Los patinetes el¨¦ctricos, en el punto de mira en Madrid: ?por qu¨¦ pueden explotar? ?Se debe prohibir su entrada al metro?

Las im¨¢genes del Metro distribuidas por Telemadrid muestran un vag¨®n calcinado de paredes ennegrecidas y asientos destrozado, donde hasta los gruesos cristales de las puertas estallaron tras la explosi¨®n en hora punta. El pasado martes, casi a las seis de la tarde, el metro interrumpi¨® su servicio durante tres horas entre las estaciones Alsacia, la Almudena, La Elipa, Ventas y Manuel Becerra de la l¨ªnea dos. La explosi¨®n del patinete el¨¦ctrico provoc¨® que el humo se extendiera por los andenes de la estaci¨®n de La Elipa, que fue desalojada. Aunque no caus¨® heridos, el vag¨®n y la cabina del conductor quedaron tan destrozados como si una peque?a bomba hubiera explotado dentro. En un contexto de tensi¨®n por la seguridad en la capital, a ra¨ªz de la guerra entre Israel y Ham¨¢s, el accidente dej¨® un aire de inquietud en los andenes. A principios de a?o, en Santa Coloma de Gramanet (Catalu?a), una bater¨ªa caus¨® heridas a 14 personas, seis de ellas tuvieron que ser ingresadas en centros de urgencia.

Pero, ?por qu¨¦ estalla una bater¨ªa de repente? ?Qu¨¦ puede causar una destrucci¨®n as¨ª? Las respuestas de los expertos consultados, entre ellos fabricantes de bater¨ªas y distribuidores de patinetes en Espa?a, coinciden en que lo m¨¢s probable es que la bater¨ªa hubiera sido manipulada por el usuario. Algunas veces, para ganar velocidad o un mayor tiempo de duraci¨®n de la carga, los usuarios alteran la bater¨ªa que puede explotar de repente, explica ?scar Creix, gerente general de IC electric. ¡°Las bater¨ªas son seguras tal como est¨¢n fabricadas, pero cuando se modifican los patinetes para que corran m¨¢s y le exiges a la bater¨ªa mayor rendimiento se dan estos accidentes¡±, explica. Otro motivo puede ser que hubiera recibido un golpe o cargada con un dispositivo que no sea el original de la marca, ¡°lo que hace que la bater¨ªa se caliente m¨¢s de la cuenta¡±, a?ade Creix.

Tras la explosi¨®n, Metro de Madrid estudia prohibir el acceso al metro con estos aparatos, una decisi¨®n que ya se tom¨® en Catalu?a, donde est¨¢ prohibido subir al transporte p¨²bico bajo una multa de 200 euros. Barcelona ha tomado la decisi¨®n despu¨¦s de que en noviembre explotara un patinete que caus¨® cinco heridos leves. En Catalu?a hay una explosi¨®n de este tipo cada semana y en Nueva York unas 130 cada a?o, seg¨²n datos de los bomberos de Barcelona.

El accidente de Madrid reabre la discusi¨®n sobre la presencia del patinete en la vida de la ciudad. Actualmente, en las calles de la capital, uno de cada cuatro veh¨ªculos que circulan son patinetes el¨¦ctricos que conviven en las calles con miles de coches y motos que deben pagar un impuesto de tenencia, pasar controles t¨¦cnicos peri¨®dicos (ITV), tener un seguro o utilizar del casco, en el caso de la moto. El patinete, sin embargo, circula en un ambiguo limbo legal mientras crece su presencia en las ciudades. En Espa?a se venden casi 300.000 patinetes al a?o, a precios que oscilan entre los 200 y 4.000 euros. Por ley, ninguno puede exceder los 25 kil¨®metros por hora, aunque hay casos en los que han superado los 100 kil¨®metros.

A partir de enero de 2024, entrar¨¢ en marcha una nueva normativa de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) que contempla, entre otras cosas, la obligatoriedad de una placa identificativa en cada patinete con datos como la velocidad m¨¢xima, el fabricante o el n¨²mero de serie de los componentes, lo que facilitar¨ªa reconocer las alteraciones, o tuneos, que hacen los usuarios. Tambi¨¦n se exigir¨¢ un certificado de circulaci¨®n, muy similar a la ficha t¨¦cnica de un coche o una moto.

Una de las pocas veces que el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, se ha posicionado sobre el tema ha sido para rechazar someterlo a refer¨¦ndum, ya que apuesta por ¡°ordenar¡± este servicio y que las empresas est¨¢n obligadas a tener un sistema que ¡°les impida circular por las zonas no autorizadas y estacionar en zonas no habilitadas¡±. La soluci¨®n no es prohibir ¡°como suele hacer la izquierda¡±, dijo en abril, poco despu¨¦s de que Par¨ªs rechazara en una votaci¨®n popular renovar las licencias. Una decisi¨®n respaldada por el 89% de los votantes en un refer¨¦ndum en el que solo que vot¨® el 7% de la poblaci¨®n habilitada¡±.

Sevilla se uni¨® a Barcelona y tambi¨¦n prohibi¨® los patinetes el¨¦ctricos en el metro, pero solo durante las horas de mayor congesti¨®n, m¨¢s por razones de espacio que de seguridad. En Valencia y Bilbao est¨¢n permitidos y solo el n¨²mero de pasajeros o la posibilidad de guardarlos bajo el asiento determinan su acceso. En otras ciudades europeas como Londres los patinetes est¨¢n vetados tras dos explosiones de bater¨ªas y en Berl¨ªn no hay restricciones ni para la bici ni para el patinete, siempre y cuando haya espacio suficiente en el vag¨®n.

Seg¨²n Gorka Pradas, delegado para Euskadi y Catalu?a de la Federaci¨®n Espa?ola de Veh¨ªculos de Movilidad, los usuarios de patinetes sufren una persecuci¨®n ¡°por una avalancha de noticias que solo destacan los efectos negativos y no recogen los beneficios de movilidad para la ciudad o la cantidad de multas que tienen que afrontar los usuarios por una legislaci¨®n insuficiente¡±. El vocero del gremio subraya que ¡°prohibir el patinete en el transporte p¨²blico es una medida irresponsable¡±. En Madrid solo ha habido un accidente en los dos ¨²ltimos a?os, a?ade, y aboga por otras medidas como ¡°tener un vag¨®n reservado para patinetes, contar con extintores tipo D en los vagones o controlar las manipulaciones a los veh¨ªculos¡±, a?ade. Por el momento, la industria del patinete est¨¢ desarrollando unas bolsas ign¨ªfugas que permiten meter el aparato en el transporte. Se trata de unos sacos que absorben las llamas en caso de explosi¨®n. ¡±Restringir no tiene sentido cuando apostamos por una movilidad sostenible¡±, remata.

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