Las capas de Sese?a pasean por las futuras galer¨ªas m¨¢s lujosas de Madrid
El personal de Galer¨ªas Canalejas, que abrir¨¢n este oto?o sus restaurantes y tiendas, llevar¨¢ uniformes dise?ados por el centenario comercio madrile?o
A primera vista podr¨ªa parecer que un peque?o negocio centenario, de cuarta generaci¨®n, conocido por casi todo madrile?o que se precie de serlo, poco tiene que ver con una gran galer¨ªa de lujo, reci¨¦n restaurada, a punto de estrenarse, llena de tiendas y de restaurantes con estrella Michelin. Pero Marcos Sese?a, bisnieto y ahora gestor de Capas Sese?a, y C¨¦sar Glar¨ªa, director de marketing de las futuras ¡ªcasi inminentes¡ª Galer¨ªas Canalejas comparten, adem¨¢s de un buen rollo que flota en el ambiente, bastantes puntos de vista, ideas y visiones, tanto de negocio como de Madrid. Para empezar, los dos se han puesto de acuerdo en que la pr¨®xima apertura de estas exquisitas galer¨ªas vendr¨¢n a renovar la cara del centro de la ciudad y atraer¨¢n un turismo de calidad que beneficiar¨¢ a grandes y peque?os. Y, para seguir, que en ese proyecto participan los dos juntos y revueltos. Porque las centenarias Capas Sese?a son quienes han creado no solo, obviamente, las capas sino tambi¨¦n los uniformes completos que lucir¨¢n los empleados cara al p¨²blico de las lujosas galer¨ªas. Una combinaci¨®n ganadora de elementos que aporta visibilidad a la tienda de la calle de la Cruz, fundada en 1901, y solera y madrile?ismo a este nuevo y esperado gran negocio de 15.000 metros cuadrados en plena calle de Alcal¨¢, 8.
Hasta las gorras que ha creado Sese?a para los porteros huelen a San Isidro. Est¨¢n basadas en las parpusas, los gorros de plato grises de los chulapos. Marcos Sese?a y su peque?o equipo de cuatro personas han creado 160 piezas entre capas de invierno, de verano, chaquetas, pantalones y las curiosas gorras para la primera docena de trabajadores visibles de estas galer¨ªas. Se podr¨¢ ver en directo y en movimiento este oto?o, cuando abrir¨¢n, aunque Glar¨ªa reniega a la hora de desvelar fecha exacta, despu¨¦s de tanta pandemia y tanto cambio. Las piezas son sencillamente impecables, como toda la costura que los Sese?a llevan ensayando 120 a?os: lanas muy c¨¢lidas de B¨¦jar (Salamanca), prensadas y ligeras, para la capa de invierno, con un inusual cuello camisero; lanas fr¨ªas para la m¨¢s corta, de verano, con corbat¨ªn al cuello; un pantal¨®n (para ¨¦l y ella) en cl¨¢sica raya diplom¨¢tica pero estrecho y algo corto, m¨¢s moderno; gorras grises con visera; y detalles como que los botones copian el dibujo de las celos¨ªas de la galer¨ªa. Todo en azul marino con remates en terciopelo dorado. ¡°Y yo quer¨ªa hacer algo mucho m¨¢s moderno¡±, bromea Sese?a. Pero r¨¢pidamente las dos parts se pusieron de acuerdo en el punto al que quer¨ªan llegar.
¡°Nos apellidamos ¡®Madrid¡¯, ten¨ªamos que hacer algo con el coraz¨®n de la ciudad¡±, afirma la cara visible de Canalejas, que asegura que tambi¨¦n colaborar¨¢n con la bomboner¨ªa La Violeta, con los guantes de Luque o con la cl¨¢sica tienda de parag¨¹as y abanicos De Diego. ¡°El de Sese?a fue el primer nombre que sali¨® cuando pensamos en la vestimenta¡±, afirma. ¡°No quer¨ªamos un disfraz, pero s¨ª algo teatral, muy identificativo. Por eso llamamos a su puerta¡±, asegura. ¡°?Y qui¨¦n pod¨ªa negarse? Era un planteamiento sincero y maravilloso¡±, recoge Marcos Sese?a. ¡°Tuvo lugar en un momento id¨®neo, fue una conjunci¨®n de factores¡±, explica sobre esta colaboraci¨®n que lleva gest¨¢ndose dos a?os y para la que han aprovechado los inevitables tiempos muertos que ha dejado la pandemia.
Y eso que Sese?a asegura que su inter¨¦s en el proyecto es genuino, por lo que supone para su identidad y su presencia en la ciudad m¨¢s que por la dotaci¨®n econ¨®mica. El contrato entre ambas partes ¡ªno revelado, por supuesto¡ª se extiende a lo largo de los a?os y har¨¢ que desde Sese?a remienden, repongan o rehagan distintas piezas. ¡°No sab¨ªamos si sobrevivir¨ªamos a la pandemia¡±, confiesa Sese?a. ¡°Ninguno de los dos¡±, reconoce Glar¨ªa sobre Canalejas, un proyecto que lleva una d¨¦cada en marcha y que solo ha asomado su primera patita con la tienda de Herm¨¦s pegada al hotel Four Seasons, abiertos ambos hace un a?o. Las capas, asegura el descendiente de toda una generaci¨®n de artesanos, salvaron el bache de ¡°la crisis m¨¢s dura¡± jam¨¢s vivida gracias a los pedidos por Internet recibidos desde EE UU, un pa¨ªs que a d¨ªa de hoy supone el 50% de su facturaci¨®n. Pioneros en casi todo, su tienda f¨ªsica abri¨® en 1901 y la online muy pronto, en 1998. ¡°Fue por mi padre¡±, se enorgullece Sese?a. ?l tambi¨¦n ha reinventado la capa, con dise?os en texturas y colores nada cl¨¢sicos: en sus ocho a?os al frente del negocio ha creado cinco colecciones distintas.
Por supuesto, esta minicolecci¨®n se ha creado y seguir¨¢ fabricando en exclusiva para las Galer¨ªas. Madrile?os y visitantes podr¨¢n ver las piezas a porteros y personal de atenci¨®n al p¨²blico que en meses, casi semanas, recibir¨¢n en sus 13 restaurantes y, ya en primavera, en sus tiendas de gran lujo. Pero no podr¨¢n comprarlas. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ cuando venga una adinerada millonaria de Dub¨¢i encaprichada con una fabulosa capa de vuelo azul y amarilla? ¡°Entonces ah¨ª... bueno, ya veremos...¡±, dicen casi al un¨ªsono los dos responsables. Conexi¨®n inmediata.
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