Una mano amiga para decirle adi¨®s al jersey
Tres organizadoras profesionales dan pistas y pautas sobre c¨®mo hacer el cambio de armario y aprovechar el momento para despejarlo y mejorarlo
Toda crisis trae impl¨ªcita una oportunidad. Aunque la crisis sea tan del primer mundo como un cambio de armario. Mediados de mayo, mediados de octubre, bien de drama. Ahora toca guardar el jersey y sacar el ba?ador, y en menos de seis meses estaremos otra vez con el abrigo fuera y los tirantes dentro. No deber¨ªa ser tan dif¨ªcil, pero con el madrile?o medio viviendo en menos de 80 metros cuadrados, el espacio no sobra. Tampoco el tiempo. De ah¨ª que la situaci¨®n no siempre sea f¨¢cil. Para ello est¨¢ el gremio de organizadores profesionales, que por entre 60 y 90 euros van a casa (o se sirven de las bondades de Internet) y dedican una ma?ana a echar una mano y no al cuello.
Mar¨ªa Gallay (Organizaci¨®n del Orden, pionera en el sector, desde 2003); Silvia Llorens (Aorganizarte, desde 2014); y Alicia Iglesias (Orden y Limpieza en Casa, desde 2016) quitan ¡ªadem¨¢s de camisas que ni salidas del primer Operaci¨®n Triunfo¡ª dudas y angustias sobre ese temido momento. Pero ?por qu¨¦ nos cuesta tanto? ¡°?Porque somos unos vagos!¡±, r¨ªe Gallay. ¡°Nuestra vida es complicada, entiendo que no apetece pararte. Pero es m¨¢s f¨¢cil si aprovechas la oportunidad. Igual que una mudanza: entiendo que la gente se estresa mucho, pero si aprovechas para revisar, quitar, dar, vender, reciclar...", reflexiona. Para Iglesias, el problema es que ¡°da trabajo¡±. ¡°Y que tienes que enfrentarte a tu realidad acumuladora". Para Llorens, ¡°hay varias razones, y la principal es la enorme cantidad de ropa que tiene la gente. Cuando abre un armario y ve el caos y la cantidad, produce agobio: ¡®?Qu¨¦ hago con todo esto?¡¯. La segunda es porque tenemos menos espacio en las casas. Y tercera, que si en el cambio anterior no has hecho toma de decisiones, de filtro, de despeje... cuando vuelves a meterlo todo se te hace un mundo¡±.
Para Gallay, la mayor dificultad de quienes hacen el cambio de armario es guiarles hasta que ven que hay prendas de las que hay que deshacerse. Iglesias, por su parte, ve que lo que m¨¢s cuesta es probarse la ropa, pero es fundamental para decidir qu¨¦ hacer con ella. En lo que las tres coinciden es en que este es el momento de pensar si necesitamos todo lo que guardamos y sacamos.
Dice Llorens que hay que pensar en qu¨¦ hacer con la ropa a guardar. ¡°Es el momento, porque lo tienes m¨¢s reciente. No te lo has puesto este a?o y el pasado tampoco: toma una decisi¨®n¡±, recomienda. El proceso es sacar pieza a pieza y decidir qu¨¦ hacer. Hay cuatro posibilidades: ¡°Te gusta, guardarlo. Donarlo. Reciclarlo o tirarlo, si est¨¢ roto o viejo. O devolv¨¦rselo a quien le pertenece¡±.
Las organizadoras, afirman, no tardan m¨¢s de dos o tres horas en realizar el proceso. Gallay argumenta que son mejores las sesiones cortas, porque aparece la llamada ¡°fatiga decisional¡±, que nos hace equivocarnos al elegir. ¡°Guardamos o tiramos de m¨¢s... y terminamos comprando m¨¢s de lo mismo¡±.
?Y qu¨¦ pasa con los, ¡°ay, qu¨¦ pena", con esa camiseta de Naranjito, con el cuelgabolsos que nos regalaron en aquella boda? Ya no son prendas de vestir: son recuerdos. ¡°Hay que pensar que ya las hemos disfrutado. Podemos hacerles una foto e imprimirlas¡±, defiende Llorens, que pone otra cuesti¨®n en la palestra. ¡°?Y con ni?os? Si tengo que guardar el collar de macarrones, el p¨®ster de purpurina... no se puede. Yo tengo un ¨¢lbum precioso, que me ocupa nada, lo tengo impreso y lo disfruto¡±, argumenta. Otra opci¨®n para Gallay e Iglesias es crear ¡°una caja de recuerdos¡±. ¡°Una caja viva, donde entran y salgan cosas. Es muy importante que la tengan los ni?os desde peque?os, trabajar el desapego con ellos. Hay que no darle importancia al tirar, no hacer un drama¡±, cuenta Iglesias.
Todas coinciden en que su servicio ¡°no es ¡®voy y te lo hago¡±, como explica Llorens: ¡°Est¨¢s dando una mentor¨ªa, cambiando su forma de pensar¡±. Para Mar¨ªa Gallay, la clave es la experiencia. ¡°Tenemos trucos, soluciones que solo conocen los profesionales: hemos visto tantas casas, probado tantas cosas, que tenemos el ojo hecho. No hay ning¨²n m¨¦todo perfecto, pero tenemos una bater¨ªa muy grande de soluciones. Podemos reconocer las relaciones emocionales. Podemos ver qu¨¦ rutinas est¨¢n fallando¡±. Aunque, como se r¨ªe la ¡°tiradora oficial" Alicia Iglesias, ¡°?No todo el mundo necesita un organizador! Pero es m¨¢s r¨¢pido y ayuda a tomar mejores decisiones. Si te apetece probar la experiencia, es un buen punto para empezar. Yo lo cuento todo, no oculto nada. Si lo haces una vez, puedes aprender mucho¡±.
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