El 53% de los residentes de centros sociosanitarios en Madrid presentan anticuerpos frente a la covid
El estudio de la Comunidad, el primero de seroprevalencia en estos lugares que se ha hecho en Espa?a, ha testado a 57.613 personas en 517 residencias
En Madrid, uno de cada dos residentes en centros de mayores y de atenci¨®n a personas discapacitadas y uno de cada tres trabajadores de esos lugares tienen inmunidad media o alta frente a la covid. Es la cifra que aportan los resultados preliminares del primer mapa de seroprevalencia en residencias que se ha realizado en Espa?a. El estudio, realizado entre el 6 de julio y el 15 de septiembre, ha contado con 57.613 pruebas (55.542 de ellas realizadas espec¨ªficamente para esta investigaci¨®n) en 429 residencias de mayores y 88 de atenci¨®n a personas con discapacidad f¨ªsica, intelectual o enfermedad mental cr¨®nica.
De 30.176 residentes, el 53% (15.852) presenta IgG (los anticuerpos de larga duraci¨®n); tambi¨¦n lo hace el 37% (8.398) de los 27.437 empleados a los que se ha testado. Estas cifras, explic¨® ayer el director general de Coordinaci¨®n Sociosanitaria Francisco Javier Mart¨ªnez Peromingo en rueda de prensa, han permitido clasificar las residencias seg¨²n la seroprevalencia para determinar el riesgo al que se enfrentan de cara a esta segunda ola en la que Madrid entr¨® a finales de julio y en la que mantiene una curva descendente de contagios e ingresos hospitalarios, lenta; y una meseta tanto en las unidades de cr¨ªticos como en el n¨²mero de fallecimientos, los dos indicadores m¨¢s fiables para evaluar la situaci¨®n.
Ayer, la regi¨®n notific¨® 1.744 nuevos casos e incorpor¨® a la serie hist¨®rica 2.347; 42 personas murieron en las ¨²ltimas 24 horas. Los hospitales ten¨ªan 2.227 pacientes ingresados en planta y 465 ocupaban las unidades de cuidados intensivos ¡ªseg¨²n la Sociedad de Medicina Intensiva de Madrid, que recoge y publica los datos de sus pacientes a diario¡ª. Con ese contexto, que refleja una alta transmisi¨®n comunitaria del virus, es m¨¢s ¨®ptimo tomar medidas ¡°con la mayor y mejor informaci¨®n posible¡±, dijo Peromingo.
Un sem¨¢foro para evaluar el riesgo
¡°Este estudio ha servido para poder evaluar y determinar en qu¨¦ situaci¨®n se encuentra cada centro¡±. La clasificaci¨®n se ha hecho en tres niveles. Residencias con inmunidad alta ¡ªaquellas que tienen el 70% o m¨¢s de sus usuarios con IgG positiva¡ª, de las que hay 129 centros, un 25,9%. Las que tienen inmunidad media ¡ªcuando entre el 50% y el 70% de los residentes tienen anticuerpos¡ª, de estas hay 139, el 27,9%. Y con inmunidad baja ¡ªcuando hay menos de un 50% de usuarios que presentan IgG positiva¡ª, hay 230, el 46,2%.
¡°De estos niveles dependen las medidas que se vayan tomando, como las entradas y salidas de esos centros o la flexibilidad en las vistas, ampliando en los que tengan mayor inmunidad o reduciendo en las que presenten menos¡±, explic¨® Peromingo.
Las residencias, mayoritariamente las de ancianos, supusieron el punto m¨¢s negro de la primera ola: ancianos que murieron solos y los que nunca pudieron llegar al hospital por el colapso del sistema, residencias que se blindaron cuando la covid ya estaba dentro y las m¨¢s de una docena que fueron intervenidas por el Ej¨¦rcito. Madrid cuenta con 473 de estos hogares para mayores y, en total, junto a otros centros como los de atenci¨®n a personas con discapacidad, la Comunidad tiene 710 espacios sociosanitarios; aunque es dif¨ªcil determinar cu¨¢ntas personas viven en ellos.
La Consejer¨ªa de Sanidad no facilita este dato y las ¨²ltimas cifras que se aportaron, en primavera, eran confusas. Mientras que el ¨¢rea de Pol¨ªticas Sociales aseguraba que los residentes eran m¨¢s de 50.000 solo en centros de ancianos (con un cupo de plazas habilitadas de alrededor de 52.000), la de Sanidad aseguraba que, en total, en esos 710 centros viv¨ªan 44.312 personas.
Esta segunda ola del virus es diferente. Tanto profesionales como residentes tienen mayor protecci¨®n y el conocimiento sobre el virus ha permitido tomar medidas para atajar los contagios. A¨²n as¨ª, entre el 1 de agosto y el 23 de octubre ha habido al menos 101 fallecidos en centros sociosanitarios de la regi¨®n. Aunque esos datos ¡°solo se refieren a fallecidos por civid en las residencias y se excluyen a los fallecidos que fueron trasladados de la residencia al hospital antes de su fallecimiento¡±, apunta el informe del Observatorio Actuar Covid, publicado este jueves.
En La Paz, por ejemplo, en esas mismas fechas hubo 17 defunciones de personas residentes en los centros del ¨¢rea que cubre ese gran hospital: 16 en el hospital y una en una de las residencias. ¡°Podemos afirmar¡±, redactan este grupo de 1.104 m¨¦dicos de todas las especialidades de Madrid, ¡°que actualmente se est¨¢n derivando al hospital desde las residencias las personas mayores con infecciones graves por covid [algo que no ocurri¨® en muchas ocasiones en la primera ola por la saturaci¨®n de los hospitales] y solo una minor¨ªa de los residentes¡± mueren en los centros en los que viven. ¡°No es admisible que la Comunidad de Madrid no aporte los datos precisos sobre esta situaci¨®n tan dram¨¢tica y tan importante para evaluar y gestionar la pandemia¡±, escriben estos profesionales, que tambi¨¦n alertaron la semana pasada sobre el n¨²mero de brotes que se produc¨ªan todav¨ªa y la alta infecci¨®n que se estaba produciendo entre los trabajadores.
Brotes en residencias
En la segunda quincena de septiembre ¡°el 27% de las residencias de mayores de la comunidad, 130, hab¨ªa tenido brotes activos¡±, cifraba este equipo de especialistas. Y, dicen, ¡°siguen en aumento, cuando el objetivo es prevenir todos y cada uno de los brotes¡±. En este momento, la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica tiene identificados 19 brotes activos en residencias de mayores con 334 casos. Y el an¨¢lisis de estos eventos de contagio realizado en el estudio ¡°ha corroborado aquello que ya se sab¨ªa¡±, dijo Peromingo: ¡°Los centros con una inmunidad m¨¢s baja tienen m¨¢s probabilidad de tener un brote y m¨¢s grave¡±. De los 51 que se estudiaron, 29 se dieron en centros con una baja presencia de IgG entre sus residentes; 14 en los que hab¨ªa inmunidad media y ocho en los que hab¨ªa inmunidad alta.
Entre los empleados, el mayor riesgo est¨¢ ¡°entre las auxiliares de Enfermer¨ªa¡±, seg¨²n informan desde el Observatorio. En este sentido, a ra¨ªz del estudio de seroprevalencia se ha puesto en marcha un cribado con test de ant¨ªgenos entre los profesionales ¡°de los centros sociosanitarios que presentan una inmunidad por debajo del 40% y que cuenten con servicio de Enfermer¨ªa¡± ¡ªaunque no explican qu¨¦ ocurre en aquellos que no cuentan con este servicio¡ª, para ¡°identificar precozmente al personal asintom¨¢tico con la intenci¨®n de que en el caso que se produzca la infecci¨®n, se adopten las medidas correspondientes para minimizar el da?o potencial a los residentes¡±.
El dato incierto de fallecidos en residencias
Las cifras de fallecidos en los centros sociosanitarios de la regi¨®n son, ocho meses tras el comienzo de la pandemia, a¨²n un misterio. Solo se conoce cu¨¢ntos mueren por covid-19 dentro de las residencias: hubo 5.954 en la ola de primavera y ha habido al menos 101 desde que comenz¨® la segunda, el 26 de julio. Pero ni en la primera ola ni en esta segunda se ha sabido cu¨¢ntos fallecen dentro de los hospitales porque la Comunidad no quiere facilitar ese dato. La Direcci¨®n General del Proceso Integrado de Salud, en respuesta a una solicitud de acceso informaci¨®n p¨²blica, lleg¨® a asegurar a este peri¨®dico que ¡°la aplicaci¨®n que recoge los datos del enfermo cuando ingresa en el hospital no dispone de ning¨²n campo codificado que indique que el domicilio habitual del paciente sea una residencia¡±. Sin embargo, seg¨²n ha comprobado este diario, los hospitales de Madrid saben desde d¨®nde llegan sus pacientes y algunos tienen incluso un icono espec¨ªfico para estos enfermos.
Dentro del propio Gobierno tampoco se ponen de acuerdo en el n¨²mero total de fallecidos en residencias. Las consejer¨ªas afectadas por la crisis en estos centros, la de Pol¨ªticas Sociales y la de Sanidad, usan dos m¨¦todos de contabilidad distintos. La primera cuenta a muertos con test positivo de covid-19 y a los que murieron con s¨ªntomas pero sin diagn¨®stico, lo que tiene sentido ya que durante un largo per¨ªodo no hubo pruebas diagn¨®sticas suficientes para poder realizarlas a todos. La segunda consejer¨ªa tiene un dato menor porque se basa en la informaci¨®n de los certificados de defunci¨®n. Muchas veces estos documentos calificaron como ¡°parada card¨ªaca¡± lo que en realidad era una muerte causada por la covid-19.
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