Los sue?os de Woody Allen siguen seduciendo
El Teatro Lara acoge hasta el 29 de agosto una de las primeras creaciones del pol¨¦mico director americano

Las creaciones de Woody Allen siguen siendo recreadas y admiradas y, este domingo a la salida del Teatro Lara lo evidenciaba una mujer, que le dec¨ªa a su acompa?ante: ¡°Por fin hemos venido¡±. Acababan de ver una adaptaci¨®n de Sue?os de un seductor, que se representa hasta el 29 de agosto y es una obra en la que el americano era el protagonista. Se estren¨® en Broadway y posteriormente se llev¨® a la gran pantalla en 1972. Esa alegr¨ªa que rezumaban los espectadores la comparte Ram¨®n Paso (Madrid, 45 a?os), el director y encargado de esta nueva versi¨®n en la que se bromea sobre Mia Farrow, la exmujer de Allen, quien le acus¨® de abusar sexualmente de la hija adoptiva de ambos, Dylan. ¡°Hablar de ella es una broma que sali¨® en los ensayos que al actor Javier [Mart¨ªn] le gust¨® mucho. Esto es un trabajo en equipo y no voy a censurar ese comentario. Adem¨¢s, es un gui?o a una actualidad muy compleja. Yo me quedo con las sentencias judiciales, pero me parece complicado¡±, explica Paso.
Para ¨¦l, es importa saber separar el autor de las creaciones: ¡±Heidegger, del que viene todo el existencialismo, era nazi, Pirandello fue fascista. Como seres humanos somos imperfectos, peligrosos, falibles. No me sentar¨ªa a tomar un caf¨¦ con ellos, pero s¨ª me leer¨ªa sus obras¡±. Con esa premisa quiso volver a lo que denomina una historia ¡°inmortal¡±, en la que ve un perfecto equilibrio entre romanticismo y comedia, y que narra una historia de desamor e inseguridades.

Allan Fix es un neur¨®tico y depresivo al que acaba de dejar su esposa y que trastabilla con los objetos de su casa y con mujeres que le parecen inalcanzables. Aconsejado por el mism¨ªsimo Humphrey Bogart, y obsesionado por su manera de actuar en Casablanca, el protagonista, interpretado por Javier Mart¨ªn, se debate entre ser ¨¦l mismo o imitar una actitud de hombre sin complejos ni compasi¨®n. ¡°Es una cr¨ªtica del modelo masculino, de lo que se supone que debe ser un hombre y de lo que luego es, con unos di¨¢logos inteligent¨ªsimos, brillantes, acerados¡±, asegura el director.
¡ª No soporto el matrimonio. No te encuentro nada divertido, no me siento atra¨ªda hacia ti, no me interesas f¨ªsicamente. ?Ah! Por lo que m¨¢s quieras, Allan, no lo tomes como cosa personal.
¡ª No lo tomar¨¦ como cosa personal, simplemente me matar¨¦ y listo.
Fix recuerda las conversaciones con su expareja y se entierra en una mayor tristeza que trata de tapar con citas fallidas. El problema, seg¨²n Mart¨ªn (Madrid, 48 a?os) es que necesita ¡°amor, compa?¨ªa, gustar y que le quieran¡±. ?l, f¨ªsicamente dista mucho del prototipo de se?or jorobado y con alopecia del filme. ¡°Tuvimos que cambiar la palabra ¡®feo¡¯ y decir ¡®inseguro¡¯. Hicimos que fuera histri¨®nico, nervioso, inseguro¡±, se?ala, y a?ade que su truco es sacar barriga, desali?arse el pelo y mostrar que es desastroso. ¡°Este personaje no se quiere a s¨ª mismo, lo dice al final de la funci¨®n, su problema es que quiere parecerse a Bogart, y ese no es el camino¡±. El director intent¨® que tanto este actor como el que estren¨® la obra, C¨¦sar Camino, tuviesen personalidades muy fuertes y fueran ellos mismos.
Eligieron su propio camino y esquivaron la imitaci¨®n de lo que aparec¨ªa en la pantalla. Ese fue uno de los mayores retos, junto con que el estreno fuera en julio del a?o pasado; asediado por el miedo de la pandemia. ¡°El texto es de un genio, y por lo tanto, todo el mundo tiene en la cabeza c¨®mo es Woody Allen¡±, define. Mart¨ªn volvi¨® a ver la pel¨ªcula, pero eso no le influy¨® porque le da su toque, el del director, y su energ¨ªa, que considera diferente. En su caso, lo m¨¢s aparatoso era que el personaje estaba todo el rato en escena y tiene una energ¨ªa que hay que mantener durante toda la funci¨®n. ¡°No puedes bajar la guardia¡±, reconoce. Por ello, se estudi¨® el texto ¡°como el Padre nuestro¡± y tambi¨¦n se conecta ¡°mentalmente¡± con el p¨²blico, con sus compa?eros actores y actrices, con el Teatro Lara, con los t¨¦cnicos y luego con el personaje. ¡°De alguna manera lo invoco y viene a m¨ª, y es como entrar en un trance. El personaje se apodera de ti, viajas con ¨¦l en toda la funci¨®n y las cosas salen m¨¢s rodadas¡±, explica.
Sobre la tem¨¢tica: ?Tiene sentido una seducci¨®n muy f¨ªsica cuando ahora mismo se desarrolla mayormente por redes sociales? Paso cree que s¨ª, que ¡°los espacios de contacto siempre van a ser necesarios, que la pandemia pasar¨¢ y que es necesario volver a verse las caras¡±. Adem¨¢s, en la obra no solo se habla de flirtear, se ahonda en los hombres; en el tipo duro que ni llora y el sensible. ¡°Es importante que aceptemos que la masculinidad no debe ser agresiva jam¨¢s¡±, sentencia y reflexiona sobre uno de los personajes, Linda, interpretado por Diane Keaton en su momento y ahora por ?ngela Peirat. ¡°Al final es una comedia sobre ella, en el fondo la ¨²nica que tiene las cosas claras¡±, comenta. Es un personaje estrella porque es la ¨²nica que sabe qui¨¦n es. Sin importar lo que ocurra alrededor.
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