A la Comunidad de Madrid se le multiplican las huelgas sanitarias. Primero, la de las urgencias de Atenci¨®n Primaria, programada a partir del 25 de octubre. Y, tres d¨ªas despu¨¦s, la de las urgencias del hospital Infanta Sof¨ªa, que de tanto llenar el vaso de agua, se ha derramado. ¡°Empezamos a temer por la seguridad de los pacientes¡±, asegura Marina Parras, urgenci¨®loga desde hace 21 a?os y delegada sindical de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts). La gota que ha hecho colapsar el sistema de este centro de San Sebasti¨¢n de los Reyes, en el norte de Madrid, ha sido la falta de efectivos. Llevan avisando desde 2018, aunque el grito de socorro se escuch¨® especialmente este verano, cuando denunciaron que hac¨ªan turnos con la mitad de los m¨¦dicos necesarios, y que el estr¨¦s y la depresi¨®n se hab¨ªa apoderado de la mayor¨ªa de los sanitarios, cada vez con m¨¢s bajas por enfermedad. Once a la vez en julio. Eso, cuando no se autodesped¨ªan, como han hecho 14 en el ¨²ltimo a?o, cinco de ellos desde el pasado agosto. El resto, una plantilla formada ahora por 32 urgenci¨®logos fijos y nueve con contratos exclusivamente para las guardias, ha decidido gastar una ¨²ltima bala antes de ponerse a buscar otro trabajo: a partir del 28 de octubre ir¨¢n a la huelga. Luego ya se ver¨¢. ¡°No hay soluci¨®n¡±, sentencia Parras.

La situaci¨®n de las urgencias del hospital es dantesca. Tanto, que la gerencia escribi¨® el jueves pasado por la tarde a siete personas que libraban el fin de semana para que fueran a cubrir huecos. ¡°Nos lo dicen con menos de 24 horas de antelaci¨®n y nos piden que vayamos. Yo, cuando hay una incidencia gorda, no hace falta que me digan nada. Si se cae un avi¨®n, voy. Con la pandemia, voy. Con un atentado, voy. Pero no hab¨ªa ninguna incidencia especial, simplemente nos piden que vayamos porque no cubren los turnos. Era el ¨²nico fin de semana que libr¨¢bamos en todo el mes. Esto no puede continuar as¨ª. No podemos m¨¢s, por nosotros y por los pacientes¡±, lamenta Parras, que recuerda que la gerencia del hospital les ha dicho en diferentes reuniones que ¡°la situaci¨®n ya es conocida por la direcci¨®n m¨¦dica y se tiene que sacar adelante el servicio con la plantilla que hay¡±.

La Comunidad de Madrid todav¨ªa no ha respondido si piensa reforzar de alguna manera el servicio. ¡°La atenci¨®n en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Infanta Sof¨ªa se est¨¢ prestando con normalidad. Los pacientes son atendidos por criterios de prioridad cl¨ªnica, en funci¨®n de su gravedad y patolog¨ªa¡±, se ha limitado a decir un portavoz, sin especificar si los profesionales son suficientes o no. ¡°Actualmente, hay tres bajas m¨¦dicas, dos de ellas cubiertas¡±. Los datos del planillo de trabajo, sin embargo, muestran que hay cinco m¨¦dicos de baja, dos de ellos cubiertos con contratos de sustituci¨®n.

La ca¨ªda en desgracia de las urgencias de este hospital no es nueva, aunque tampoco ha sido siempre as¨ª. El Infanta Sof¨ªa naci¨® en 2008 y se convirti¨® en una de las ni?as bonitas del Gobierno regional, entonces gobernado por Esperanza Aguirre. Amplio, moderno, en una zona en expansi¨®n al norte de la regi¨®n, iba a convertirse en uno de los centros de referencia. Llegaban m¨¦dicos j¨®venes, con una carrera por delante. La poblaci¨®n asignada al centro por aquel entonces era de 269.249 pacientes. Y la previsi¨®n era que aumentase de la mano de los planes urban¨ªsticos de la zona.

Pero los buenos tiempos se torcieron pronto. Los sanitarios apuntan que el declive comenz¨® cuando cal¨® la idea del exconsejero de Sanidad Manuel Lamela de que el futuro se encontraba en el modelo de gesti¨®n sanitaria p¨²blico-privada, que afectaba directamente a varios hospitales, entre ellos el Infanta Sof¨ªa. Una idea que recogi¨® su sustituto en el puesto, Juan Jos¨¦ G¨¹emes, y que defendi¨® tambi¨¦n Javier Fern¨¢ndez-Lasquetty, actual consejero de Hacienda. Pero aquel proyecto se trunc¨® y se paraliz¨® tras la marea blanca. El hospital sigui¨® funcionando como p¨²blico y el equipo de urgencias consigui¨® en 2012 el premio al mejor servicio de Madrid. Parec¨ªa que todo iba sobre ruedas.

Pero las previsiones se hicieron realidad. La poblaci¨®n creci¨® hasta 333.756 habitantes contabilizados en 2021, mientras que la plantilla es pr¨¢cticamente la misma que en 2008. En urgencias, de hecho, ha pasado de 28 a 32 adjuntos, cuatro contrataciones gracias a la pandemia, con personal que ya trabajada all¨ª mismo con contratos temporales. ¡°Es el centro con menor presupuesto anual (172 millones de euros) y con menos facultativos (384) de todos los hospitales gemelos como el Infanta Leonor (205 millones y 534 facultativos), aunque tenga m¨¢s poblaci¨®n asignada (333.756 frente a 312.000)¡±, explica el sindicato Amyts en un comunicado.

La situaci¨®n empez¨® a complicarse de verdad antes de la pandemia, hace tres a?os, cuando las urgencias contaban ya de forma permanente con un facultativo menos asignado todos los fines de semana, es decir, hab¨ªa ocho de guardia, cuando lo recomendado por las camas asignadas y la poblaci¨®n atendida es de nueve. ¡°Esto obliga a que los facultativos tengan que hacer entre cinco y nueve guardias, con dos fines de semana m¨ªnimo al mes. Algo que supone una clara vulneraci¨®n de las instrucciones de la propia Consejer¨ªa sobre el descanso obligatorio¡±, lamenta Amyts.

Ca¨ªda en picado tras la pandemia

Con la pandemia, la cuerda se estir¨® al m¨¢ximo. Trabajaron m¨¢s que nunca. Los turnos dejaron de ser turnos y las horas de trabajo se multiplicaron. Y cuando la situaci¨®n sanitaria se relaj¨® y la suya en particular se mantuvo por la falta de efectivos, las bajas por estr¨¦s y depresi¨®n empezaron a hacerse una realidad en su d¨ªa a d¨ªa. En verano los turnos se sacaron con la mitad de sanitarios necesarios. Llegaron los autodespidos. En total, el servicio de Urgencias del Hospital Infanta Sof¨ªa ha sufrido la p¨¦rdida de 14 facultativos eventuales.

La situaci¨®n toc¨® fondo en julio y agosto, cuando los m¨¦dicos hablaron en medios de comunicaci¨®n como este peri¨®dico. ¡°A este contexto hay que a?adirle un incremento, en el ¨²ltimo a?o, de la presi¨®n que tiene que ver con el cierre de las urgencias de Atenci¨®n Primari (SUAP), el d¨¦ficit de los centros de salud y la larga lista de espera en consultas de especializada. Todo esto est¨¢ provocando una huida masiva del Hospital Infanta Sof¨ªa: desde noviembre del 2021 hasta el 1 de junio de 2022 se han perdido hasta nueve profesionales con destino a otros servicios de Urgencias de la Comunidad de Madrid con mejores condiciones¡±, lamenta la urgenci¨®loga Itziar Fortuny.

La huelga de las urgencias del Infanta Sof¨ªa llega en un momento en que la sanidad de la Comunidad de Madrid se encuentra en entredicho. Se suma a la de las urgencias de Atenci¨®n Primaria, prevista para el 25 de octubre, porque el plan de la consejer¨ªa de sanidad consiste en abrir los 78 puntos de atenci¨®n continuada (PAC) que hab¨ªa antes de la pandemia (formados por los 41 Servicio de Atenci¨®n Rural y los 37 SUAP), pero con casi la mitad de la plantilla. Y se suma tambi¨¦n a la dimisi¨®n de la gerente de Atenci¨®n Primaria, Sonia Mart¨ªnez Machuca, por ¡°razones de salud¡± y porque ¡°ha decidido que no es el mejor momento para estar al frente del problema m¨¢s grave que tiene la Consejer¨ªa de Sanidad¡±, seg¨²n palabras del viceconsejero Fernando Prados Roa.

Desde julio, ha habido seis salidas y ocho cambios en la Consejer¨ªa de Sanidad. A la renuncia de Mart¨ªnez Machuca se ha unido un proceso de examen a los gerentes de todos los hospitales p¨²blicos de la regi¨®n, seg¨²n documentaci¨®n a la que ha accedido EL PA?S. En ese contexto, la Comunidad ha decidido prescindir del gerente del hospital Cl¨ªnico San Carlos, que llevaba 21 a?os en el cargo, y tambi¨¦n del gerente del Gregorio Mara?¨®n. Y a?aden ahora desde Amyts: ¡°Mientras, siguen ah¨ª el gerente del Infanta Sof¨ªa, que se carg¨® las urgencias del hospital del Tajo, y la directora m¨¦dica, que se carg¨® las urgencias de Alcorc¨®n. Es la tormenta perfecta¡±.

Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.