Una oportunidad perdida para transformar la ciudad, un presupuesto que devuelve a Madrid a los sesenta

Si algo podemos decir del Presupuesto General del Ayuntamiento de Madrid 2021 es que es una gran oportunidad perdida para la modernizaci¨®n de la ciudad. Mientras que muchas otras capitales est¨¢n inmersas en profundos procesos de cambio, que han acelerado aprovechando la situaci¨®n creada por la covid 19, Almeida es incapaz de dibujar un proyecto de transformaci¨®n que encare los principales retos que la ciudad tiene por delante en la lucha contra la desigualdad, la transici¨®n ecol¨®gica o la digitalizaci¨®n de nuestra econom¨ªa. Y esto sucede a pesar de contar con un enorme margen financiero, gracias al super¨¢vit heredado del Gobierno de Manuela Carmena y a la suspensi¨®n por parte del Gobierno de Pedro S¨¢nchez de las reglas fiscales para los ayuntamientos, que puede suponer 700 millones m¨¢s de gasto para Madrid.

Como si hubi¨¦ramos vuelto a los a?os sesenta, el protagonista principal de la ciudad y su presupuesto vuelve a ser el coche. El 100% de las inversiones en movilidad son para el veh¨ªculo privado. Ni rastro de carriles bici, ni siquiera el de la Castellana (?que apoya hasta Vox!), ni de la consensuada extensi¨®n de BiciMad, ni de la ampliaci¨®n de Madrid Central o las zonas de aparcamiento vecinal. Tampoco encontramos ninguna intenci¨®n de desarrollar la M-35, un sistema de plataformas reservadas para buses r¨¢pidos de alta capacidad, que ya se dise?¨® y se licit¨® en algunos tramos en el anterior mandato. Lo que s¨ª encontramos son subvenciones a la adquisici¨®n de veh¨ªculos y hasta 360 millones en tres a?os para v¨ªas de alta capacidad y aparcamientos, que van a atraer m¨¢s coches a la ciudad. Si excluimos los equipamientos que contin¨²an su construcci¨®n desde la pasada legislatura, el coche se lleva la parte principal de las inversiones.

Las cuentas muestran, adem¨¢s, un Gobierno cada vez m¨¢s ideologizado y escorado a la derecha. Se estanca el presupuesto destinado a la igualdad de g¨¦nero, disminuye la inversi¨®n en atenci¨®n a la poblaci¨®n migrante y se retiran las subvenciones a entidades LGTBI, feministas o a la FRAVM, tomando partido por la ultraderecha en su cruzada contra las organizaciones de la sociedad civil madrile?a. Precisamente, las asociaciones que han dado de comer a decenas de miles de vecinas en las colas del hambre durante la pandemia son las m¨¢s castigadas por el alineamiento de Almeida con los planteamientos ultras.

La pol¨ªtica de equipamientos se resume en acabar los que hab¨ªa empezado durante nuestro mandato. No se intuye una estrategia o un nuevo impulso. Por ejemplo, si con nosotros se construyeron 13 escuelas infantiles, con el actual Gobierno se van a iniciar dos. Tampoco se act¨²a sobre la deuda hist¨®rica que la ciudad tiene con el sur, que ha tenido que soportar las infraestructuras que no se quer¨ªan en otras zonas. No solo eso, sino que se aleja el fin de la incineraci¨®n en Valdeming¨®mez (programado para 2025) y se consolidan las depuradoras de la China y Butarque. Tampoco avanzan las pol¨ªticas de rehabilitaci¨®n energ¨¦tica que volvieron al Ayuntamiento de mano del plan MAD-RE y que se estancan justo cuando deber¨ªan empezar a coger vuelo, al ser una importante fuente de reducci¨®n de emisiones y de creaci¨®n de empleo verde.

Durante el pasado mandato la deuda del Ayuntamiento se redujo en un 54%, mientras en la Comunidad crec¨ªa en un 31%. Ahora la deuda vuelve a crecer y lo hace, sobre todo, debido a unos regalos fiscales que van a ser poco eficaces para sacar a la ciudad de la crisis. Hemos apoyado y apoyaremos las ayudas fiscales dirigidas a los sectores econ¨®micos m¨¢s golpeados por la pandemia, pero no entendemos propuestas de rebajas fiscales que, respecto a 2019, podr¨ªan suponer un ahorro de tan solo 16 euros para un piso de 40m2 en San Blas, mientras que otro de 150m2 en Salamanca pagar¨ªa hasta 158 euros menos. No podemos encarar las inversiones que necesita la ciudad ni reducir las desigualdades, ni cuidar a los m¨¢s vulnerables sin que los que m¨¢s tienen contribuyan en mayor medida. La justicia fiscal es clave para un proyecto de ciudad con futuro.

Madrid est¨¢ perdiendo el tren de Europa, desaprovechando grandes oportunidades presupuestarias por una absoluta falta de proyecto de ciudad. En un momento en el que las ciudades europeas trabajan en com¨²n por ser m¨¢s verdes, m¨¢s justas, m¨¢s inclusivas y m¨¢s innovadoras, en nuestra ciudad se hace hueco en el gobierno a fuerzas pol¨ªticas negacionistas, supremacistas y reaccionarias. Lo m¨¢s positivo, sin duda, es el avance de un incipiente ciclo de movilizaci¨®n ciudadana en favor de la sanidad p¨²blica, la calidad de la educaci¨®n, la movilidad sostenible, la diversidad sexual y de g¨¦nero o del reequilibrio social y territorial. Una parte importante de la ciudadan¨ªa tiene muy claro el camino que deben recorrer las ciudades del siglo XXI en un mundo marcado por las crecientes desigualdades, el cambio clim¨¢tico y la digitalizaci¨®n y robotizaci¨®n de la econom¨ªa. Este Ayuntamiento, aun disponiendo de un presupuesto inflado gracias a decisiones adoptadas por gobiernos progresistas no¡­, y, por eso, Madrid seguir¨¢ anclada al pasado.

Sara Ladra es economista y miembro de la Coordinadora Ejecutiva de M¨¢s Madrid.

Rita Maestre es portavoz de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.