Jes¨²s Matsuki deja de contar el tr¨¢fico de Madrid tras 17 a?os: ¡°Me gustar¨ªa una ciudad con menos coches¡±
El conocido periodista se despide de la Unidad de Pantallas del Ayuntamiento, de la que destaca lo aprendido en sociolog¨ªa del tr¨¢fico
Durante ¡°17 a?os para 18¡å, ha sido una voz muy cercana y reconocible para madrile?os y visitantes ¨Dno as¨ª su rostro, que oculta en redes sociales con memes de shiba inu, su perro favorito¨D. Desde el otro lado de la radio, Jes¨²s Matsuki (Madrid, 1980) les ha narrado en directo, con humor ¡°y en 20 segundos¡± el atasco infernal en el que estaban metidos y cu¨¢nto les quedaba para salir o, mejor a¨²n, c¨®mo evitarlo. Matsuki, ¡°madrileta de padre japon¨¦s¡±, dej¨® el viernes pasado la Unidad de Pantallas del Ayuntamiento para ¡°coger aire¡± y dedicarse a otros proyectos sobre los que da algunas pistas, pero pocas. ¡°Prefiero centrarme en mirar para atr¨¢s porque ha sido una experiencia muy bonita. Es una parte de mi vida profesional muy importante porque tengo 43 y empec¨¦ con 26. Ahora, tomar¨¦ nuevos rumbos¡å, cuenta por tel¨¦fono.
Le resulta muy dif¨ªcil hablar en pasado de su ya antiguo puesto porque, aunque ¡°no hay trabajo que no se convierta en rutinario¡±, ¨¦l ha tenido la suerte de pas¨¢rselo ¡°muy bien¡±. ¡°Me he divertido mucho, me lo he tomado como lo que es, un servicio p¨²blico¡±, explica sobre su labor en las pantallas del Ayuntamiento, con m¨¢s de 20.000 conexiones en directo. En contra de lo que muchos puedan pensar, su oficina no era una sala llena de monitores, sino un despacho en el Palacio de Cibeles, con un ordenador de administraci¨®n y otro con acceso a las ¡°m¨¢s de 300 c¨¢maras de las calles¡±. Hay muchas m¨¢s: mil y pico en los t¨²neles urbanos y otras tantas en los de la M-30, pero estas las controlan los 34 trabajadores del Centro de Gesti¨®n de la Movilidad, que dan al gabinete el aviso cuando el atasco se produce dentro de ellos.
Ya es oficial. Despu¨¦s de casi 18 a?os, no me volver¨¦is a escuchar dando el tr¨¢fico de Madrid. ?Qu¨¦ har¨¦ ahora...? Pues...
— Jes¨²s Matsuki (@jesusmatsuki) April 15, 2024
Formado en la Universidad Francisco de Vitoria, su amor por la radio no le viene de casa. ¡°Hice Comunicaci¨®n Audiovisual porque era el boom de las TDT. Yo quer¨ªa ser periodista, hacer reportajes y documentales, pero en cuanto empec¨¦ a hacer las primeras pr¨¢cticas ya me dijeron que era carne de radio. Adem¨¢s, vi que era m¨¢s sencillo, r¨¢pido e inmediato, lo que me enamor¨®. Pero la radio no estaba presente en mi familia, en mi casa no se escuchaba, sonaba m¨²sica cl¨¢sica a todas horas porque todos tocamos un instrumento¡±.
Tras pasar por varias radios peque?as y por Radio Intercontinental, recal¨® en pantallas, al tiempo que ha estado ¡°muy ligado al ¨¢mbito social y de la cooperaci¨®n internacional¡±, colaborando con ONG dedicadas a combatir la soledad, la drogadicci¨®n, la exclusi¨®n social... ¡°Por eso, mis ficciones sonoras reflejan ese ¨¢mbito¡±, explica sobre su otra gran pasi¨®n, los podcast, que realiza junto a su socio Jes¨²s Agud¨ªez. Tan bien le va al d¨²o, conocido como Los Jesuses, que con el ¨²ltimo, Recursos Humanos, ha conseguido dos nominaciones a los Premios Ondas y un premio, a V¨ªctor Clavijo como mejor actor.
Ahora, est¨¢ escribiendo su siguiente podcast: ¡°A ver si me lo compran, hasta ahora todo ha salido de mi bolsillo¡±. Ni de broma piensa decir de qu¨¦ va, pero s¨ª que es ¡°muy diferente y muy real¡±. Porque, para distop¨ªas, la que vivimos en la pandemia, que por cambiar cambi¨® hasta el tr¨¢fico. ¡°El teletrabajo ha modificado la movilidad. Antes el lunes era un d¨ªa muy fuerte. Pero, desde la pandemia, mucha gente, como est¨¢ cansada, dice ¡®pues me quedo en casa¡¯ y van a trabajar martes, mi¨¦rcoles y jueves. El viernes, piensan ¡®qu¨¦ pereza, me quedo en casa tranquilamente¡±.
Esto es, precisamente, lo que m¨¢s le ha gustado de su trabajo, la sociolog¨ªa del tr¨¢fico. ¡°Es muy interesante. Con los a?os aprendes a interpretar los comportamientos y la mente de los conductores, lo que te ayuda a prevenir y a alertar y, sobre todo, a entender por qu¨¦ est¨¢ pasando lo que est¨¢ pasando¡±, explica. Qu¨¦ piensan los conductores es clave para comprender lo ocurrido hace unos meses, cuando se inaugur¨® el radar de tramo de Sinesio Delgado y, de repente, aument¨® el tr¨¢fico en la avenida de la Ilustraci¨®n. ¡°Era una alternativa natural de la gente que no quer¨ªa ponerse a pensar si estaba yendo a la velocidad adecuada¡±.
En esta sociolog¨ªa, tiene un papel fundamental el tiempo ¨D¡°cuando llueve, se piensa que hay m¨¢s atascos porque la gente coge m¨¢s el coche y no es as¨ª, es porque se conduce m¨¢s lento y porque hay m¨¢s accidentes¡±¨D, los eventos importantes ¨D¡±el d¨ªa que hay partido sabes que bastante gente va a coger el coche y que al d¨ªa siguiente le va a costar un poco m¨¢s¡±¨D y el dinero ¨D¡±los d¨ªas previos a los puentes o vacaciones no tocan el coche porque lo han llevado a revisi¨®n, lo tienen lleno de gasolina y no quieren que le pase nada¡±¨D. Al final, para Matsuki, su trabajo es, era, periodismo en estado puro: la curiosidad como precepto, la necesidad de entender y una realidad cambiante y ca¨®tica.
?Tiene un atasco favorito? S¨ª, ¡°hay puntos divertidos¡± en la ciudad y a ¨¦l le pirran las conexiones neur¨¢lgicas en las que todo confluye, como Atocha, la plaza de Doctor Mara?¨®n y la de Castilla. ?Podr¨ªa hacerse m¨¢s para evitarlos? ¡°La respuesta va a sonar muy institucional y no tengo por qu¨¦, ya no trabajo en el Ayuntamiento, pero hay much¨ªsima gente implicada en la gesti¨®n del tr¨¢fico. Para que la cosa cambiara realmente, ya no es tanto la gesti¨®n del problema, sino la planificaci¨®n de la ciudad y que la gente entienda el necesario cambio de modelo¡±, es decir, que Madrid deje de ser cochista.
Matsuki, pese a dedicarse a esto, o precisamente por ello, no lo es. ¡°Desde que vivo aqu¨ª ¨Dse mud¨® desde Boadilla del Monte en 2008¨D solo me muevo andando, en bus, mi favorito, en bici y en metro. Y, si es impepinable, en taxi¡±, asegura. ¡°A m¨ª me gustar¨ªa una ciudad con menos coches, es una pena que Madrid perdiera la oportunidad del covid para hacer lo que Par¨ªs y multiplicar los carriles bici, yo pens¨¦ que se iba a dar ese cambio, era el momento¡±, confiesa. Para lograr otro modelo de ciudad, m¨¢s sostenible, m¨¢s peatonal, ¡°hace falta valent¨ªa pol¨ªtica, pero tambi¨¦n valent¨ªa ciudadana¡±. Y como no siempre en casa de herrero cuchillo de palo, a ¨¦l no le cazan en un renuncio ni radares ni la poli. ¡°Solo he tenido alguna multa hace muchos a?os por olvidarme de volver a poner el ticket de la hora¡±, revela.
En estos a?os, ha visto de todo, ¡°pero de todo¡±, a trav¨¦s de las c¨¢maras. No recuerda una pirula en concreto o un conductor de rally en particular, sino un d¨ªa ¡°de nieve, pero antes de Filomena¡±. ¡°En Madrid no sabemos conducir con lluvia, pero con nieve y con hielo, todav¨ªa menos, y aquel d¨ªa toda la ciudad era una pista de patinaje, daba igual d¨®nde miraras, no era un coche, eran un mont¨®n, como en la bolera, un golpe llevaba a otro y a otro y a otro¡±.
Nunca ha tenido pesadillas con el tr¨¢fico, pero s¨ª ha so?ado, en los d¨ªas en los que estaba solo al frente del cotarro ¨Dson tres compa?eros¨D que se quedaba dormido ¡°y se enteraba todo Madrid¡±. Tambi¨¦n le pasaba a otra hist¨®rica de las pantallas, Inmaculada Landeras, que se jubil¨® el a?o pasado tras 40 a?os ¡°en el servicio de informaci¨®n de tr¨¢fico m¨¢s antiguo de Espa?a¡±, creado en 1985, ¡°antes que las pantallas de la DGT, que el Servei Catal¨¤ de Tr¨¤nsit y que el Trafikoa vasco¡±. Ahora le toca a ¨¦l, que no se jubila, pero tambi¨¦n dice adi¨®s.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.