Jess Collett, la dise?adora que crea sombreros para famosas y realeza: ¡°Nunca har¨¦ una pieza igual a la de Kate Middleon para la coronaci¨®n¡±
Para la sombrerera brit¨¢nica, que ha tenido clientas como Madonna o Helena Bonham Carter y acaba de colaborar con Samantha Cameron, tocados, diademas y sombreros est¨¢n viviendo una reactivada popularidad gracias a las redes sociales
Hace pr¨¢cticamente un a?o que tuvo lugar la coronaci¨®n del rey Carlos III, pero para Jess Collett (49 a?os, Londres) es como si hubiera sucedido un par de d¨ªas atr¨¢s. Esta sombrerera brit¨¢nica fue la creadora de los tocados que llevaron Kate Middleton y su hija, la princesa Carlota, durante la ceremonia celebrada en la abad¨ªa de Westminster de Londres. Unas piezas que vieron millones de personas por televisi¨®n y en las fotos publicadas en medios de comunicaci¨®n de todo el mundo. Hoy, inevitablemente, sigue recibiendo inter¨¦s por este tema.
Antes de la entrevista, Collett advierte que no va a compartir detalles sobre esos tocados o su relaci¨®n con las princesas, pero es evidente que el impacto en su negocio ha sido tan significativo que es imposible no mencionarlo. ¡°Fue asombroso. Como si toda mi vida profesional hubiera estado esperando ese momento¡±, confiesa a EL PA?S. ¡°El punto de partida fue una corona dorada, uno de mis modelos m¨¢s populares. Muchas clientas me han pedido algo similar, pero obviamente nunca har¨¦ una pieza igual a la de la coronaci¨®n.¡± La princesa de Gales rompi¨® con la tradici¨®n y no llev¨® tiara, prefiriendo la rom¨¢ntica diadema confeccionada en cristal y plata (a juego con la de su hija Carlota) que Collett realiz¨® en colaboraci¨®n con la firma Alexander McQueen, que ide¨® el vestido para la hist¨®rica fecha. Los motivos florales del tocado y su vestido replicaban la iconograf¨ªa que hab¨ªa elegido el rey para simbolizar las diferentes naciones que componen el Reino Unido. ¡°Todo estaba perfectamente pensado, hasta el ¨²ltimo detalle¡±, describe la sombrerera.
Ella tambi¨¦n se encarg¨® del sombrero que llev¨® a la ceremonia Samantha Cameron, la esposa de David Cameron, exprimer ministro brit¨¢nico y actual ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Rishi Sunak. Lograr que Cameron se cubriera la cabeza fue toda una haza?a, recuerda, ya que nunca se hab¨ªa sentido c¨®moda llevando sombrero. De hecho, ni siquiera lo hizo en la boda de Guillermo y Kate. ¡°Puse en pr¨¢ctica mi magia y le hice cambiar de opini¨®n¡±, bromea Collett. A Cameron le gust¨® tanto su pamela roja confeccionada para la coronaci¨®n que le propuso colaborar en una colecci¨®n c¨¢psula para su marca de moda, Cefinn, coincidiendo con la temporada alta de bodas que justo empieza ahora y las carreras de caballos como la de Ascot.
¡°Sam me llam¨® porque quer¨ªa ofrecer un look completo para ocasiones especiales. Eleg¨ª modelos f¨¢ciles de comprar online, y de colores lisos para que puedan combinarse con sus vestidos estampados¡±, explica. Podr¨ªa decirse que Collett tiene un don especial para convencer a quienes no les gustan los sombreros: ¡°Siempre se me ha dado bien tratar con las personas. Conecto con las clientas y las entiendo. Es algo que me sale de manera natural y con lo que disfruto¡±, admite. ¡°Creo que los sombreros aportan confianza a quien los lleva y que existe una silueta que encaja con cada persona¡±. Sus creaciones han salido en editoriales de moda de revistas como Talter, Vogue, People, Cosmopolitan o Harpers Bazaar.
La dise?adora es un ejemplo de esa figura tan brit¨¢nica de la persona que trabaja en espacios formales, pero no se deja intimidar por sus normas. Tanto la l¨ªnea de difusi¨®n como las piezas personalizadas de sus creaciones cumplen con los tradicionales c¨®digos de etiqueta, pero siempre se ven frescas. ¡°El pasado sirve como referencia, pero personalmente no me gustan las reglas¡±, razona. ¡°Trabajo con libertad dentro de un marco, pero siempre con las premisas de la comodidad y la ligereza. No s¨¦ muy bien la raz¨®n por la que hago ciertas piezas, pero siento que tienen un campo magn¨¦tico que me atrae. Y mis sombreros siempre tienen un toque divertido¡±, argumenta mientras se prueba diferentes tocados y sombreros y explica para qu¨¦ tipo de personalidad ser¨ªa cada uno.
La sombrerera y sus dos empleadas trabajan en un acogedor taller decorado con muebles de su abuela en la zona de Portobello Road de la capital brit¨¢nica, lejos del concepto de boutique estirada que se pueda imaginar para alguien que colabora con Madonna, Helena Bonham Carter y miembros de la familia real como Zara Tindall, nieta de Isabel II, y Sof¨ªa de Edimburgo. Pippa Middleton, al igual que su hermana, es una habitual. ¡°Las hermanas Middleton siempre van flamantes¡±, comenta. ¡°Me gusta ver c¨®mo ha evolucionado la princesa de Gales a la hora de llevar sombrero. Est¨¢ cada vez m¨¢s segura de su estilo¡±.
Para Collett, los sombreros disfrutan de una reactivada popularidad. ¡°Es una consecuencia de las redes sociales, que animan a la gente a llevar algo especial para las fotos¡±, apunta. Tambi¨¦n percibe que el estilo brit¨¢nico sigue siendo un referente para ocasiones formales, sobre todo en pa¨ªses como Estados Unidos. ¡°Ceremonias, tradiciones¡ cosas que se nos dan bien a los brit¨¢nicos¡±, dice sonriendo. De todos sus modelos predise?ados, los m¨¢s populares son los sombreros plegables World Traveller para llevar en la maleta y las diademas, cuyo precio, dependiendo del grado de elaboraci¨®n, puede ir de unos 150 euros hasta los 1.500. ¡°Funcionan bien para quien no se quiera comprometer con un sombrero, y proporcionan un efecto halo muy favorecedor¡±.
La creadora, que creci¨® en la Inglaterra rural, confecciona sombreros desde que era ni?a, cuando empez¨® a jugar a los disfraces. Estudi¨® Dise?o de Vestuario y de su madre, tapicera y modista, aprendi¨® a ¡°transformar ideas en algo que construyes con tus propias manos¡±.
En los 25 a?os que ha dedicado a la sombrerer¨ªa ha tenido que hacer malabares para mantenerse a flote. Cerr¨® el taller cuando sus hijas eran peque?as y se transform¨® en una tienda ambulante realizando las entregas en su coche. Admite que sin una red de apoyo compuesta por amistades que le ayudan con la web y las sesiones de fotos, su madre que se ocupa de sus hijas o familiares que le llevan las cuentas, no le ser¨ªa posible mantener su marca. A pesar de todo, no puede imaginarse dedicarse a otra cosa: ¡°Quiz¨¢s creciese muy protegida, pero no concibo otra manera de ganarme la vida. Tuve que aprender c¨®mo funciona una empresa, a ser menos ca¨®tica, a usar n¨²meros y a conquistar mis miedos. Todo eso lo hago simplemente porque quiero vivir de mi negocio¡±.
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