La ¨®rbita en la que se ¡®entierran¡¯ los sat¨¦lites artificiales
La llamada ¨®rbita cementerio se plante¨® para evitar la creaci¨®n de m¨¢s basura, pero los expertos reclaman 'vaciarla'
Por encima de las ¨®rbitas en las que se encuentran las estaciones espaciales, los sat¨¦lites de observaci¨®n de la Tierra y los escombros¡ªlos expertos calculan que hay?un mill¨®n de objetos de un tama?o superior a un cent¨ªmetro flotando en el universo¡ª, hay una zona donde los sat¨¦lites que han terminado su misi¨®n se van a morir. Se trata de la llamada ¨®rbita cementerio, situada al menos a 300 kil¨®metros sobre la ¨®rbita geostacionaria (a 36.000 kil¨®metros del planeta), en la que est¨¢n los sat¨¦lites de telecomunicaciones y meteorol¨®gicos. El Comit¨¦ Internacional de Coordinaci¨®n de Escombros Espaciales?(IADC, por sus siglas en ingl¨¦s) recomienda a las Agencias de todo el mundo a trasladar hacia all¨ª sus aparatos fuera de uso para evitar colisiones como la de 2009, cuando un sat¨¦lite ruso muerto, de m¨¢s de 861 kilos, se choc¨® contra otro de m¨¢s de 500 kilos. Aquella colisi¨®n gener¨® miles de desechos en el espacio.
La soluci¨®n para los sat¨¦lites que operan en las ¨®rbitas cercanas al planeta (entre 800 y 1.000 kil¨®metros) es?ralentizarlos para que se caigan y se quemen en la atm¨®sfera. En el caso de los aparatos que se encuentran en las ¨®rbitas m¨¢s lejanas, se gasta menos combustible para elevarlos hasta el cementerio que para bajarlos a la Tierra. La misi¨®n constituye, sin embargo, un desaf¨ªo, y solo uno de cada tres operadores logra trasladar sus sat¨¦lites muertos a la zona, seg¨²n estimaciones del IADC. Los que s¨ª llegan a la ¨®rbita cementerio pueden aguantar hasta 200 a?os antes de perder altitud.?
Hay, sin embargo, consenso entre los expertos consultados por este peri¨®dico en que la ¨®rbita cementerio no es una soluci¨®n definitiva. "Es una medida que solo posterga el problema y no resulta efectiva del todo, ya que hay otros trozos, algunos del tama?o de una bala, que se mueven a una enorme velocidad y representan mayor riesgo para las misiones espaciales", afirma Armel Kerrest, vicepresidente del Centro Europeo de Derecho del Espacio de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Kerrest tambi¨¦n se?ala que no existe una legislaci¨®n, solo una recomendaci¨®n, que obligue a las empresas a trasladar sus sat¨¦lites a la zona. "La soluci¨®n", dice, "ser¨ªa evitar mandar nuevos objetos al espacio, porque todos se convertir¨¢n, eventualmente, en escombro".
"Si?se contin¨²an posicionando objetos indefinidamente en la ¨®rbita cementerio, podr¨ªa alcanzarse un punto en el que la probabilidad de colisi¨®n fuera alta, cre¨¢ndose un nuevo campo de basura espacial que podr¨ªa intersectar la ¨®rbita geoestacionaria y afectar a los sat¨¦lites de telecomunicaci¨®n", explica Manuel Catal¨¢n, geof¨ªsico del Real Observatorio de la Armada (ROA). Catal¨¢n es portavoz de la estaci¨®n l¨¢ser del ROA en C¨¢diz, que se encarga de seguir (y, en algunos casos, corregir) la ruta de sat¨¦lites artificiales inactivos para prevenir colisiones. El experto considera que hay un margen de tiempo de varias d¨¦cadas hasta que se encuentren soluciones "t¨¦cnicamente aceptables" para el problema.
Camiones de basura espaciales
La NASA, por su parte, afirma que "quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa en el futuro, los seres humanos tengan que enviar camiones de basura espaciales" para limpiar la zona. En abril de este a?o, la agencia espacial premi¨® un prototipo que podr¨ªa funcionar como algo parecido, no en la ¨®rbita cementerio, sino en aquellas m¨¢s bajas, donde abundan los objetos peque?os: el Brane Craft, un aparato de 90 cent¨ªmetros, menos de 100 gramos y m¨¢s fino que un cabello humano, que tendr¨ªa la capacidad para rodear uno de esos objetos,?a?adiendo suficiente resistencia para degradar su ¨®rbita y enviarlo a la atm¨®sfera.?
La NASA afirma que "quiz¨¢ alg¨²n d¨ªa en el futuro, los seres humanos tengan que enviar camiones de basura espaciales" para limpiar la zona
La Universidad A&M de Texas tambi¨¦n ha desarrollado una aspiradora espacial, capaz de absorber?la basura espacial y luego expulsarla en la atm¨®sfera, obteniendo energ¨ªa de ambas interacciones que puede usar para volar al pr¨®ximo objetivo de desecho. Otra alternativa es un cohete de plasma, creado por la compa?¨ªa Ad Astra Rocket, que puede maniobrar grandes escombros, como los sat¨¦lites. El cohete absorbe el objeto y devuelve los residuos para que se quemen de manera controlada sobre el Pac¨ªfico Sur o los traslada a ¨®rbitas menos pobladas. "La ventaja de ese concepto de remoci¨®n de desechos espaciales es que el motor de plasma permite realizar m¨²ltiplas extracciones en una sola misi¨®n", explica?Franklin Chang D¨ªaz, exastronauta de la NASA y fundador de Ad Astra Rocket. La previsi¨®n es de que el aparato realice las primeras pruebas en el espacio en los pr¨®ximos tres a?os.?
Armel Kerrest opina que en el futuro, ese tipo de tecnolog¨ªa puede ser ¨²til en la ¨®rbita cementerio. Mientras tanto, aboga por que las organizaciones internacionales debatan c¨®mo gestionar mejor el tr¨¢fico espacial y los residuos que genera. "Deber¨ªamos tener algo como la Organizaci¨®n Internacional para la Aviaci¨®n, pero en el espacio. Nos reunimos todos los a?os a nivel internacional, pero nunca se discute ese tema, porque los gobiernos no quieren pagar por eso", lamenta.?
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