No hay Madrid sin Orgullo
Las fiestas son ante todo una movilizaci¨®n pol¨ªtica de primer orden que, gracias al camino hist¨®rico recorrido, se han convertido en una de las se?as de identidad de Madrid
El Orgullo no es solo una fiesta, por mucho que el movimiento LGTBI+ siempre haya hecho del baile, de la m¨²sica y de la creatividad una de sus mejores armas. El Orgullo LGTBI+ es, ante todo, una movilizaci¨®n pol¨ªtica de primer orden que, gracias al camino hist¨®rico que hemos recorrido, se ha convertido en una de las se?as de identidad de Madrid.
Por eso, no es de extra?ar que quienes se oponen a cada avance de la libertad hayan tratado de torpedear su celebraci¨®n, neg¨¢ndose a engalanar la ciudad de Madrid con la bandera arco¨ªris, poniendo dificultades de todo tipo a los organizadores o neg¨¢ndose a asistir en representaci¨®n de la ciudad y de la Comunidad a sus eventos. Un sectarismo y una ceguera incompatibles con ser alcalde de Madrid y presidenta de la Comunidad.
A nivel internacional, estamos viviendo una ola reaccionaria cuyos efectos sobrecogedores son evidentes. La revocaci¨®n por parte de la Corte Suprema estadounidense del derecho al aborto fue solo la antesala de una pendiente de retroceso que ha promovido la alianza pol¨ªtico judicial heredera de Trump. Sabemos que despu¨¦s del derecho al aborto intentar¨¢n hacer lo mismo con los derechos de las personas LGTBI+. Porque las libertades de las personas LGTBI+ y de las mujeres caminan siempre de la mano y se enfrentan a un mismo sistema cultural injusto.
Aqu¨ª, la agenda de nuestras derechas sigue el mismo rumbo. Recientemente, Isabel D¨ªaz Ayuso se?al¨® a los libros de texto y acus¨® a maestros de adoctrinar por hablar de educaci¨®n afectivo-sexual en las aulas. Hace pocas semanas vimos c¨®mo en sede parlamentaria una diputada ultra trat¨® de reavivar estigmas basados en la salud sexual de las personas LGTBI+ que cre¨ªamos propios de otras d¨¦cadas. Nos quieren acostumbrar a que se use la inmunidad parlamentaria como barra libre del odio, legitimando a los matones mientras crecen las agresiones en las calles, en un pa¨ªs que esta semana recuerda el asesinato hom¨®fobo a golpes de Samuel Luiz hace justo un a?o.
Hemos trabajado demasiado para dejar atr¨¢s el pa¨ªs que ¨¦ramos hace 50 a?os. Y estamos seguros de que hay una mayor¨ªa orgullosa de quienes somos hoy que no se conforma solo con defender lo conquistado, sino que quiere ir mucho m¨¢s all¨¢. La comunidad LGTBI+ y el feminismo llevan a?os reivindicando una sociedad en la que las etiquetas nos aprieten un poco menos y que celebre la diversidad en lugar de limitarla para hacerla encajar en una norma artificial e impuesta. La sociedad que queremos cuestiona un modelo ideal e inalcanzable de mujer y de hombre condenado al fracaso, porque quiere abrir espacio a la libertad para ser, para amar y para identificarse. Esa libertad ha sido siempre una bandera de Madrid. Estamos seguros de que existe una mayor¨ªa que estos d¨ªas saldr¨¢ a la calle visibilizando ese Madrid libre y orgulloso, que te ama seas quien seas o desees como desees. Un Madrid que nunca se ha marchado y que muy pronto volver¨¢ a estar representado en su gobierno.
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