Un juez manda a la c¨¢rcel en plena sala a siete acusados de una banda juvenil antes de dictar sentencia por el asesinato de un menor en Madrid
Este juicio contra nueve supuestos trinitarios es el primero en el que los miembros de una organizaci¨®n de este tipo se enfrentan a prisi¨®n permanente revisable
El juicio a nueve supuestos miembros de la banda juvenil de los Trinitarios por el asesinato de un menor en una plaza en Madrid en 2016 acab¨® este lunes con siete de los acusados detenidos y engrillados en plena sala de la Audiencia Provincial en una decisi¨®n poco com¨²n. Al t¨¦rmino de la vista oral, el juez dict¨® orden de ingreso en prisi¨®n para seis procesados que durante todos estos a?os han estado en libertad a la espera de juicio. A uno ya lo hab¨ªa mandado a la c¨¢rcel el segundo d¨ªa de vista y a otros dos los dej¨® en libertad hasta que se dicte sentencia. A la sede judicial tuvieron que acudir miembros de la Unidad de Intervenci¨®n Policial (los conocidos como antidisturbios) y de la Unidad de Prevenci¨®n y Reacci¨®n (UPR), para colaborar en la detenci¨®n y traslado de varios de los acusados a su nuevo destino: la c¨¢rcel. ¡°Se avis¨® a una dotaci¨®n extraordinaria de polic¨ªa tanto en el interior como el exterior de la Audiencia para prevenir posibles altercados y porque eran muchos detenidos¡±, confirman fuentes judiciales.
Se trata del primer proceso en Espa?a por el que los supuestos miembros de una banda se enfrentaban a prisi¨®n permanente revisable por un crimen. La Fiscal¨ªa y la acusaci¨®n piden esta pena para cuatro de los acusados por el delito de asesinato y porque se considera probada su pertenencia a la banda de los Trinitarios. Para los otros cinco, se solicita hasta 32 a?os de prisi¨®n por el crimen, pero no la prisi¨®n permanente porque no est¨¢ suficientemente acreditado que fueran integrantes activos de los Trinitarios.
En septiembre de 2016, seg¨²n el relato de la Fiscal¨ªa, los nueve acusados se encontraban en la plaza de Mar¨ªa Paz Unciti, en Puente de Vallecas, acompa?ados de otros cinco menores, cuando atacaron de forma premeditada a integrantes de otra banda rival, los ?etas. Como es habitual en ese tipo de situaciones, miembros de uno y otro grupo se abalanzaron contra sus enemigos armados con machetes, botellas de vidrio y cuchillos. En el enfrentamiento se escucharon gritos como ¡°?Patria!¡± o ¡°?Fucking ?etas!¡±. En la reyerta, un menor supuesto miembro del grupo rival, Richard, recibi¨® un navajazo en los ri?ones y acab¨® falleciendo.
La decisi¨®n de enviar a los acusados a prisi¨®n una vez acabada la vista oral, pero antes de la sentencia, ¡°no es en absoluto habitual, aunque perfectamente reglamentaria¡±, aseguran fuentes judiciales. ¡°En este caso lo solicit¨® la acusaci¨®n particular por la gravedad de los hechos y se adhiri¨® la Fiscal¨ªa¡±, a?aden estas fuentes. En el momento en el que el magistrado anunci¨® su dictamen y los polic¨ªas procedieron a engrillar a los acusados para trasladarlos inmediatamente a prisi¨®n, aument¨® la tensi¨®n entre los familiares y allegados, pero no lleg¨® a producirse ning¨²n altercado.
Aunque en la Audiencia Provincial hay polic¨ªas y personal de seguridad, se hizo necesaria la presencia de refuerzos. ¡°No esperaban llegar libres y salir en el furg¨®n policial, especialmente cuando hab¨ªan estado en la calle desde que sucedi¨® todo¡±, comentan testigos indirectos de la situaci¨®n.
El Ministerio P¨²blico solicita la prisi¨®n permanente revisable para cuatro de ellos porque la ley contempla que se podr¨¢ pedir en los ¡°asesinatos cometidos por miembros de un grupo u organizaci¨®n criminal¡±. Diversas sentencias acreditan que los Trinitarios constituyen una organizaci¨®n criminal por la jerarqu¨ªa con la que operan y las reglas que les unen. Por eso, la clave de esta resoluci¨®n judicial y de que se les condene a la permanente revisable ser¨¢ que se haya acreditado de forma irrefutable que eran integrantes de esta banda. Entre aquellos que se enfrentan a esta condena se encuentra el supuesto l¨ªder apodado Tyson, pero tambi¨¦n sus compa?eros Pl¨¢tano, Solitario Dady y Aldo.
Durante la vista oral, que se ha prolongado una semana, los acusados han estado acompa?ados de sus novias y familiares. Siete de los procesados se negaron a declarar y dos apenas contestaron con monos¨ªlabos. Uno de ellos no se present¨® el primer d¨ªa del juicio. Todos los testigos pidieron declarar tras un biombo por miedo a las represalias de los acusados.
En el juicio declararon polic¨ªas de la Brigada de Informaci¨®n especializados en bandas que narraron las incontables identificaciones y detenciones de los condenados en reyertas relacionadas con bandas juveniles. En algunas de ellas, los procesados eran los que perpetraban el delito, pero en otras, fueron las v¨ªctimas de sus rivales. Es el vaiv¨¦n constante de este tipo de organizaciones en las que un crimen viene seguido de una venganza. En el caso del asesinato de Richard, poco despu¨¦s se produjo un tiroteo en una cancha de Vallecas en lo que se piensa que fue la respuesta a ese crimen.
Durante la vista tambi¨¦n se expuso la navaja desplegable con restos de ADN de uno de los acusados que se hall¨® poco despu¨¦s de crimen en un arbusto, as¨ª como un cuchillo de cocina con mango marr¨®n que se encontr¨® en una escalera cercana a donde cay¨® Richard. En otro arbusto se hall¨® un machete con huellas de otros dos procesados y otro m¨¢s con restos de sangre de otro de los que esta semana se han sentado en el banquillo.
Para los est¨¢ndares actuales de las bandas juveniles, este no es un grupo de acusados normal. Normalmente los detenidos y procesados ahora no superan los 25 a?os y, de hecho, el n¨²mero de menores identificados como miembros de estas organizaciones por la polic¨ªa se ha doblado en los ¨²ltimos a?os. Aqu¨ª, uno de los acusados tiene 30 a?os, una edad en la que los integrantes de bandas ya han dado el salto al crimen organizado, han conseguido que la banda les permita abandonar esa vida o bien han fallecido en enfrentamientos con los rivales.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.