La vida sigue igual el primer d¨ªa sin huelga en las urgencias de Villaverde: ¡°Lo siento, los enfermeros no podemos recetar¡±
En el acuerdo entre la Comunidad de Madrid y el sindicato de m¨¦dicos, que desconvoca los paros, ganan y pierden todos: los centros rurales se salvan y mejoran los horarios, pero 29 puntos seguir¨¢n sin facultativos
Nada m¨¢s meter la llave en la cerradura, una mujer toca la espalda del hombre de uniforme: ¡°Disculpe, ?me pueden atender? Es que ped¨ª cita en mi centro de salud, pero hasta el jueves no me ven y me he puesto peor¡±. Se dirige al enfermero de guardia en las urgencias extrahospitalarias de Villaverde, un distrito del sur de Madrid. Es viernes, son las cinco de la tarde y ¨¦l acaba de abrir el centro. ¡°No sabemos si habr¨¢ m¨¦dico o no. ?Pod¨¦is esperar un ratito a ver si viene?¡±, le explica el profesional sanitario. Por el momento, solo est¨¢n ¨¦l, una celadora y otra enfermera a la que han avisado a ¨²ltima hora para incorporarse al turno. Tres horas despu¨¦s, sigue sin haber m¨¦dico y es poco probable que llegue, porque en el centro 24 horas de Villaverde, o servicio de urgencias de atenci¨®n primaria, como se ha llamado hasta ahora, como en muchos otros de la capital, hace ya semanas que no lo hay. La novedad de este viernes es que es el primer d¨ªa, desde el pasado 7 de noviembre, en el que no hay huelga de m¨¦dicos.
¡°Ya ves, cinco y cuarto y me acaban de llamar solo para decirme que me volver¨¢n a llamar si hay un m¨¦dico disponible¡±, se queja el enfermero. No quiere dar su nombre, y sus compa?eras tampoco. Tienen ¨®rdenes de la administraci¨®n de no hacer declaraciones y temen represalias si las desobedecen. En la entrada, todav¨ªa hay pegados dos carteles, ya descoloridos, de las protestas vecinales de este verano para que reabrieran las urgencias extrahospitalarias, cerradas en la primera ola de la pandemia. ¡°Urgencias cerradas. Tu salud vendida¡±, rezan. Reabrieron, dos a?os despu¨¦s, pero con la mitad de personal. Por eso, el sindicato de m¨¦dicos (Amyts), el mayoritario en el sector, convoc¨® una huelga indefinida: ped¨ªan que el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso revocara el plan de reapertura propuesto, sin facultativos en los 80 centros reabiertos, y que ha finalizado este jueves con un acuerdo entre ambas partes.
Los m¨¦dicos ¡°han salvado¡± los antiguos Servicios de Atenci¨®n Rural (SAR), que con el plan impuesto por la Consejer¨ªa de Sanidad estaban, seg¨²n el sindicato, en peligro de extinci¨®n, ya que se quedaban, con suerte, con un solo m¨¦dico. De hecho, muchos hab¨ªan cerrado por primera vez desde que se abrieron en 2005 por falta de personal. Ahora habr¨¢ equipos que volver¨¢n a funcionar por autogesti¨®n, aunque con un n¨²mero menor que antes de que echara a andar esta reorganizaci¨®n el pasado 27 de octubre. Las condiciones laborales tambi¨¦n han mejorado: en lugar de entrar a las tres o cinco de la tarde, lo har¨¢n en su mayor¨ªa a las nueve de la noche, como antes del conflicto. Y volver¨¢n a hacerse cargo de las noches, los fines de semana y los festivos, a cambio de compatibilizar su trabajo con su vida personal.
Pero no todo han sido ganancias. Se han quedado en un limbo 29 centros, como el de Villaverde: la Consejer¨ªa de Sanidad asegura que se abrir¨¢n igualmente, aunque con personal de enfermer¨ªa. Lo cierto es que ese detalle todav¨ªa est¨¢ en discusi¨®n, ya que esa cuesti¨®n formar¨¢ parte de las negociaciones de la mesa sectorial, donde tambi¨¦n participan el resto de sindicatos que no formaban parte del comit¨¦ de huelga (Satse, CC OO, CSIT UP y UGT).
Marta Jim¨¦nez, de 78 a?os y vecina de Villaverde, se ha acercado al centro una hora despu¨¦s de que abriera. ¡°?Esto va a continuar as¨ª o lo van a cerrar?¡±, pregunta. Le responden que no lo saben, pero que en principio se va a quedar como est¨¢. Sin m¨¦dico. ¡°Ya pod¨ªan abrirlo como antes, que funcionaba bien. Los vecinos estamos muy cansados. Y en los centros de salud te dan cita para dios sabe cu¨¢ndo. Lo mismo en el hospital¡±, critica. Y se va. Entre las cinco y las ocho y media de la tarde, siete personas entran en la sala de espera del centro y a ninguna se le puede atender.
Primero, llegan una mujer mayor y su marido. Ella se ha ca¨ªdo y casi no puede caminar. Pero al entrar al centro se lleva una sorpresa. ¡°Nosotros no podemos atenderla. Somos enfermeros y celadores, vaya al centro de salud¡±, le dicen los sanitarios. Despu¨¦s, aparece un chico joven, al que le dol¨ªa una muela y se agarraba la mand¨ªbula con fuerza: ¡°Me duele mucho, denme algo¡±. De nuevo: ¡°Lo siento, los enfermeros no tenemos la potestad de recetar¡±, le contestan. A los pocos minutos, se acerca una chica llorando y con un pa?uelo en la mano. Necesita un parte de lesiones, pero sin el m¨¦dico, los profesionales tampoco pueden hacer nada. Y as¨ª ocurre con todos. Hasta las nueve de la noche les remiten al centro de salud Los ?ngeles, pero a partir de esa hora cualquier urgencia tendr¨¢ que ser derivada al hospital.
Es lo que ha ocurrido con Sergio. Ha entrado tambale¨¢ndose, con una herida ensangrentada en la frente, una mochila a la espalda y la mirada perdida.
¨DTengo dos costillas rotas, ya no puedo m¨¢s.
¨D?Se ha ca¨ªdo usted?
¨DS¨ª, en el metro.
Se mira las manos, murmura, se tapa los ojos y baja la cabeza. Lo pasan a la consulta para explorarle el torso y limpiarle la herida. Tarda poco en salir, y le explican que ya han llamado a la ambulancia y que vendr¨¢ a recogerlo. Su voz suena ¨¢spera y tose a ratos. Una de las enfermeras sale de vez en cuando para comprobar si est¨¢ bien, y estira el cuello para ver si ya ha llegado la ambulancia. A la media hora por fin se ve la luz amarilla de la sirena y todos respiran aliviados. No ha pasado nada, pero los profesionales se lamentan de lo que pueda pasar cuando s¨ª ocurra algo grave y no haya un m¨¦dico presente.
La postura de Amyts al respecto sigue siendo la misma desde que comenzaron las negociaciones: quiere que todos los centros que tengan la denominaci¨®n de urgencias extrahospitalarias est¨¦n bien dotados de personal de las tres categor¨ªas (m¨¦dicos, enfermeras y celadores). Esa parte se ha conseguido con el acuerdo, aunque solo en 49 centros, y con algo menos de dotaci¨®n en cada SAR, ya que antes, de media, contaba con unos seis m¨¦dicos cada uno. Ahora pasar¨¢n a cuatro o cinco. A cambio, ha conseguido aglutinar de nuevo a los m¨¦dicos, garantizar que los centros rurales se sigan autogestionando, aunque peor que antes, y que los horarios vuelvan a su estado original.
La Comunidad tambi¨¦n gana
La Administraci¨®n tambi¨¦n ha ganado y perdido por el camino. Ha renunciado a su modelo del 1-1-1, que consist¨ªa en romper los grupos formados hasta ahora en los SAR y que los 80 centros tuvieran un m¨¦dico, una enfermera y un celador, como hab¨ªa prometido una y otra vez la presidenta Ayuso. Pero lo cierto es que durante las ¨²ltimas semanas ya hab¨ªa asumido que la falta de m¨¦dicos le obligaba a reestructurar su plan original. Por eso, ya estaba sobre la mesa la opci¨®n de abrir 49 centros con m¨¦dicos y el resto con enfermeras. A lo que s¨ª le ha obligado el pacto que se firm¨® este jueves para desconvocar la huelga ha sido a renunciar a desmembrar los SAR y a aceptar que m¨¦dicos del Summa 112 puedan pasar a atenci¨®n primaria de forma voluntaria (previa negociaci¨®n para evitar un aluvi¨®n de peticiones). Eso s¨ª, mantiene su nuevo modelo y la posibilidad de dejar 29 centros en manos de las enfermeras.
Por el camino se han quedado varios modelos y ning¨²n implicado contento del todo. Lo que ha conseguido Amyts alivia la situaci¨®n de los m¨¦dicos de los SAR desplazados por obligaci¨®n en las ¨²ltimas semanas, pero asume que el resultado es peor que lo que ten¨ªan antes de que se pusiera en marcha toda la reestructuraci¨®n. Tambi¨¦n queda la sensaci¨®n de que el primer plan presentado en junio para reestructurar las urgencias extrahospitalarias, que consist¨ªa en dejar igual los SAR y abrir solo 17 Urgencias de Atenci¨®n Primaria (SUAP) de los 37, siete de ellos sin m¨¦dico, era mejor para las condiciones de los m¨¦dicos y los ciudadanos que el actual. Ahora habr¨¢ 29 centros sin m¨¦dico, y no siete, y se han perdido 30 facultativos que ya han renunciado a su puesto de trabajo.
A las nueve de la noche, el reloj de la sala de espera del centro de Villaverde todav¨ªa marca las cinco y cuarto pasadas. Es como si el tiempo se hubiera detenido. O as¨ª lo sienten los dos enfermeros y la celadora, nada ha cambiado y no parece que vaya a hacerlo. En el acuerdo entre la Comunidad de Madrid y el comit¨¦ de huelga ¨Dformado por representantes del sindicato m¨¦dico Amyts y facultativos afectados¨D para desconvocar los paros de los doctores que trabajaban en las urgencias extrahospitalarias han ganado y perdido todas las partes. ¡°Es lo que tienen las negociaciones, que no siempre te dan el 100%¡±, ha admitido ?ngela Hern¨¢ndez, secretaria general de Amyts, presente en los encuentros.
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