Ayuso pisa el acelerador tras dos a?os de par¨¢lisis legislativa y llena de leyes el arranque de la legislatura
El Gobierno prepara los Presupuestos y una rebaja fiscal; quiere nuevas normas en Educaci¨®n, Medio Ambiente, Fiscalidad o Cultura; y ya ha cambiado las reglas en Telemadrid
![Juan Jos¨¦ Mateo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F1228d29c-d423-4ecf-9105-891d7df471c3.jpg?auth=14375061413b532409017eb7f95b809eefda00aea8a00c97eb448c5d0cf243ab&width=100&height=100&smart=true)
Tras cerrar su primera legislatura como presidenta de la Comunidad de Madrid sin aprobar ni una sola ley nueva de calado, ni enviar un proyecto de Presupuestos a la Asamblea, Isabel D¨ªaz Ayuso ha pisado el acelerador en el inicio de su segunda legislatura en el poder. En las tres semanas que han pasado desde que tom¨® posesi¨®n como presidenta regional, la l¨ªder conservadora ha enviado a la C¨¢mara una nueva ley educativa para neutralizar la Lomloe; ha logrado que el PP apruebe cambios legales para controlar Telemadrid con Vox; se ha comprometido a presentar unos Presupuestos y una rebaja fiscal; y ha comenzado los tr¨¢mites para reformar la ley de Patrimonio Cultural, seg¨²n consta en el Portal de Transparencia.
¡°Espa?a necesita recobrar el pulso pol¨ªtico y social con medidas claras y eficaces¡±, asegur¨® Ayuso durante el discurso con el que abri¨® el debate para su investidura en la Asamblea de Madrid. ¡°Iniciamos la Duod¨¦cima Legislatura que es, en rigor, la segunda parte de la Und¨¦cima, ya que el recorrido de nuestro mandato anterior fue truncado cuando en algunos despachos decidieron que pod¨ªan cambiar el gobierno por la puerta de atr¨¢s¡±, sigui¨®, en referencia a la excusa que us¨® para adelantar elecciones: la posibilidad, nunca demostrada, de que PSOE y Cs se aliaran contra el PP en Madrid, tal y como hab¨ªan hecho en Murcia. Y record¨®: ¡°En el uso de mis competencias, decid¨ª convocar a las urnas para que fueran los ciudadanos de Madrid quienes decidieran en manos de qui¨¦n poner los proyectos de nuestra regi¨®n¡±.
En las elecciones del 4-M, Ayuso logr¨® 65 diputados, frente a los 30 que ten¨ªa antes. Y no solo eso. Pas¨® de tener que negociar con dos partidos (Cs y Vox) para sacar cualquier iniciativa adelante a depender ¨²nicamente de uno (la extrema derecha). De formar el primer Gobierno de coalici¨®n de la historia de la regi¨®n con la formaci¨®n naranja, a gobernar en solitario. Y de presidir un Ejecutivo lleno de tensiones y contradicciones, y muy desgastado por los conflictos internos, a encabezar un grupo elegido bajo el criterio de la lealtad total y la unidad de acci¨®n. Desde entonces, el cambio es absoluto. Sobran los ejemplos.
El Gobierno de coalici¨®n que formaron el PP y Cs entre agosto de 2019 y marzo de 2021 salt¨® por los aires sin haber aprobado ni una sola nueva ley de calado; con la reforma de la del suelo recurrida ante el Tribunal Constitucional; y con la creaci¨®n de una nueva universidad privada como todo balance legislativo. Por no hacer, aquel Ejecutivo ni siquiera present¨® un proyecto de cuentas p¨²blicas durante dos a?os: a¨²n siguen vigentes los de 2019, que dise?¨® el Ejecutivo de ?ngel Garrido cuando el coronavirus no exist¨ªa, y Madrid afrontaba una ¨¦poca de bonanza, no de crisis.
Ahora ocurre lo contrario. Con las elecciones de 2023 ya en el horizonte, y tras pasar de 30 a 65 diputados con las elecciones del 4-M, Ayuso ha llenado su agenda de compromisos legislativos.
Los hay ya culminados, como la reforma que permitir¨¢ a PP y Vox controlar la televisi¨®n y la radio p¨²blicas de la Comunidad de Madrid.
Los hay ya presentados, como la norma educativa con la que Ayuso pretende neutralizar en lo posible la llamada ley Cela¨¢ (Lomloe), blindando la educaci¨®n concertada y especial en la regi¨®n, y manteniendo la segregaci¨®n por sexos en centros sostenidos con fondos p¨²blicos (los privados concertados).
Los hay en plena tramitaci¨®n, como la nueva ley de Patrimonio Cultural, con la que la Comunidad quiere reconducir un texto reformulado por el Tribunal Constitucional, que anul¨® ocho de sus art¨ªculos en 2014. Se acaba de abrir el proceso de consulta p¨²blica, que acabar¨¢ en agosto.
Y los hay ya anunciados: entre otros, una ley de Presupuestos para 2022; otra de econom¨ªa circular que vendr¨¢ acompa?ada de cambios en 15 leyes para fomentar la econom¨ªa verde; la de autonom¨ªa fiscal; la de mercado abierto para que cualquier empresario asentado en Espa?a pueda operar en Madrid sin ning¨²n tr¨¢mite adicional; o una rebaja fiscal de medio punto del IRPF valorada en unos 300 millones de euros, y que favorecer¨¢ especialmente a las rentas m¨¢s altas.
Apoyo o abstenci¨®n de Vox
Para sacar adelante toda esas nuevas normas, el PP necesitar¨¢ del apoyo o la abstenci¨®n de Vox. Y en la formaci¨®n conservadora, explica un dirigente con galones, consideran que el inicio de la legislatura muestra que la extrema derecha no debe poner excesivos problemas.
As¨ª, en el PP consideran que Vox ya ha cometido dos errores estrat¨¦gicos en el breve periodo que ha transcurrido desde las elecciones del 4-M. El primero, anunciar su apoyo a la investigaci¨®n parlamentaria de las 5.000 muertes en las residencias durante lo peor de la pandemia, para luego retractarse. Y el segundo, echar un pulso al PP al vincular la formaci¨®n de la Mesa de la Asamblea a una reducci¨®n del n¨²mero de diputados de la C¨¢mara que los dos partidos no pueden sacar adelante sin el apoyo de la izquierda.
Los asesores de Ayuso interpretan esos movimientos como s¨ªmbolos de debilidad. Es, consideran, la constataci¨®n de la compleja situaci¨®n en la que se encuentra Vox: aunque tiene la llave de la legislatura, porque su voto negativo frenar¨ªa cualquier proyecto del PP, teme sufrir el desgaste de votar junto a la izquierda para hacerse valer. Una situaci¨®n, concluyen, que deber¨ªa favorecer que los proyectos de Ayuso salgan adelante.
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