Varios colectivos antirracistas cuelgan un cartel en la estatua de Col¨®n para pedir su retirada

El movimiento antirracista de Madrid ha cortado en la tarde del viernes varios carriles de la calle de G¨¦nova a su paso por la plaza de Col¨®n. Sobre las 20.50 horas, alrededor de 15 personas ataviadas con chalecos fosforescentes se han lanzado a la carretera y han impedido el paso de los veh¨ªculos durante cerca de cinco minutos. Al mismo tiempo, otra veintena de manifestantes han cruzado a la fuente donde se encuentra la estatua de Crist¨®bal Col¨®n y han colgado un cartel en el que se le¨ªa: ¡°Fuego al orden colonial¡±. Entre sus peticiones se encontraba la retirada del monumento colonial.

Las organizadoras, vestidas con pa?uelos y telas de est¨¦tica ind¨ªgena, han construido una llama con la que han entrado en la fuente de manera simb¨®lica para reivindicar a los pueblos ind¨ªgenas. ¡°Es una llama de Troya con la que hab¨ªa que penetrar la ciudad amurallada que es Col¨®n, que simboliza un pasado de muerte y sangre¡±, ha declarado una de las presentes que no ha querido identificarse.

Sobre las 21.00 horas, tres furgones de la Polic¨ªa Nacional han llegado al lugar y alrededor de 15 agentes han restablecido el tr¨¢fico. Una portavoz ha podido leer el manifiesto de esta acci¨®n, en el que ha recordado a Samba Martine (que muri¨® en el hospital 12 de Octubre, despu¨¦s de pasar 38 d¨ªas en un CIE), Mame Mbaye (que falleci¨® durante una persecuci¨®n policial) y a Iliass Tahiri (muri¨® el pasado 1 de julio en un centro de menores de Almer¨ªa).

¡±Abajo las estatuas de colonos. Fuego al orden colonial. Viva el activismo antirracista¡±, ha finalizado el comunicado. Los manifestantes se han retirado de la fuente de manera voluntaria al llegar las autoridades y no ha habido altercados ni detenidos. En su marcha, un coche se ha parado y ha increpado al grupo de manifestantes: ¡°?A trabajar!¡±, ha gritado. ¡°Es normal que la espa?olidad se sienta herida¡±, ha declarado una de las presentes al respecto, ¡°pero enaltecer a Col¨®n es enaltecer a un sanguinario¡±.

Tras el fallecimiento a finales de mayo del estadounidense George Floyd, muerto tras ser asfixiado por un agente de la polic¨ªa de Minneapolis durante un brutal arresto, este tipo de manifestaciones siguen sucedi¨¦ndose en las ¨²ltimas semanas en lugares de todo el mundo, como San Juan de Puerto Rico y Bristol (Reino Unido).