El turno de las enfermeras para avivar el conflicto sanitario en Madrid: ¡°No sin mi m¨¦dico¡±
Las profesionales de urgencias se movilizan y critican al Colegio de Enfermer¨ªa y al sindicato Satse por aceptar el acuerdo de la semana pasada con el Gobierno regional
Llega el momento de las enfermeras. El conflicto de las urgencias extrahospitalarias en Madrid est¨¢ lejos de solucionarse, por mucho que el jueves pasado el comit¨¦ de huelga ¨Dformado por el sindicato de m¨¦dicos Amyts y varios facultativos afectados¨D firmara un acuerdo con la Comunidad de Madrid para desconvocar la huelga que afectaba exclusivamente a los m¨¦dicos. Ahora falta por ver, en una nueva negociaci¨®n que corresponde a la mesa sectorial, qu¨¦ pasa con ellas. Si se quedan solas al frente de 29 centros, antiguos Servicios de Urgencias de Atenci¨®n Primaria (SUAP), sin el equipo m¨¦dico, en qu¨¦ condiciones o con qu¨¦ responsabilidad. Si atender¨¢n urgencias o solo cuidados continuados. Si lo har¨¢n de d¨ªa o tambi¨¦n de noche. Y la preocupaci¨®n crece por d¨ªas. Con sus ganas de guerra. Y de que alguien las defienda. Isabel Barrio, Fiona McHardy P¨¦rez, Mar¨ªa Luisa Soldado y Margarita Correa, de 55, 56, 57 y 42 a?os respectivamente, ponen cara y voz a un problema que no se ha resuelto y una queja generalizada en la profesi¨®n: se sienten abandonadas y poco representadas por su principal sindicato y el Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid. Con una carrera extensa a sus espaldas, las cuatro saben lo que deben hacer y lo que no. ¡°No sin mi m¨¦dico¡±, repiten. Y no van a parar hasta que las escuchen.
¡°Como no hay m¨¦dicos, deciden que dos enfermeras hacen un m¨¦dico. Es absurdo. Podemos abrirlo con fruteros si quieren, as¨ª abrimos 80.000¡±, se queja Barrio, una de las enfermeras de un centro de urgencias de la sierra de Madrid, el de Buitrago del Lozoya. Con m¨¢s de 30 a?os de carrera, plaza fija y despu¨¦s de haberlo pasado ¡°fatal¡± con la pandemia, es ahora cuando se plantea por primera vez dejar su trabajo. Ha estado en las ¨²ltimas semanas sin m¨¦dico con una impotencia y frustraci¨®n que no puede ¡°ni describir¡±. ¡°Me pas¨¦ la tarde pidi¨¦ndoles perd¨®n [a los pacientes], porque no pod¨ªa hacer nada por ellos. Aunque supiera lo que hab¨ªa que hacer, que eso es lo peor, te buscas las vueltas y no estamos para meternos en un l¨ªo, no tengo ning¨²n respaldo legal¡±, lamenta Barrio. Al final, acab¨® derivando a la inmensa mayor¨ªa, incluso con una amigdalitis o infecci¨®n de orina, al hospital. Ella no puede prescribir nada, repite. ¡°Sentimos un abandono absoluto por parte de la Administraci¨®n, un maltrato incre¨ªble. No estamos ni pidiendo dinero, solo tiempo y condiciones para atender a la gente¡±, sostiene.
Barrio explica que la enfermer¨ªa, su profesi¨®n, es una carrera independiente, con un trabajo diferente al de la medicina, aunque ¡°complementario, que da un servicio al paciente de una forma completa¡±. ¡°Ni un m¨¦dico puede trabajar solo, ni una enfermera puede estar sola en una urgencia. Ni con protocolos, ni con legislaci¨®n¡±, insiste. Y el problema de sus demandas, que asegura que son generalizadas, es que no est¨¢n bien representadas. ¡°Satse [el sindicato de enfermer¨ªa] ha firmado acuerdos con la Administraci¨®n en contra de lo que piensa la profesi¨®n, cuando deber¨ªa estar dando la batalla. Pero est¨¢ empe?ado en sacar protocolos, para que nos cubran cuando no tenemos m¨¦dico. Estamos hablando de otra cosa, es la atenci¨®n del paciente. Yo me pongo como usuaria y yo quiero que me vea un m¨¦dico y me coja una v¨ªa una enfermera, no quiero pantallas¡±, reitera, apuntando tambi¨¦n al Colegio de Enfermer¨ªa, al que acusa de haberse puesto ¡°de perfil¡±.
Tanto el Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid como el sindicato Satse defienden su actuaci¨®n ante la Administraci¨®n en defensa de su colectivo, con el argumento de que la clave est¨¢ en determinar si los centros de la discordia son de urgencias o solo de cuidados. Las profesionales apuntan a que el cambio continuo de nombre no es casual, sino una treta. De urgencias extrahospitalarias a Centros Sanitarios 24 horas a Puntos de Atenci¨®n Continuada (PAC) de cuidados. Como si quitar la palabra ¡°urgencias¡±, argumentan, fuera suficiente para que el ciudadano supiera si un centro que est¨¢ abierto de noche y de madrugada no es para atender un infarto, un ictus o cualquier otra patolog¨ªa de gravedad.
Carta al viceconsejero
Mar Rocha, portavoz del Colegio de Enfermer¨ªa de Madrid, hace referencia a una carta que el 17 de noviembre mand¨® al viceconsejero de Sanidad, Fernando Prados Roa, en el que le pide que aclare qu¨¦ funci¨®n tendr¨¢n exactamente esos 29 centros. ¡°Entendemos que se ha hecho con premura, aunque tambi¨¦n entendemos que si es un punto de atenci¨®n continuada de cuidados las enfermeras tienen que estar ah¨ª. Deben decidir cu¨¢l es el proceso a seguir y cu¨¢ndo se debe derivar a un paciente¡±, insiste. Eso s¨ª, esos centros deben estar dotados de enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria y formadas en triaje Manchester, el que determina la gravedad de la dolencia de un paciente.
Y, de nuevo, los protocolos. ¡°Los centros de continuidad asistencial, ante la duda de una posible soluci¨®n del proceso, deber¨¢n llamar al Centro coordinador del Summa, para su asesoramiento y seguridad, ya que la llamada es grabada¡±, explica Rocha, tal y como pide el Colegio de Enfermer¨ªa en la carta enviada a Pardos Roa, sin que se haya recibido todav¨ªa una respuesta. Pero esos protocolos, insisten las afectadas, no son suficiente.
Juan Antonio Herv¨¢s, portavoz de Satse, est¨¢ alineado con el Colegio de Enfermer¨ªa y ambas asociaciones apuntan a una soluci¨®n, de nuevo, basada en seguir ¡°lo indicado en el proyecto APADE¡±. Es decir, un listado de determinados procesos de salud para que sean atendidos y resueltos en primera instancia por las enfermeras de los centros de salud. Algo que el colegio admite que puede tener ¡°cierta problem¨¢tica en la prescripci¨®n no firmante¡±.
Medidas cautelares
¡°Si hay enfermeras quej¨¢ndose de que no hacemos nada es injusto¡±, lamenta Herv¨¢s. ¡°Porque somos los ¨²nicos que hemos pedido medidas cautelar¨ªsimas al juzgado, porque no estamos a favor de que unas urgencias las atiendan solo las enfermeras sin m¨¦dico. Adem¨¢s es cierto que si alguien va a las tres de la ma?ana a un centro es porque va a unas urgencias, no a un punto de ciudadanos¡±. E insiste: ¡°No podemos dejar a las enfermeras abandonadas, hay que matizar todo eso¡±.
Una de las antiguas compa?eras de la enfermera Barrio, Fiona McHardy P¨¦rez, ha cambiado ya tres veces de trabajo en menos de un mes, a pesar de tener plaza fija en el centro de Buitrago donde trabajaba desde hace 11 a?os. El 27 de octubre de madrugada recibi¨® un correo en el que le avisaban de que iba a ser trasladada al distrito de Barajas y luego a Garc¨ªa Noblejas, en el distrito de San Blas-Canillejas. En ninguno de los dos hab¨ªa un m¨¦dico. Ahora est¨¢ de baja porque, asegura, ¡°no pod¨ªa m¨¢s¡±. ¡°Sientes mucha frustraci¨®n y mucho miedo¡±, explica. ¡°Porque puede llegar un ni?o ahog¨¢ndose, un infarto, y son cosas que es cuesti¨®n de minutos. Y yo ah¨ª sin poder hacer nada, llamando al 061. Yo me pas¨¦ la noche diciendo: ¡®Por favor que no venga nadie as¨ª, que me da algo¡¯. Lo ¨²nico que pod¨ªa hacer era enviarlos al [hospital] Ram¨®n y Cajal¡±, cuenta.
Mar¨ªa Luisa Soldado repite lo mismo y, como sus compa?eras, insiste en que no se siente representada por su sindicato. ¡°No nos facilit¨® las cosas, firm¨® todo desde el principio lo que les dijeron¡±, critica. ¡°No nos ha defendido nadie¡±, a?ade enseguida Barrios. ¡°Tampoco el colegio [de enfermeras], que se puso de perfil solo diciendo que les parec¨ªa fatal. Y Satse firmando acuerdos en contra de la profesi¨®n. Cuando son ellos los que tendr¨ªan que estar ah¨ª, como hacen los m¨¦dicos, dando la batalla¡±.
La historia se repite con la enfermera Margarita Correa, que trabaja en el centro de San Agust¨ªn de Guadalix, tambi¨¦n en la sierra de Madrid. All¨ª ha estado estas semanas junto a otra compa?era y un celador para cubrir la misma cantidad de trabajo que antes cuando hab¨ªa m¨¦dicos. Cada vez que suena el telefonillo del ambulatorio, cruza los dedos. ¡°Las guardias las vivo con mucha ansiedad. Yo al final necesito un equipo para trabajar. S¨¦ qu¨¦ tengo que hacer en casos de infartos o ictus, pero mira, le temo m¨¢s a una reacci¨®n al¨¦rgica brutal, porque tienes que actuar superr¨¢pido. El problema es que no puedo hacer mi trabajo. No s¨¦ c¨®mo reaccionar¨ªa mi cuerpo ante una urgencia grave, ver c¨®mo la vida de un ni?o o un adulto se va y no puedes hacer nada¡±, cuenta.
V¨ªctor Jim¨¦nez, presidente de la asociaci¨®n madrile?a de enfermer¨ªa (AME), s¨ª se posiciona de manera frontal en contra del plan de la Comunidad de Madrid. ¡°Sabemos que este cambio de nombre no ha sido inocente, ni casual y esconde eliminar vilmente el car¨¢cter oficial de centros de urgencias. Aunque sin mostr¨¢rselo claramente a los ciudadanos, no vayan a perder votos en las cercanas elecciones¡±, critica. A?ade, adem¨¢s que en la regi¨®n no existe ning¨²n protocolo, gu¨ªa o v¨ªa cl¨ªnica oficial, por escrito y consensuado por los equipos de salud, que permita la atenci¨®n de urgencias de forma aut¨®noma por enfermeras. ¡°Imponer un cambio de modelo chapucero de las urgencias extrahospitalarias, como se est¨¢ haciendo en Madrid desde hace semanas, solo implicar¨¢ una grave p¨¦rdida de calidad asistencial y seguridad para la salud de los madrile?os¡±. Jim¨¦nez hace alusi¨®n adem¨¢s a una carta escrita por las enfermeras del Summa 112, principales afectadas, que se?alan que solo el 16,8% de los pacientes que acuden a estos centros lo hacen con problemas exclusivos de enfermer¨ªa.
Carta de las enfermeras del SUMMA112 de la Comunidad de Madrid, ante el caos de las urgencias extrahospitalarias. https://t.co/AQQXAXB9O6 pic.twitter.com/1O6CzucdEf
— A. M. E. (@madrid_ame) November 21, 2022
¡°Las cifras que est¨¢ manejando la Consejer¨ªa de Sanidad est¨¢n manipuladas y falseadas con el ¨²nico fin de justificar la existencia de estos 29 PAC¡±, insisten las enfermeras en su carta. La Comunidad de Madrid asegur¨® que el 55% de la actividad asistencial de estos centros son pacientes atendidos puramente por enfermer¨ªa. ¡°Esas estad¨ªsticas entendemos que est¨¢n sacadas de los 20 d¨ªas en los que no ha habido m¨¦dicos¡±, argumentan.
El enfado se ha extendido entre el colectivo. No solo era una cuesti¨®n de m¨¦dicos. Y Correa resume el sentir general: ¡°Claro que estamos de acuerdo en hacer una huelga intermitente, paros parciales, concentraciones, manifestaciones... Yo lo tengo claro: ¡®No sin mi m¨¦dico¡±.
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