De 20 a 700 vecinos en el grupo de WhatsApp: siete a?os de movilizaci¨®n por el Bernab¨¦u
Los vecinos han logrado una sentencia que sacude al Real Madrid y al Ayuntamiento de Mart¨ªnez-Almeida, que tiene que pagar las costas y 15 d¨ªas para recurrir
Cuando hace siete a?os llegaron al barrio los primeros rumores sobre un nuevo Bernab¨¦u, los vecinos de Chamart¨ªn arquearon la ceja. Las obras, cuatro a?os de gr¨²as, camiones, tuneladoras, obreros, ruidos y polvo, pod¨ªan ser digeribles. La reforma del estadio, sin embargo, inclu¨ªa dos aparcamientos y un t¨²nel. ?Pero si hay plazas suficientes? ?Pero si ese t¨²nel no hace falta?
Tres a?os despu¨¦s, esos vecinos se echaron por primera vez a la calle. Unos 20. La mayor¨ªa jubiladas y alg¨²n comerciante poco acostumbrado a llevar la contraria a la autoridad, entre los que asomaba alg¨²n vis¨®n. La ¨²nica pancarta que llevaban era una hoja de papel tan tierna como ellos, que dec¨ªa: ¡°T¨²nel NO¡±. Luego llegaron los conciertos, el ruido y un grupo de WhatsApp con 100 miembros que pas¨® a 300, 500, 700... hasta dejarse o¨ªr ante un problema que empez¨® por un t¨²nel y termina con Taylor Swift.
El viernes pasado, un juzgado de Madrid les dio la raz¨®n y lo ha hecho adem¨¢s incluyendo un importante tir¨®n de orejas a la forma de operar del Ayuntamiento de Madrid por no permitir alegaciones vecinales, aportar datos distorsionados sobre el flujo de veh¨ªculos o mutilar expedientes oficiales que le llevaban la contraria al alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida y su mano derecha, Borja Carabante, el todopoderoso teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad. La sentencia condena adem¨¢s al Ayuntamiento a pagar las costas y le ha dado 15 d¨ªas para recurrir.
En el plan aprobado por Manuela Carmena en 2017 y retomado por Almeida con algunas modificaciones, los vecinos calcularon que las 8.000 plazas de aparcamiento existentes en las inmediaciones del Bernab¨¦u eran suficientes y que los dos aparcamientos de 1.200 plazas que quer¨ªa el Real Madrid eran incompatibles con el Plan urban¨ªstico vigente, a?ad¨ªa m¨¢s tr¨¢fico a la zona y solo beneficiaba al club blanco, encargado de su explotaci¨®n. Gracias a modificaciones posteriores, cuando los vecinos se dieron cuenta, los dos aparcamientos ya no eran de 1.200 plazas, sino de 1.800.
En paralelo se desarrollaba la lucha contra el t¨²nel como parte de la remodelaci¨®n del paseo de la Habana, y que inclu¨ªa un subterr¨¢neo que conectaba con el Bernab¨¦u. Lo que para Almeida serv¨ªa para mejorar el tr¨¢fico a los vecinos, para quienes habitan esas calles era una trampa para construir un macroacceso al estadio que permitiera la entrada de los gigantescos camiones que requieren los conciertos m¨¢s punteros del mundo. Por ejemplo, los 63 tr¨¢ileres que mueve el espect¨¢culo de Taylor Swift.
La sentencia del viernes confirm¨® que los vecinos ten¨ªan raz¨®n y se paraliza la construcci¨®n de los aparcamientos, pero tambi¨¦n que no es suficiente con echarse a la calle. Adem¨¢s, hay que tener mucho dinero para pagar abogados y encargar informes de viabilidad o medioambientales que lleven la contraria a los datos del Ayuntamiento. En otros casos, tener los contactos suficientes para conseguir en las cavernas del Ayuntamiento aquellos documentos que se ocultan deliberadamente.
El rechazo de los mejores bufetes
La lucha no ha sido f¨¢cil. Los cuatro mejores bufetes de abogados de Madrid, despachos con nombre de apellidos compuestos, rechazaron el caso de los vecinos quejosos del Bernab¨¦u en su lucha contra Florentino P¨¦rez y el Ayuntamiento de Madrid, seg¨²n reconoce Enrique Mart¨ªnez de Azagra, portavoz de la Asociaci¨®n de Vecinos Perjudicados por el Bernab¨¦u, que llam¨® a la puerta de todos esos despachos. Peleaban no solo contra uno de los hombres m¨¢s poderos de Espa?a, sino contra una Administraci¨®n que ha hecho del nuevo Bernab¨¦u su se?a de identidad. La punta de lanza de la Marca Madrid. Tampoco fue f¨¢cil movilizar a un barrio madridista por los cuatro costados, acostumbrado a celebrar con su estadio cada victoria blanca.
Sin embargo, el juzgado de Madrid incluy¨® en su sentencia frases muy parecidas a las que se escuchan en las reuniones de vecinos. Como la que dice expresamente: ¡°El Ayuntamiento no ha llegado a acreditar que la ejecuci¨®n de dos aparcamientos, uno de los cuales proyecta una conexi¨®n directa con el parking del Bernab¨¦u, satisfaga una finalidad de inter¨¦s p¨²blico y general acorde con el planeamiento urban¨ªstico y el plan especial¡±. O esa otra que dice que el Ayuntamiento atenta contra el medioambiente: ¡°Suprimiendo arbolado y zonas verdes, saturando de tr¨¢fico la zona y aumentando la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y ac¨²stica que provocar¨ªa el aumento de veh¨ªculos superados por los eventos del Real Madrid, que saldr¨ªa beneficiada de la obra¡±.
En esta batalla uno de los momentos m¨¢s delicados fue el d¨ªa de mayo de 2023, cuando eldiario.es revel¨® la existencia de un informe del Ayuntamiento donde los propios t¨¦cnicos desechaban el proyecto. No es que fuera muy cr¨ªtico con sus jefes, pero inclu¨ªa dos t¨¦rminos, ¡°en contradicci¨®n¡± e ¡°incompatibilidad¡±, que fueron un jarro de agua fr¨ªa a los planes del Ayuntamiento. Cuando los vecinos solicitaron el expediente, el documento hab¨ªa desaparecido. En su sentencia, el juzgado a?ade que, tanto el estudio de viabilidad del Real Madrid como el de viabilidad econ¨®mico-financiera elaborado por el Ayuntamiento ¡°sufrieron una alteraci¨®n significativa tras el tr¨¢mite de audiencia p¨²blica siendo el propio Ayuntamiento quien introdujo importantes modificaciones, las cuales no fueron sometidas a informaci¨®n p¨²blica¡±.
Varios a?os y una importante victoria judicial despu¨¦s, los 20 vecinos que aquel d¨ªa lluvioso se echaron a la calle, alguna sin quitarse el vis¨®n, fueron la semilla de un movimiento m¨¢s serio que ahora paga una cuota para contratar abogados y se han vinculado a asociaciones de vecinos de Malasa?a o del WiZink. Forman parte de una red nacional que lucha en Espa?a y en Bruselas por una legislaci¨®n m¨¢s estricta contra los ruidos y contra los alcaldes que no preguntan a sus vecinos qu¨¦ ciudad quieren.
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