Compro piso a precio de fondo buitre
41 afectados por la venta de pisos p¨²blicos a la empresa Fidere consiguen tras ocho meses que un juez reconozca su derecho a adquirir las viviendas
Chus Almena (51 a?os) se coloca en el resquicio de la puerta de su casa y se?ala a un piso bajo con las persianas bajadas justo en frente: ¡°All¨ª se ahorc¨® mi vecina¡±. En 2006 a Chus le toc¨® un piso de la Empresa Municipal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid en el PAU Carabanchel. ¡°Una loter¨ªa¡±, recuerda que le dijeron. Esa loter¨ªa se convirti¨® en pesadilla cuando el Gobierno de Ana Botella vendi¨® su piso y otros 1.200 m¨¢s de distintas zonas al fondo de inversi¨®n Fidere y su alquiler se increment¨® hasta igualar casi su sueldo. Esa es la pesadilla que su vecina no soport¨® m¨¢s. Hace unos d¨ªas, tras ocho a?os de batalla judicial, recibi¨® un mail de su abogado con el asunto ¡°Regalo de Navidad¡±. Ella y otros 40 inquilinos acaban de ganar en los tribunales su derecho a comprar sus domicilios al mismo precio que lo hizo el fondo. En su caso, poco m¨¢s de 60.000 euros.
En ese 2013 las arcas p¨²blicas estaban en plena crisis. El Ayuntamiento de Madrid ide¨® un plan para ganar liquidez: vender masivamente vivienda p¨²blica a fondos privados extranjeros. ¡°Va a ser simplemente un cambio de casero¡±, le dijeron a Chus y al resto de inquilinos. Pero en ese traspaso, muchos de ellos, que so?aban con que acabaran los 10 a?os de alquiler para poder comprar sus casas, perdieron ese derecho. ¡°Nos encontramos con la operaci¨®n hecha, en ning¨²n momento se nos inform¨® de que pod¨ªamos ejercer esa posibilidad¡±. La Audiencia Provincial acaba de reconocer que no se otorg¨® a los inquilinos poder comprar sus viviendas y que ni siquiera se les notific¨® que su propiedad pasaba a otras manos hasta que la operaci¨®n ya estuvo completada. En tres a?os, el alquiler de Chus pas¨® de 400 a 980 euros. ¡°Yo soy administrativa, mileurista, he vivido siempre conforme a mis posibilidades¡±, incide esta inquilina. Ella nunca dej¨® de consignar su alquiler en el juzgado, aunque no aceptara el nuevo contrato con las condiciones de Fidere.
Cuando empezaron a llegar las primeras notificaciones de aumento de alquiler e incluso de desahucio comenz¨® una lucha vecinal como se han visto pocas. Los inquilinos empezaron a autoorganizarse y emprendieron la batalla por todas las v¨ªas posibles. En estos a?os han visto c¨®mo el Tribunal de Cuentas les daba la raz¨®n para luego quit¨¢rsela. Han comenzado un proceso penal que ha llevado a declarar ante el juez a la exalcaldesa Botella. Y 41 personas de Carabanchel emprendieron esta v¨ªa civil, que por fin les ha dado la raz¨®n, aunque en una primera instancia perdieron la demanda. ¡°Nos la jugamos much¨ªsimo, porque si perd¨ªamos y nos obligaban a hacer frente a las costas iba a ser imposible para muchos de nosotros¡±, recalca Chus.
El precio por el que adquiri¨® Fidere los pisos va de los 50.000 a los 90.000 euros, dependiendo de los metros cuadrados. Chus confiesa que todav¨ªa no ha empezado a buscar hipotecas, porque no acaba de creerse esta victoria. La empresa inmobiliaria a¨²n puede presentar un recurso de casaci¨®n.
El art¨ªfice que ha movido los hilos legales en esta lucha de David contra Goliat es el peculiar abogado Mariano Ben¨ªtez de Lugo. Peculiar porque a sus m¨¢s de 80 a?os asumi¨® este caso sin cobrar y ha acabado encontrando los resquicios que les han permitido ganar a los inquilinos. ¡°Ha sido un ¨¦xito brutal. Adem¨¢s de los vecinos de Carabanchel tengo otras dos sentencias pendientes de inquilinos de Vallecas que espero que se resuelvan en el mismo sentido. Se les margin¨® y se ignoraron los derechos que ellos ten¨ªan¡±, apunta el letrado al tel¨¦fono. En total, el abogado lleva diferentes procesos de este tipo que afectan a 130 vecinos de Madrid.
Objetivo de las arquitectas, cumplido
Al lado de Chus, en el sal¨®n de esta casa de la que, confiesa, comenz¨® a despedirse mentalmente unas semanas antes de recibir la inesperada sentencia, se encuentra Gimena Camino (41 a?os). Ella tambi¨¦n era residente de este bloque de Carabanchel, pero no se sumergi¨® en la batalla legal por su vivienda. ¡°Yo tengo tres hijos, estuve tres a?os pidiendo la justicia gratuita pero me la denegaron, no pod¨ªa arriesgarme a que perdi¨¦ramos¡±, reconoce. ¡°Le¨ª que las arquitectas que dise?aron estos pisos lo hicieron con el objetivo de fomentar la vida comunitaria, qui¨¦n les iba a decir la intensidad de vida comunitaria que ¨ªbamos a tener aqu¨ª gracias a Fidere¡±, bromea Chus.
Gimena muestra un v¨ªdeo con im¨¢genes de todos estos a?os de reuniones, m¨¢s o menos formales, entre vecinos y Ben¨ªtez de Lugo. En algunas de ellas, durante la pandemia, se les ve hablando por una pantalla; la mayor¨ªa son en el despacho del abogado y entre ellas se cuela alg¨²n encuentro festivo, porque en estos a?os tambi¨¦n ha habido tiempo para la celebraci¨®n. ¡°Aqu¨ª se han formado parejas, han nacido ni?os...¡±, cuentan las amigas en un d¨ªa en el que se permiten echar la vista atr¨¢s y adelante con optimismo contenido.
Atr¨¢s quedan las notificaciones de desahucio que han llegado a casa de Chus. Ella ha resistido, otros no se vieron capaces de hacerlo o se quedaron sin armas con las que afrontar la guerra. ¡°Cuando lleg¨® esa carta... Yo me he asomado por la ventana y he visto aqu¨ª todos los furgones de polic¨ªa preparados para intervenir en otros desahucios en este bloque y piensas: ¡®?Pero de verdad me est¨¢ tocando esto a m¨ª? Yo que no he robado en mi vida ni una goma de borrar¡±, relata.
Este es un cap¨ªtulo m¨¢s en la ristra de litigios entre vecinos y fondos de inversi¨®n en Madrid. Los inquilinos afectados han celebrado importantes victorias en estos a?os. En abril, un abogado de oficio consigui¨® que 2.935 pisos protegidos vendidos por la Comunidad de Madrid a Goldman Sachs volvieran a ser p¨²blicos. Solo unos meses despu¨¦s, otros residentes de Torrej¨®n de Ardoz lograron, tras meses de negociaci¨®n con el objetivo de evitar un juicio, eliminar las cl¨¢usulas abusivas de sus contratos con Fidere.
Chus ense?a un calendario para el que posaron desnudos algunos de los afectados por la venta de sus pisos. Quer¨ªan mostrar que les hab¨ªan despojado de sus derechos. Algunos de los que aparecen en ¨¦l ya no viven en el bloque. ¡°En una de nuestras reuniones con Mariano [el abogado] le dije: ¡®Yo nunca he ganado nada, y si esto prospera, ser¨¢ la primera vez que algo me salga...¡¯ ?Ves? Al final voy a llorar¡±, dice mientras las l¨¢grimas cortan la frase. La ¨²ltima palabra era ¡°bien¡±.
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