Antonio Resines emula a ¡®Bienvenido, Mister Marshall¡¯ en su preg¨®n de San Isidro: ¡°Vivir en Madrid es un placer y un lujo¡±

Hoy, s¨ª. Hac¨ªa dos a?os que Madrid no era Madrid. Qu¨¦ lejos quedan ya los guantes de l¨¢tex por las calles, los bares, las terrazas. Los aplausos de los balcones. Nadie se acuerda de aquel mayo de 2020 con Las Meninas solas en el Prado, los leones del Congreso esperando selfis, las sillas vac¨ªas en las terrazas de los 100 Montaditos, del Museo del Jam¨®n, de cualquier rinc¨®n capitalino. Por no haber, no hab¨ªa ni extranjeros. Ni colas en el musical del Rey le¨®n. Ni colillas en la Complutense. Dos a?os despu¨¦s, Madrid ha vuelto a ser la de antes, si es que alguna vez se fue. Apenas quedan ya mascarillas. Poco importa que se olviden en casa. Este jueves, a las seis de la tarde, el actor Antonio Resines ha salido al balc¨®n de la plaza de la Villa.

A sus 67 a?os, con 110 t¨ªtulos a sus espaldas, y tras superar un zarpazo del coronavirus que le llev¨® a estar ingresado en la UCI y en coma varias semanas a finales de 2021 y principios de este a?o, ha salido al balc¨®n como pregonero de la ciudad que le acogi¨® con dos a?os, tras marcharse de su Cantabria natal con sus padres para instalarse en un rinconcito de Sainz de Baranda, a pocos metros del Retiro. Hoy, m¨¢s de un centenar de madrile?os ¨Dy turistas que no sab¨ªan ni qui¨¦n estaba en lo alto del balc¨®n, pero aplaud¨ªan de lo lindo¨D han coreado su nombre: ¡°?Antonio, Antonio!¡±. ?l, a¨²n con secuelas de su paso hospitalario, se ha quitado la parpusa¨Dla gorra tradicional de los chulapos con estampados de cuadros¨D muy sonriente. Como un torero, la ha brindado al p¨²blico que lo observaba desde el balc¨®n de la Plaza de la Villa, el antiguo Ayuntamiento de la capital, donde Madrid sigue siendo pueblo. Sin dudarlo, Resines cogi¨® el micr¨®fono:

¨DVecinos de Madrid, como pregonero vuestro que soy, os debo un preg¨®n.

El alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida le sigui¨® el juego durante unos segundos. Los dos emularon la m¨ªtica escena de Bienvenido, Mr Marshal de Luis Garc¨ªa Berlanga ante la atenta mirada del hijo del director. ¡°Quiero rendirle un homenaje por su centenario [...] Es un verdadero honor estar aqu¨ª con todos vosotros. No os pod¨¦is imaginar la ilusi¨®n que me hace. Desde los 3 meses viv¨ª en Sainz de Baranda, paseaba por sus bulevares, nos llevaban a jugar al Retiro, mi colegio estaba en el barrio del Ni?o Jes¨²s. A los 10 a?os me fui a Chamber¨ª, donde iba al cine¡±. Con pausas y numerosos aplausos de sanitarios que hab¨ªan venido a aplaudirle por sus continuos gestos de defensa de la sanidad p¨²blica, habl¨® tambi¨¦n de su hijo Ricardo, madrile?o y de 35 a?os, de sus amigos cineastas, como Carlos Boyero o Fernando Trueba, con los que paseaba por Malasa?a durante su juventud. ¡°He rodado muchas pel¨ªculas y series aqu¨ª. Vivir en Madrid es un placer y un lujo¡±.

De pronto, son¨® una sirena. Una ambulancia hu¨ªa a toda velocidad por la calzada. ¡°?Co?o!¡±, exclam¨®. Simplemente, Madrid. ¡°Es una ciudad magn¨ªfica. Pero, ?qu¨¦ es lo mejor que tiene Madrid? ?Los madrile?os! A todos los que hac¨¦is la ciudad m¨¢s acogedora. Nadie se siente forastero. Os pido que salg¨¢is a celebrar la fiesta de san Isidro labrador, que quita el agua y sale el sol. Hay que armar la marimorena¡±. Resines mir¨® de reojo a Almeida: ¡°El alcalde se va a pasar esta tarde¡±. A lo que el regidor respondi¨®:

¨D No queda otra.

Resines concluy¨® con una defensa de la Sanidad p¨²blica madrile?a que vive en estos momentos una huelga, hastiada de tantos recortes y contratos temporales. ¡°Aprovecho para pedir un aplauso para la sanidad p¨²blica. Vecinos de Madrid, de Madrid al cielo. Viva San Isidro. Viva Madrid. Viva Espa?a¡±. Al salir, cerca de 50 sanitarios le han entregado un estetoscopio, el aparato que cuelga de las batas blancas y sirve para amplificar los sonidos del cuerpo. ¡°Necesito ya un neum¨®logo¡±, contest¨® Resines, que atendi¨® a los medios durante unos segundos: ¡°Os tengo que decir que el discurso no lo escrito yo, me lo ha escrito mi mujer. Hoy ha sido un d¨ªa muy feliz. Me he ido a comer con el alcalde, le he ense?ado el texto y hemos entrado en el restaurante¡±. De fondo, los sanitarios coreaban su nombre, el de un actor que durante su ingreso hospitalario lleg¨® a so?ar con el alcalde Almeida. ¡°Tuve alucinaciones con ¨¦l, de verdad¡±. Hace unas semanas, Almeida pidi¨® el tel¨¦fono del actor a su amigo Enrique Cerezo, productor de cine y presidente del Atl¨¦tico de Madrid:

¨D Y me llama y me dice que sea el pregonero. ?Es un honor!

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