La historia que va de la Familia Teler¨ªn a Pocoy¨®

Hay mecanismos sencillos para hacer viajar en el tiempo a los que fueron ni?os en los ochenta. Basta con que lean cualquiera de estas sentencias:

¡°Eran uno dos y tres los famosos mosqueperros¡±. ¡±Soy siete veces m¨¢s fuerte que t¨², muy veloz y siempre estoy de buen humor¡±. ¡°Son 80 d¨ªas son, 80 nada m¨¢s, para dar la vuelta al mundo¡±.

Al leerlas, o cantarlas, se sit¨²an autom¨¢ticamente delante de una televisi¨®n ochentera (el aparato y el contenido). Una programaci¨®n que pon¨ªa a los m¨¢s peque?os frente a Alejandro Dumas o a Julio Verne. ?Qu¨¦ son sino el perro D¡¯Artac¨¢n y el le¨®n Willy Fog?: protagonistas tanto de las versiones de dibujos animados de grandes obras de la literatura, como de los recuerdos de tantos ni?os, que hoy, ya adultos, pueden visitar la exposici¨®n Animaci¨®n.es en la Imprenta Municipal - Artes del Libro hasta el 13 de abril. Un recorrido por la historia de animaci¨®n espa?ola, que comenz¨® hace m¨¢s de un siglo dando movimiento a las s¨¢tiras de algunos ilustradores de prensa y acaba en los Oscar del a?o pasado con Klaus, de Sergio Pablos, entre las nominadas a mejor pel¨ªcula de animaci¨®n. Bueno, nada de terminar. Contin¨²a y en ¡°buen estado¡±, seg¨²n se?alan Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez D¨ªaz y Samuel Vi?olo Locubiche, profesores del centro universitario U-tad y comisarios de la muestra.

Pueden quedarse tranquilos los hoy abuelos (o casi) que, tras rezar, se iban a la cama que hab¨ªa que descansar con una Familia Teler¨ªn en blanco y negro; sus nietos tendr¨¢n a un Pocoy¨® en 3D para rato. Retratos de la Espa?a de cada momento. Precisamente, ese es el recorrido de la muestra, que diferencia tres ¨¢reas: una cronol¨®gica que va desde esas primeras im¨¢genes de s¨¢tiras y con menci¨®n a la primera obra de animaci¨®n realizada en Espa?a, El apache de Londres (1915), actualmente desaparecida; hasta los carteles de Klaus, que lo gan¨® casi todo el a?o pasado: un bafta y siete annie (los premios m¨¢s importantes del sector). Hace pocos d¨ªas, Daniel L¨®pez Mu?oz, director art¨ªstico de personajes en Pixar, coment¨® a EL PA?S que le hubiera gustado que la pel¨ªcula espa?ola se hubiera llevado el Oscar, premio que le arrebat¨® Toy Story 4.

En otro apartado de la exposici¨®n se muestran los procesos de creaci¨®n en las dos t¨¦cnicas principales para contar las historias: 2D, bidimensional, y 3D, tridimensional. A otras, como el stop motion, solo se las menciona. Otra ¨¢rea se?ala los hitos de la animaci¨®n espa?ola, y no son pocos, aunque s¨ª desconocidos. Como ocurre con muchos de los nombres que han formado parte de esta industria en Espa?a como el de Segundo Chom¨®n. Junto con Georges M¨¦li¨¨s, es considerado uno de los padres de la animaci¨®n, entendiendo este concepto de manera diferente al actual. M¨¢s bien, como un recurso para sorprender al espectador

Una de las primeras ideas que quieren dejar claras los comisarios es que la animaci¨®n no es un g¨¦nero, es una t¨¦cnica para contar historias de cualquier g¨¦nero: suspense, musical, comedia... Y que, por supuesto, no est¨¢ dedicado a ni?os o, por lo menos, no solo a ellos. Esta es una de las grandes losas que arrastra, aunque, poco a poco, ese lastre va perdiendo peso.

A trav¨¦s de materiales y piezas originales como bocetos, storyboards, dise?o de personajes, poses o fondos, merchandising y muchos dibujos (unas 400 piezas de 60 procedencias diferentes) el visitante disfruta de ese aspecto p¨ªcaro de Garbancito de la Mancha (1945), primera pel¨ªcula de animaci¨®n en color producida fuera de Estados Unidos. De un original de Ruperta, s¨ª, la calabaza de Un, dos, tres. Prueba de que la animaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de largometrajes, cortometrajes o series. Estudios Moro, fundado en 1955 y de cuyos l¨¢pices salieron Ruperta y La Familia Teler¨ªn, crearon tambi¨¦n anuncios para marcas como ColaCao o Gallina Blanca y fueron reconocidos con los mejores premios publicitarios internacionales. A las canciones inseparables de estos personajes, les siguen las melod¨ªas mencionadas al principio de este texto, que se instalan en el cerebro del visitante si han formado parte de su ni?ez, y ya se puede rendir a ellas y no intentar que salgan de su cabeza. Es una misi¨®n imposible, como la de que un pl¨¢tano lleve mochila o una pi?a se llame Gazpacho. Eso ocurr¨ªa en Los Fruittis, serie estrenada en 1990, pionera en el coloreado digital por ordenador. Junto a una imagen de estos personajes hay otras dos de Aladdin, que proceden de la colecci¨®n de Ra¨²l Garc¨ªa, el primer animador espa?ol que trabaj¨® en Disney.

Estos saltos de un lado a otro del charco, que actualmente son m¨¢s que habituales, ya tienen solera. Sorprende ver dibujos de Los Picapiedra en la muestra. Salvo los iniciados, nadie relacionar¨ªa a Pedro, Vilma, Betty y Pablo con la animaci¨®n espa?ola, la firma de la productora Hanna-Barbera est¨¢ muy presente en el imaginario colectivo; pero ya desde los setenta los estudios estadounidenses mandan producci¨®n fuera para acelerar los tiempos y muchos de los cap¨ªtulos de estas familias prehist¨®ricas se realizan en Espa?a. Esto, adem¨¢s, permite crear cantera y llegar hasta hoy, que hay material de sobra para montar esta exposici¨®n, rescatada por el Ayuntamiento de Madrid en el espacio de la Imprenta Municipal, ya que estaba prevista su inauguraci¨®n en marzo en el Museo Abc que permanece cerrado debido a la pandemia.

Cualquier visitante se puede hacer una idea de la cantidad de material y de tiempo que requiere una producci¨®n de animaci¨®n (mucho m¨¢s que una pel¨ªcula de personajes reales). No hace falta m¨¢s que comparar la cantidad de bocetos de los mil gestos de Cleo ¨Dnada que no se hiciera ya en los estudios que se pueden encontrar en los cuadernos de dibujo de grandes maestros del Museo del Prado, como Goya o Ribera¨D, pasando por el esc¨¢ner de Chico y de Rita, los personajes del primer filme de animaci¨®n espa?ol que opt¨® al Oscar en esta categor¨ªa, Chico & Rita (2010), dirigido por Fernando Trueba, Javier Mariscal y Tono Errando. Hasta el estudio de color de los personajes de Planet 51 (2009), la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de animaci¨®n espa?ola, que se estren¨® en cerca de 10.000 pantallas, incluida la Estaci¨®n Espacial Internacional, convirti¨¦ndose en el primer filme de animaci¨®n estrenado en el espacio.

Los comisarios aseguran que, a pesar de que este a?o solo se haya presentado un largometraje a la candidatura de mejor pel¨ªcula de animaci¨®n en los Goya, por tanto, el premio ya lo obtiene seguro La gallina Turuleca, esta industria goza de un buen estado de salud, pandemia aparte, que la puede llevar hasta el infinito y m¨¢s all¨¢.