Una ¡°comunidad del ¨¢rbol¡± para salvar los ejemplares m¨¢s singulares de Madrid
Un grupo de vecinos ecologistas se ha unido para actualizar por cuenta propia el Cat¨¢logo de ?rboles Singulares del Ayuntamiento de Madrid, que hace 27 a?os no se revisa
A la salida del metro de Ventas un grupo de personas mira, toca y fotograf¨ªa un tronco de ¨¢rbol reci¨¦n cortado como si estuvieran frente a una escultura expuesta al aire libre. La obra de arte, si se le puede llamar as¨ª, tiene la firma del Ayuntamiento de Madrid, que tan solo el pasado a?o firm¨® m¨¢s de 3.500 piezas similares. Las reformas en los alrededores de la plaza de toros de Las Ventas ha acabado con este ¨¢rbol tal y como lo han hecho las obras en Atocha o en Madrid R¨ªo, o quiz¨¢s lo har¨¢n las de la plaza de Legazpi o la M-30.
La veintena de personas que se ha reunido en esa explanada se conoce de la lucha diaria para intentar que Madrid no se convierta en una ciudad de puro asfalto y cemento, deforestada, con cada obra que el Ayuntamiento se propone realizar. Provienen de varias organizaciones ecologistas que encontraron un motivo de comuni¨®n en el movimiento ciudadano No a la Tala, cuya primera raz¨®n de ser es oponerse a la aniquilaci¨®n de cientos de ¨¢rboles para la ampliaci¨®n de la l¨ªnea 11 del metro. Desde la plaza de Ventas caminan hasta la entrada del parque Quinta Fuente del Berro, el cual podr¨ªa perder unos 9 ¨¢rboles ¨¢rboles ¨Dcedros, cipreses, un pino pi?onero, un ailanto y un olmo, todos de entre 30 y 50 a?os¨D cuando comiencen las obras de uno de los ¨²ltimos proyectos del consistorio: la colocaci¨®n de una loza para la cubrici¨®n de una secci¨®n de la M-30.
El alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, prometi¨® durante la campa?a para su segundo mandato que reverdecer¨ªa varias zonas de la M-30, entre ellas, la que se encuentra a 300 metros al sur del puente de Ventas ¨Djusto al lado del parque Quinta Fuente del Berro¨D con el objetivo de disminuir el ruido del tr¨¢fico que afecta a los vecinos y conectar los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal. Ahora, Almeida se siente en el deber de hacer realidad uno de sus ¡°proyectos estrella¡± de la legislatura instalando una losa de 17.000 metros cuadrados sobre ese tramo de la autov¨ªa, con un presupuesto de casi 88 millones de euros. En la superficie se crear¨¢n vastas ¨¢reas verdes y se plantar¨¢n 200 ¨¢rboles nuevos, a pesar de que en total 54 de los que ya est¨¢n a ambos lados de la M-30 podr¨ªan ser talados.
Algunos de los ¨¢rboles del parque Quinta Fuente del Berro est¨¢n all¨ª hace m¨¢s a?os que el 99,9% de la poblaci¨®n actual de Madrid, la que tiene menos de 100 a?os. Estuvieron cuando el arroyo El Abro?igal corr¨ªa caudaloso debajo del antiguo puente de Ventas, cuando casi se sec¨® y no era m¨¢s que una zanja llena de barro, y cuando en los a?os 70 el cauce de este riachuelo pas¨® de ser frontera natural a frontera f¨ªsica de la almendra interior de la ciudad con la inauguraci¨®n de los primeros tramos de la M-30. 49 de esos ¨¢rboles forman parte del Cat¨¢logo de ?rboles Singulares del Ayuntamiento de Madrid, un documento del a?o 1997 que no se ha actualizado desde entonces. Los ecologistas, en esta ocasi¨®n, se han propuesto actualizar por su propia cuenta el cat¨¢logo, el cual al Ayuntamiento no parece preocuparle.
Los ¨¢rboles singulares son ejemplares que merecen ser protegidos y conservados por su inter¨¦s hist¨®rico, cient¨ªfico, cultural, por su antig¨¹edad, e incluso por su rareza. La Comunidad de Madrid tiene un cat¨¢logo de ¨¢rboles singulares que s¨ª est¨¢ actualizado y gran parte de ellos est¨¢n identificados como tal y protegidos del p¨²blico. De hecho, la Comunidad y el Ayuntamiento comparten varios ejemplares, cuatro de ellos en el parque de Fuente del Berro. ¡°Los ¨¢rboles singulares son monumentos¡±, dice Lola M¨¦ndez, una de las integrantes del grupo de vecinos de distintos barrios que se han unido en contra del ¡°arboricidio¡± de las autoridades locales y a favor de la actualizaci¨®n del ¨ªndice de ejemplares singulares. Lola se lamenta de que los ¨¢rboles sean para las administraciones ¡°objetos de quita y pon, objetos meramente decorativos¡±.
Este es el segundo encuentro del grupo, que se uni¨® con esta nueva misi¨®n a trav¨¦s de convocatorias en las redes sociales. Hoy tienen una meta clara: ubicar los ejemplares, comprobar su estado de conservaci¨®n y actualizar el cat¨¢logo con datos de tantos ¨¢rboles singulares del parque Fuente del Berro les sean posibles. Es mi¨¦rcoles a las seis de la tarde y la mayor¨ªa de los asistentes han venido al salir del trabajo. ¡°Yo ya he dejado en casa la comida hecha para la tropa¡±, dice riendo una de las asistentes. Traen cintas m¨¦tricas, un impreso del cat¨¢logo del Ayuntamiento de 1997 ¨Dque pudieron conseguir a trav¨¦s de un colaborador, puesto que no est¨¢ disponible para el p¨²blico¨D y varios modelos de una ficha actualizada para completarlos con los detalles que obtengan en el recorrido.
Luciano Labajos, jardinero jubilado y portavoz de la asociaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n, es el gu¨ªa del grupo y sabe los nombres de las especies singulares del parque, su ubicaci¨®n y su estado. El primero que se encuentran es un enorme eucalipto rojo de m¨¢s de cien a?os que, seg¨²n la ficha del cat¨¢logo del Ayuntamiento interesa por su tama?o e imagen. Miden el tronco, la base, el di¨¢metro aproximado de la copa y analizan el estado general. ¡°Ha crecido¡±, asegura el jardinero con emoci¨®n. Toman fotograf¨ªas y todo lo apuntan, incluso un nuevo dato, la geolocalizaci¨®n, para que luego sea m¨¢s f¨¢cil de encontrar a trav¨¦s de los mapas digitales.
El parque Quinta Fuente del Berro tiene un excelente estado de conservaci¨®n de su flora y cuenta con una larga lista de especies ex¨®ticas en sus 13 hect¨¢reas de extensi¨®n. Con un dise?o m¨¢s ajardinado, los caminos que serpentean invitan a dar paseos o para hacer deporte, y en horas de la tarde muchos vienen con sus perros, que se dan chapuzones en las mismas fuentes de agua que, por su calidad, abastecieron durante siglos a la realeza. ¡°La revisi¨®n del cat¨¢logo es muy especial porque nos ayuda a los urbanitas a introducirnos en lo desconocido. Son tantos los detalles que empiezas a percibir lo dura que es la vida de un ¨¢rbol en la ciudad¡±, comenta Eduardo Ramis, miembro de la asociaci¨®n vecinal Pasillo Verde-Imperial.
Actualizar el cat¨¢logo no es una tarea f¨¢cil. Cada ¨¢rbol requiere de una revisi¨®n detallada y las fichas del registro antiguo no ofrecen informaci¨®n clara sobre la ubicaci¨®n de cada ejemplar ni cuenta con fotograf¨ªas para orientarse. Adem¨¢s, algunos de los integrantes del grupo ecologista, m¨¢s all¨¢ de su buena voluntad, no tienen las herramientas y conocimientos necesarios para su correcta catalogaci¨®n. Pero actualizar el listado de ¨¢rboles singulares es importante para garantizar la conservaci¨®n de cada ejemplar por parte del Ayuntamiento y para que los ciudadanos puedan informar de enfermedades o da?os en los espec¨ªmenes.
Hasta el verano de este a?o, el Ayuntamiento ten¨ªa a disposici¨®n una p¨¢gina web llamada ¡°Un alcorque, un ¨¢rbol¡±, que fue creada por el alcalde popular Alberto Ruiz Gallard¨®n para quitarse el estigma de ¡°arboricida¡± que le vali¨® la tala masiva de ¨¢rboles por toda la ciudad. La web ofrec¨ªa la ubicaci¨®n y caracter¨ªsticas de cada ¨¢rbol existente en las calles madrile?as (exceptuando los de los parques y del monte del Pardo) y permit¨ªa que los usuarios informaran de cualquier da?o a la planta o de los alcorques vac¨ªos. Eso, hasta que su sucesor Almeida la cerr¨® por mal funcionamiento. Aunque el Consistorio dijo que estaba trabajando en una nueva versi¨®n, a¨²n no se sabe en qu¨¦ fecha podr¨ªa estar disponible.
Una peque?a maclura que tambi¨¦n est¨¢ entre los catalogados como singulares en el parque de Fuente del Berro, padece de un hongo que ti?e de blanco mate a las hojas verde brillante. Labajos frota una hoja y en su mirada hay pesar. Si el Ayuntamiento le prestara atenci¨®n, este ¨¢rbol podr¨ªa tratarse y as¨ª evitar que se da?e. Los ecologistas tienen registro de que algunos ¨¢rboles del cat¨¢logo de 1997 ya no est¨¢n en varias zonas de la capital por diferentes motivos, y salvo su continua protesta, nada se ha hecho para evitar estas p¨¦rdidas. Carlos Luengo, que tambi¨¦n es jardinero y trabaj¨® durante 15 a?os en el parque El Retiro, sabe que hay ¨¢rboles ¡°que se mueren de ¨¦xito¡± porque la gente los comienza a visitar y, por tanto, a pisar el suelo alrededor del tronco, lo cual compacta la tierra y dificulta la respiraci¨®n de las ra¨ªces. Su larga carrera como arborista le hace temer incluso de que con la geolocalizaci¨®n virtual de los ejemplares sea m¨¢s f¨¢cil visitarlos, lo cual ser¨ªa contraproducente si estos no se protegen con vallas y se se?alizan correctamente.
El grupo tiene otro objetivo, y es catalogar otros ejemplares especiales y proponerle al Ayuntamiento que los incluya en su registro oficial, cuando este decida actualizarlo. ¡°Creemos que hay muchos ¨¢rboles que se pueden agregar¡±, dice Luengo. Seg¨²n Ramis, existe un almez en Madrid R¨ªo que est¨¢ protegido por la Comunidad de Madrid, pero no consta en el ¨ªndice del Ayuntamiento de 1997. Este diario pregunt¨® a la delegaci¨®n de ¨¢reas verdes y urbanismo pero no recibi¨® respuesta a la pregunta de si se planea renovar el cat¨¢logo en alg¨²n momento.
Para la agrupaci¨®n de vecinos anti tala existen muchos ejemplares que deber¨ªan estar en ese documento oficial. Algunos los tienen tan claros como la arboleda del parque Arganzuela, que tiene cerca de 70 a?os de antig¨¹edad, que se vio amenazada por la construcci¨®n de una estaci¨®n de metro en el interior del parque. Gracias a la lucha vecinal se revis¨® el proyecto y se cambiaron los m¨¦todos constructivos, lo cual evit¨® que se talaran varios ¨¢rboles, aunque m¨¢s de un centenar y medio de ellos a¨²n as¨ª desaparecieron. El grupo ecologista cree que incluyendo esta arboleda en el cat¨¢logo podr¨ªan sellar su destino.
Aunque ya llevan varias horas de recorrido, Luciano Labajos sigue llevando al grupo hacia los ¨¢rboles singulares que faltan por catalogar. Quedan varios, pero con poca luz natural es m¨¢s dif¨ªcil identificarlos. Nadie se rinde, hasta que la noche cae y el parque se vuelve un bosque imposible de diferenciar. El gu¨ªa anuncia que tendr¨¢n que crear peque?os grupos que se encarguen de terminar el trabajo y unos cuantos que viven cerca del parque Quinta Fuente del Berro se apuntan para la pr¨®xima visita. Ramis dice que se han convertido en una ¡°comunidad del ¨¢rbol¡± ¨Dcomo la comunidad del anillo, una asociaci¨®n de varios personajes del libro El se?or de los anillos que se une para derrotar al se?or oscuro¨D. Quiz¨¢s no salven al mundo, quiz¨¢s s¨ª a unos cuantos ¨¢rboles.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.