Un acta del gabinete de crisis de Ayuso refleja los choques internos durante la tragedia de las residencias

El 8 de abril de 2020 hab¨ªan muerto a causa de la pandemia 5.715 personas mayores que viv¨ªan en residencias madrile?as, pero la Comunidad de Madrid segu¨ªa manteniendo su plan para asistirlos en esos hogares faltos de recursos sanitarios en lugar de en los hospitales. Ese d¨ªa el Gobierno auton¨®mico celebr¨® una reuni¨®n de crisis y EL PA?S tiene en su poder un acta de ese encuentro que refleja c¨®mo los trabajadores de la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales se pasaban los d¨ªas tratando de encontrar sin ¨¦xito a m¨¦dicos para salvar vidas. Un alto cargo de ese departamento se quej¨® de que llamaban a los tel¨¦fonos de 146 sanitarios de mutuas en una lista que les hab¨ªa pasado la Consejer¨ªa de Sanidad, pero saltaban los contestadores. Cuando respond¨ªan, muchos se negaban a colaborar, porque ya hab¨ªan sido reclutados por hospitales y centros de salud.

La recomendaci¨®n del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero: ¡°Imprimir m¨¢s tensi¨®n a la hora de llamar¡±.

De nada sirvi¨® que el entonces viceconsejero de Pol¨ªticas Sociales, Javier Luengo, pidiera a Escudero el env¨ªo urgente a las residencias de m¨¦dicos de la Consejer¨ªa de Sanidad. El d¨ªa anterior, Escudero hab¨ªa anunciado en una entrevista de radio que la pandemia remit¨ªa y que se preparaban para ¡°iniciar el repliegue¡± y ¡°la vuelta a la normalidad a los hospitales¡±. Pero, a pesar de esa mejora, las residencias deb¨ªan conformarse con esa lista de sanitarios especializados en accidentes laborales.

El acta obtenida por EL PA?S muestra detalles desconocidos del conflicto en el seno del Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso que lastraron la respuesta en las residencias, el epicentro de la crisis sanitaria hace casi dos a?os. El documento tambi¨¦n aporta m¨¢s evidencias del fracaso de la ¡°medicalizaci¨®n¡± de esos centros, el objetivo que la Comunidad de Madrid hab¨ªa ideado al inicio de la crisis para evitar el colapso de los hospitales. El plan del Ejecutivo auton¨®mico hab¨ªa quedado por escrito a mediados de marzo en unos protocolos de triaje que negaron el derecho a la asistencia hospitalaria a la inmensa mayor¨ªa de los 50.000 residentes, la poblaci¨®n m¨¢s fr¨¢gil.

La reuni¨®n formaba parte del plan de choque para las residencias que Ayuso anunci¨® el 26 de marzo, cuando la opini¨®n p¨²blica ya conoc¨ªa esos protocolos de no derivaci¨®n, que exclu¨ªan de los hospitales a los mayores con dependencias que viv¨ªan en esos centros. Las noticias de esos d¨ªas eran alarmantes: cad¨¢veres acumulados en s¨®tanos y muertes ag¨®nicas. En lugar de revocar el plan para residencias dise?ado por su consejero Escudero, la presidenta anunci¨® que este asumir¨ªa un mando ¨²nico como coordinador de tres consejer¨ªas, dos en manos del PP (Sanidad e Interior) y una dirigida por Ciudadanos (Pol¨ªticas Sociales). Pero la respuesta sigui¨® siendo insuficiente y se vio obstaculizada por los choques entre los departamentos de uno y otro color pol¨ªtico. Estos desencuentros ya eran evidentes antes del plan de choque. El consejero de Pol¨ªticas Sociales, Alberto Reyero, no hab¨ªa sido informado del plan de triaje y medicalizaci¨®n de residencias y qued¨® fuera de la toma de decisiones clave. Cuando pidi¨® auxilio al Gobierno central, Ayuso le tach¨® con una cruz.

Luengo, representante de Reyero en la reuni¨®n, reproch¨® a Escudero que no le parec¨ªa id¨®neo el perfil de los sanitarios de las mutuas, seg¨²n el acta. Probablemente pensaba que estos facultativos est¨¢n especializados en redactar partes de accidentes laborales y no en tratar neumon¨ªas bilaterales. El documento refleja que tambi¨¦n le inform¨® de la resistencia que ofrec¨ªan esos sanitarios a ser reclutados, a pesar de que te¨®ricamente estaban obligados por ley a obedecer las ¨®rdenes de las autoridades sanitarias. Los funcionarios de Pol¨ªticas Sociales encargados de las llamadas se encontraban con que muchos de los 146 facultativos del listado ya hab¨ªan sido enrolados d¨ªas antes por la Consejer¨ªa de Sanidad y se negaban a trasladarse a las residencias.

La reuni¨®n de hora y media, dirigida por Escudero, cont¨® con la participaci¨®n de 14 personas. Nueve eran cargos de Sanidad y solo dos de Pol¨ªticas Sociales. Tambi¨¦n asistieron dos representantes de la patronal de residencias Aeste y un cargo de la Consejer¨ªa de Interior. El acta de la asamblea, redactada por una asesora de Escudero, no recoge el tenor literal de cada intervenci¨®n, sino un parafraseo, pero son patentes los choques entre los miembros de Sanidad y los de Pol¨ªticas Sociales. Luengo se quej¨® de que los hogares de mayores estaban recibiendo un nivel de atenci¨®n m¨¦dica inferior al del resto de la poblaci¨®n. A la mano derecha del consejero Escudero, la viceconsejera de Sanidad Ana D¨¢vila, le aconsej¨® ¡°estar m¨¢s preocupada por la falta de sanitarios en residencias¡±.

Pero los reclamos de los hombres de Ciudadanos no tuvieron efecto. Los subordinados de Escudero defendieron el plan tal y como estaba. Sobre los m¨¦dicos de las mutuas, la directora general de Recursos Humanos de Sanidad, Raquel Sampedro, le respondi¨® a Luengo que ¡°los perfiles no siempre son los m¨¢s id¨®neos en una situaci¨®n de emergencia¡±. Escudero, adem¨¢s de pedir ¡°m¨¢s tensi¨®n¡±, a?adi¨® que ten¨ªan que conformarse con los sanitarios que hab¨ªa: ¡°Los perfiles no son nunca los m¨¢s id¨®neos, pero es una pandemia y hay que tirar del recurso que est¨¦ disponible¡±.

Caos un mes despu¨¦s

El acta del 8 de abril muestra c¨®mo continuaba el caos un mes despu¨¦s del inicio de las muertes en residencias. Al principio del encuentro, el alto cargo que firm¨® los protocolos, el director general de Coordinaci¨®n Sociosanitaria, Carlos Mur, facilit¨® el balance de fallecidos y advirti¨® de que segu¨ªa faltando informaci¨®n sobre las residencias (474 centros activos entonces).

A pesar de que el Gobierno de Ayuso hab¨ªa vendido el plan de choque como un antes y un despu¨¦s, lo cierto es que los mayores de residencias siguieron abandonados a su suerte durante semanas. Como no encontraban sanitarios, la Consejer¨ªa de Sanidad actu¨® a la desesperada para ¡°medicalizar¡± las residencias. Durante 12 d¨ªas, hasta el 6 de abril, funcion¨® ¡°la Operaci¨®n Bicho¡±, el fr¨ªvolo nombre que usaba la hija de un asesor de Ayuso a la que pusieron al frente de una quincena de sanitarios. La Comunidad orden¨® parar a ese equipo el d¨ªa que EL PA?S revel¨® el caso de endogamia.

Bomberos, Protecci¨®n Civil y militares hac¨ªan visitas a las residencias para desinfectarlas y retirar cad¨¢veres, pero no llegaban refuerzos sanitarios de manera permanente. Mur detalla c¨®mo el Samur hab¨ªa visitado ocho residencias y atenci¨®n primaria, otras diez. Los traslados al hospital se produc¨ªan con cuentagotas: 57 ese d¨ªa, a pesar de que hab¨ªa miles de personas necesitadas. Seg¨²n la letra de los protocolos solo las personas sin dependencias eran susceptibles de ser admitidas en hospitales, pero en la pr¨¢ctica hubo hospitales que impusieron un bloqueo absoluto y otros que filtraron por edad (solo menores de 75 a?os).

El enfado de Escudero

Otro conflicto en la reuni¨®n del 8 de marzo se debi¨® a un anuncio de esa misma ma?ana del vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos. La Comunidad iba a habilitar dos hoteles para mayores de residencias sanos, como ¡°zonas limpias¡± en las que podr¨ªan estar seguros. A Escudero no le gust¨® la noticia porque, dijo, no le hab¨ªan avisado. Pregunt¨® varias veces por ello a Luengo. A la primera ¨¦ste rehuy¨® el tema, y m¨¢s tarde, le respondi¨® que hab¨ªan considerado esos hoteles para sanos ¡°cuando se empez¨® a trabajar en las residencias medicalizadas, o como les llam¨¦is¡±.

El secretario general t¨¦cnico de Pol¨ªticas Sociales, Miguel ?ngel Jim¨¦nez, sali¨® al auxilio de Luengo: ¡°Quiz¨¢ ha habido ruptura de comunicaci¨®n en alg¨²n lado, porque se ha hablado en varios ¨¢mbitos¡±.

Escudero le respondi¨®: ¡°Si en alg¨²n momento se habl¨®, fue precisamente para descartar esa opci¨®n¡±. Seg¨²n ¨¦l, los hoteles que se hab¨ªa decidido crear eran ¡°medicalizados¡±, destinados a enfermos. Les afe¨® que se hubieran saltado su autoridad, ya que ¨¦l era el mando ¨²nico sanitario en la regi¨®n. ¡°Si se tiene la autoridad sanitaria sobre las residencias, este es un recurso que queda ahora fuera del control de Sanidad¡±, les advirti¨®.

Seg¨²n el acta, a Escudero le molest¨® enterarse por la rueda de prensa del vicepresidente Aguado. ¡°Si se tiene una reuni¨®n de coordinaci¨®n diaria, como se tiene; lo m¨ªnimo era plantearlo, informar de este nuevo recurso, e informar de su anuncio¡±, protest¨®. ¡°Sinceramente no lo entiendo¡±, le dijo, seg¨²n el acta. ¡°Y sobre todo, no puedo entender que no se hubiera hablado aqu¨ª. Ser¨ªa lo m¨ªnimo¡±.

El choque entre la Consejer¨ªa de Escudero y la de Reyero fue a m¨¢s en los d¨ªas siguientes a esa reuni¨®n del 8 de abril. Tres d¨ªas m¨¢s tarde, el responsable de Pol¨ªticas Sociales le envi¨® una carta al titular de Sanidad en la que le reprochaba la falta de ayuda, refiri¨¦ndose al listado de 146 sanitarios de mutuas: ¡°El problema fundamental en la Comunidad de Madrid es que no se acaba de considerar a los usuarios de las residencias como un colectivo prioritario dentro de la competencia del mando ¨²nico sanitario. Por eso, en lugar de enviar m¨¦dicos, envi¨¢is listados¡±, dice la carta, publicada meses m¨¢s tarde por InfoLibre.

Finalmente, todo el mundo pudo ver el conflicto entre los dos consejeros el 14 de abril. Reyero, un hombre sereno, decidi¨® dar el paso de denunciar la situaci¨®n en p¨²blico, en la Cadena SER. Lo hizo despu¨¦s de escuchar declaraciones triunfales de varios miembros del PP madrile?o. El alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, anunci¨® que el Ayuntamiento de la capital iba a enviar sanitarios municipales a Castilla y Le¨®n. ¡°Es el momento de que Madrid sea solidario¡±, dijo Almeida.

Reyero revel¨® a los madrile?os lo que luego confirmar¨ªan representantes de la patronal, entre otros: la medicalizaci¨®n era ficticia. En la SER dijo que su Gobierno no hab¨ªa enviado el refuerzo m¨¦dico prometido, a pesar de que los hospitales ya ve¨ªan la luz al final del t¨²nel. ¡°No entiendo que ahora que se habla de repliegue sanitario no se utilicen a estas personas en las residencias¡±, afirm¨® Reyero, que us¨® el mismo t¨¦rmino, repliegue, que hab¨ªa empleado Escudero.

Lo que alivi¨® la situaci¨®n en las residencias no fue la medicalizaci¨®n, sino que por fin, tras el alivio de la situaci¨®n hospitalaria, los mayores enfermos volvieron a ser ingresados. Tras casi dos a?os, las familias de las v¨ªctimas siguen pidiendo justicia, aunque con poco ¨¦xito.

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