?Qu¨¦ son las biopiscinas? Piscinas naturales ecol¨®gicas, sostenibles y con menos mantenimiento
Estas albercas se mimetizan en lagos o estanques con vegetaci¨®n y fauna, y su agua no necesita cloro, qu¨ªmicos o luz ultravioleta para permanecer limpia y convertirse en el mejor entorno para un chapuz¨®n
La biofilia ¡ªese impulso instintivo que incita al ser humano a buscar la conexi¨®n con la naturaleza como m¨¦todo para sentirse bien¡ª es una suerte de medicina natural que lleg¨® para quedarse tras la experiencia del confinamiento durante lo peor de la pandemia. En un entorno cada vez m¨¢s tecnificado, promover la interacci¨®n sensorial profunda con plantas, animales, minerales y cualquier otra manifestaci¨®n del mundo natural es un h¨¢bito terap¨¦utico probado. Puede hacerse con f¨®rmulas sencillas ¡ªir de p¨ªcnic, de casa rural, a ver la puesta de sol o simplemente pasear por un parque o cultivar plantas en el balc¨®n¡ª o tan sofisticadas como uno quiera. ?Qui¨¦n no ha o¨ªdo hablar de los beneficios de abrazar ¨¢rboles, de asistir a talleres de arreglo floral o de meditar focaliz¨¢ndose en la escucha de los cientos de sonidos que se esconden en el silencio del bosque o en el rumor del mar?
En pleno verano, tras cuatro olas de calor y suma y sigue, ese anhelo del menos es m¨¢s toma forma en piscinas mimetizadas en lagos o estanques. Y lo que empieza como un trampantojo acaba como la m¨¢s ecol¨®gica y evocadora expresi¨®n en nuestra b¨²squeda de conexi¨®n con la naturaleza. En Espa?a abundan las piscinas naturales en los cursos de algunos r¨ªos (hay aut¨¦nticos para¨ªsos fluviales en las comarcas de la Vera, la sierra de Gata y el valle del Ambroz, en el norte de la provincia de C¨¢ceres). Pa¨ªses como Alemania son pioneros en esta pr¨¢ctica ¡ªun buen ejemplo es la piscina natural de Heigenbr¨¹cken, que funciona desde 1928¡ª. Tambi¨¦n se est¨¢n naturalizando antiguas piscinas convencionales para convertirlas en espacios para la biodiversidad y el esparcimiento en los que, en torno al agua pura, se van desencadenando din¨¢micos ecosistemas acu¨¢ticos.
En los ¨²ltimos a?os, gracias al boom del paisajismo en el dise?o de los espacios de ocio, muchos hoteles han construido impresionantes piscinas naturales ¡ªtambi¨¦n llamadas biopiscinas¡ª. Por nombrar solo algunos, est¨¢n el agroturismo Mas Ard¨¨vol, en la Costa Daurada (Catalu?a); la granja La Jument Verte, en el pueblo de Aix-Les-Bains (Francia); el Naturhotel Edelweiss Wagrain, en Austria; o el hotel rural Scarlet, en Cornwall (Inglaterra). ¡°La sensaci¨®n de ba?arse en una piscina natural es muy diferente a la de hacerlo en una convencional¡±, aseguran los paisajistas Mar¨ªa Barcel¨® y Xoan P¨¦rez, de Estudio MIX Paisajismo. ¡°La paleta de los verdes profundos cargados de matices del fondo, el tacto y el aroma de la vegetaci¨®n envolvente, el sonido de las aves e insectos que revolotean transmiten la sensaci¨®n de estar en un peque?o lago natural¡±.
Un espacio en equilibrio
La clave de las piscinas naturales es el equilibrio ecol¨®gico. De modo esquem¨¢tico, constan de un vaso de ba?o junto al que se dispone una zona de regeneraci¨®n, esencial para que el agua se mantenga purificada sin necesidad de cloro, qu¨ªmicos, luz ultravioleta ni ultrasonidos, y sin tener que controlar el balance de pH de manera artificial. El agua ha de estar en movimiento, circulando entre la zona de ba?o y la de regeneraci¨®n. Puede conducirse hacia esta ¨²ltima mediante una bomba o por inercia. Igual que en los humedales naturales, en esa agua pura surgen espont¨¢neamente colonias de bacterias que permiten que se mantenga limpia de forma autosuficiente.
El espacio de regeneraci¨®n debe incluir un ¨¢rea de filtrado f¨ªsica (compuesta por arena y grava de diferentes calibres que retengan las hojas, polvo, pelos y cualquier elemento que flote), y las propias plantas, que funcionan como filtro biol¨®gico. Son los vegetales los que purifican el agua gracias a que absorben los nitratos y aportan ox¨ªgeno a trav¨¦s de las ra¨ªces en el sustrato, evitando que se corrompa. El agua est¨¢ viva y alberga una legi¨®n de bacterias y microorganismos beneficiosos que descomponen la suciedad que acabar¨ªa estrope¨¢ndola.
Hay muchas especies aptas, tanto sumergidas como marginales, que pueden plantarse en una piscina natural. ¡°En Espa?a las m¨¢s comunes son los lirios (Iris pseudacorus, Iris sibirica), los juncos (Scirpus holoschoenus), la espada?a (Typha laxmannii) y determinados ran¨²nculos¡±, cuenta Enric Sancho, director de Cultidelta, un vivero especializado en plantas aut¨®ctonas y mediterr¨¢neas. ¡°Pero en el mundo vegetal nunca se puede generalizar. La viabilidad de las especies depender¨¢ de la ubicaci¨®n geogr¨¢fica y de la calidad de agua¡±, advierte el viverista. ¡°Hay que fijarse muy bien en no elegir especies invasoras. Por ejemplo, ciertas especies de espada?as y ca?as ¡ªcomo la Typha latifolia, la Typha angustifolia o el Phragmites australis¡ª tienen rizomas muy vigorosos que podr¨ªan llegar a ocupar todo el espacio y generar un monocultivo, as¨ª que yo las descartar¨ªa¡±, alerta. ¡°Mejor utilizar eneas de porte contenido ¡ªcomo la Typha laxmannii, la Typha minima, el Juncus inflexus¡ª o coloridas herb¨¢ceas florales como el Iris palustre¡±.
Plantas y bichos¡ naturalmente
La exposici¨®n de la alberca al sol determina la vida que se va a generar en el agua. ¡°Cualquier zona de la Pen¨ªnsula puede ser adecuada para instalar una biopiscina, siempre y cuando se tenga en cuenta que a m¨¢s calor e insolaci¨®n m¨¢s posibilidad de aparici¨®n de algas. Y, dependiendo de las especies elegidas, tambi¨¦n m¨¢s mosquitos¡±, indica Enric Sancho. Es importante asumir que estas cosas pueden suceder. Y, en tal caso, renovar el agua cuando sea necesario.
El esquema de plantaci¨®n debe estar bien estudiado para que haya especies con y sin flor, diferentes texturas ¡ªm¨¢s herb¨¢ceas, m¨¢s le?osas¡¡ª y diversas tonalidades de verde que se complementen entre s¨ª y que ayuden a que la construcci¨®n se mimetice con su entorno. ¡°El color que proyectar¨¢ el agua es otro elemento a tener en cuenta y se puede modular dependiendo del material interno del vaso¡±, explican en Estudio MIX. Otro elemento muy expresivo son los chorros de agua. ¡°Algo que diferencia a las piscinas naturales de las tradicionales es el sonido del agua. Se puede instalar un chorro que, adem¨¢s de ayudar con la oxigenaci¨®n de la alberca, funcione como reclamo atrayendo la atenci¨®n de quien se acerque¡±.
Al ser un elemento vivo, la piscina natural es mucho m¨¢s que una instalaci¨®n de ba?o: es un acontecimiento est¨¦tico que refleja el ciclo de las estaciones. En verano, las plantas emergen del agua creando una envolvente sensaci¨®n de inmersi¨®n en la naturaleza. ¡°El final del oto?o y el invierno, cuando las acu¨¢ticas adquieren tonalidades decadentes y captan la luz de forma dram¨¢tica, son los momentos m¨¢s po¨¦ticos¡±, dicen en Estudio MIX. ¡°En primavera, los vol¨²menes de los nuevos brotes rompen la horizontalidad de la l¨¢mina de agua, reflejando un sinf¨ªn de tonalidades de verdes frescos. El jard¨ªn se llena de sonidos de p¨¢jaros y los polinizadores comienzan su trasiego explorador en busca de las valiosas primeras flores de la temporada¡±. Con suerte, lib¨¦lulas, mariposas, ranas y pececillos acabar¨¢n instal¨¢ndose atra¨ªdas por un h¨¢bitat a su medida.
¡°Las biopiscinas son saludables: su agua pura y viva es suave con la piel y se siente agradable al tacto¡±, asegura Andr¨¦ Sch?ller, de la empresa alemana de ingenier¨ªa Janisch & Schulz. ¡°La presencia de animales indica esta pureza. La purificaci¨®n del agua mediante grava y vegetaci¨®n permite prescindir de qu¨ªmicos y filtros el¨¦ctricos, protegiendo la salud y el medio ambiente¡±, a?ade.
Aunque requieren una inversi¨®n inicial mayor, a medio plazo las piscinas naturales exigen menos mantenimiento que las convencionales. ¡°La sostenibilidad es un concepto en el que caben interpretaciones diversas, pero en lo que todos estamos de acuerdo es que es necesario hacer un uso responsable del agua¡±, creen en Estudio MIX. Gracias al ciclo de regeneraci¨®n natural, en una biopiscina que mantenga el h¨¢bitat vivo no habr¨¢ que vaciar y rellenar, ¨²nicamente reponer el agua que se evapore. La bomba para hacer circular el agua puede funcionar con energ¨ªa solar. No se necesitan cloro ni qu¨ªmicos. Tampoco depuradora, lo que supone un ahorro energ¨¦tico.
Las piscinas naturalizadas tienen pros y contras. Entre los contras hay que tener en cuenta que no ser¨¢ un agua totalmente transparente, que surgir¨¢n algas ¡ªno es ninguna tragedia¡ª, que si las especies no se seleccionan adecuadamente pueden aparecer mosquitos, que hay que podar las vivaces acu¨¢ticas una vez al a?o¡ A cambio, se favorece la ecolog¨ªa y la sostenibilidad, se reducen necesidades de mantenimiento y se disfruta de las posibilidades est¨¦ticas de las plantas. Ese esperado chapuz¨®n en veranos cada vez m¨¢s t¨®rridos en una alberca tocada por la gracia de una naturaleza silvestre envolvente ser¨¢ pura terapia. Nada de selfis. Solo apagar el m¨®vil y zambullirse.
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