Dos polic¨ªas nacionales son premiados por luchar contra el maltrato animal y sus superiores los apartan del puesto
Los agentes, que pertenecen a la comisaria de Alcal¨¢ de Henares, llevar¨¢n a juicio a sus jefes por acoso laboral. Fuentes policiales aseguran que les avisaron para que se centraran en otros delitos
Cuando nombraron a Flor Pe?a y a Alberto Venera para entregarles el premio por las buenas pr¨¢cticas policiales en materia de protecci¨®n animal todo el mundo se puso en pie.
La gala se celebr¨® en Madrid el pasado 6 de octubre y estaban presentes los 15 equipos galardonados formados por agentes de la polic¨ªa local, nacional y guardias civiles de toda Espa?a que hab¨ªan acudido con sus mejores galas a unos premios otorgados por la Red de Protecci¨®n Animal (REPA) en colaboraci¨®n con la Direcci¨®n General de Derechos de los Animales del Gobierno de Espa?a. Cuando llamaron a Flor y Alberto el aplauso, seg¨²n varios asistentes, tambi¨¦n fue especialmente caluroso. Abrumados, los dos polic¨ªas nacionales de Alcal¨¢ de Henares recogieron el premio vestidos de paisano. Llegaron al acto sin poder enfundarse el traje oficial de la polic¨ªa. Esa hab¨ªa sido la ¨²ltima ¡°humillaci¨®n¡±, seg¨²n sus palabras, de su comisario, que no les dio permiso para llevarlo en la gala ¡°porque consideraba que no los representaban¡±. Todos los dem¨¢s, incluidos los comisarios de la unidad de medio ambiente de la Polic¨ªa Nacional, tambi¨¦n galardonada, lo llevaban puesto, ¡°como mandan los c¨¢nones¡±. Ten¨ªan un premio bajo el brazo pero tambi¨¦n a los superiores de su comisar¨ªa en contra.
Una semana despu¨¦s de aquella gala, Flor y Alberto pasaron m¨¢s de dos horas y media en un prestigioso despacho de abogados de la capital. Cansados, acudieron para obtener una segunda opini¨®n y salieron dispuestos a gastar su ¨²ltima bala: ya preparan junto a Jupol, el sindicato de la polic¨ªa que les ayuda desde hace meses, una demanda por acoso laboral. ¡°Ser¨¢ dif¨ªcil de demostrar, pero hay indicios de sobra para intentarlo¡±, cuenta ella.
Los dos agentes llevan cinco meses apartados de sus puestos de trabajo. Han dejado de patrullar la calle y los han mandado a los juzgados de Alcal¨¢ de Henares, la ciudad donde trabajan, para llevar a detenidos de los calabozos hasta la sala del juez. Aseguran que all¨ª solo van los castigados [¡±solo una persona ha ido de forma voluntaria¡±] y se sienten humillados por ese correctivo. El motivo del enfrentamiento es la gesti¨®n de las denuncias de maltrato animal. Los dos polic¨ªas han incautado hasta 40 ejemplares en dos a?os en situaciones de peligro, pero, seg¨²n sus superiores, en algunos casos no han seguido el cauce administrativo correcto.
Ellos sostienen que el motivo del enfrentamiento es que el maltrato animal no es una prioridad para sus jefes, que los instaban a atender otros delitos. La situaci¨®n lleg¨® a tal punto que se practic¨® una investigaci¨®n interna para determinar si se han excedido en sus competencias. Dicha investigaci¨®n concluy¨®, en un escrito al que ha accedido EL PA?S, que ambos agentes actuaron correctamente y que hicieron una labor ¡°loable y digna de admiraci¨®n¡±.
Atenci¨®n a otros asuntos
El comisario de Alcal¨¢ de Henares ha declinado responder a las preguntas de este peri¨®dico sobre un caso que con toda probabilidad acabar¨¢ en los juzgados, seg¨²n avanza Javier Otero, representante de Jupol: ¡°Cuando analizamos la situaci¨®n buscamos solucionarlo sin llegar a judicializar el tema, pero ya era imposible. Ha sido necesario acudir a medidas m¨¢s dr¨¢sticas¡±.
No pens¨® lo mismo SUP, otro sindicato policial al que pertenec¨ªan Flor y Alberto y que, despu¨¦s de analizar el caso, no apoy¨® sus reclamaciones porque consideraron que los dos agentes no estaban siguiendo los cauces apropiados para tramitar estas denuncias.
Fuentes de la polic¨ªa defienden que los agentes nacionales se deben enfocar en temas m¨¢s importantes. ¡°La local es la que tiene las competencias en temas de maltrato animal y estos agentes estaban dejando de hacer otras funciones por dedicarse a esto¡±. Aseguran que estaban tratando estos temas ¡°de forma irregular, no por el modo habitual de trasladar las denuncias a la comisar¨ªa y que estos lo elevaran a la Polic¨ªa Local o a la delegaci¨®n de gobierno y se les advirti¨® varias veces¡±. Por eso se decidi¨® quitarlos de la calle. ¡°Se ha seguido el protocolo habitual cuando dos agentes no cumplen con sus prioridades¡±.
Ellos niegan que dejaran de atender otros asuntos. Se amparan en que el maltrato animal est¨¢ recogido en el C¨®digo Penal y consideran que cualquier agente de la ley debe actuar ante un delito, sea un hurto, una agresi¨®n sexual o un maltrato hacia los animales. Por eso mismo, explican ambos, 50 polic¨ªas nacionales recibieron un curso en Alcal¨¢ de Henares hace un a?o, para saber c¨®mo actuar ante denuncias de este tipo. Estuvo organizado por el sindicato SUP y en aquel momento sus superiores no pusieron problemas para ponerlo en marcha.
Flor reconoce que, ante la presi¨®n que estaban recibiendo, tem¨ªa recibir alguna denuncia relacionada con animales. ¡°Pero si lo ves con tus ojos o te llama un ciudadano, ?qu¨¦ haces?, ?dejas de hacer tu trabajo? Yo s¨¦ que al final, si lo veo, tengo que hacer algo¡±.
Mati Cubillo, presidenta de la asociaci¨®n Justicia Animal, que forma parte de REPA junto a la Uni¨®n Nacional de Jefes y Directivos de Polic¨ªa Local (Unijepol), la Sociedad Espa?ola de Criminolog¨ªa (Secrim) y la Asociaci¨®n Espa?ola de Seguridad P¨²blica por la Protecci¨®n Animal (Aespa), les da la raz¨®n. Explica que su asociaci¨®n denuncia situaciones de maltrato en todo el territorio nacional y que, ante esas denuncias, suelen acudir agentes nacionales y municipales por igual. Por eso mismo, la polic¨ªa nacional Montserrat Torres, de Huelva, tambi¨¦n recibi¨® otro de los galardones el pasado 6 de octubre. ¡°Sin embargo, all¨ª, en su comisar¨ªa, su jefe abri¨® las puertas para que le hicieran un reportaje, porque era un motivo de orgullo. Con Flor y Alberto est¨¢ pasando algo muy grave, nunca visto. Yo creo que ya deber¨ªa actuar [el ministro de Interior, Fernando] Grande-Marlaska. Llevo 30 a?os dedic¨¢ndome a esto y nunca he visto nada igual¡±.
Flor admite tener los nervios a flor de piel. No sab¨ªa lo que era la ansiedad hasta ahora y teme recibir llamadas a deshoras de sus jefes pese a llevar 10 a?os trabajando en esa comisar¨ªa y tener un bagaje ¡°impoluto¡±. Por eso va con todo, dice, porque quiere evitar acabar con una mancha en su expediente. Lleva consigo dos enormes carpetas con todo el material que ha acumulado en los ¨²ltimos meses. Las abre sin miramientos en una terraza de Alcal¨¢ de Henares y muestra, por ejemplo, las fotos de un dogo argentino que encontraron en el s¨®tano de una casa. En las im¨¢genes, se ve al perro en los huesos y el suelo lleno de heces y trastos acumulados. El animal no sal¨ªa nunca de esas cuatro paredes y los vecinos denunciaban que intentaba salir por la ventana una y otra vez. Esa es una de las denuncias que han atendido durante este tiempo y que han puesto en tela de juicio su profesionalidad.
Recogida de animales
Una vez llegaban al lugar y ve¨ªan una posible situaci¨®n de maltrato, los agentes llamaban al centro de acogida de animales del Ayuntamiento de Alcal¨¢, que trabaja 24 horas, para que se llevaran al animal. Despu¨¦s, los servicios veterinarios del consistorio emit¨ªan un informe y en todos ellos, sin excepci¨®n, les dieron la raz¨®n. ¡°Eso muestra que no se equivocaron cuando requisaron los animales¡±, insiste Cubillo.
Hasta el pasado mayo, Alberto lideraba un grupo que trabajaba en el turno de noche con 10 agentes a su cargo (entre los que se encontraba Flor) y patrullaba la noche alcala¨ªna atendiendo, asegura, cualquier tipo de delito.
Y tambi¨¦n asegura que ya no puede m¨¢s, al igual que Flor. Lo est¨¢n pasando realmente mal. Ella ha decidido vaciar su taquilla y devolverla por miedo a que un d¨ªa se encuentre dentro algo que le incrimine en algo m¨¢s gordo. Los dos admiten que deber¨ªan haber recurrido a ayuda profesional, pero no lo han hecho por miedo a que suponga otra mancha en su expediente y les retiren la placa.
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