¡°En Twitter dec¨ªan que no ten¨ªa sangre espa?ola. ?Qu¨¦ significa eso?¡±
La primera novela de Margaryta Yakovenko, espa?ola nacida en Ucrania, habla de identidad, soledad y del duelo de la migraci¨®n
Margaryta Yakovenko (Ucrania, 28 a?os) ha reflejado parte de autobiograf¨ªa en Desencajada, una novela sobre la nostalgia de aquello que se deja atr¨¢s al migrar. Daria, la protagonista de este libro que edita Caballo de Troya, camina en busca del equilibrio entre sus dos identidades, la ucrania y la espa?ola, tras llegar a Murcia con siete a?os. Yakovenko aborda el ¡°racismo institucional¡± y saca a relucir una soledad de la que resulta dif¨ªcil escapar. Una soledad, explica la autora, tambi¨¦n periodista de EL PA?S, que forja el car¨¢cter de muchos migrantes.
?C¨®mo le recibi¨® Madrid?
Madrid es una ciudad donde muchos somos de fuera y es francamente acogedora. Me ha regalado en solo un a?o a algunas de mis mejores amigas y a mi pareja, por ejemplo. Tambi¨¦n decenas de lugares por los que s¨¦ que, si me voy, sentir¨¦ nostalgia.
?Son los inmigrantes ¡°espa?oles de pega¡±, como dice Daria?
La sociedad tiende a pensar que si no tienes un apellido espa?ol no eres espa?ol. Hubo una pol¨¦mica en Twitter con una cosa que puse y en los comentarios me dec¨ªan que no hab¨ªa nacido aqu¨ª o que no ten¨ªa sangre espa?ola. ?Qu¨¦ significa eso?
Un personaje piensa que los padres de Daria son embajadores. ?Le ha pasado que le pregunten de d¨®nde es y descarten una historia como la que cuenta?
Me pasa por mis apellidos y por mis rasgos. Llevo 21 a?os en Espa?a, he estudiado aqu¨ª, trabajo aqu¨ª, tengo la nacionalidad espa?ola y hablo sin acento. Cuando digo que soy de aqu¨ª la siguiente pregunta suele ser: ¡°S¨ª, s¨ª, pero, ?de d¨®nde eres de verdad?¡±.
?C¨®mo conviven dos identidades, cada una asociada a un idioma?
El biling¨¹ismo es muy natural para m¨ª. Hay personas a las que le puede costar, sobre todo las que aprenden el espa?ol m¨¢s tarde. Mis padres siguen traduciendo de un idioma a otro y para mi hermano, que naci¨® en Espa?a, tambi¨¦n es m¨¢s natural hablar espa?ol. Me contaron que cuando dorm¨ªa hablaba en ruso.
Escribe que no hay ninguna ¨¦pica en el acto de migrar.
Lo que le pesa mucho a la protagonista, y creo que le pesa a muchos emigrantes econ¨®micos, es que no han sido reconocidos al mismo nivel que los refugiados o los exiliados pol¨ªticos. Los migrantes econ¨®micos se van porque ven que en su pa¨ªs de origen no hay demasiadas salidas. Quieren vivir mejor y eso no siempre est¨¢ muy bien visto.
Daria lleva consigo una gran soledad.
Est¨¢ presente sobre todo despu¨¦s de la migraci¨®n porque tiene que crecer de forma acelerada y madurar y hacerse responsable de su propio bienestar. Acaba viviendo una soledad totalmente impuesta. Es muy dif¨ªcil afrontar ese sentimiento.
Perseguir la excelencia es algo que abruma a Daria. ?Es el mundo demasiado exigente?
El mundo lo es con ciertas personas. Hay muchas que son mediocres y aun as¨ª llegan donde est¨¢n por los contactos que tienen o por haber nacido con unas circunstancias. El discurso de la meritocracia es muy exigente, es hacerlo lo mejor que puedas para llegar a un sitio en el que una persona ha cogido directamente la autopista y t¨² tienes que ir por una carretera comarcal en bici.
La protagonista toma ansiol¨ªticos. ?Por qu¨¦ quiso abordarlo?
Casi todas las personas que conozco toman algo. Creo que de este tema no se habla lo suficiente, no se normaliza. Son personas completamente funcionales, normales, pero no pueden afrontar el d¨ªa sin esa peque?a ayuda. Evidentemente, hay un problema, no s¨¦ si sobremedicaci¨®n o es que vivimos en un mundo donde necesitamos esa medicaci¨®n. Cuando escrib¨ª el libro estaba tomando por primera vez antidepresivos. Cuantos m¨¢s relatos aparezcan de personas que lo dicen, estar¨¢ m¨¢s dentro del discurso y quiz¨¢s podamos cambiar esa realidad.
Tambi¨¦n habla del racismo institucional.
El racismo institucional no son solo los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Hay peque?os actos que pasan desapercibidos. No solo hay que pagar para acelerar los tr¨¢mites, hay que esperar tambi¨¦n y recoger documentos en tu pa¨ªs de origen. Son viajes muy caros. Yo tengo una posici¨®n privilegiada y por eso quer¨ªa hacer algo.
?Sent¨ªa que no hab¨ªa voces que reflejaran la inmigraci¨®n?
Llevo a?os intentando leer toda la literatura sobre migraci¨®n que he podido. Chimamanda Ngozi, Zadie Smith, Sergu¨¦i Dovlatov... pero siempre he sentido que en Espa?a hab¨ªa un vac¨ªo. Tengo la esperanza de que cada vez haya m¨¢s voces relatando c¨®mo es ser migrante en Espa?a.
El s¨ªndrome de Ulises
Las personas que han tenido una migraci¨®n traum¨¢tica y han dejado sus pa¨ªses huyendo de la persecuci¨®n sufren del s¨ªndrome de Ulises, que toma su nombre del h¨¦roe de la mitolog¨ªa griega. Para Margaryta Yakovenko nadie se preocupa por la salud ps¨ªquica de los migrantes y no se est¨¢ prestando suficiente atenci¨®n a este trastorno. Considera que si esos traumas no se resuelven ser¨¢ muy dif¨ªcil que esas personas puedan integrarse.
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