Filosof¨ªa: la formaci¨®n de dem¨®cratas empieza entre pupitres
Expertos y profesores abogan por dar m¨¢s peso a esta materia en edades tempranas y alertan sobre las redes sociales como freno al pensamiento cr¨ªtico

La ense?anza de la filosof¨ªa en los colegios ha sido un tema de debate recurrente a lo largo de los a?os, no solo por su presencia en el curr¨ªculo ¡ªdel que entra y sale seg¨²n la reforma educativa de turno¡ª, sino tambi¨¦n por la forma en que debe ser abordada. Los fil¨®sofos defienden que precisamente hoy, en la era de la inteligencia artificial (IA) y la informaci¨®n constante, polarizada y no siempre cierta en las redes sociales, es m¨¢s necesaria que nunca su reivindicaci¨®n. Porque ya lo dec¨ªa la Unesco en su Declaraci¨®n de Par¨ªs de 1995: ¡°La ense?anza de la filosof¨ªa debe mantenerse o ampliarse donde ya existe o implantarse donde a¨²n no existe (¡) porque es una herramienta esencial para desarrollar el pensamiento cr¨ªtico, la libertad de juicio y la ciudadan¨ªa democr¨¢tica¡±.
En los colegios e institutos de Espa?a, tras la aprobaci¨®n en 2020 de la Lomloe o ley Cela¨¢, es una asignatura obligatoria en los dos cursos de bachillerato, pero optativa en el ¨²ltimo curso de secundaria, de manera similar a lo que ocurre en Francia o Alemania. Para los fil¨®sofos no es suficiente. Se quejan de c¨®mo, una y otra vez, esta materia queda relegada a un segundo plano, a costa de ser percibida injustamente como una asignatura demasiado abstracta, alejada de los problemas cotidianos o desconectada de las demandas del mercado laboral.
El catedr¨¢tico de Filosof¨ªa y escritor Jos¨¦ Antonio Marina reconoce que la filosof¨ªa est¨¢ pasando por un mal momento. ¡°Por eso, antes de lanzarnos entusi¨¢sticamente a decir que hay que poner m¨¢s filosof¨ªa en los programas, estar¨ªa bien que primero reflexion¨¢ramos sobre qu¨¦ vamos a ense?ar¡±. A su juicio, ¡°los fil¨®sofos deben ponerse las pilas para reivindicarla con may¨²sculas, como la estructura b¨¢sica del sujeto democr¨¢tico¡±. Y a?ade: ¡°El pensamiento cr¨ªtico permite que compitan los argumentos y no las personas¡±.
Por su parte, Enrique Garc¨ªa Mesa, presidente de la Asociaci¨®n de Profesores de Filosof¨ªa de Madrid y profesor de 2? de bachillerato en el Instituto Las Musas de la capital, reivindica m¨¢s filosof¨ªa en los curr¨ªculos, y que sea obligatoria en 4? de ESO, porque no es prescindible ni sus valores pueden diluirse en otras asignaturas. ¡°No solo ense?a a pensar, sino que ense?a a pensar de una manera espec¨ªfica, argumentativa y racional, clave para que los ni?os desarrollen un pensamiento cr¨ªtico, y formar ciudadanos capaces de cuestionar y analizar la realidad¡±, argumenta. Para Garc¨ªa Mesa, el pensamiento cr¨ªtico puede verse como una amenaza para un modelo educativo que fomenta el consumismo y la sumisi¨®n, en lugar de la emancipaci¨®n y el pensamiento libre, como defendi¨® Kant. ¡°No existe una ¨²nica forma correcta de ense?ar, los profesores deber¨ªamos tener libertad para decidir c¨®mo impartir la clase¡±, concluye este experto.
Nietzsche y Schopenhauer
Una libertad por la que tambi¨¦n aboga Marta Cabrera, jefa del departamento de Filosof¨ªa en el IES Gilabert de Centelles en Nules (Castell¨®n), que asegura que la clave del inter¨¦s de los j¨®venes por la filosof¨ªa ¡°depende de c¨®mo se transmita¡±. Seg¨²n su experiencia, ¡°si el alumnado ve que las teor¨ªas filos¨®ficas est¨¢n alejadas de su realidad, desconectan; pero si se les muestra que pensadores como Plat¨®n o Arist¨®teles siguen siendo relevantes en su d¨ªa a d¨ªa, suelen interesarse y aportar sus propias reflexiones¡±. Para Cabrera, ¡°la mejor estrategia es mostrar el v¨ªnculo entre las reflexiones filos¨®ficas y la realidad del alumnado¡±.
Y como ejemplo explica que para hacerles entender por qu¨¦ Plat¨®n piensa que hay ciertos conocimientos innatos que todos los seres humanos compartimos, ella tiene con ellos la conversaci¨®n que S¨®crates mantiene con un esclavo en el Men¨®n, en la que el primero gu¨ªa al segundo hasta que descubre por s¨ª mismo la demostraci¨®n del teorema de Pit¨¢goras. Al hacer esto en clase con ellos, entienden a qu¨¦ se refiere Plat¨®n¡±, esgrime Cabrera. Cuando se le pregunta qui¨¦n cree que es el fil¨®sofo preferido entre sus alumnos, esta docente lo tiene claro: ¡°Nietzsche¡±, responde sin dudarlo. ¡°Se sienten identificados con su propuesta desafiante y rompedora, a diferencia de los fil¨®sofos medievales, que les resultan m¨¢s dif¨ªciles de conectar¡±.
Por su parte, Abel Fern¨¢ndez, jefe del departamento de Filosof¨ªa del IES Juan de la Cierva en Madrid, tambi¨¦n cree que la filosof¨ªa s¨ª que interesa a nuestros adolescentes. ¡°En general, noto inter¨¦s por la materia, especialmente en 4? de ESO y 1? de bachillerato¡±, donde la asignatura se aborda de forma m¨¢s tem¨¢tica y no tanto como una contrarreloj de autores concretos, tal y como se plantea en Historia de la Filosof¨ªa en 2? de bachillerato¡±, diferencia.
Repensando el presente
Para Fern¨¢ndez, los ganadores en el inter¨¦s de los alumnos son las escuelas helen¨ªsticas y el pesimismo filos¨®fico. ¡°Esta visi¨®n resuena en los j¨®venes. Les permiten dar un marco te¨®rico a sus preocupaciones y racionalizarlas¡±. Fern¨¢ndez cree que ¡°los adolescentes actuales tienen m¨¢s motivos para filosofar que generaciones anteriores¡±, ya que se enfrentar¨¢n a grandes cambios sociales impulsados por la tecnolog¨ªa. Seg¨²n ¨¦l, la filosof¨ªa no solo plantea el porqu¨¦ de las cosas, sino que tambi¨¦n ayuda a cuestionarse el para qu¨¦: ¡°?Para qu¨¦ deseo utilizar la IA? ?Qu¨¦ me aportan los v¨ªdeos de TikTok? ?Por qu¨¦ conectarme a un metaverso?¡±, formula. Estas preguntas, concluye, son esenciales para que los j¨®venes vivan una vida plena y no se conviertan en ¡°meros aut¨®matas y consumidores pasivos de contenidos digitales¡±.
Es lo que Jos¨¦ Antonio Marina define como ¡°intoxicaci¨®n por comodidad¡±. Y advierte c¨®mo ¡°los likes, el scroll, y tambi¨¦n la IA crean un sujeto c¨®modo, f¨¢cilmente manipulable¡±. Adem¨¢s, incide Marina, ¡°la proliferaci¨®n del denominado mensaje corto, que sirve para un insulto, una consigna o un anuncio publicitario, pero que impide la argumentaci¨®n¡±, es potencialmente manipulador y la filosof¨ªa pretende todo lo contario, formar individuos con autonom¨ªa cr¨ªtica¡±, subraya.
Preescolares que debaten sobre lo humano y lo divino
Para filosofar no parece haber edad. Si se le pregunta al catedrático José Antonio Marina a qué edad debería introducirse la filosofía en las aulas, aunque no sea como una asignatura formal, no duda: en el último ciclo de la enseñanza infantil. “A esa edad el niño está aprendiendo a estructurar su inteligencia, se hace preguntas, las responde…, es una etapa perfecta para empezar”, señala. Y para que los más incrédulos vean con sus propios ojos cómo es posible hacer que los preescolares reflexionen sobre lo divino y lo humano, Marina recomienda una maravillosa película documental, Ce n’est qu’un début (Solo es el principio, en español), de Pierre Barougier y Jean-Pierre Pozzi, en la que a lo largo de un curso, sentados en un círculo alrededor de una vela encendida y con ayuda de su maestra Pascaline, un grupo de niños de tres a cinco años aprenden a reflexionar, a escuchar, a debatir sobre cuestiones como el amor, la amistad, la libertad y la muerte, mostrando espontaneidad, humor y, a veces, una lógica sorprendente. “La filosofía ayuda a los niños a fijar la atención, a hilar sus pensamientos, a escuchar, a organizar sus argumentos. En definitiva, la filosofía estructura su inteligencia”, reivindica Marina.
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