Madrid deber¨ªa multiplicar por cinco el m¨ªnimo de personal exigido a las residencias para dar un cuidado digno, seg¨²n un estudio
Un an¨¢lisis de sindicatos, familias y geriatras ha cronometrado el tiempo necesario para asear o dar de comer a los mayores y ha concluido que los requisitos de plantilla vigentes est¨¢n pensados para el negocio
Un estudio presentado este lunes en Madrid ha puesto n¨²meros a la brecha que existe en las plantillas de las residencias para proporcionar un cuidado digno. El an¨¢lisis parte de una medici¨®n del tiempo que toma a una cuidadora duchar, vestir o dar de comer a los residentes y da legitimidad a las quejas que desde hace a?os han planteado familias y trabajadoras por la escasez de personal. La propuesta, hecha por sindicatos, familias y geriatras, consiste en que todos los centros deber¨ªan tener 132 cuidadoras por cada 100 residentes. Estas cifras, acercadas a la pr¨¢ctica en los pa¨ªses n¨®rdicos, est¨¢n muy lejanas de la realidad del sector en Madrid o Espa?a.
La propuesta estima que una plantilla bien dotada de una residencia deber¨ªa tener 175 trabajadores por cada 100 residentes. Aqu¨ª se incluyen no solo cuidadoras, que son el grueso de las plantillas, sino tambi¨¦n enfermeras, fisioterapeutas, animadores, trabajadoras sociales, terapeutas ocupacionales, cocineros y limpiadores. Esto supone cinco veces m¨¢s personal que la ratio m¨ªnima de 35 empleados por cada 100 residentes que los inspectores auton¨®micos exigen ahora, contenido en una norma ¡°desfasada¡± de 1990.
El estudio ha sido elaborado por los dos sindicatos mayoritarios en el sector, CC OO y UGT, la asociaci¨®n de familias Pladigmare y la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa (SEGG). En la presentaci¨®n, los autores han destacado que desconocen otro trabajo semejante en Espa?a que haya tomado como base para calcular las plantillas el tiempo necesario para una atenci¨®n digna. En el an¨¢lisis han participado durante ocho meses m¨¢s de 700 trabajadores del sector.
El estudio ha medido los tiempos de distintas categor¨ªas de empleados en una residencia, pero la mayor parte del foco ha reca¨ªdo sobre las cuidadoras, porque ellas son vistas como la clave de una mejora en la atenci¨®n. Seg¨²n los hallazgos, es ah¨ª donde se produce la mayor necesidad de contrataciones. Las ratios propuestas supondr¨ªan acercar al sector a los est¨¢ndares del norte de Europa donde suele trabajar una cuidadora por cada residente. Sin embargo, un aumento de personal tan considerable implicar¨ªa un coste muy alto que es poco probable que puedan abonar las familias. Para solucionarlo, los autores proponen m¨¢s financiaci¨®n p¨²blica y menos rentabilidad empresarial.
¡°Las actuales ratios est¨¢n pensadas para el negocio. No para la calidad asistencial de los mayores ni para que los trabajadores tengan un trabajo seguro y bien remunerado¡±, ha valorado en rueda de prensa el secretario de Pol¨ªticas Sociales de Comisiones Obreras en Madrid, Manuel Rodr¨ªguez.
La norma madrile?a de 1990 establece unos requisitos b¨¢sicos que deben cumplir las 507 residencias activas. Con los a?os, la Comunidad ha elaborado normas m¨¢s exigentes para los centros que reciben fondos auton¨®micos, que son menos de la mitad. Con todo, esos est¨¢ndares siguen siendo un list¨®n muy inferior a la propuesta presentada hoy.
Dentro de ese grupo con mayores requisitos se encuentran las 111 residencias que reciben a usuarios con plazas concertadas (un contrato por el que la Comunidad paga a las empresas esas plazas a cambio de que cumplan unos criterios de calidad). Seg¨²n el acuerdo marco de 2021, que rige estas plazas, esos centros deben disponer de 33 cuidadoras por cada 100 residentes y una plantilla total de 47 empleados por cada 100 residentes. Son m¨ªnimos de plantilla que quedan muy lejos del ideal planteado por los autores de este estudio.
En la presentaci¨®n, los autores han destacado lo que consideran como el car¨¢cter ¨²nico de su an¨¢lisis. ¡°Esto no lo ha hecho nadie¡±, ha dicho Rodr¨ªguez durante la rueda de prensa, en la c¨¦ntrica sede en Madrid de CC OO. ¡°Hay que ir residencia por residencia, hablar con las plantillas, cronometrar cu¨¢nto se tarda en asear... Es un trabajo cient¨ªfico que no conocemos que exista otro y ese es el valor de este estudio¡±. La SEGG se ha ausentado de la presentaci¨®n.
La propuesta supondr¨ªa una costosa inversi¨®n a cargo del Gobierno auton¨®mico de Isabel D¨ªaz Ayuso as¨ª como de las empresas. La Comunidad y la patronal se han opuesto anteriormente a reformas que hubieran supuesto m¨¢s contrataciones. En 2022, el Ejecutivo de Ayuso se retir¨® de un acuerdo entre Gobierno central y las comunidades que supon¨ªa un aumento anual de las ratios hasta llegar en 2029 a 43 gerocultoras por cada 100 residentes.
Preguntado por este estudio, un portavoz auton¨®mico ha respondido a este peri¨®dico que su Gobierno da prioridad a la atenci¨®n de calidad. Est¨¢n insatisfechos con el aumento de los fondos para el sistema de atenci¨®n a la dependencia que llev¨® a cabo el Gobierno de Espa?a en la legislatura pasada, llegando a m¨¢ximos hist¨®ricos. Recuerda que el Gobierno regional tambi¨¦n ha aumentado esos recursos (una subida proyectada del 12% para 2024 hasta 1.710 millones de euros) y que han denunciado en reiteradas ocasiones la infrafinanciaci¨®n del Gobierno central, una cr¨ªtica com¨²n en el sector.
Menos de 10 minutos de atenci¨®n por persona
Sindicatos y familias critican que las ratios de plantilla en Madrid y el resto de comunidades no se basan en los tiempos de atenci¨®n digna. Algunos de estos criterios, como el de la norma madrile?a de 1990, responden a una realidad superada, porque en aquel momento las residencias no albergaban a tantas personas dependientes. Creen que la falta de actualizaci¨®n se debe a los intereses de las empresas, para las que los salarios son el principal gasto de funcionamiento.
Tambi¨¦n han denunciado que no exista un requisito de plantilla universal. Por ello, piden unificar las ratios siguiendo su propuesta. La semana pasada pidieron una reuni¨®n a la Consejera de Pol¨ªtica Social, Ana D¨¢vila, quien ha delegado en el Director General del Mayor, ?scar ?lvarez. Un portavoz de D¨¢vila responde: ¡°Se les cit¨® con el director el jueves pasado y tambi¨¦n hoy, pero no han querido. Han fijado fecha para la semana que viene¡±.
Lo usual en las residencias es que a cada trabajadora se le asigne un n¨²mero de residentes. En un centro tipo, una cuidadora del turno de ma?ana tiene que atender a 14 mayores en las primeras dos horas de su turno, ha explicado Juani Pe?afiel, responsable de dependencia de CCOO-Madrid. Esa cifra sube si ese d¨ªa han faltado otras gerocultoras debido a enfermedades, vacaciones o permisos. Esto supone que lo habitual sea dedicar menos de 10 minutos por persona. En ese tiempo, la trabajadora debe levantar de su cama al mayor, ducharle, secarle, vestirle y llevarle al sal¨®n comedor.
Pe?afiel ha advertido de que muchas cuidadoras ¡°se fugan¡± al ver la sobrecarga de trabajo. ¡°Cualquier trabajador que viene al sector, acepta las condiciones econ¨®micas, que son malas, pero prueban y a las dos horas, cuando ven que tienen 16 residentes, con seis, ocho o nueve minutos para cada uno, se van¡±.
Para hacer sus c¨¢lculos, los autores han comprobado que el tiempo m¨ªnimo de atenci¨®n var¨ªa mucho en funci¨®n de si el residente es dependiente o aut¨®nomo. Han dividido en tres tipos a los mayores: colaboradores, no colaboradores y ¡°conductuales¡± (los que ponen resistencia). Han estimado que en cualquier residencia el porcentaje de los mismos es del 20, 30 y 50% respectivamente.
Seg¨²n las tablas del estudio, un residente colaborador precisa 20 minutos para ser duchado y vestido; un residente no colaborador requiere 30 minutos y uno ¡°conductual¡± hasta 40 minutos. Los autores han cronometrado todas las tareas habituales: duchar, vestir, comidas, traslados o cambios de pa?al.
Seg¨²n el estudio, son necesarias 2,7 horas de una gerocultora para atender dignamente a un residente durante el turno de ma?ana, 2,5 horas por la tarde y 1,06 por la noche. Este c¨¢lculo lo han multiplicado por los 365 d¨ªas del a?o y lo han dividido por el m¨¢ximo de horas anual establecidas en el convenio colectivo (1.772 horas). De este modo han llegado a los ratios totales de plantilla: 57 para cada 100 residentes en la ma?ana; 53 en la tarde y 22 de noche. En total, 132 cuidadoras para cada 100 mayores.
Miguel V¨¢zquez, presidente de Pladigmare, ha explicado que esta metodolog¨ªa soluciona los problemas de las normas de ratios actuales, porque estas no tienen en cuenta que las plantillas deben cubrir tres turnos de trabajo o los tiempos de vacaciones y descansos.
¡°Los empresarios, que son hip¨®critas, se llevar¨¢n las manos a la cabeza. ?Pero qui¨¦n puede emplear menos de 20 minutos en levantar a una persona mayor?¡±, ha dicho V¨¢zquez. ¡°Esto es cient¨ªfico. Si hay alguien que diga que no, que nos lo demuestre¡±.
Los autores presentes han recordado que las gerocultoras encabezan la siniestralidad laboral en Espa?a, con tasas equiparables a las de la construcci¨®n. Adem¨¢s de la ampliaci¨®n de plantillas, han pedido menos jornadas a tiempo parcial, m¨¢s formaci¨®n y m¨¢s controles de riesgos laborales: ¡°Es imprescindible cuidar a quienes cuidan¡±, ha dicho la secretaria de servicios sociales de UGT-Madrid, Laura Mu?oz.
Adem¨¢s, han exigido un esfuerzo inversor al Gobierno de Ayuso para llegar a este objetivo. ¡°No pedimos que pasado ma?ana haya el doble de plantilla, pero Madrid s¨ª puede hacerlo¡±, ha dicho Rodr¨ªguez. ¡°Tiene que dejar de ser un balneario fiscal y convertirse en un balneario para las personas mayores, para que puedan vivir bien y tengan asistencia de calidad¡±.
?Tiene m¨¢s informaci¨®n? Escriba al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com
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