¡°Lo que ha hecho saltar por los aires el tiovivo no ha sido solo el coronavirus, sino todo lo que hab¨ªa alrededor¡±
Guille Galv¨¢n, el guitarrista y letrista de Vetusta Morla, publica su segundo poemario, ¡®Desconocernos¡¯


No es su primera vez. Guille Galv¨¢n public¨® en 2015 su primer poemario, Retrovisores (Banda¨¤parte Editores). Ahora, el madrile?o, de 40, ha ido a por el segundo, Desconocernos (Lunwerg), un recorrido ilustrado por Rebeca Losada ¡°a trav¨¦s de las fronteras propias, las que hay con el otro, con quien tienes m¨¢s cerca y las que separan de lo colectivo¡±. El libro, prepand¨¦mico en la mayor¨ªa de sus p¨¢ginas, tuvo su par¨®n, como lo tuvo todo lo dem¨¢s, durante marzo y abril. Aqu¨ª, Galv¨¢n, letrista y guitarrista de Vetusta Morla, habla del tiempo y la inmediatez, de la reflexi¨®n, de la exaltaci¨®n del individualismo y de la carga que supone, de la incertidumbre y las zonas de confort. De todo lo que toca en esas 131 p¨¢ginas que saltan de Bad Bunny a la calle Pez, de Tinder a un ba?o atascado, del capitalismo a las verdades a medias, del ¡°duty free del aeropuerto El Dorado de Bogot¨¢¡± al Palentino, ¡°en venta¡±.

Pregunta. ?Cu¨¢ndo se escribe Desconocernos?
Respuesta. La mayor¨ªa del libro estaba antes de la pandemia. Cuando lleg¨® el confinamiento quise parar, quer¨ªa mirar con los ojos de lo que estaba sucediendo y ver si lo que hab¨ªa escrito hab¨ªa envejecido o era pertinente. Eso hizo que ciertos poemas ampliaran su significado.
P. ?Cambi¨® mucho?
R. Bastante poco, reorganic¨¦ la estructura. Lo ¨²nico expl¨ªcitamente nuevo fue el final. El libro iba a acabar con Los finales y termina con Perros amn¨¦sicos, una especie de ep¨ªlogo que tiene que ver con salir ah¨ª fuera ante algo desconocido, un poco aturdidos, y volver a reconfigurar.
P. Para eso hace falta una cosa imprescindible: tiempo.
R. La gente que nos dedicamos de alguna forma a la cultura tenemos la suerte de tener tiempo, lo que est¨¢ sucediendo nos deber¨ªa hacer reflexionar. No todo tiene que ser forzosamente instant¨¢neo. As¨ª salen cosas que miraremos con ojos de lo que pasa pronto, llenas de t¨®picos o de inmediatez, la inmediatez a veces envejece muy mal.
P. ?La pandemia ha dado esa pausa?
R. La pandemia es un precipicio hacia el que ¨ªbamos encaminados. Con el ritmo que llev¨¢bamos pod¨ªa haber sido cualquier otra cosa. Es como un fin de ciclo.
P. Los ¨²ltimos cuatro versos (Es hora de salir ah¨ª fuera / Y hallarnos. / Imaginarnos. / Cuidarnos.), ?son una petici¨®n a futuro?
R. Hay muchos poemas que hablan de eso, de la necesidad de cuidarnos, de confiar, de tener algo que tiene que ver con encontrar, encontrarnos en la frontera con los otros, con el de al lado. Esas fronteras est¨¢n muy perdidas en el ¨²ltimo tiempo por la sobredimensi¨®n del yo.

P. ?Redes sociales?
R. Tambi¨¦n. Ese ir esculpi¨¦ndonos a nosotros mismos a trav¨¦s de ellas 24 horas siete d¨ªas en semana. Lo que ha hecho saltar por los aires el tiovivo no ha sido solo el coronavirus sino todo lo que hab¨ªa alrededor. Es el final de una era y el comienzo de otra que ojal¨¢ podamos repensar y que no venga impuesta, porque no puede ocurrir sin darle una vuelta a lo que queremos hacer con nuestro futuro.
P. T¨² formas parte de un grupo sobreexpuesto a esa realidad online.
R. Tengo una relaci¨®n amor-odio con eso. Una sensaci¨®n de sobrecarga del yo, como si fuese un animal que tenemos que ir alimentando, e ir construy¨¦ndose bajo la mirada atenta de los dem¨¢s. Vivimos un momento muy individualista pero necesitamos la mirada de los dem¨¢s para construir nuestra personalidad y su opini¨®n, con los clics y los likes. Soy consciente de que tengo que lidiar con esa contradicci¨®n.
P. ?A eso est¨¢ dedicada la primera de las tres parte del libro (Desconocerme, Desconocerte, Desconocernos)?. [Empieza con Golem: El ego es un ninot suicida / con cargas de explosivo en la cintura].
R. Es una reflexi¨®n sobre tus propios l¨ªmites o culpas. Sobre escribir para buscar y para encontrar, para dar forma a cosas en el sentido m¨¢s pr¨¢ctico, y dentro de esa b¨²squeda, me da la sensaci¨®n de que hemos cambiado la culpa cristiana, esa falta de redenci¨®n, por una nueva con esa supuesta obligaci¨®n a ser felices, en el t¨¦rmino m¨¢s capitalista, en el que no se para de trabajar y producir y necesita frases r¨¢pidas para impulsos inmediatos.
P. ?La industria de la felicidad?
R. Todos estos mantras con con¨®cete a ti mismo, cambia¡ Parecemos lavadoras que hay que sustituir cada tres meses y si no lo hacemos quedamos obsoletos. Eso acaba generando una sensaci¨®n de culpa: ¡°No soy capaz de esbozar esa sonrisa que veo a cada rato teniendo una realidad objetivamente acorde con la felicidad¡±. Tiene mucho que ver con no saber parar, no asumir, como dice un poema [V¨¦rtigo], que para llegar a las cosas hermosas hay que pasar por lo oscuro. El tiempo es una unidad no productiva y que no tiene que ser celebrada todo el rato ni compartida con los dem¨¢s. Hay una obsesi¨®n por compartirlo todo con gente para tener feedback: me da igual qui¨¦n me lo de pero lo necesito.
P. ?Escribir te ha servido para poner en orden todo ese batiburrillo?
R. Me ha servido para tener mapa, no es un ¨ªndice ni un ensayo, hay muchas m¨¢s capas, pero s¨ª, es una columna vertebral que estructura.
P. Volvemos al tiempo, a tenerlo, que es un privilegio.
R. En el tiempo vemos una especie de horror vacui, que cuando no lo tenemos lo anhelamos, y cuando lo tenemos hablamos de matarlo. Ah¨ª justo es donde entra la cultura, o contenidos¡ Ocio, que el tiempo dir¨¢ si son cultura o no.

P. ?Qu¨¦ convierte algo en cultura?
R. El tiempo otra vez. Lo que ha calado o ha transformado a una sociedad. Pero evidentemente la cultura no nos va a salvar, te va a salvar cobrar a fin de mes y que te salven los m¨¦dicos en un hospital, nos salvan otro tipo de cosas mucho m¨¢s materiales y cuando tenemos cubierto esto, entonces nos salva, tambi¨¦n, la cultura.
P. ?Ah¨ª el tiempo se ha acelerado tanto como en el resto de ¨¢mbitos?
R. En los ¨²ltimos 40 a?os el segmento temporal es lo que m¨¢s se ha ido acortando. Lo que antes tardabas en hacer una hora, ahora lo terminas en cinco minutos. Y produce tambi¨¦n angustia. Si hace a?os volv¨ªa en furgoneta de Galicia a Madrid, no me daba tiempo a a hacer nada cuando llegaba a casa, con mucha suerte cenaba algo y ve¨ªa alguna pel¨ªcula. Ahora tengo la posibilidad del avi¨®n, pero llego ya agobiado porque he quedado a comer y luego para otra. Podemos hacer lo que nos d¨¦ la gana, s¨ª, pero tenemos que pensar en qu¨¦ debemos hacer y en funci¨®n de qu¨¦ queremos construir.
P. Los libros, las canciones, tambi¨¦n construyen, ?son parte del relato?
R. El relato era una manera de acercar a un p¨²blico mucho mayor una haza?a cuando solo unos pocos pod¨ªan presenciarla. La Biblia, por ejemplo. Un buen relato te da una capacidad de control y poder sobre los dem¨¢s tremenda y ahora podemos acudir a los hechos casi antes que el relato, pero hay quien se salta el hecho y va al relato, aspira a convertirlo en una herramienta de control. Hay tantos y todos tan v¨¢lidos que a veces no puedes enfrentarte a ellos porque parece que est¨¢s ofendiendo la libertad de cada cual, estamos confundiendo las ideas con las personas. Las ideas est¨¢n para rebatirlas y enfrentarte con ellas. Y estamos preservando y poniendo pa?os calientes a esas ideas, pero no cuidando a las personas.
P. ?Echas de menos eso: parar, pensar, cuidar a los dem¨¢s, a uno mismo?
R. Pues¡ Hay cantidad de versiones de m¨ª mismo que no me gustan a diario. Todos acabamos contando en una entrevista lo que queremos contar porque pensamos que es lo que mejor nos representa y dejando en la banda otras cosas. Muchas veces tengo tan claro algo, para enfrentarme a ello o asegurarlo, que me da miedo. Echo de menos tener la mano m¨¢s quietas y utilizar menos las redes sociales o replegarme un poquito m¨¢s. Como autocr¨ªtica clara dudo mucho que sea relevante tanta opini¨®n sobre tantas cosas y me incluyo y formo parte de ello. Pero al mismo tiempo es ese veneno que es lo que me hace estar pendiente de leer, de escuchar, de informarme. Y tambi¨¦n de crear.
Dos claves del contexto actual: la incertidumbre y la zona de confort
La incertidumbre. ¡°Con ella me relaciono mal, me dedico a algo que tiene bastante, la m¨²sica. Quiz¨¢s es la primera vez donde la incertidumbre nos afecta de manera estructural. Nuestra generaci¨®n s¨ª que sabe o ha tenido que enfrentarse a ella en innumerables ocasiones, pero hemos crecido sin guerras, sin desastres naturales, sin eso que lo cambia todo de un d¨ªa para otro sin una raz¨®n aparente. Lo que me pregunto es si nos acordaremos de c¨®mo eran las cosas antes o hemos abierto una puerta hacia una realidad que ya no tiene vuelta atr¨¢s. En mi caso, para enfrentarme a esa incertidumbre, intento agarrarme a lo cotidiano, al d¨ªa a d¨ªa, y poner el foco en lo inmediatamente siguiente y en la gente que me rodea. En cualquier caso, viv¨ªamos acostumbrados a una calma permanente en muchos sentidos que no es natural ni sana, tambi¨¦n tenemos aprender a manejarnos en la incertidumbre¡±.
La zona de confort. ¡°Lo de salir de la zona de confort es paternalista. Eso de cambiar y superarse y ser otro¡ ?Por qu¨¦ tengo que cambiar o tener 20 camisetas o hacer todo nuevo cada vez que hago algo? Es capitalismo puro y duro que adem¨¢s es ego¨ªsta. ?Vamos a pedirle a alguien que lleva en su oficio 40 a?os, que ha resistido a la pandemia en su trabajo y tiene una familia que salga de su zona de confort?.
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