?Es la recarga o ¡®refill¡¯ de productos tan sostenible como se vende?
Con el objetivo de reducir los residuos pl¨¢sticos, los sectores alimentario y cosm¨¦tico concentran buena parte de las iniciativas orientadas a reutilizar envases apostando por el relleno de producto, pero estas pr¨¢cticas no siempre juegan a favor del medio ambiente
El mundo est¨¢ repleto de basura. Las monta?as de residuos textiles se integran en el paisaje ¨¢rido del desierto de Atacama, los pl¨¢sticos llegan a las regiones m¨¢s inh¨®spitas del planeta mientras los desechos electr¨®nicos se acumulan en pa¨ªses como Etiop¨ªa o Ghana. No hay rinc¨®n a salvo de la huella humana y la velocidad fren¨¦tica que marca el ritmo en los sistemas de producci¨®n de bienes de consumo no parece que vaya a aflojar. Por eso, la pregunta que muchas empresas est¨¢n intentando resolver tiene que ver con c¨®mo reducir esos residuos sin necesidad de acortar la producci¨®n. Y, de momento, no hay respuesta clara.
S¨ª se est¨¢n empezando a implementar diferentes iniciativas, como la recarga de productos. Es decir, ofrecer al consumidor la posibilidad de rellenar o recargar el envase de un producto previamente adquirido. El objetivo es claro: reducir la fabricaci¨®n de envases pl¨¢sticos. ?Es esta opci¨®n realmente ¨²til a la hora de disminuir los residuos o se trata de una estrategia disfrazada de sostenibilidad con la que las grandes compa?¨ªas buscan hacer un lavado de cara en clave ecol¨®gica? ¡°En t¨¦rminos generales, es bueno apostar por reducir el pl¨¢stico, m¨¢s todav¨ªa en el caso de una multinacional, pero lo importante aqu¨ª no es el qu¨¦, sino el c¨®mo se hace. En ese c¨®mo se hace hay una escala de grises: desde el refill con un impacto un poco menor que otras estrategias y refills que est¨¢n muy bien hechos y muy bien planteados¡±, apunta la periodista e investigadora especializada en sostenibilidad y consumo Berta Ch¨¢vez, autora de los libros de consumo sostenible Al borde de un ataque de compras (Debate) y Tu consumo puede cambiar el mundo (Ediciones Pen¨ªnsula).
Del granel de toda la vida a modelos de ¡®refill¡¯ innovadores
Entre en la cocina, abra armarios y nevera y det¨¦ngase a observar cu¨¢ntos pl¨¢sticos envasan sus alimentos y productos de limpieza. Despu¨¦s dir¨ªjase al ba?o y compruebe los botes de champ¨² y gel, los cosm¨¦ticos, incluso la pasta de dientes. El pl¨¢stico lo inunda todo. Ante este panorama, no es de extra?ar que las industrias cosm¨¦tica y alimentaria hayan sido de las primeras en lanzarse al fen¨®meno del refill o recarga.
Juanjo Leza es el propietario del supermercado ZeroWasteMad, un mercado de residuos cero ubicado en el n¨²mero 35 de la calle madrile?a Garc¨ªa de Paredes. El establecimiento combina la compra a granel de toda la vida (incluso la pasta se puede comprar as¨ª) con otros formatos m¨¢s novedosos, como la cosm¨¦tica s¨®lida. ¡°Solo ofrecemos bolsas de papel para la comida. Los productos de higiene no necesitan envase o vienen en cart¨®n¡±.
¡°En nuestra tienda no te llevas ning¨²n producto en pl¨¢stico¡±, asegura Leza, quien ya hab¨ªa reducido su consumo de pl¨¢sticos ¡°a la m¨ªnima expresi¨®n¡± antes de abrir este espacio en septiembre de 2021. Si bien asegura estar ¡°muy contento de la acogida del barrio¡±, seg¨²n su experiencia, considera ¡°que el cliente extranjero est¨¢ m¨¢s concienciado que el cliente espa?ol¡±. El cambio de mentalidad no se fragua de un d¨ªa para otro pero los estudios arrojan algunos datos esperanzadores en relaci¨®n con el inter¨¦s de los espa?oles por el consumo sostenible.
Mar¨ªa Vilar, directora de Sostenibilidad y ESG (Enviromental, Social y Governace) en Ipsos Espa?a, apunta: ¡°Hace ya varios a?os que el cambio clim¨¢tico ocupa un puesto relevante en el ranking de preocupaciones de la sociedad espa?ola¡±. Y a?ade: ¡°Hay una creencia de que los peque?os cambios cuentan: el 65% opina que, si todo el mundo realizase peque?os cambios en su vida cotidiana, esto podr¨ªa tener un gran impacto en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Estos datos no solo denotan preocupaci¨®n, sino tambi¨¦n una voluntad de actuar¡±. Esos peque?os cambios podr¨ªan ser, por ejemplo, evitar los pl¨¢sticos de un solo uso al hacer la compra o apostar por productos que fomentan la reutilizaci¨®n y circularidad de este material. El problema principal para el consumidor medio es que la oferta de este tipo de productos es muy limitada y en casi todos los casos se concentra en marcas que ya tienen de por s¨ª una conciencia medioambiental en su ADN. Encontrarlos sin hacer un sobreesfuerzo o una b¨²squeda espec¨ªfica es todav¨ªa dif¨ªcil.
Sobres para rellenar el champ¨² y perfumes recargables
La Fundaci¨®n Ellen MacArthur, impulsora de la econom¨ªa circular, distingue cuatro tipos de refill: at home o en casa (el usuario compra un producto de envase reutilizable y va adquiriendo las recargas para llenarlo en casa), on the go o en tienda (el usuario rellena su producto en un punto de recarga concreto, ya sea en la tienda o supermercado), return from home o recogida en casa (se recoge el envase vac¨ªo en casa y se entrega otro lleno, la compa?¨ªa se encarga de la limpieza), y return on the go o devoluci¨®n (el comprador devuelve el envase en un punto de entrega o buz¨®n concreto, la empresa se encarga de limpiarlo y redistribuirlo).
En Espa?a, se desarrollan cada vez m¨¢s iniciativas prometedoras. La marca cosm¨¦tica Freshly Cosmetics, por ejemplo, cuenta con una categor¨ªa de venta concreta llamada Refill donde aglutina productos capilares, faciales y corporales cuyo envase de vidrio se puede rellenar con un sobre de recarga (fabricado con 75% fibra vegetal y reciclable) una vez terminado.
Otro ejemplo lo encontramos en Ecoalf y su jab¨®n corporal en polvo presentado en una botella recargable de aluminio. Esta recarga viene en un sobre elaborado en ¡°biopl¨¢stico compostable¡±, seg¨²n se puede leer en su web. Ambos casos encajan dentro de la tipolog¨ªa de refill at home, la m¨¢s habitual entre quienes buscan iniciarse en esta forma de consumo. Menos innovador, pero muy pr¨¢ctico, es el refill en tienda de algunos supermercados, que se podr¨ªa definir como un sistema a granel mejorado y actualizado a las necesidades de nuestro tiempo.
En establecimientos especializados, como ZeroWasteMad, van m¨¢s all¨¢. ¡°Para los productos de limpieza ofrecemos botellas de cristal en consigna o los clientes traen sus propios envases¡±, puntualiza Leza. En opini¨®n de Berta Ch¨¢vez, ¡°ya se empiezan a ver estrategias de refill que est¨¢n muy bien hechas, pero casi siempre en peque?as y medianas empresas y no en multinacionales¡±. En un informe titulado Los reutilizables son posibles, publicado por Greenpeace en agosto de 2020, la ONG reivindic¨® la necesidad de que estos sistemas de refill lleguen a las grandes compa?¨ªas: ¡°Las grandes empresas de bienes de consumo, desde Nestl¨¦ hasta Unilever, Coca-Cola y PepsiCo, deben actuar urgentemente para aumentar los sistemas de reutilizaci¨®n y recarga y eliminar los envases de un solo uso¡±, sentenciaron.
En 2021, el gigante Procter & Gamble, due?o de marcas de gran consumo como Pantene, H&S o Herbal Essences, anunci¨® ¡°un modelo de relleno inteligente¡±, seg¨²n describi¨® la empresa, en una iniciativa que buscaba impulsar ¡°un cambio en la forma en la que los consumidores compran y desechan sus botellas de champ¨², inspirando un consumo responsable¡±. El envase de recarga se elabor¨®, siempre seg¨²n la compa?¨ªa, con un 60% menos de pl¨¢stico, lo que se traducir¨ªa en un ahorro de millones de botellas de pl¨¢stico nuevo. Sin embargo, aquella pr¨¢ctica fue criticada y tachada de poco sostenible por la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Greenwash, especializada en exponer las pr¨¢cticas irresponsables de las grandes empresas en materia de impacto medioambiental: ¡°Se trata de un esfuerzo poco entusiasta por parte de Procter & Gamble que no llega a ser un sistema de recarga verdaderamente eficaz¡±, argumentaron.
No todo vale y no todo es sostenible
Ch¨¢vez apunta, adem¨¢s, que rellenar una y otra vez un envase de pl¨¢stico no es lo m¨¢s recomendable porque ¡°no es un material inerte como el acero o cristal¡±. ¡°Realmente los mejores envases para hacer un refill en condiciones y que ese envase que vamos a ir rellenando no reaccione con el interior, se pueda lavar y perdure, son el vidrio y el acero. El pl¨¢stico muchas veces reacciona con el fr¨ªo o el calor y con algunas sustancias¡±, detalla.
La recarga con envase de vidrio tiene un protagonismo creciente en el ¨¢mbito del perfume, un sector con gran peso en Espa?a. Seg¨²n datos de STANPA (Asociaci¨®n Nacional de Perfumer¨ªa y Cosm¨¦tica), en 2021 se emplearon 200 millones de envases de vidrio para fragancias. El n¨²mero de perfumes con opci¨®n de recarga es todav¨ªa minoritario y su uso anecd¨®tico, pero cada vez son m¨¢s las firmas de primera l¨ªnea las que se decantan por esta opci¨®n. Prada ha lanzado por primera vez una recarga de perfume para Paradoxe, su ¨²ltimo lanzamiento y ¡°la primera fragancia Prada recargable¡±, explican desde la marca. ¡°Para garantizar un impacto m¨¢s sostenible y reducir el material de empaquetado, la botella de vidrio se ha dise?ado para minimizar su peso y el uso de vidrio¡±, se indica en la tienda online.
El menor impacto medioambiental y el decrecimiento de los residuos es la premisa principal detr¨¢s de estos modelos de negocio, pero adem¨¢s el usuario se puede beneficiar de unos precios algo m¨¢s reducidos al decantarse por las recargas. ¡°Deber¨ªa haber una recompensa a las personas consumidoras por utilizar este tipo de estrategias y estar reduciendo el impacto en el planeta de la multinacional o empresa de turno. Lo ideal ser¨ªa que te cobren una cantidad por ese envase y que luego los refill y los rellenos sean lo m¨¢s barato posible para motivar a que muchas personas sigan esta estrategia¡±, sostiene Ch¨¢vez. Por ilustrarlo con el ¨²ltimo ejemplo comentado: la fragancia Paradoxe de Prada nueva tiene un precio de 160 euros los 90 mililitros, mientras que la recarga se vende por 135 euros los 100 mililitros.
En una fase a¨²n primigenia, el uso de los productos recargables es todav¨ªa limitado e incluso inexistente seg¨²n el sector y aunque no ser¨¢ la panacea para aliviar la contaminaci¨®n planetaria, su impacto siempre ser¨¢ m¨¢s positivo que la otra alternativa: seguir consumiendo por encima de nuestras posibilidades.
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