Madrid quiere saldar la deuda con sus or¨ªgenes isl¨¢micos
El pleno del Ayuntamiento aprob¨® un plan para ¡°cuidar y divulgar¡± la muralla construida entre los siglos IX y XII, el registro arqueol¨®gico m¨¢s antiguo del asentamiento que dio origen a lo que hoy es la capital espa?ola
Madrid es la ¨²nica capital europea fundada por musulmanes. En el centro de la ciudad, los restos de la muralla isl¨¢mica ¡ªconstruida por orden del emir Mohamed I de C¨®rdoba en el siglo IX para proteger Toledo de las invasiones del norte¡ª son el registro hist¨®rico m¨¢s antiguo de aquel asentamiento, llamado entonces Mayrit. Pero si uno visita el parque que actualmente lleva el nombre del emir, le costar¨¢ enterarse de toda esta historia. En este recinto de ambientaci¨®n andalus¨ª, ubicado detr¨¢s de la iglesia de la Almudena e inaugurado en 2010 hay, adem¨¢s de una decena de gatos, un pu?ado de carteles informativos. En ellos se cuenta con brocha gorda la historia de la muralla isl¨¢mica, mientras que s¨ª se desarrolla m¨¢s a fondo la etapa cristiana y las posteriores expansiones del muro hasta el siglo XII. La ¨²nica placa que menciona la palabra ¡°Mayrit¡± y el origen isl¨¢mico de la ciudad est¨¢ detr¨¢s de unas verjas y es dif¨ªcil acercarse para leerla.
El Ayuntamiento de Madrid reconoce que tiene ¡°una deuda¡± con la muralla, declarada monumento hist¨®rico-art¨ªstico en 1954. Esa fue la palabra que us¨® el entonces delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes (despu¨¦s de las elecciones del 28M esa cartera fue asumida por Borja Carabante), al presentar el plan para ¡°cuidar y divulgar¡± la muralla a principios de este a?o. El Pleno del Ayuntamiento los aprob¨® por un presupuesto de 9,5 millones de euros el pasado abril, donde se incluye la construcci¨®n de un Centro de Interpretaci¨®n con el objetivo de difundir la historia de la muralla.
Daniel Gil-Benumeya, profesor del ?rea de Estudios ?rabes e Isl¨¢micos de la Universidad Complutense de Madrid, apunta que hist¨®ricamente la muralla ¡°no ha sido muy bien tratada¡±. ¡°Desaparece completamente en un momento del siglo XX, no se conservaba ning¨²n rastro visible hasta que fue descubierta una parte en los a?os cincuenta, que es lo que actualmente constituye el parque, y desde entonces esa parte s¨ª ha sido relativamente cuidada por el Ayuntamiento, pero no es una zona de paso, ya que no suele estar dentro de los itinerarios tur¨ªsticos¡±, explica el acad¨¦mico por llamada telef¨®nica.
Gil-Benumeya sostiene que hay razones hist¨®ricas e ideol¨®gicas que han llevado a la marginaci¨®n de esta estructura: ¡°Los problemas que arrastra Madrid con el patrimonio tienen que ver con el hecho de que es capital en Espa?a. Es decir, que Madrid, simb¨®licamente por el hecho de ser la capital, encarna la identidad colectiva de la naci¨®n espa?ola, que generalmente se concibe a s¨ª misma con hostilidad contra el islam, ya que los espa?oles somos herederos de la lucha medieval contra los musulmanes¡±.
De los 2,3 millones de musulmanes que hay en Espa?a, aproximadamente 300.000 viven en Madrid (un 13%). Este colectivo recientemente ha denunciado situaciones de marginaci¨®n dentro de la capital, como el no contar actualmente con un cementerio, porque el ¨²nico que existe est¨¢ lleno. Respecto al patrimonio, un caso reciente que caus¨® indignaci¨®n fue la demolici¨®n hace unos meses de La Higuera, una casa en el distrito de Tetu¨¢n de estilo neomud¨¦jar que representaba un registro hist¨®rico y art¨ªstico del arte hispano-musulm¨¢n.
Por ahora, el Ayuntamiento de Madrid carece de servicio arqueol¨®gico municipal, un ¨¢rea que s¨ª est¨¢ implementada en ciudades como Valencia, Santiago de Compostela, Zaragoza o Barcelona. El impulso de un servicio propio es un reclamo hist¨®rico del Colegio de Arque¨®logos de Madrid y en 2022, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida se comprometi¨® a llevarlo a cabo, pero la propuesta no sali¨® adelante. Los ¨²nicos trabajadores p¨²blicos de los que dispone el Consistorio en esta materia es el equipo de arque¨®logos del departamento de Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad. Pero entre sus competencias no est¨¢n la conservaci¨®n de restos ni la difusi¨®n.
Un plan poco claro
Aurora Ferrini, coordinadora de Arte y Educaci¨®n del Centro de Estudios del Madrid Isl¨¢mico (CEMI), explica que, si bien la capital nunca ha llegado al extremo de ocultar su origen isl¨¢mico, desde su asociaci¨®n llevan a?os insistiendo en la necesidad de una mejor divulgaci¨®n de la historia musulmana. Para Ferrini el caso del parque del Emir Mohamed I es claro: ¡°Cuando entras no hay nada y mucha gente no sabe siquiera la historia que aloja. Hace falta una mayor visibilidad, y sobre todo creemos que har¨ªa falta adem¨¢s que la informaci¨®n estuviera en varios idiomas, incluido el ¨¢rabe, para enfatizar ese legado en com¨²n¡±.
En ese sentido, Ferrini califica el nuevo plan del Ayuntamiento como una medida necesaria, pero opina que hace falta claridad en el texto: ¡°En primer lugar, tiene muy poco detalle y, sobre todo, preocupa que no hace ning¨²n tipo de distinci¨®n entre las fases de la muralla que se van a proteger, porque lo engloba todo dentro de la antigua muralla¡±.
El plan del Ayuntamiento no especifica los detalles del Centro de Interpretaci¨®n que construir¨¢n, ni tampoco de las ¡°zonas verdes¡± que estar¨¢n ubicadas en puntos estrat¨¦gicos para observar los segmentos m¨¢s importantes de muralla. Este peri¨®dico contact¨® con el Consistorio para solicitar esta informaci¨®n y preguntar si con este nuevo esfuerzo de divulgaci¨®n har¨¢n mayor ¨¦nfasis en la historia isl¨¢mica o incluso si el cambio de legislatura afectar¨¢ de alguna forma al proyecto, pero no han respondido.
Gil-Benumeya ¡ªque adem¨¢s es coordinador cient¨ªfico del CEMI¡ª opina que lo m¨¢s grave del plan es que no especifique qu¨¦ medidas exactas se van a tomar para proteger la muralla. El acad¨¦mico, adem¨¢s, califica de ¡°contradicci¨®n¡± que se exponga en la reci¨¦n inaugurada Galer¨ªa de las Colecciones Reales ¡ªubicada justo detr¨¢s del parque del Emir Mohamed I¡ª un pedazo de la muralla isl¨¢mica: ¡°Es un elemento extra?o para ese museo y adem¨¢s solo se va a mostrar una quinta parte del pedazo de la muralla sobre el que se construy¨® la Galer¨ªa¡±. Ferrini, por su parte, no cree que est¨¦ mal que se exponga en ese museo el fragmento de la muralla porque, seg¨²n dice, cualquier puesta en valor del patrimonio y legado isl¨¢mico en Madrid es una victoria.
Un domingo de este verano, frente a la iglesia de la Almudena, hab¨ªa ruido, m¨²sica, baile, fotos, paseos y todo tipo de movimiento asociado al turismo. Pero al bajar al parque del emir Mohamed I, que est¨¢, literalmente, a la sombra de la iglesia cristiana, la gente caminaba sin apenas volver la mirada. Solo tres turistas se encontraban en la plataforma donde est¨¢n las placas que cuentan su historia. Una pareja de dos j¨®venes se hac¨ªa una foto y se iba casi de inmediato. Otro hombre se quedaba unos minutos leyendo lo que dicen las placas y se marchaba poco despu¨¦s.
As¨ª es la rutina en el parque, un lugar relegado a los curiosos que se desv¨ªan de la ruta tur¨ªstica que recorre el centro de Madrid. Una mejor divulgaci¨®n, coinciden los expertos, ayudar¨ªa a hacer m¨¢s visibles la muralla y el parque, pero por ahora los ¨²nicos que lo conocen de verdad son los gatos. No parece casualidad que ¡°gato¡± sea la palabra con la que se llama a las personas con cuatro abuelos madrile?os. La leyenda dice que es porque hace cientos de a?os las personas que escalaban la muralla de Mayrit parec¨ªan felinos.
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