La moda en la Casa de Alba: dos siglos de historia de duques y duquesas a trav¨¦s de sus vestidos m¨¢s ic¨®nicos
La nueva exposici¨®n del Palacio de Liria, comisariada por Lorenzo Caprile y Eloy Mart¨ªnez de la Pera, repasa el legado de esta familia nobiliaria espa?ola, desde Eugenia de Montijo hasta Sof¨ªa Palazuelo, a trav¨¦s de la obra de grandes artistas y dise?adores
Todo lo que se pone Sof¨ªa Palazuelo, duquesa de Hu¨¦scar y futura duquesa de Alba, se convierte en titular. Que si un vestido de lunares que se puso en la boda de Victoria de Hohenlohe y Maxime Corneille que recuerda a uno de Lady Di, que si un tres piezas de Jan Taminiau para el sonado bautizo de su hija peque?a, que si el dise?o tipo t¨²nica de escote asim¨¦trico que luci¨® en el cumplea?os de la princesa Ira de F¨¹rstenberg y que tiene una copia low cost disponible en Zara. ¡°Es una reina de estilo para las mujeres de su generaci¨®n. No cabe duda que cosa que se pone Sof¨ªa, cosa que enseguida es copiada e imitada¡±, confirma a EL PA?S el modista madrile?o Lorenzo Caprile. Pero la influencia en la moda de la Casa de Alba viene de mucho m¨¢s atr¨¢s. Hace 200 a?os, la emperatriz Eugenia de Montijo, hermana de Mar¨ªa Francisca de Sales Portocarrero, XV duquesa de Alba desde 1844, ya era copiada e imitada. ¡°Su follower principal fue Mary Todd Lincoln, la mujer de Abraham Lincoln, que exig¨ªa a su embajador que la informara de lo ¨²ltimo que hab¨ªa sacado la emperatriz para reproducirlo en la Casa Blanca con su equipo de modistas, que trabajaban a destajo para seguir el capricho de esta se?ora que copiaba descaradamente todo lo que se pon¨ªa Eugenia de Montijo¡±, relata Caprile.
Contar la historia ¨Dy las intrahistorias¨D de ese estrecho v¨ªnculo entre la moda y la Casa de Alba desde el siglo XIX hasta la actualidad es lo que se han propuesto Caprile y Eloy Mart¨ªnez de la Pera, los comisarios de la nueva exposici¨®n que alberga el madrile?o Palacio de Liria hasta el 31 de marzo de 2024. La moda en la Casa de Alba re¨²ne m¨¢s de 100 piezas, incluidas obras de arte, escultura, indumentaria y complementos, que han sido cedidas por instituciones como el Ch?teau de Compi¨¨gne, el Museo del Traje o Patrimonio Nacional para hacer posible esta muestra ¨²nica. ¡°Nos hemos divertido mucho haci¨¦ndola¡±, confiesa a este peri¨®dico Mart¨ªnez de la Pera. El entusiasmo por ver finalizado el trabajo de todo un a?o se nota en la pasi¨®n con la que explica el recorrido dos d¨ªas antes de su inauguraci¨®n oficial (el pasado 19 de octubre), cuando todav¨ªa se est¨¢n colocando los ¨²ltimos retoques, y en c¨®mo es incapaz de elegir en cu¨¢l de las salas quiere ser retratado porque todas le gustan demasiado. ¡°Vamos a hablar de dos siglos de moda y lo vamos a hacer a trav¨¦s del testigo m¨¢s certero que hay, que es la pintura¡±, anticipa el gestor cultural alav¨¦s.
Federico de Madrazo, Franz Xaver Winterhalter, Joaqu¨ªn Sorolla o Ignacio Zuloaga son algunos de los artistas que reprodujeron a la perfecci¨®n la moda de sus ¨¦pocas en cuadros que van a colgar temporalmente de las paredes del palacio madrile?o. ¡°Son aut¨¦nticos fashionistas a los que les preocupaba enormemente la distinci¨®n que daba la indumentaria a los retratados¡±, opina Mart¨ªnez de la Pera. ¡°Cuando vemos los cuadros de Madrazo, por ejemplo, vemos que le apasionaba la moda. Era un tipo que no le quitaba detalle a nada, mira c¨®mo pinta el tul, la seda, los tafetanes¡±, comenta junto a un retrato de Eugenia de Montijo del pintor espa?ol. La emperatriz, casada con Napole¨®n III, es una de las protagonistas indiscutibles de la muestra. Nacida apenas siete meses despu¨¦s que el dise?ador franc¨¦s Charles Frederick Worth, el primero de su gremio en firmar sus dise?os con su nombre, ambos formaron la primera gran pareja de la historia de la moda. ¡°Despu¨¦s ha habido muchas, como la de Audrey Hepburn y Hubert de Givenchy o Catherine Deneuve e Yves Saint Laurent. Pero los primeros en ayudarse mutuamente a establecer la moda como un elemento esencial en nuestra historia fueron ellos dos¡±, reconoce Mart¨ªnez de la Pera.
Eugenia de Montijo tambi¨¦n es la responsable ¡°del espa?olismo que hay en la moda internacional a mediados del siglo XIX¡±, seg¨²n explica Caprile, que responde por tel¨¦fono desde su taller hom¨®nimo de alta costura. Es lo que ¨¦l llama ¡°el momento Carmen¡±, en relaci¨®n a la famosa ¨®pera: ¡°Las mantillas, los encajes, los volantes, los madro?os, los azabaches y todo eso que se asocia a una visi¨®n un poco rom¨¢ntica de Espa?a es gracias a Eugenia, que s¨ª, fue emperatriz de los franceses, pero nunca olvid¨® que ella era una grande de Espa?a¡±. As¨ª se demuestra en la Sala de monter¨ªa, en la que algunos de los dise?os que Worth realiz¨® para la emperatriz conviven junto a tres chaquetas toreras que marcan ese referente de lo espa?ol del que fue ejemplo la emperatriz. Entre ellas est¨¢ la chaquetilla de Sol Fitz-James Stuart, duquesa viuda de Santon?a y condesa de Ban?os, que ahora pertenece a Eugenia Mart¨ªnez de Irujo. Y tambi¨¦n un dise?o del propio Lorenzo Caprile como gui?o de uno de los comisarios de la exposici¨®n hacia el otro. ¡°Es un honor que Eloy considerara que esa pieza completa el discurso de c¨®mo la emperatriz llev¨® lo espa?ol a la monter¨ªa¡±, comenta modesto el dise?ador.
Tambi¨¦n hay una sala con el foco puesto en la moda masculina, el dandismo y la indumentaria regia. ¡°Hemos querido reivindicar la elegancia masculina personificada en la figura de Jacobo Fitz-James Stuart, XVIII duque de Alba¡±, cuenta Caprile sobre el padre de Cayetana de Alba. Mart¨ªnez de la Pera lo muestra emocionado por la historia que esconden los dos cuadros contrapuestos del espacio. ¡°Este momento es precioso¡±, advierte. El primero es un retrato de Alfonso XIII en los jardines de La Granja pintado por Sorolla. ¡°Quien le estaba dando palique para que no se moviera era Jacobo. Eran amigos ¨ªntimos y ¨¦l estaba justo enfrente¡±, narra. Igual de enfrente est¨¢ ahora un cuadro del propio Jacobo pintado tambi¨¦n por Sorolla. Aunque comparten hasta el mismo marco, ambas obras pertenecen a instituciones diferentes y es la primera vez que se juntan. A su lado, est¨¢ expuesto el mismo frac con el que el duque pos¨® para el reconocido artista valenciano, reflejando la belleza que se oculta detr¨¢s de la etiqueta masculina.
Al adentrarse en el siglo XX y el XXI la exposici¨®n se convierte en un gran homenaje a Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, la duquesa de Alba, fallecida en 2014. ¡°Era una mujer que amaba la moda de una manera tranquila. No era flanboyant y eso lo demuestran las piezas que ponemos de ella¡±, sostiene el gestor cultural. Esas piezas incluyen vestidos de dise?adores como Pertegaz o Christian Dior. En 1959, dos a?os despu¨¦s de la muerte del segundo y cuando Yves Saint Laurent era el director creativo de la marca, el Palacio de Liria donde ahora se expone la muestra fue testigo de un desfile de Dior que organiz¨® la propia duquesa de Alba. ¡°Se trajo a 14 modelos parisinas, vinieron unos d¨ªas antes a ensayar y presentaron 119 modelos completos de la colecci¨®n de la primavera-verano del 59. Fue maravilloso ver a estas modelos de Dior paseando en piezas m¨ªticas de la firma, entre cuadros de Winterhalter, Goya y Tiziano. Ella fue muy consciente de que la moda era un legado fundamental¡±, garantiza Mart¨ªnez de la Pera mientras se?ala las fotos de ese gran evento que han sido recuperadas para la exposici¨®n.
Su vestido de novia para la boda con Luis Mart¨ªnez de Irujo en 1947, de estilo camisero, en seda color crudo, con mangas japonesas y detalles florales de encaje, ocupa un lugar privilegiado de la sala dedicada a los trajes nupciales. Se trata de un elegante dise?o de Flora Villarreal, una dise?adora opacada por grandes figuras como Crist¨®bal Balenciaga, tan discreta que cuando se busca su nombre en internet aparece antes el rostro de Cayetana que el suyo mismo. ¡°Hay elecciones en tu vida que hablan mucho de tu personalidad y que Cayetana eligiera a Flora significa que es una mujer con cero showoff, a pesar de que le hizo un vestido maravilloso¡±, considera el comisario.
Tampoco pod¨ªan faltar el vestido de sat¨¦n firmado por Emanuel Ungaro que luci¨® su hija, Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, en su enlace con el torero Francisco Rivera en 1998. Ni del que Sof¨ªa Palazuelo hizo gala en su boda con el nieto de Cayetana, Fernando Fitz-James Stuart y Sol¨ªs, en 2018, dise?ado por su propia t¨ªa, Teresa Palazuelo, fallecida en noviembre de 2022. Todos tienen en com¨²n la sobriedad frente al alarde, las l¨ªneas depuradas que denotan una elegancia tranquila. ¡°Son trajes regios, con colas muy importantes, trajes que ocupan espacio¡±, los describe Caprile. ¡°Los tres son muy distintos entre s¨ª, pero no son trajes lenceros como los que se llevan ahora, sino trajes de novia, como los que a m¨ª me gustan, de verdad¡±, asevera el autor de ic¨®nicos vestidos de novia como el de la infanta Cristina en su boda con I?aki Urdangar¨ªn en 1997. Son tres vestidos que resumen el sentido de la exposici¨®n: demostrar que la moda en la Casa de Alba evoluciona, pero se mantiene fiel a sus or¨ªgenes.
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