La doctora Mar Noguerol llevar¨¢ a la Comunidad de Madrid a los tribunales por expedientarla 10 meses sin empleo y sueldo
La Administraci¨®n desestima el recurso de alzada de la m¨¦dica de familia y directora del centro de salud de Cuzco por haber realizado supuestos contratos irregulares, algo que ella niega
La doctora Mar Noguerol esperaba que la Comunidad de Madrid desestimara el recurso de alzada que hab¨ªa presentado para evitar que la sancionaran 10 meses sin empleo y sueldo, aunque albergaba cierta esperanza. Pero esa ilusi¨®n qued¨® reducida a cenizas cuando el pasado 31 de octubre recibi¨® la respuesta de la Administraci¨®n: manten¨ªa su decisi¨®n y podr¨¢ ser efectiva en cualquier momento. Noguerol, de 62 a?os, es la directora del centro de salud de Cuzco, en Fuenlabrada, al sur de Madrid, donde trabaja como m¨¦dica de familia desde hace 25 a?os y est¨¢ al mando desde hace seis. Tambi¨¦n es una de las caras m¨¢s conocidas de la defensa de la sanidad p¨²blica desde hace una d¨¦cada, cuando explot¨® la marea blanca que consigui¨® frenar la privatizaci¨®n de la gesti¨®n de la sanidad madrile?a. Protagoniz¨® un discurso en la puerta de su centro de salud que se hizo viral a finales de 2021, cuando contest¨® a la presidenta Isabel D¨ªaz Ayuso por deslizar que los sanitarios no arrimaban el hombro. Y un mes despu¨¦s de esa an¨¦cdota, cay¨® sobre su cabeza como una losa un expediente disciplinario que ella llama un ¡°castigo ejemplarizante¡± que atenta contra ¡°la libertad de expresi¨®n¡±, porque ¡°lo m¨¢s grave de todo¡±, dice, es que puede despojarla de su plaza ¡°para siempre¡±.
Apoyos no le faltan. El Colegio de M¨¦dicos de Madrid (Icomem) ha elaborado un informe jur¨ªdico en el que solicita la anulaci¨®n de la sanci¨®n por no ajustarse a derecho. El pasado verano se organizaron varias manifestaciones en su defensa en Madrid, algunas bastante numerosas. Tambi¨¦n ha conseguido que 130 directores firmaran una carta de apoyo y pidieran un consejo extraordinario que tambi¨¦n se ha desestimado. Y que se entregaran 4.500 firmas en la Direcci¨®n General de Recursos Humanos para que la Administraci¨®n diera carpetazo a una sanci¨®n que nadie entiende. Pero lo entiendan o no, sigue adelante. Y ella anuncia que se ver¨¢n las caras en los tribunales. ¡°El siguiente paso es lo contencioso-administrativo y es lo que voy a hacer¡±, anuncia. Un portavoz de la Consejer¨ªa de Sanidad reitera lo mismo que en julio: no van a comentar nada al respecto, porque es ¡°un expediente de un profesional¡±.
Antes de que el Gobierno regional pueda atacar poniendo sobre la mesa datos personales de Nogueral, como ha ocurrido con la sanitaria agredida en Guadarrama, ella se adelanta. S¨ª, form¨® parte de las listas de Unidas Podemos en Fuenlabrada en 2019, aunque aceptara ocupar el ¨²ltimo lugar de aquella lista y siempre como independiente. No se arrepiente, aunque sabe que ese dato puede ser utilizado en su contra. Ella insiste en que todo el mundo, tambi¨¦n los profesionales m¨¦dicos, tienen derecho a tener su propia ideolog¨ªa, sin que eso signifique que tengan que sufrir una especie de vendetta. ¡°Nuestra ideolog¨ªa no est¨¢ en cuesti¨®n, sino el dar o no la calidad asistencial a los pacientes¡±, defiende. ¡°De eso se trata, de defender la sanidad p¨²blica por encima de todo, el derecho de todos los ciudadanos a ser atendidos. A qui¨¦n votemos cada uno deber¨ªa ser secundario y no motivo para que te pongan en la diana. No s¨¦ si la se?ora Ayuso nos quiere quitar a los m¨¦dicos la libertad de tener ideas y de voto, adem¨¢s de la de trabajar dignamente¡±.
En esta ocasi¨®n ella supuestamente se encuentra en esa diana por unas contrataciones que la Administraci¨®n le acusa de haber hecho irregularmente. ¡°Nosotros no podemos contratar a nadie. Eso lo hace Recursos Humanos. Nosotros proponemos y ellos contratan¡±, insiste ella, como explic¨® el verano pasado. Y as¨ª ha sido siempre, seg¨²n la normativa de recursos humanos de la Comunidad de Madrid, hasta que las normas cambiaron. ¡°De la noche a la ma?ana. Y verbalmente¡±, matiza ella.
La pol¨¦mica
Hasta abril de 2021, las bajas de corta duraci¨®n (las que se producen por una enfermedad que provoca huecos durante una semana, o 10 d¨ªas, por ejemplo, como la covid en su momento) se supl¨ªan cuando el centro propon¨ªa un suplente. Entonces la Direcci¨®n General de Recursos Humanos recog¨ªa el guante y contrataba a la persona propuesta. ¡°As¨ª pod¨ªamos proponer a alguien que ya conociera el centro, que sumara y que no fuera una carga para el funcionamiento. Y m¨¢s en una de las olas de covid, como est¨¢bamos¡±, explica. Porque para bajas cortas, lo ideal era que la persona que llegara se integrara r¨¢pido al funcionamiento diario.
En abril del a?o pasado el funcionamiento cambi¨®. Ella propuso a un candidato para cubrir una baja de un administrativo y el Gobierno regional dijo que no, que las normas hab¨ªan cambiado y que ahora se mandaba a alguien de la bolsa de trabajo. ¡°Entonces renunci¨¦ a la suplencia. Me supon¨ªa m¨¢s carga tener que ense?ar a alguien, con todo la que ten¨ªamos encima, en la quinta ola del covid¡±, aclara. Poco despu¨¦s, en junio, pas¨® algo similar. Propuso un suplente, Sanidad mand¨® a otra persona y en esta ocasi¨®n s¨ª la acept¨®: ¡°Est¨¢bamos con los cambios de agendas, pas¨¢bamos de dar todas las citas telef¨®nicas a las presenciales y era muy necesario¡±. Y se acab¨® el problema. No sin antes protestar. Porque Noguerol no entend¨ªa por qu¨¦ impon¨ªan un criterio cuando el funcionamiento del centro flu¨ªa m¨¢s f¨¢cilmente cuando esas suplencias cortas las realizaban personas que ya conoc¨ªan los mecanismos y el lugar de trabajo. Tiempo despu¨¦s, tras las quejas generalizadas de todos los directores, la Administraci¨®n les dio la raz¨®n, aunque indirectamente, y la norma volvi¨® a su estado original.
La sorpresa lleg¨® en enero pasado con la apertura del expediente por haber realizado contrataciones ¡°irregularmente¡±. Ella hizo alegaciones y present¨® testigos. Pero lo denegaron. Volvi¨® a presentar alegaciones. Volvieron a denegar. Hasta que el 22 de junio se enter¨® de la aplicaci¨®n de un expediente que conlleva la suspensi¨®n de empleo y sueldo durante 10 meses y se derrumb¨®. ¡°Adem¨¢s de directora de un centro, soy m¨¦dico, amo la medicina y a mis pacientes y esto significar¨ªa perder mi plaza¡±, lamenta una doctora que aspira a jubilarse a los 67 a?os. ¡°Si me dejan...¡±, suspira una mujer que en 25 a?os en Cuzco solo ha estado de baja cuando pari¨® a su hija, por una intervenci¨®n quir¨²rgica, un desprendimiento de retina y una neumon¨ªa bilateral por la que estuvo ingresada cuando se contagi¨® de covid. ¡°Para que luego digan que somos unos vagos¡±, lamenta.
La ola de empat¨ªa que ha generado la figura de Noguerol traspasa ya a la profesi¨®n m¨¦dica. Ha sido siempre una mujer que ha llevado la lucha por bandera. Naci¨® en Ja¨¦n en el seno de una familia trabajadora que sac¨® adelante a tres hijas. Se mud¨® a Madrid cuando ten¨ªa meses de vida y se independiz¨® a los 18 a?os, cuando se quer¨ªa comer el mundo y defender derechos que en la sociedad reci¨¦n salida del franquismo todav¨ªa no eran derechos. Se mud¨® a Bilbao, trabaj¨® como administrativa, comparti¨® piso con Yolanda Gonz¨¢lez, la joven militante del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) de 19 a?os asesinada en 1980 por el comando fascista Fuerza Nueva, y se salv¨® de aquello de milagro. Por no estar en casa. A los 23 a?os decidi¨® que quer¨ªa darle un vuelco a su vida y dedicarse a la medicina, que la apasionaba, y mientras trabajaba para vivir, estudiaba. Y mientras trabajaba para vivir y estudiaba, se sac¨® unas oposiciones de administrativa. Por si acaso. Acab¨® la carrera, estudi¨® la residencia en Asturias y cuando todav¨ªa no hab¨ªa terminado, volvi¨® a presentarse a unas oposiciones, en este caso para ejercer de m¨¦dico de familia. Las aprob¨®, se mud¨® a Fuenlabrada y ah¨ª ha visto crecer a su familia y ha generado v¨ªnculos insondables con sus vecinos y pacientes, que ahora no dudan en salir a la calle para defenderla.
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