Provincianos de Espa?a, ?un¨ªos!
Sabes que te hallas en el lado correcto de la historia cuando te llaman con desd¨¦n ¡°paleto¡± y ¡°provinciano¡±
Por cuestiones de trabajo, vuelvo de pasar unos d¨ªas en El Norte, ya saben, ese lugar gen¨¦rico situado al otro lado del t¨²nel del Guadarrama cuyo estatus m¨ªtico compite con Eldorado en esta ciudad durante el mes de agosto. Como si una antrop¨®loga de los usos y costumbres pand¨¦micos fuese, he comprobado con estupefacci¨®n primero, con absoluto respeto despu¨¦s, que cuando los habitantes de El Norte salen a las terrazas permanecen con las mascarillas puestas, incluso cuando est¨¢n sentados, y que solo se las quitan para dar sorbitos al vino o mordiscos al pincho. La estupefacci¨®n que experiment¨¦ fue tanta que creo que podr¨ªamos incluso estar hablando de un choque cultural. Antes de que empezara todoesto, para los madrile?os (es decir, los que vivimos en Madrid) un ¡°choque cultural¡± se produc¨ªa cuando ¨ªbamos de vacaciones a China y comprob¨¢bamos que los chinos todav¨ªa escupen al suelo o cog¨ªamos un avi¨®n para ir a pasar un puente largo a Marruecos y nos d¨¢bamos cuenta de que en los bares no sirven alcohol ni hay se?oras.
Pero ahora que est¨¢ pasando todoesto, ir a provincias y ver a la gente comportarse con civismo es una experiencia similar a viajar a Australia y ver un fregadero desagu¨¢ndose en sentido contrario. Me comentan algunos especialistas en tribus norte?as que este fen¨®meno de las mascarillas puestas en las terrazas se est¨¢ dando porque parece ser que la poblaci¨®n joven ha emigrado a Madrid en busca de trabajo, mientras que en el propio Norte han quedado mayoritariamente jubilados, que est¨¢n en edad de riesgo y por lo que sea, no desean dejar de disfrutar de sus pensiones por v¨ªa de fallecimiento justo ahora. De ah¨ª lo del absoluto respeto.
¡°Cuando de verdad te hallas en el lado correcto de la historia es cuando te llaman con desd¨¦n ¡°paleto¡± y ¡°provinciano¡±.
Regreso a Madrid despu¨¦s de unos d¨ªas en El Norte, donde hac¨ªa un tiempo de perros, y me encuentro con que aqu¨ª brilla el sol con fuerza. En la calle, adem¨¢s de olor a polen, se respira optimismo, euforia, esquizofrenia o p¨¢nico dependiendo de a qu¨¦ hora del d¨ªa haya salido uno y qu¨¦ personaje de la vida pol¨ªtica capitalina sea el que en ese momento est¨¦ haciendo un comunicado explosivo. A las once socialismo, a la una libertad.
A m¨ª el momento en el que supe que Pablo Iglesias ya no va a ser m¨¢s vicepresidente del Gobierno me pill¨® en el Sylkar, donde, albricias, han puesto mesas en exterior para que los madrile?os podamos tomar el mejor pincho de tortilla de la ciudad sin mascarillas puestas. Hace no tanto, al ladito de este entra?able bar, hac¨ªa pr¨¢cticas Isabel D¨ªaz Ayuso, en Radio Intercontinental, la misma donde hace ya bastante m¨¢s, Ana Rosa Quintana era pinchadiscos. Estas dos chicas de la Inter comentaban ayer que si te llaman ¡°fascista¡± significa que est¨¢s en el lado correcto de la historia. Entiendo el punto. Aunque yo creo que cuando de verdad te hallas en el lado correcto de la historia es cuando te llaman con desd¨¦n ¡°paleto¡± y ¡°provinciano¡±.
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