La pintura sonora de Villasierra devuelve la vida a viejos instrumentos musicales
El artista venezolano Mario Villaroel, ¡°Villasierra¡±, expone en el Palacio de Santa B¨¢rbara de Madrid una amplia retrospectiva de su obra pict¨®rica y escult¨®rica
Al principio fueron la velocidad y el rugir de los motores. Antes de aventurarse en el silencio del espacio expositivo con su ¡°pintura sonora¡±, el artista autodidacta Mario Villaroel (Caracas, 1970) regentaba su propio taller de motocicletas artesanales. Las constru¨ªa de cero, las pintaba y las personalizaba. Primero en Orlando (Florida), all¨¢ por finales de los a?os noventa; en San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid) despu¨¦s, entre 2010 y 2018. En mitad del camino, ¨¢vido de explorar otros soportes, se decidi¨® a probar con el lienzo. Entonces naci¨® Villasierra. Diecis¨¦is a?os m¨¢s tarde inaugura en el Palacio de Santa B¨¢rbara de Madrid, ciudad en la que reside, la exposici¨®n Pintura Sonora, una retrospectiva que da muestra, a trav¨¦s de 50 obras pict¨®ricas y escult¨®ricas dispuestas a lo largo de seis salones, de la evoluci¨®n de su universo est¨¦tico.
En un comienzo le movieron principalmente el juego y el puro placer de la experimentaci¨®n. El propio artista as¨ª lo reconoce al referirse a su mural Cena a la carta, un collage de m¨¢s de dos metros de longitud donde, sobre las cartas de los restaurantes m¨¢s conocidos del mundo, salpicadas por mil y un brochazos de colores, se superponen tanto pegatinas de algunos referentes de la cultura pop (de Popeye a Jurassic Park) como logotipos de grandes cadenas como Starbucks, Heineken o McDonalds. Una primera etapa engendrada por una pulsi¨®n l¨²dica en la que cobran especial relevancia, en un ejercicio de arte pop, los referentes de aquella, su infancia feliz: Mickey Mouse, el Pato Donald o los Looney Toones.
Los instrumentos musicales desechados y, con ellos, el concepto que terminar¨ªa atravesando su obra por entero, tardar¨ªan algo m¨¢s de tiempo en llegar. ¡°Aquellos primeros trabajos fueron divertidos de hacer, me lo pasaba muy bien pint¨¢ndolos... pero pronto dejaron de llenarme¡±, cuenta Villasierra. En busca constante de un lenguaje propio, el artista atraves¨® primero por una etapa de abstracci¨®n pura, con obras como Turbulencia o ?lgebra oculta; un lenguaje al que todav¨ªa hoy dice regresar, de manera puntual, cuando finaliza una de sus ¡°pinturas sonoras¡± y busca moment¨¢neamente el reposo.
Tres etapas vertebran la producci¨®n m¨¢s reciente de Villasierra, en la que el artista parece haber encontrado su estilema definitivo: The Second Life (2016-2018), Phantom (2018-2019) y Evolution (2019-2021). La contemplaci¨®n de sus obras invita al espectador a interrogarse acerca del origen de los materiales y de su proceso de creaci¨®n. De ¡°recreaci¨®n¡±, mejor dicho: ¡°Toda mi obra parte de la reutilizaci¨®n de materiales descartados. Trabajo siempre con piezas provenientes de lugares muy distintos: ya sea en Internet o en el Rastro de Madrid, me encanta bucear entre piezas viejas y objetos desechados o de segunda mano¡±, asegura Villasierra.
El eje central de su ¡°pintura sonora¡± son los instrumentos musicales de cuerda frotada: violines, violas, violonchelos y contrabajos. Tambi¨¦n los de viento metal, como el saxo, la tuba o el tromb¨®n. Piezas siempre recicladas en las que el artista interviene, buscando otorgarles una segunda vida a trav¨¦s del color, la fundici¨®n o la soldadura, o mediante la inclusi¨®n de engranajes, tuber¨ªas, cadenas o microchips.
As¨ª lo define el venezolano: ¡°Utilizo, como base para mis esculturas, instrumentos que ya cumplieron con su labor y cuyo destino era ser desechados. Es una forma de hacer que la m¨²sica, ahora en silencio, contin¨²e siendo arte a trav¨¦s de las formas y colores que mis manos les regalan¡±. Un trabajo, el de Villasierra, que sigue los pasos de las Acumulaciones del pintor y escultor franc¨¦s Arman, a quien el artista cita como uno de sus grandes referentes junto a Pollock y Picasso.
Un mundo m¨¢s sostenible
Lejos de abusar de las materias primas, el arte de Villasierra entronca con el concepto de ready-made (¡°objeto encontrado¡±) y lo politiza, apelando a la necesidad de hacer del mundo un lugar m¨¢s sostenible. ¡°Todos los instrumentos musicales con los que trabajo provienen de colegios, institutos o conservatorios. Me pongo en contacto con ellos, por si tienen algunos deteriorados o rotos de los que quieran deshacerse, y a cambio yo les repongo la mitad: si me dan, por ejemplo, 10 violines inutilizables, yo les entrego 5 nuevos¡±, a?ade.
Su trabajo m¨¢s reciente es la serie Cuando se extingue la vida, la m¨²sica sigue sonando, en la que los instrumentos, en lugar de reposar sobre peanas, yacen en brazos de esqueletos humanos de tama?o real fabricados con resina que, pareciera, contin¨²an interpretando las partituras desde el M¨¢s All¨¢. La retrospectiva completa, que cuenta con la colaboraci¨®n de la UNESCO, permanecer¨¢ en el Palacio de Santa B¨¢rbara (calle de Hortaleza, 87) hasta el 28 de noviembre, y a partir del 1 de diciembre podr¨¢ verse en la feria de arte contempor¨¢neo Art Basel, en Florida (EE UU).
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.