La Comunidad deriva unos 3,5 millones de euros anuales a siete cl¨ªnicas privadas para garantizar el aborto
La pr¨¢ctica totalidad de las mujeres que interrumpen su embarazo lo hacen en estos centros, que ante el vac¨ªo de la red p¨²blica se han especializado y actualizado desde 1985, cuando se legaliz¨®

Dice Sonia Lamas que alrededor de nueve de cada diez mujeres que llegan a la cl¨ªnica donde trabaja lo hacen derivadas desde un hospital p¨²blico de Madrid. Esta psic¨®loga atiende a las mujeres de D¨¢tor, el primer centro privado que fue acreditado en Espa?a para practicar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo (IVE). Es tambi¨¦n portavoz de ACAI, la asociaci¨®n de cl¨ªnicas acreditadas de IVE y afirma que esta situaci¨®n, la derivaci¨®n desde la red p¨²blica, est¨¢ extendida por toda la comunidad. ?La raz¨®n? ¡°Por un lado la objeci¨®n de conciencia de los profesionales y por otro la falta de medios, de formaci¨®n, entre esos profesionales¡±. As¨ª, desde 2010 a 2019, seg¨²n datos de la Comunidad, en Madrid se han realizado 1.608 abortos en centros del sistema madrile?o de salud y 210.755 en cl¨ªnicas privadas derivados de la red p¨²blica. Y ese servicio para garantizar el derecho al aborto de las mujeres le cuesta alrededor de 3,5 millones de euros anuales al Ejecutivo regional.
En 2016, las arcas madrile?as pagaron 3.454.849 euros a las siete cl¨ªnicas con las que tiene concierto. En 2017 fueron 3.760.199 euros y en 2018, 3.899.580, seg¨²n la respuesta que la Comunidad dio a G¨¢dor Joya, de Vox, que hizo una petici¨®n de informaci¨®n en la Asamblea sobre la facturaci¨®n emitida por los centros acreditados para la pr¨¢ctica de IVE de esos tres a?os.
Tambi¨¦n en esa respuesta de la Comunidad ¡°se hace constar que se ha abonado al Hospital Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, en concepto de IVE¡±, 331.176,48 euros en 2016 y 325.886,40 en 2017. La Fundaci¨®n realiz¨® cinco interrupciones en 2016 y ninguna en 2017, pero un portavoz de la Consejer¨ªa explica que ¡°en principio ser¨ªa de la facturaci¨®n que reclama la FJD por las facturas emitidas por las cl¨ªnicas concertadas y que han remitido al hospital en relaci¨®n a las mujeres atendidas en estas cl¨ªnicas cuyo hospital de referencia es la FJD y que ha derivado la FJD. Porque cada hospital paga como centro gestor a las cl¨ªnicas por cada caso que deriva. No es un pago centralizado¡±. Sobre estos conciertos, el gasto que suponen y la posibilidad de la creaci¨®n de equipos en los hospitales p¨²blicos, la Consejer¨ªa de Sanidad no ha respondido.
Cuando Espa?a legaliz¨® el aborto, en 1985, lo hizo bajo tres supuestos: grave peligro para la vida o la salud f¨ªsica y ps¨ªquica de la embarazada, cuando el embarazo fuera consecuencia de una violaci¨®n o cuando se presumiera la existencia de graves taras f¨ªsicas o ps¨ªquicas en el feto. Todav¨ªa ni las instituciones, ni la sociedad, estaban preparadas, ni dispuestas, a una despenalizaci¨®n total.
Lleg¨® en 2010, cuando una nueva regulaci¨®n lo hizo hasta la semana 14. Desde entonces, la mujer puede decidir hasta ese momento libremente si quiere, o no, ser madre. Han pasado 36 a?os desde la primera y 11 desde la segunda. En todo este tiempo, el desarrollo de esas normas nunca se ha completado, ni se aplican de forma generalizada en ninguna autonom¨ªa. En Madrid, ese contexto est¨¢ a¨²n m¨¢s agudizado, y mientras que la tendencia en la media nacional es a ir aumentando el n¨²mero de interrupciones voluntarias del embarazo de las que se ocupan los hospitales p¨²blicos ¡ªha crecido del 1,8% al 14,3% entre 2010 y 2019¡ª, la Comunidad ha ido reduci¨¦ndolos, del 1,8% al 1%.
¡°La pandemia ha puesto sobre la mesa que la sanidad p¨²blica est¨¢ deteriorada, pero es que en Madrid esta deteriorad¨ªsima¡±, alega Lamas: ¡°Y como funciona en cuanto al aborto es una muestra m¨¢s de ese desgaste¡±. En 1985, en un contexto de estigma y tab¨², fueron estos centros los que asumieron esta pr¨¢ctica. ¡°Muchos se marcharon de Espa?a para formarse, en otros pa¨ªses, porque aqu¨ª era complicado¡±, cuenta la portavoz de ACAI. Hubo quien lo intent¨® dentro del sistema p¨²blico, pero las presiones y la falta de seguridad jur¨ªdica unida a denuncias, quejas y ambientes enrarecidos y tensos en los servicios de Obstetricia y Ginecolog¨ªa, hicieron que algunos de los profesionales que en principio quisieron apostar por llevar este derecho desde el sistema p¨²blico, acabaran por desistir y se marcharon a lo privado.
El esp¨ªritu de la ley: llevar la IVE a la red p¨²blica
En 2010, cuando la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva entr¨® en vigor, la normativa estableci¨® que ¡°la prestaci¨®n sanitaria de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo se realizar¨¢ en centros de la red sanitaria p¨²blica o vinculados a la misma¡±, pero daba preferencia al sistema p¨²blico y lo concretaba as¨ª en el art¨ªculo 19: ¡°Si excepcionalmente el servicio p¨²blico de salud no pudiera facilitar en tiempo la prestaci¨®n, las autoridades sanitarias reconocer¨¢n a la mujer embarazada el derecho a acudir a cualquier centro acreditado en el territorio nacional, con el compromiso escrito de asumir directamente el abono de la prestaci¨®n¡±.
No ocurri¨® entonces y en la ¨²ltima d¨¦cada en ninguna autonom¨ªa se ha desarrollado por completo esa parte de la legislaci¨®n y los gobiernos regionales prefirieron continuar con los conciertos. Tambi¨¦n Madrid. ¡°M¨¢s en Madrid¡±, espeta Lamas. ¡°?No est¨¢ en el esp¨ªritu de la ley que esto vaya a la red p¨²blica? Est¨¢, pero no se hace nada. Y la cuesti¨®n no es que de una vez vaya todo a los hospitales, sino que esos hospitales cumplan con los mismos criterios que tienen que cumplir las cl¨ªnicas desde 1985¡å. Porque la atenci¨®n a las mujeres que toman esta decisi¨®n ¡°no es solo la pr¨¢ctica m¨¦dica¡±: ¡°Es el seguimiento, el acompa?amiento, con equipos especializados que ni van a tener una actitud maternal ni paternal sino que van a acompa?ar en el proceso y hacer lo posible por blindar la intimidad y la decisi¨®n de las mujeres¡±.
Se pregunta Lamas c¨®mo van a garantizar todas esas cuestiones los hospitales p¨²blicos si la objeci¨®n de conciencia, ¡°porque no se est¨¢ de acuerdo con el aborto¡±, est¨¢ tan extendida en Madrid: ¡°Y los profesionales, las m¨¦dicas y m¨¦dicos y enfermeras y enfermeros que s¨ª est¨¢n dispuestos, saben que eso es a lo ¨²nico a lo que se van a dedicar en el hospital, y eso cuenta para el curr¨ªculo acad¨¦mico¡±. Varios especialistas de este ¨¢mbito, en la ¨²ltima semana, han contado a este diario que ese ¡°estigma¡± sobre el aborto sigue existiendo en los servicios de Obstetricia, que ¡°se sigue mirando mal a quienes est¨¢n de acuerdo con realizar abortos¡± y que las presiones est¨¢n ah¨ª, a veces m¨¢s ¡°sutiles¡± y a veces m¨¢s directas.
¡°Quienes de verdad creemos en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y en que esto tiene que realizarse desde una perspectiva feminista, tenemos que seguir insistiendo a las instituciones que si se quiere trasladar a la p¨²blica, tiene que haber la misma calidad asistencial que dan las cl¨ªnicas¡±, dice Lamas. Y no es solo formaci¨®n ¡ªque es otra parte de la ley en la que nunca se ha avanzado, introducir en el ¨¢mbito acad¨¦mico toda la informaci¨®n relativa a la IVE¡ª, sino ¡°unidades espec¨ªficas, conocer el proceso de acompa?amiento que necesitar¨¢n ellas y sus familias¡±. Ese es ¡°un momento en el que se toma una decisi¨®n vital, adem¨¢s por todo lo que nos atraviesa a las mujeres, sobre maternidades y no maternidades, y como por fin es una decisi¨®n nuestra, necesitamos recursos que garanticen ese derecho¡±.
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