El embajador dominicano tiene un plan para acabar con las bandas juveniles violentas en Madrid
Juan Bol¨ªvar lleg¨® a la capital hace a?o y medio y ha impulsado un proyecto para prevenir que los j¨®venes originarios de su pa¨ªs se unan a las filas de los grupos que protagonizan reyertas y asesinatos en la ciudad
Juan Bol¨ªvar (Hato Mayor, 77 a?os) aterriz¨® en Madrid en marzo de 2021 para ocupar el cargo de embajador de Rep¨²blica Dominicana en Espa?a. Lleg¨® a un pa¨ªs que conoc¨ªa muy bien y que pis¨® por primera vez all¨¢ por los a?os sesenta. En una visita a una amiga en esa ¨¦poca, se abraz¨® con ella en el taxi al reencontrarse y el conductor les llam¨® la atenci¨®n y les dijo que se comportaran. Gracias a sus 50 a?os de profesi¨®n como periodista y presentador de ¨¦xito en su pa¨ªs, no tard¨® en darse cuenta de que en muchas de las ocasiones en las que sus compatriotas aparec¨ªan en la prensa espa?ola se trataba de reyertas y cr¨ªmenes entre los j¨®venes pertenecientes a bandas violentas. Y decidi¨® que la lucha contra esta lacra ser¨ªa uno de los pilares que sentar¨ªa en el tiempo que estuviese como embajador.
La delegaci¨®n diplom¨¢tica dominicana ha puesto el foco en el paso previo a que estos adolescentes pasen a engrosar las filas de unas organizaciones que los usan para robar, intimidar e incluso asesinar. Las dos bandas que le preocupan son las m¨¢s poderosas en Madrid: los Dominican Don¡¯t Play y los Trinitarios. En el nombre de ambas aluden a su pa¨ªs y eso, reconoce, puede hacer que se asocie a sus compatriotas con esta criminalidad, a pesar de que hace tiempo que las conocidas como bandas latinas las integran muchas otras nacionalidades, en su mayor¨ªa espa?oles. ¡°Uno de los primeros objetivos es lograr un pacto de no agresi¨®n entre agrupaciones, para eso tenemos que contactar con personas influyentes en ellas, algo que no es tan f¨¢cil...¡±, desliza Bol¨ªvar. En los primeros cinco meses del a?o se produjeron en Madrid cuatro asesinatos en los que v¨ªctima y verdugo eran adolescentes, algunos de ellos a plena luz del d¨ªa o en el centro de la ciudad. En mayo, con el ¨²ltimo de ellos, se temi¨® que las venganzas no tuvieran fin.
Hace tiempo que reclaman una soluci¨®n desde la base, no solo detenciones policiales, cuando muchos de los miembros de bandas ya han llegado a un punto de no retorno. Para ello, la embajada ha dise?ado un plan que implica a asociaciones vecinales y sociales, administraciones espa?olas, juntas de distrito y federaciones deportivas con el objetivo de llegar a este segmento de la poblaci¨®n. Con todo ellos, incluidos representantes policiales, municipales y del Gobierno de la Comunidad de Madrid, han mantenido ya reuniones. Solo le falta presupuesto, algo que espera que llegue el a?o que viene desde su pa¨ªs. ¡°Es un problema complejo, no solo policial, los propios mandos est¨¢n de acuerdo en eso y nos han trasmitido su satisfacci¨®n porque nosotros nos pongamos manos a la obra¡±, indica.
Encima de la mesa de una sala de reuniones de la embajada muestra un completo dossier que encargaron a una asesora dominicana afincada en Espa?a sobre la comunidad del pa¨ªs en Madrid y sobre los episodios violentos ocurridos en los ¨²ltimos a?os. ¡°Son j¨®venes, muchos nacidos ya en Espa?a, que no se sienten ni de Rep¨²blica Dominicana, ni de Espa?a. Est¨¢n en un limbo en el que sienten que nadie se preocupa de ellos¡±, apunta Bol¨ªvar. En el proyecto tambi¨¦n embarcaron a Katia N¨²?ez, una antrop¨®loga, tambi¨¦n dominicana, que convivi¨® durante meses con miembros de una y otra banda para tratar de explicar el fen¨®meno y qu¨¦ atrae a los j¨®venes a estos grupos. El informe incluye a todos los actores implicados, las necesidades econ¨®micas y log¨ªsticas para arrancar y ya ha llegado a manos del Gobierno dominicano, que ha dado el visto bueno.
Los ¡°ni?os de la llave¡±
El embajador conoce a fondo la realidad de su comunidad en Espa?a, donde residen 200.000 compatriotas, la gran mayor¨ªa en Madrid. ¡°A principios de los a?os dos mil se produjo el gran grueso de migraci¨®n, la mayor¨ªa mujeres que vinieron a trabajar a las casas y cuando pudieron fueron trayendo a sus hijos o los tuvieron aqu¨ª. Todav¨ªa hoy el porcentaje de migraci¨®n femenina est¨¢ alrededor del 70%¡±, apunta. ¡°A muchos de estos ni?os yo los llamo ni?os de la llave, porque sus madres trabajan tanto que ellos salen y entran de casa como quieren y as¨ª es como bajan a la cancha, a los parques... Como dijo la presidenta Ayuso, los miembros de estas agrupaciones juveniles [el t¨¦rmino que prefiere utilizar ¨¦l en lugar de bandas] son ya tan espa?oles como cualquiera¡±, reconoce¡±.
El equipo del embajador est¨¢ en conversaciones para que les cedan locales a trav¨¦s de los que implantar este plan. ¡°Pero en los barrios, no nos sirve de nada tener una sede en Serrano¡±, puntualiza. Seg¨²n sus estad¨ªsticas, m¨¢s de la mitad de los dominicanos residentes en Madrid viven en los barrios m¨¢s vulnerables de la capital. ?l mismo, para sorpresa de sus compatriotas, ha pisado esas canchas en las que pasan una gran parte de su tiempo los j¨®venes dominicanos y tambi¨¦n donde las bandas pescan a sus nuevos reclutas: ¡°Ellos necesitan saber que les importan a alguien, tenemos la obligaci¨®n como pa¨ªs de prestarles atenci¨®n, porque es una inversi¨®n en nosotros mismos¡±.
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