El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel D¨ªaz Ayuso, ha tenido que rescatar a la empresa p¨²blica Metro de Madrid con una inyecci¨®n de 114.374.396,65 euros, seg¨²n figura en un convenio firmado por ambas partes y publicado este jueves en el Bolet¨ªn Oficial de la regi¨®n (BOCM). La inyecci¨®n salva a una empresa sumida en la crisis financiera ¨Dtuvo p¨¦rdidas de 57 millones en 2021¨D y a la que el alza de los precios de energ¨ªa ha asfixiado hasta el l¨ªmite. Como adelant¨® EL PA?S, la compa?¨ªa estimaba en sus proyecciones internas que necesitar¨ªa 150 millones de euros si el precio de la energ¨ªa no bajaba a lo largo de 2022. La realidad confirma ahora la previsi¨®n casi en su peor escenario.

¡°El incremento extraordinario del precio de la energ¨ªa a lo largo de 2022 ha afectado de manera determinante a Metro de Madrid, por su gran dependencia de este suministro para la prestaci¨®n de su servicio¡±, justifica el acuerdo. ¡°Derivado de este hecho, hasta el mes de octubre de 2022, el gasto real acumulado en dicho per¨ªodo asciende a 129,9 millones de euros, frente a un presupuesto inicial de Metro de Madrid en concepto de suministro energ¨¦tico de 43,4 millones de euros, anterior a la escalada de precios, resultando, por lo tanto, en un incremento de gasto extraordinario de m¨¢s de 86,5 millones de euros, ya en el mes de septiembre, cifra que, dada la volatilidad de precios existente podr¨ªa seguir increment¨¢ndose, como m¨ªnimo, hasta los 100 millones de euros al final del a?o 2022¡å, detalla, para rematar: ¡°En consecuencia y de conformidad con lo expuesto, procede llevar a cabo la compensaci¨®n a Metro de Madrid del aumento de los costes de explotaci¨®n a consecuencia del incremento del precio de la energ¨ªa¡±.

El descuadre de los n¨²meros ya ha tenido un efecto pr¨¢ctico: la empresa anunci¨® la pasada primavera que recortaba un 10% de media el n¨²mero de trenes con los que da servicio a su mill¨®n largo de usuarios diarios, medida que dej¨® de aplicar desde el pasado verano. Pero el problema del aumento de costes no tiene ¨²nicamente un origen externo. Todo lo contrario.

En 2021, Metro se acogi¨® a una tarifa fija de electricidad para protegerse de los vaivenes del mercado: en todo el a?o gast¨® 88 millones por ese concepto. Sin embargo, al menos en el arranque de 2022, la empresa abandon¨® esa pr¨¢ctica: como resultado, sus presupuestos quedaron r¨¢pidamente superados por la realidad. As¨ª, el incremento entre lo presupuestado por energ¨ªa y lo realmente pagado ha sido de m¨¢s del 200%. A eso se une ahora que dos decisiones del Estado central obliguen a dedicar 14,3 millones extra a aumentos salariales de los empleados. En total, son 114,3 millones no previstos en las cuentas de la empresa p¨²blica, que es la m¨¢s grande de la regi¨®n junto al Canal de Isabel II.

Crisis reputacional

¡°[El rescate] es la ejecuci¨®n de la cl¨¢usula 5c del contrato programa que Metro suscribe con el Consorcio, que ampara la posible modificaci¨®n de la tarifa por viajero transportado para situaciones tan excepcionales como el incremento del coste de la energ¨ªa o para otros gastos no presupuestados, como el aumento de gastos de personal por el incremento retributivo de los empleados p¨²blicos¡±, puntualiza un portavoz del suburbano. ¡°Es decir, ya est¨¢ contemplado en el contrato, por lo que en realidad lo excepcional son los precios energ¨¦ticos, no tanto que se haya ejecutado una cl¨¢usula de un contrato entre Metro y el Consorcio¡±.

Nadie en la compa?¨ªa oculta que atraviesa un momento grave. As¨ª, la consejera delegada de Metro de Madrid, Silvia Rold¨¢n, se uni¨® en enero de 2022 a los gerentes de otras empresas p¨²blicas de transporte para enviar una carta alarmante al Gobierno central. ¡°Solicitamos al Ejecutivo ayudas para paliar el incremento de la factura de la luz¡±, era el resumen de la misiva. En las semanas siguientes, la direcci¨®n de la compa?¨ªa transmiti¨® a diversos interlocutores que el suburbano regional afrontaba ¡°una grave situaci¨®n econ¨®mica¡±. En esas citas, seg¨²n fuentes internas y documentaci¨®n a la que accedi¨® EL PA?S, se lleg¨® a decir que la empresa p¨²blica se arriesgaba a entrar en ¡°un escenario de quiebra t¨¦cnica¡± si el coste de la energ¨ªa se manten¨ªa disparado, aunque Rold¨¢n niega haber pronunciado ella misma esas palabras.

Adem¨¢s, Metro est¨¢ inmerso en una crisis reputacional sin precedentes en su historia centenaria. Est¨¢ el frente abierto con los trabajadores por las muertes causadas por el amianto que hay en la red, y con el suburbano de Buenos Aires por haberle vendido vagones con este material cancer¨ªgeno: en julio pasado se cerr¨® con sindicatos y familiares las indemnizaciones a los afectados, as¨ª como para los casos que puedan darse en el futuro, a lo que se a?ade el Plan de Desamiantado, cuyo objetivo es eliminar este material de las instalaciones de Metro. Est¨¢ el pleito abierto con Ecuador por los costes de la construcci¨®n del Metro de Quito. Est¨¢ el conflicto con los cientos de vecinos de San Fernando de Henares que han tenido que abandonar sus casas porque la l¨ªnea 7B ha afectado a los cimientos. Y est¨¢n las quejas de los pasajeros por las esperas en los andenes y las aglomeraciones en los vagones. Un panorama complicado al que se une la necesidad de inversiones constantes para mantener y modernizar una red de transportes centenaria. Este mi¨¦rcoles, por ejemplo, aprob¨® gastar 16 millones en instalar 387 tornos inteligentes en 32 estaciones. El plan incluye extender ese modelo 4.0 a 137 paradas entre 2023 y 2029. Una gota en el oc¨¦ano que asfixia al Metro.

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