que presentaron en la Plaza de Oriente. Fue uno de los momentos culminantes de una buena racha profesional, en la que hab¨ªan logrado mostrar varios de sus proyectos fuera de Espa?a. ¡°Actuar ese d¨ªa de mayo frente al Teatro Real fue como un sue?o¡±, cuenta Cuevas. Un a?o despu¨¦s, todas las actuaciones que ten¨ªan programadas se han esfumado. Lo que m¨¢s les ha dolido es tener que suspender la nueva edici¨®n de Cervandantes, el festival de danza en espacios no convencionales que organizan cada a?o en Alcal¨¢ de Henares, coincidiendo con celebraciones del D¨ªa del Libro en la ciudad de finales de abril.
¡°A la danza contempor¨¢nea ya le faltaba p¨²blico antes de esta crisis. Nuestros beneficios no salen de lo recaudado en taquilla. Dependemos de que las salas y ayuntamientos nos programen¡±, cuenta Cuevas. Separados del resto de bailarines de la compa?¨ªa, los dos fundadores de La m¨ªnima no han regresado a la sala de ensayo que tienen en Alcal¨¢. En las ¨²ltimas semanas, trabajan desde una casa en la provincia de Guadalajara. All¨ª concibieron una de las pocas propuestas que les han surgido desde el estado de alarma y que define la situaci¨®n en la que se encuentran: Inesperado. Teatros del Canal les invitaron a participar en el ciclo La cuarta sala del Canal, donde diferentes artistas muestran a trav¨¦s de Facebook obras creadas desde sus casas. ¡°Entendemos que haya artistas que no est¨¦n de acuerdo con que las administraciones p¨²blicas nos est¨¦n pidiendo trabajar de forma gratuita para alimentar contenidos en Internet. Nosotros nos lo tomamos en su momento como un regalo para el p¨²blico, pero es cierto que una de la forma de ayudar a la industria cultural en estos momentos es encargando trabajos remunerados, como ya est¨¢ haciendo el Festival de Oto?o¡±.
Tanto Cuevas como Almaz¨¢n son profesores desde hace tiempo en escuelas de danza p¨²blicas y privadas, as¨ª que su ¨²nica fuente de ingresos en este tiempo de confinamiento han sido las pocas clases que han podido hacer online. ¡°Quiz¨¢ esta nueva normalidad es un reto para buscar formas alternativas de hacer llegar la danza contempor¨¢nea a la gente¡±, se consuela el fundador de la compa?¨ªa.
La Banda Sinf¨®nica Municipal de Madrid
La incertidumbre ya era una constante en el d¨ªa a d¨ªa de la Banda Sinf¨®nica Municipal del Ayuntamiento de Madrid cuando particip¨®, un a?o m¨¢s, en las fiestas patronales de la ciudad. San Isidro es una cita de sus citas imprescindibles, entre otras cosas porque inicia la temporada de verano ¡°la m¨¢s especial, porque ocupamos las plazas y jardines madrile?os¡±, explica por tel¨¦fono uno de sus representantes sindicales. La edici¨®n de 2019 coincidi¨® en plenas elecciones. ¡°No ten¨ªamos director titular ni una sala donde actuar de forma regular¡±, recuerdan desde la formaci¨®n.
Aunque celebran que en este tiempo el holand¨¦s Jan Cober haya tomado la batuta, al clarinetista y director de orquesta apenas le ha dado tiempo a hacerse con su nuevo equipo de m¨²sicos. Debut¨® en el Concierto de Reyes de enero 2020 y, dos meses despu¨¦s, lleg¨® el confinamiento. De nuevo, la incertidumbre. Adem¨¢s de quedarse sin su anhelada programaci¨®n estival, la banda no tiene buenas perspectivas para la temporada de oto?o-invierno. Sigue sin contar con un recinto que les sirva de sede oficial para sus actuaciones ¡°que es una cuenta pendiente ineludible para cualquier banda sinf¨®nica¡±, cuentan sus miembros, que son bastantes menos de los 90 m¨²sicos necesarios para ofrecer recitales en directo. Aun siendo solo 68, a falta de cubrir las 22 plazas que llevan m¨¢s de una d¨¦cada reclamando, no se imaginan ocupando un escenario cumpliendo con los dos metros de distancia de seguridad que tambi¨¦n deben cumplir los espectadores. Otro escollo que, adem¨¢s limita su repertorio.
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