¡°Perdone, ?la sala del ¡®Mata Mua¡¯?¡±: visitantes en busca del cuadro ausente del Thyssen

¡°Perdone, ?la sala del Mata Mua?¡±, pregunta una joven a una de las auxiliares del Museo Thyssen. ¡°Ese cuadro ya no est¨¢ en exhibici¨®n¡±. ¡°Ya, pero solo quiero saber d¨®nde estaba¡±, se justifica la chica. Su nombre es Carla y tiene 19 a?os, es la primera vez que visita este museo y lo hace porque ¡°he o¨ªdo el revuelo que se hab¨ªa montado con el cuadro¡±. ¡°Empec¨¦ a buscar informaci¨®n sobre Gauguin [el autor] y aqu¨ª me he plantado, tampoco ten¨ªa nada mejor que hacer¡±, explica la joven antes de continuar su camino hacia la sala L, como le ha indicado la trabajadora del museo, que antes del estado de alarma albergaba Mata Mua (?rase una vez), el cuadro que el franc¨¦s pint¨® en 1892. Valorado en 40 millones de euros, la joya de la colecci¨®n personal de Carmen Cervera ha sido retirado para su venta en el extranjero a petici¨®n de la propia baronesa, como adelant¨® EL PA?S. Su posible vuelta est¨¢ condicionada a un nuevo acuerdo con el Ministerio de Cultura.

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La misma auxiliar que ha atendido a Carla asegura que la joven no es la ¨²nica que ha preguntado desde la reapertura del museo el pasado 6 de junio por el famoso cuadro o por la sala donde estaba, ¡°como si pensasen que ah¨ª se iba a quedar el hueco vac¨ªo¡±. Pero no, el espacio que antes ocupaba Mata Mua (expuesto en el Thyssen durante dos d¨¦cadas), ahora lo ocupa otro de los cuadros del pintor postimpresionista franc¨¦s: Idas y venidas, Martinica (1887). Frente a ¨¦l se encuentran Mari Carmen y Pedro, un matrimonio septuagenario que jam¨¢s han o¨ªdo hablar de la obra retirada.

- ?Mata qu¨¦? (la mascarilla dificulta la comunicaci¨®n verbal).

- Mata Mua.

- ?Uy! No, no, nosotros de eso no entendemos¡­ hac¨ªa mucho que no ven¨ªamos al museo y hemos aprovechado que hay muy poquita gente para volver.

Como el resto de museos de Madrid ¨Cque a¨²n contin¨²a en la fase 2 de desescalada¨C el Thyssen ha reducido su aforo a un tercio de su capacidad, as¨ª que respetar la distancia de seguridad sanitaria es f¨¢cil estos d¨ªas. Tampoco est¨¢n recibiendo muchas visitas, una tarde cualquiera entre semana las salas de su colecci¨®n permanente est¨¢n pr¨¢cticamente vac¨ªas. Por ellas camina Javier, de 33 a?os, en busca de Mata Mua. ¡°?Ya lo han quitado? Vaya, qu¨¦ r¨¢pido¡±, lamenta el joven que vio el cuadro hace a?os en otra visita al museo. ¡°Me parece una tremenda p¨¦rdida, es una de las obras m¨¢s representativas de Gauguin¡±.

Tambi¨¦n en su b¨²squeda van Jaime y su familia (su mujer y sus cinco hijos de entre 7 y 13 a?os). ¡°Hemos preparado en casa una lista de cinco cuadros porque si no, estos se aburren (se?ala a sus hijos) y el Mata Mua era uno de ellos. Luego les hacemos un test. Es una actividad diferente para que no est¨¦n todo el d¨ªa con la Playstation¡±, explica el padre. ¡°Pues, pap¨¢, uno menos para ver¡±, a?ade uno de los ni?os.

Para Carmen, de 48 a?os, Mata Mua ¡°serv¨ªa de gancho para luego ver el resto de obras maravillosas que hay aqu¨ª¡±. Junto a su hijo Juan, de 20 a?os, ha estado recorriendo la sala de pintores impresionistas y postimpresionistas. ¡°Claro, con raz¨®n no lo encontr¨¢bamos si lo han quitado, no ten¨ªamos ni idea¡±. S¨ª que hab¨ªan visto tanto el cuadro de Gauguin que se exhibe ahora en su lugar como los otros dos ¨Ctambi¨¦n del autor¨C que lo custodian: Hoguera junto a una r¨ªa (1886), a la derecha, y Perros corriendo en el prado (1888), a la izquierda. ¡°Me dar¨ªa pena que se llevasen cualquier cuadro, toda la colecci¨®n de la baronesa es espectacular, la gente no se da cuenta del tesoro que tenemos aqu¨ª¡±, dice Juan.

Mata Mua no es la ¨²nica obra de la colecci¨®n de Carmen Cervera que ha salido recientemente de la pinacoteca. Tambi¨¦n se han retirado para su venta otros tres cuadros: Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Degas; El ¡®Martha Mckeen¡¯ de Wellfleet (1944), de Hopper, y El puente de Charing Cross (1899), de Monet.

A Jos¨¦ Luis, de 48 a?os, le molesta m¨¢s que hayan retirado la obra de Hopper. ¡°Estaba al tanto del l¨ªo del Mata Mua, del que se ha hablado m¨¢s, pero a m¨ª personalmente me gusta m¨¢s Hopper que Gauguin¡±, dice este madrile?o, que ten¨ªa la entrada sacada para ver la exposici¨®n temporal de Rembrandt para el 16 de marzo. ¡°Justo cuando estall¨® todo, as¨ª que he tenido que esperar hasta ahora. Aparte de ver esa, me he venido a la permanente. Aunque lo de permanente me parece un poco chiste, ?no? Porque si la baronesa puede llevarse las obras cuando ella quiera... muy permanente tampoco es¡±, a?ade.

Carmen Cervera, que aleg¨® problemas econ¨®micos para retirar el ¨®leo de Gauguin del museo y venderlo, estuvo negociando con el equipo de gobierno del Ministerio de Cultura para conseguirlo. Finalmente, y durante la crisis sanitaria, se autoriz¨® la salida del cuadro. Su ausencia deval¨²a ahora la oferta pict¨®rica del Thyssen.

Otras dos j¨®venes, Alba y Julia (de 25 a?os) entran en la sala L de la colecci¨®n permanente. Al enterarse de la retirada de Mata Mua, buscan el cuadro en su tel¨¦fono m¨®vil que les devuelve una imagen de la escena que pint¨® Gauguin: varias mujeres adoran a Hina, deidad de la Luna, en un paisaje paradis¨ªaco de Tahit¨ª.

- Joder, es que el Mata Mua mola mucho m¨¢s que este, mira los colores.

- Y, ?cu¨¢nto dices que vale?

- 40 millones de euros.

- Bueno, pero es su cuadro, as¨ª que puede hacer lo que quiera con ¨¦l.

- Ya, pero, ?t¨² te crees que es porque le hace falta el dinero?

- Vete t¨² a saber...