Las ofertas de S¨¢nchez que s¨ª acepta el PP de Ayuso: 170 millones para universidades, 110 para la Ca?ada o 150 para la A-5

El choque de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid (PP) con el Gobierno de Espa?a (PSOE y Sumar) vivir¨¢ este mi¨¦rcoles una rara tregua: el Ejecutivo regional dar¨¢ luz verde a firmar con el Ministerio de Universidades el Programa Mar¨ªa Goyri, que financiar¨¢ 1.091 plazas de profesor gracias a una inversi¨®n compartida por el Estado (169,8 millones, el 60%) y Madrid (112,3). El acuerdo, alcanzado tras un pulso perdido por la administraci¨®n regional, es casi excepcional. En lo que va de legislatura, las dos principales administraciones de Madrid apenas se han entendido con el Gobierno en un pu?ado de convenios menores y en asuntos que implicaban grandes inversiones estatales: 110 millones para los realojos de la Ca?ada Real (la Comunidad pone otros 110 y Madrid y Rivas se reparten otros tantos); 150 para el segundo tramo del soterramiento de la A-5 (en el primero la capital invertir¨¢ 400); los 169,8 del programa Mar¨ªa Goyri; o la Operaci¨®n Campamento, que levantar¨¢ m¨¢s de 10.000 viviendas con una inversi¨®n estatal de m¨¢s de 1.000 millones.

¡°Por menos de 100 millones no se acercan, es una pena que solo pacten cuando hay un cheque por en medio¡±, lamenta una fuente del Gobierno central, donde escuece que los acuerdos no se ampl¨ªen a las iniciativas de di¨¢logo y coordinaci¨®n que lanza a trav¨¦s de su delegado en la regi¨®n, Francisco Mart¨ªn.

As¨ª lo explica un portavoz del Gobierno regional. ¡°Nosotros siempre trabajamos por y para los madrile?os pensando en lo que es mejor para ellos. Cosa diferente son las cacicadas que intenta marcarse el Gobierno¡±, argumenta la Real Casa de Correos, donde se califica de ¡°desleal¡± al delegado, pues acompa?a sus ofertas de mano tendida con cr¨ªticas constantes a Ayuso y el alcalde de la capital, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida. Como consecuencia, la presidenta y el delegado solo se han reunido en una ocasi¨®n.

Nada resume mejor la situaci¨®n que dos anuncios hechos este martes. De un lado, el ministro y nuevo secretario general del PSOE madrile?o, ?scar L¨®pez, cuenta tras la reuni¨®n del Consejo de Ministros que el Estado acaba de aprobar una transferencia de 40 millones para poner en marcha el Centro Nacional de Neurotecnolog¨ªa en Cantoblanco (Madrid).

¡°Va a haber colaboraci¨®n, faltar¨ªa m¨¢s¡±, expone L¨®pez sobre una instalaci¨®n que llegar¨¢ a recibir hasta 200 millones de aqu¨ª a 2037, de los cuales el Gobierno de Espa?a aportar¨¢ el 60% (120), y la Comunidad de Madrid (78) y la Universidad Aut¨®noma de Madrid (2), el 40% restante.

Pero hasta ah¨ª llega el entendimiento entre administraciones. Casi en paralelo, el presidente, Pedro S¨¢nchez, anuncia la organizaci¨®n de un centenar de actos para celebrar en 2025 los 50 a?os de ¡°Espa?a en libertad¡±, coincidiendo con la muerte del dictador Francisco Franco. La reacci¨®n de Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de Madrid, es fulminante: adem¨¢s de acusar al l¨ªder del Ejecutivo central de querer ¡°quemar las calles y provocar violencia¡± y de haber ¡°enloquecido¡±, aclara que su Gobierno ¡°no se sumar¨¢ a un solo de estos eventos e iniciativas¡±.

Porque sin inversiones de por medio, el choque ideol¨®gico, pol¨ªtico, y estrat¨¦gico es total. ¡°Esto es una barbaridad¡±, reacciona el delegado del Gobierno a lo dicho por la baronesa conservadora. ¡°Debiera inhabilitarla para cualquier tipo de responsabilidad p¨²blica. [Alberto N¨²?ez] Feij¨®o est¨¢ tardando en desautorizarla¡±.

El cruce de posicionamientos fotograf¨ªa que no queda ning¨²n puente tendido entre S¨¢nchez y Ayuso. La relaci¨®n est¨¢ rota. Y ese desencuentro radical se traslada a sus organizaciones en Madrid.

El 19 de octubre, dos incidencias simult¨¢neas en Chamart¨ªn y Atocha desataron el caos ferroviario y dejaron a miles de pasajeros atascados. A la siguiente semana, el delegado del Gobierno lanz¨® una acusaci¨®n muy grave: afirm¨® que Mart¨ªnez-Almeida hab¨ªa apostado por un ¡°bloqueo institucional¡± que ¡°pone en peligro a los ciudadanos¡±, ya que, seg¨²n su versi¨®n, le hab¨ªa llamado para coordinar la respuesta a la situaci¨®n (los bomberos y la Polic¨ªa Nacional discrepaban en la gesti¨®n) y no le hab¨ªa cogido el tel¨¦fono. El problema, siempre seg¨²n el delegado, se reprodujo en primera instancia con la vicealcaldesa, Inma Sanz, con la que posteriormente s¨ª pudo contactar. La n¨²mero dos del regidor acus¨® a Mart¨ªn de cruzar ¡°la l¨ªnea roja de la deslealtad y la desverg¨¹enza¡±.

Con ese tel¨®n de fondo, el di¨¢logo entre administraciones, seg¨²n el Gobierno central, es casi inexistente. As¨ª, se?alan en la delegaci¨®n, no han fructificado las ofertas de formar mesas de coordinaci¨®n tripartitas para analizar la situaci¨®n de la vivienda o abordar urgencias sociales en puntos concretos como San Crist¨®bal de los ?ngeles, el parque de El Para¨ªso de San Blas, Vallecas, Lavapi¨¦s, viviendas de la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad o el barrio de Soto de Henares de Torrej¨®n de Ardoz.

Tampoco las peticiones de que el Gobierno regional ayude en la tarea de animar a que las polic¨ªas locales de la regi¨®n se sumen al sistema VioGen de lucha contra la violencia de g¨¦nero, lo que provoc¨® un duro cruce de reproches entre el delegado y el consejero Carlos Novillo. ¡°Me parece vergonzoso, sinceramente, que con unos datos que estamos teniendo preocupantes en ese sentido, en los delitos sexuales, el delegado tenga esa ocurrencia¡±, dijo el subordinado de Ayuso.

Y no ha llegado a buen puerto el planteamiento de formar un comit¨¦ t¨¦cnico del Consorcio Regional de Transportes para la elaboraci¨®n de planes de contingencia que mitiguen incidencias que afectan a los viajeros, por ejemplo en Cercan¨ªas, que depende del Estado.

En contraposici¨®n, Madrid ha solicitado el desarrollo del Plan Integral de Inversiones en Cercan¨ªas; la mejora de la seguridad con la dotaci¨®n de un mayor n¨²mero de efectivos de guardia civil y polic¨ªa, el aseguramiento de la autonom¨ªa en la gesti¨®n del agua por parte del Canal de Isabel II; la mejora en las inversiones en energ¨ªa o la mejora de la gesti¨®n de la pol¨ªtica migratoria. Temas todos ellos que han sido objeto de confrontaci¨®n, pero no de acuerdo.

S¨ª se han firmado convenios de colaboraci¨®n en Vivienda, Transportes (con la construcci¨®n del bus-VAO en la A-2, acordada en 2018 con ?ngel Garrido como presidente); Estad¨ªstica, Medio Ambiente (creaci¨®n de una unidad adscrita de agentes forestales y medioambientales en la Fiscal¨ªa Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo), Digitalizaci¨®n (para acceder a la base padronal del INE) y Educaci¨®n (para proporcionar profesores de FP), seg¨²n se?alan desde el ejecutivo regional.

La raz¨®n de fondo del choque es que S¨¢nchez y Ayuso han construido por oposici¨®n sus carreras durante el ¨²ltimo lustro. Si hubo un tiempo en el que ese choque se dirim¨ªa en los tribunales (con una quincena de recursos de Madrid contra decisiones estatales, o sendos recursos del Gobierno central ante el Constitucional frente a leyes regionales), ya hace meses que se lleg¨® al cuerpo a cuerpo.

Y eso lo marca ahora todo: desde el desplante de Ayuso al ser convocada a La Moncloa, en octubre, a su decisi¨®n de organizar una comisi¨®n en la Asamblea para investigar el supuesto ¡°trato de favor¡± recibido por la esposa de S¨¢nchez en su relaci¨®n profesional con la Complutense, pasando por su decisi¨®n de dejar sin discurso al delegado en el ¨²ltimo homenaje regional a la Constituci¨®n. Una decisi¨®n que deriv¨® en que Mart¨ªn organizara un d¨ªa despu¨¦s su propio acto. El reflejo de una relaci¨®n rota que solo se retoma cuando hay grandes inversiones de por medio.