Sin noticias de Educaci¨®n sobre la vuelta al cole en Madrid

Quedan dos semanas para la vuelta a las aulas y lo ¨²nico que se sabe en Madrid es que no se sabe nada. Ni la Comunidad, que ha admitido que a estas alturas todav¨ªa se barajan los cuatro escenarios posibles que presentaron a finales de junio, ni por supuesto la oposici¨®n o los sindicatos, hartos de preguntar y de no obtener respuestas. Pero la incertidumbre y el enfado crece sobre todo entre los m¨¢s interesados en saber c¨®mo enfrentar el nuevo curso: los profesores, los directores de los centros y los padres de los alumnos, que todav¨ªa no saben c¨®mo van a tener que organizar sus vidas a partir del 4, el 8 ¨® el 9 de septiembre, cuando se da el pistoletazo de salida, de manera escalonada, primero para los m¨¢s peque?os (0 a 3 a?os), despu¨¦s para los de segundo ciclo de Infantil (3 a 6), Primaria y Educaci¨®n Especial y, finalmente, para los de Bachillerato, Formaci¨®n Profesional y Educaci¨®n para adultos.

¡°La sensaci¨®n de caos es tremenda¡±, dice Mar¨ªa Carmen Morillas, presidenta de la Federaci¨®n madrile?a de Asociaciones de Padres del alumnado (FAPA) Francisco Giner de los R¨ªos. No es para menos: un mill¨®n y medio de alumnos no universitarios preparan ya las mochilas sin saber si finalmente saldr¨¢n de casa. ¡°Se est¨¢ jugando con la salud y la educaci¨®n. Tenemos la sensaci¨®n de tomadura de pelo, de que no hay seriedad ni rigor¡±. Los cuatro escenarios presentados el 30 de junio por el consejero de Educaci¨®n, Enrique Ossorio, ya tienen uno m¨¢s, dice Morillas: el del enfado colectivo. Tanto PSOE, como Unidas Podemos y M¨¢s Madrid a?aden que la ¨²nica estrategia que la administraci¨®n regional est¨¢ utilizando es ¡°culpar al Gobierno de todo¡±, sin elaborar un plan, y se temen lo peor de cara al nuevo curso. CC OO no descartaba este martes una huelga general, que finalmente ha anunciado en la ma?ana del mi¨¦rcoles, o acudir a la v¨ªa penal. ¡°No nos vamos a quedar callados. Esto est¨¢ siendo sangrante¡±, avisa Isabel Galv¨ªn, representante del sindicato.

Sonia P. tiene una ni?a de cuatro a?os y todav¨ªa no sabe si empezar¨¢ las clases o no en su colegio p¨²blico, en Majadahonda. Y, por supuesto, en qu¨¦ condiciones: cu¨¢ntos compa?eros tendr¨¢, las medidas de seguridad, las horas presenciales, qu¨¦ se har¨¢ en caso de que aparezca un positivo. O si poco despu¨¦s estar¨¢ contagiada la ni?a y, por extensi¨®n, su familia, con unos padres, los de Sonia, a los que no quiere poner en riesgo, pero que a su vez necesita para organizarse. ¡°Est¨¢n sanos, pero ya sabes, son ya mayores y lo ¨²ltimo que quiero es contribuir a que se vayan al otro barrio. No creo que les diga que la recojan en el cole este a?o, bueno, no lo s¨¦¡­ Ellos me dicen que s¨ª, que me ayudan. Pero no quiero...¡±.

La preocupaci¨®n de Sonia se extiende por los grupos de WhatsApp de padres de toda la comunidad. Nadie sabe qu¨¦ va a pasar. En Madrid capital, Parla, Coslada, Getafe¡­ De la incertidumbre inicial, han pasado al enfado. Por lo general, quieren clases presenciales ¡°pero en condiciones¡±. Y la presidenta de la FAPA Francisco Giner de los R¨ªos apunta al mismo camino. ¡°Lo que se aprende all¨ª no se aprende en casa y, adem¨¢s, en clase se evita la desigualdad de oportunidades¡±. Sonia a?ade que, adem¨¢s, de eso depende su vida profesional. Trabaja ¡°en una cl¨ªnica dental¡± y aunque su jefe entiende su situaci¨®n y la de algunos de sus compa?eros que tambi¨¦n tienen hijos en edad escolar, necesita organizarse. ¡°?l nos pregunta para que tengamos varias opciones en la rec¨¢mara, pero no s¨¦ muy bien qu¨¦ rec¨¢mara voy a tener. O me quedo en casa o voy a trabajar. No hay otra, porque no puedo pagar a alguien para que se quede con la ni?a¡±.

A principios de julio, Ossorio daba por hecho que en septiembre se pondr¨ªa en marcha el escenario n¨²mero uno. La situaci¨®n sanitaria apuntaba al optimismo. El plan consiste en que los alumnos de Infantil se organizan en aulas burbuja, con clases estables de convivencia de 25 alumnos (los mismos que hasta ahora) sin mascarilla y sin poder relacionarse con otras aulas. Los de Bachiller, Formaci¨®n Profesional y de educaci¨®n de adultos s¨ª tienen la obligaci¨®n de usar mascarilla cuando no puedan mantener la distancia de seguridad de metro y medio y entre 1? y 4? de la ESO solo algunas asignaturas las reciben de forma online. En Bachillerato, uno de los cinco d¨ªas de la semana las clases se imparten de forma telem¨¢tica.

Pero tal y como avanza la pandemia, ni padres ni docentes creen que se pueda poner en marcha el curso en esas circunstancias. Adem¨¢s, en ese escenario el consejero ya avis¨® de que no habr¨ªa contrataci¨®n de profesorado, ni bajar¨ªan las ratios de las clases.

¡°Est¨¢n haciendo una guerra de nervios¡±, apunta Esteban ?lvarez, presidente de la asociaci¨®n de directores de institutos p¨²blicos de Madrid (Adimad), que cree que solo se pueden enfrentar al nuevo curso con inversi¨®n y una buena organizaci¨®n. Es decir, que la comunidad empiece a gastar ya los 260 millones de euros que ha recibido del Estado como partida extra para educaci¨®n, un dinero que est¨¢ lejos de la estimaci¨®n que hizo CC OO a principios de verano para hacer frente a la pandemia: se deb¨ªa invertir entre 424 y 981 millones entre material, profesorado o infraestructuras, por lo que la administraci¨®n regional deb¨ªa colaborar en el gasto. Ossorio ya avis¨® de que llegaban tiempos complejos para la econom¨ªa y que esas cifras no se vislumbran.

¡°Por ahora no se han contratado a profesores¡±, explica ?lvarez. ¡°Y hay que hacer un plan de contingencia. Es una barbaridad que los responsables de los centros tengamos que hacer un plan con las medidas higi¨¦nico-sanitarias. Eso lo deben hacer expertos en salud. No puede ser que contraten a 100 sacerdotes y no haya una enfermera por cada instituto¡±, lamenta.

La oposici¨®n se suma a la queja. ¡°Es inadmisible e inaceptable que a estas alturas no hayan comunicado nada¡±, dice Mar¨ªa Pastor, de M¨¢s Madrid, que apunta a que lo m¨¢s sensato ser¨ªa plantear una vuelta al cole en el escenario dos, pero para eso se necesita un plan. ¡°Yo creo que al final dir¨¢n que se pone en marcha ese escenario, pero luego que no tienen capacidad de b¨²squeda de personal y nuevos espacios¡±, a?ade Tito Moreno, de Unidas Podemos. ¡°Se les ha echado el tiempo encima¡±, remata Marta Bernardo, del PSOE.

Ossorio explic¨® que en ese escenario, el dos, llamado de semipresencialidad, s¨ª se bajar¨¢n las ratios (a 20 alumnos en Infantil), se suprimir¨¢n los recreos, el comedor, se flexibilizar¨¢n los horarios y se garantizar¨¢ la presencialidad entre un tercio y la mitad del horario semanal para Secundaria, Bachiller y educaci¨®n de adultos. Entonces s¨ª se comprometi¨® a contratar a 3.500 profesionales, tanto docentes como personal administrativo. Muy lejos de lo que estiman directores y sindicatos (unos 11.000) necesario para desdoblar las aulas, que en caso de necesitarlo, deber¨ªan ubicarse en otros espacios, como dependencias municipales. Ayuntamientos como Parla, Coslada o Alcal¨¢ de Henares han escrito a la administraci¨®n regional ofreciendo su ayuda, pero no han recibido respuesta.

No hay nada de eso previsto. O, al menos, anunciado a los m¨¢s interesados: los centros, que se enfrentan a un reto complejo.

La Comunidad asegura que est¨¢ estudiando la experiencia en otros pa¨ªses y que, adem¨¢s, prefiere esperar a las conclusiones que se tomen en la pr¨®xima conferencia de presidentes, es decir, a finales de agosto. La presidenta regional, Isabel D¨ªaz-Ayuso, ya avis¨® de que el Gobierno central debe liderar el proceso. Docentes, padres y sindicatos temen que por falta de previsi¨®n se acabe en el tercer escenario: el del confinamiento total, tal y como pas¨® en marzo.

El cuarto escenario, recuerdan, era una broma de mal gusto. Se trataba de que todos volvieran a las aulas como lo hicieron hace un a?o. Sin rastro de pandemia. Pero el chiste, en estas fechas, ya no les hace ni gracia.