Filosof¨ªa frente a los algoritmos

En la Universidad Complutense de Madrid hay 4.500 alumnos que estudian alg¨²n tipo de filolog¨ªa. El lugar com¨²n es que representa una p¨¦rdida de tiempo y espacio. Es la segunda o tercera opci¨®n cuando no se ha obtenido una nota de corte alta. Esa que exige la EvAU para cursar matem¨¢ticas, f¨ªsica o medicina, las formaciones de moda. Pero supone un error de c¨¢lculo. ¡°Un n¨²mero tan elevado [de matr¨ªculas] responde a que tiene una gran cantidad de salidas profesionales¡±, avanza Emilio Javier Peral, vicedecano de Cultura, Relaciones Institucionales y Biblioteca en la Facultad de Filolog¨ªa. Unos 500 millones de personas hablan espa?ol. Ense?arlo a extranjeros, quiz¨¢, sea el primer destino laboral. Aunque tambi¨¦n aparecen la ense?anza, la investigaci¨®n, oposiciones o el mundo archiv¨ªstico. ¡°Incluso tengo un alumno poeta que trabaja por las ma?anas en una empresa de inteligencia artificial donde ense?a a la m¨¢quina a comprender el lenguaje¡±, asegura Peral. Versos en tiempos de ChatGPT. ¡°La ciencia se crea con palabras y los fil¨®logos sabemos de qu¨¦ manera usarlas¡±, destaca el docente. ¡°Disu¨¦lveme mi tierna miop¨ªa¡±, escribi¨® D¨¢maso Alonso. Ah¨ª parece residir todo este estallido matem¨¢tico e ingenieril. En la falta de visi¨®n de un futuro n¨ªtido y un vivir a corto plazo. ¡°La ciencia no piensa, solo calcula¡±, advirti¨® el fil¨®sofo Martin Heidegger.

Un espacio de resistencia

La frase es brillante, ?pero qui¨¦n puede vivir de la filosof¨ªa? ¡°Actualmente es un espacio de resistencia¡±, sintetiza Santiago Zabala, fil¨®sofo y profesor de investigaci¨®n ICREA del departamento de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra (UPF). La filosof¨ªa sirve para alzar barreras contra los errores. ¡°Por ejemplo, esta tecnolog¨ªa de la longevidad resulta una locura, al final nos moriremos de hambre y no de ancianos¡±, alerta. Y avisa: ¡°Los doctores se han vuelto superespecialistas, sin embargo, faltan m¨¦dicos de cabecera, con una visi¨®n amplia, y eso lo aportan las humanidades¡±.

Esa carencia del factor humano la suplen Google o Microsoft contratando egresados necesarios para la inteligencia artificial (IA) procedentes de filosof¨ªa o ling¨¹¨ªstica. El economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez invierte en una empresa de IA generativa (1millonBot) que trabaja con ling¨¹istas para que los modelos entiendan la sem¨¢ntica del lenguaje.

Sin embargo, estamos lejos de la mejor imagen del ser humano. ¡°Tenemos un d¨¦ficit de comportamiento democr¨¢tico y de perspectiva hist¨®rica. Necesitamos m¨¢s humanidades en las aulas¡±, reflexiona Mauro Guill¨¦n, catedr¨¢tico internacional de Empresa en la escuela de negocios Wharton (EE UU). ¡°No basta que la tecnolog¨ªa ofrezca infraestructuras excelentes. Sin buenos profesionales de la comunicaci¨®n y de la cultura que las humanicen, muy probablemente circular¨¢ por ellas el veneno de la divisi¨®n y la discordia¡±, apunta en su ensayo Humanidades digitales, Manuel Algarra, catedr¨¢tico en la Facultad de Comunicaci¨®n de la Universidad de Navarra. ¡°Tenemos que pensar que el periodismo tiene futuro¡±, observa en un mensaje de audio. ¡°La sociedad lo necesita, la democracia lo necesita. Quiz¨¢ parte de su deterioro no pueda desligarse del de la propia ciudadan¨ªa: en la medida en la que estamos m¨¢s preocupados por nuestra supervivencia, por nuestros asuntos personales¡±. Y a?ade: ¡°Antes o despu¨¦s veremos que los medios son absolutamente necesarios en una democracia sana y normal y por eso asistimos a una especie de desencanto con este oficio, que corre paralelo al desencanto con la vida p¨²blica. Aunque, en el momento en que entendamos que las personas debemos tener individualidades vigorosas, bien formadas y bien informadas para proteger la democracia, el periodismo, tambi¨¦n, ser¨¢ vigoroso¡±. Este centro navarro cuenta con 229 alumnos en esta materia, a pesar de que las nuevas generaciones se desplazan hacia el marketing y el espacio audiovisual.

Mirada optimista

Pero el humanismo es optimista por vocaci¨®n. ¡°Nada tiene que ver la oferta actual a la que se estudiaba hace dos d¨¦cadas¡±, concede Ana Planet, vicedecana de estudios de posgrado de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM). Primero, el n¨²mero: entre las opciones, 14 grados, 22 m¨¢steres oficiales, seis dobles grados y ocho doctorados. En el grado de Estudios de ?frica y Asia se aprenden lenguas complejas, como chino, japon¨¦s o ¨¢rabe, pero tambi¨¦n se dedica un tercio del a?o a disciplinas human¨ªsticas aplicadas al contexto (historia, filosof¨ªa, pensamiento) y otro a ciencias sociales, como econom¨ªa. La nota de corte habitual es muy alta (12) y todos los a?os se quedan fuera alumnos. Hay demanda: unos 50 o 56 egresados anuales que trabajar¨¢n, por ejemplo, traduciendo en oeneg¨¦s, consultor¨ªa internacional en ?frica, en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o preparando oposiciones al cuerpo diplom¨¢tico. El 60% son mujeres, mientras la nota media de los graduados en Filosof¨ªa y Letras fue de 7,63 en el curso 2022-2023. Ese mismo a?o se licenciaron en la UAM unos 3.967 estudiantes, de los cuales, 539 cursaron Filosof¨ªa y Letras (mismos que Derecho).

Bajo estas palabras, una reflexi¨®n. ¡°El dise?o, la programaci¨®n de los algoritmos, debe ser exacta. Pensemos. ?Qu¨¦ nivel de responsabilidad tiene Google si se equivoca en su respuesta? Hasta hace poco el buscador respond¨ªa que Obama era musulm¨¢n¡±, recuerda Enrique Dans, profesor de Innovaci¨®n de IE Business School. Ser¨¢n necesarios abogados o psic¨®logos que sepan enfrentar las consecuencias jur¨ªdicas y humanas. La previsi¨®n de que esas ense?anzas sociales se mostrar¨¢n en pizarras digitales no es compartida por todos. ¡°Mi impresi¨®n es que muchos de estos mensajes sobre el ¨¦xito de los graduados de humanidades en un contexto muy tecnol¨®gico poseen un alto contenido de deseo social m¨¢s que de realidad¡±, asume Jos¨¦ Antonio Montalvo, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la UPF. ?Sue?an los androides con ovejas mec¨¢nicas?