¡°?La Castellana es anch¨ªsima! Es ins¨®lito que no tenga carril bici¡±

¡°Voy en un coche¡±, cantaba Christina Rosenvinge (Madrid, 56 a?os) junto a Los subterr¨¢neos a principios de los a?os noventa. Iron¨ªas de la vida, la cantante y compositora, adem¨¢s de ser historia de la m¨²sica espa?ola, lleva m¨¢s de una d¨¦cada convertida en firme defensora de la bicicleta como el medio de transporte adecuado en las grandes ciudades. Saca la suya a pasear por el centro de la ciudad para hablarnos sobre su activismo a dos ruedas.

En la canci¨®n se menciona que el coche era robado. Al menos hay algo de justicia po¨¦tica en ella.

Es verdad. Pero en realidad la escrib¨ª inspirada en un Alfa Romeo que me hab¨ªa comprado de tercera mano. Ha habido un cambio de mentalidad muy grande desde entonces, porque hemos aprendido cosas que no sab¨ªamos. Cuando yo escrib¨ª esa canci¨®n viv¨ªa a las afueras de Madrid. En esa ¨¦poca tener un coche era el s¨ªmbolo de la libertad. Supon¨ªa regresar a casa por la noche cuando quisieras en vez de esperar al b¨²ho. ?ramos muy inconscientes y no sab¨ªamos el tremendo da?o que hace la presencia de veh¨ªculos en la ciudad. Y no solo por lo que afecta al medio ambiente, tambi¨¦n por c¨®mo roba el espacio de los ciudadanos.

El Ayuntamiento de Mart¨ªnez Almeida y el anterior de Manuela Carmena han tenido cierta voluntad para incluir la bici en la movilidad, pero les ha faltado valent¨ªa. Han sido decepcionantes.

?Somos conscientes en Madrid de que el peat¨®n tiene m¨¢s derechos que el coche?

Creo que cada vez lo somos m¨¢s. Hab¨ªamos aceptado el coche como algo inevitable; como una forma de urbanismo de la que ya no pod¨ªamos escapar. En la ciudad, es un invento muy anticuado. Es una m¨¢quina gigante que consume mucha energ¨ªa y ocupa mucho espacio. Un sinsentido absoluto.

?Cu¨¢l es su modelo de bici favorito?

La que m¨¢s me gusta de las que tengo es un modelo neerland¨¦s, pero es muy pesada y poco adecuada para Madrid. As¨ª que para moverme aqu¨ª tengo una Mountain Bike h¨ªbrida, con ruedas de carretera, que me sirve tanto para ir a la Casa de campo como para subir las cuestas de la ciudad. Aunque tambi¨¦n uso mucho BiciMad. Es un servicio que, sobre el papel, est¨¢ muy bien.

?Ha acertado el Ayuntamiento ofreciendo a los madrile?os opciones como BiciMad y BiciMad Go para incorporar las bicis al centro?

No, pero no por BiciMad en s¨ª. Creo que este Ayuntamiento al igual que el anterior de Manuela Carmena han tenido cierta voluntad, pero les ha faltado valent¨ªa. Han sido decepcionantes. No puede crecer el n¨²mero de bicicletas cuando la mayor parte de las personas no se van a atrever a coger una mientras tengamos que circular entre coches en vez de tener un carril propio. Durante el confinamiento, con menos coches en circulaci¨®n, Madrid se ha llenado de bicicletas.

?No ve entonces en el ciclocarril, en el que coches y bicis comparten espacio, una soluci¨®n?

Es algo que solo pueden hacer ciclistas muy experimentados con capacidad f¨ªsica para lidiar con la presi¨®n del tr¨¢fico. Eso deja fuera a personas mayores, a padres que llevan ni?os detr¨¢s o, simplemente, gente que no quiere circular detr¨¢s de un tubo de escape. Se ha demostrado que han fracasado porque no ayudan a incrementar el uso de la bici y en muchas ciudades en las que se implementaron se ha acabado haciendo carril bici. En Par¨ªs se han atrevido y se ha disparado el transporte en bicicleta.

?En qu¨¦ parte de la ciudad echa m¨¢s de menos un carril bici?

El gran problema aqu¨ª es que hay muy pocos, no est¨¢n conectados y est¨¢n hechos con diferentes criterios. Resulta muy complicado moverse sin planear antes el trayecto. Pero es fundamental que haya un carril bici hacia la Universidad, por la calle de la Princesa hacia la Complutense. Y en la Castellana, de arriba a abajo. ?Es anch¨ªsima! Me parece ins¨®lito que no se pueda hacer ah¨ª. El ¨²nico carril decente en Madrid es el de Santa Engracia, aunque es cierto que es un modelo que no se puede construir en todas las partes por c¨®mo es la ciudad. As¨ª que hay que ser imaginativos con las soluciones.

La asociaci¨®n Pedalibre sale a las calles para pedir ese espacio en la Castellana y tambi¨¦n para protestar por las restricciones que ha impuesto el alcalde de Madrid en el aparcamiento de bicis.

En Madrid, el n¨²mero de bicicletas no supone un problema como para que haya que sacarlas de las aceras. Si hay bicicletas en esas zonas es porque no hay suficientes aparcamientos espec¨ªficos para ellas. Y los que hay, como en la estaci¨®n de Atocha, suelen estar ocupados por las motos.