En ruta hacia una industria desfosilizada
Las biorrefiner¨ªas emergen como faros en la transici¨®n hacia una econom¨ªa circular y basada en la biomasa, no en el petr¨®leo
La econom¨ªa del petr¨®leo es la base sobre la que hemos desarrollado nuestra civilizaci¨®n¡±. Aunque en fase de desaceleraci¨®n, la demanda de crudo para 2024 volver¨¢ a marcar un r¨¦cord global, dando continuidad a estas palabras de Margarita de Gregorio, CEO de Biocirc, la Asociaci¨®n Espa?ola de Biocircularidad que desde su lanzamiento el pasado mes de febrero impulsa la transici¨®n hacia un sistema productivo sustentado al 100% en materia org¨¢nica (biomasa) a partir de procesos de biorrefiner¨ªa.
¡°Del petr¨®leo, hasta los andares¡±, afirma De Gregorio, en un juego de palabras que ilustra la dependencia actual respecto a esta fuente f¨®sil. De su craqueo se aprovecha todo, ¡°va mucho m¨¢s all¨¢ de los combustibles¡±, asegura. Productos qu¨ªmicos, precursores de pl¨¢sticos, disolventes, pinturas¡ ¡°todo lo que nos rodea¡±. Y sus consecuencias: las emisiones de efecto invernadero volvieron a crecer un 1,3% en 2023 seg¨²n Naciones Unidas, otro m¨¢ximo hist¨®rico m¨¢s.
Urge dar pasos hacia la independencia del petr¨®leo. ¡°En la generaci¨®n el¨¦ctrica en Espa?a llevamos 12 meses consecutivos en los que m¨¢s del 50% de la electricidad que se produce proviene de fuentes renovables [principalmente, fotovoltaica y e¨®lica]¡±, celebra la experta de Biocirc; incluso se ha llegado a picos del 70% durante algunas horas, recuerda. Pero la vinculaci¨®n al f¨®sil en otros sectores ¨Cclimatizaci¨®n de edificios, transporte, generaci¨®n t¨¦rmica para industria¨C sigue siendo ¡°desproporcionada¡±.
Toca conjugar a gran escala el verbo desfosilizar. Sustituir ¡°esas mol¨¦culas f¨®siles por mol¨¦culas renovables a partir de la materia org¨¢nica que se encuentra en los restos agr¨ªcolas, forestales, ganaderos, de industrias, de los residuos municipales¡±, explica De Gregorio. Una transici¨®n que no solo compensa emisiones de CO2, tambi¨¦n impulsa el reaprovechamiento de materias primas para una econom¨ªa circular y sostenible, y abre una veta de negocio: Espa?a es una potencia europea en recursos biom¨¢sicos.
¡°Tenemos unas tecnolog¨ªas muy maduras y relativamente simples, y otras m¨¢s innovadoras y menos maduras, que nos est¨¢n permitiendo desfosilizar ya nichos de nuestra econom¨ªa¡±, desvela De Gregorio. Desde la combusti¨®n de materia org¨¢nica para generar electricidad, hasta la digesti¨®n ¨Cen ausencia de ox¨ªgeno¨C de biomasas l¨ªquidas para obtener gas empleado para energ¨ªa verde y calor. ¡°O bien lo limpiamos, lo concentramos por encima del 99% y conseguimos un biometano que tiene las mismas caracter¨ªsticas exactas que el gas natural¡±, explica la CEO de Biocirc. Ya hay procesos termoqu¨ªmicos que generan toneladas de biodiesel, bioetanol o SAF, combustible sostenible para aviaci¨®n que reduce hasta un 80% las emisiones de carbono respecto al queroseno convencional.
Moeve (nueva marca de Cepsa) lleva implementando esta transici¨®n desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas en sus parques energ¨¦ticos de San Roque (C¨¢diz) y La R¨¢bida (Huelva). ¡°En 2011 fuimos pioneros en Espa?a en coprocesar ya a nivel industrial¡±, recuerda Carlos Olivares, director del negocio de Biocombustibles y Comercializaci¨®n de la compa?¨ªa, introduciendo grandes cantidades de componentes org¨¢nicos. Desde entonces han ido perfeccionando estos procesos de biorrefiner¨ªa, incorporando ¡°materias primas de car¨¢cter m¨¢s residual y complejo, y con m¨¢s reducci¨®n de CO2 asociado¡±, a?ade, hasta la puesta en marcha en 2022 de una unidad de ¡°HVO puro¡± (Hydrotreated Vegetable Oil, por sus siglas en ingl¨¦s); di¨¦sel renovable destinado a transporte pesado terrestre y mar¨ªtimo que se obtiene de materia prima 100% biol¨®gica (aceite vegetal y de cocina) y que puede reducir hasta un 90% la emisi¨®n de CO2 respecto a su equivalente f¨®sil, se?ala Olivares. La apuesta por estos biocarburantes de segunda generaci¨®n no se detiene: en colaboraci¨®n con Bio-Oils ¨Cempresa con la que ya produce unas 600.000 toneladas anuales de biodiesel de coprocesamiento entre ambas plantas¨C, Moeve est¨¢ construyendo una biofactor¨ªa din¨¢mica en el complejo de La R¨¢bida que permitir¨¢ a?adir hasta 500.000 toneladas de biocombustibles en 2026 (bien HVO, bien SAF) a su cuota de producci¨®n anual, y aproximarse a los 2,5 millones de toneladas fijados en su hoja de ruta para 2030. La inversi¨®n prevista no es menos ambiciosa: 1.200 millones de euros.
Salto cualitativo
La siguiente etapa desfosilizadora, seg¨²n Margarita de Gregorio, apunta a fabricar todo tipo de productos sin derivados del petr¨®leo no energ¨¦ticos. ¡°Que esto sea un biopl¨¢stico¡±, cita como ejemplo se?alando la silla en la que est¨¢ sentada. El beneficio de este avance excede incluso a la propia compensaci¨®n de emisiones. ¡°Un derivado del petr¨®leo son cadenas largu¨ªsimas de [mol¨¦culas de] carbono¡±, explica De Gregorio, pero ¡°en la materia org¨¢nica tenemos much¨ªsima m¨¢s riqueza [molecular]. Ese carbono va rodeado de much¨ªsimas m¨¢s cosas¡±. ?En qu¨¦ se traduce? ¡°Ese pl¨¢stico que fabricamos a partir de una mol¨¦cula org¨¢nica tiene m¨¢s propiedades; a lo mejor es m¨¢s d¨²ctil, m¨¢s maleable, biodegradable, porque tienes m¨¢s mol¨¦culas con las que aportar valor a ese producto¡±, ahonda, mirando ya al ideal de futuro: que toda materia prima que entre en el sistema productivo, y por tanto todo producto que se genere a trav¨¦s de ¨¦l, sean derivados de la biomasa. ¡°Ese es el concepto de biorrefiner¨ªa¡±, apuntilla.
¡°Utilizar materias primas renovables, que puedas cultivar y volver a cultivar, para desarrollar toda la gama de cosas que necesitamos los seres humanos para vivir: energ¨ªa, vestidos, comida, ingredientes naturales, productos de farmacia¡¡±, ahonda en la explicaci¨®n Jos¨¦ Mar¨ªa Pinilla, Head of Project Management de Natac. Esta compa?¨ªa, radicada en Herv¨¢s (C¨¢ceres), donde desarrolla su actividad principal ¨Cinvestigaci¨®n y producci¨®n de ingredientes naturales, principalmente compuestos bioactivos de extractos herbales, con los que empresas de sectores diversos (nutrici¨®n, farmac¨¦utica, alimentaci¨®n animal, cosm¨¦tica) elaboran productos finales¨C, puede considerarse una biorrefiner¨ªa, pues reaprovecha para estos procesos subproductos org¨¢nicos (mal llamados residuos) de la industria del olivar, en la que Espa?a es l¨ªder mundial de producci¨®n. ¡°Desde la hoja del olivo, hasta el fruto o la fracci¨®n acuosa de la aceituna, el alpech¨ªn¡±, detalla Pinilla. Desde sus inicios, la compa?¨ªa ha desarrollado y comercializado m¨¢s de 25 ingredientes de alto valor a partir de diferentes partes de este cultivo.
¡°Podemos estar muy lejos de nuestros clientes, pero tenemos que estar cerca de nuestros proveedores¡±, comenta Pinilla, en relaci¨®n al proyecto Sustainext que est¨¢ desarrollando la compa?¨ªa. Financiado por la Comisi¨®n Europea, tiene como objetivo convertir la planta de Herv¨¢s en una biofactor¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n y neutra en emisiones, y no solo por el abastecimiento energ¨¦tico de fuentes renovables; tambi¨¦n por la gesti¨®n que dise?an ya para sus propios restos bot¨¢nicos y su decidido impulso a la circularidad: cerrar ciclos productivos que involucren a la industria local.
¡°Estamos intentando fomentar el cultivo de materias primas en la regi¨®n¡±, explica Pinilla, especialmente ¡°como alternativa al cultivo de la planta de tabaco¡±, de gran arraigo en Extremadura ¡°y que est¨¢ en declive por razones evidentes¡±. Campos, talento e instalaciones que se quedan sin actividad. ¡°Esta industria lleva cultivando tabaco 100 a?os, saben mucho de todo eso; pues apliquemos ese conocimiento a otra cosa¡±, defiende Pinilla. El proyecto integra a m¨¢s actores de su cadena de valor, como la denominaci¨®n de origen Torta del Casar para lograr un suministro de calidad de un componente empleado en la elaboraci¨®n de este queso tradicional: el cardo silvestre. ¡°Ellos solo aprovechan la flor¡±, explica Pinilla, pero con el resto de la planta Natac busca producir ¡°enmiendas y biofertilizantes que utilice el sector primario para cultivar [de nuevo] el cardo y otras plantas¡±, concluye. Un c¨ªrculo virtuoso de compensaci¨®n de carbono.
Miner¨ªa de residuos
¡°Las plantas de tratamiento de residuos urbanos son grandes minas porque llevamos a ellas todo lo que nos rodea¡±, afirma Margarita de Gregorio apuntando a un sector estrat¨¦gico para aspirar a una industria sustentada por biomasa. Y destaca como punta de lanza la biorrefiner¨ªa reci¨¦n inaugurada por el Ayuntamiento de Zaragoza, y gestionada por la empresa Urbaser dentro del proyecto Circular Biocarbon (tambi¨¦n financiado con fondos europeos) que integra a 11 socios y 20 millones de inversi¨®n. ¡°?D¨®nde est¨¢ el reto que planteamos?¡±, se?ala Eduardo Fern¨¢ndez, director de Innovaci¨®n en Urbaser. ¡°En obtener productos de valor, a un coste asumible, introduciendo un material que puede llegar desde diferentes fuentes¡±, establece.
A partir de la digesti¨®n de la fracci¨®n org¨¢nica de los residuos urbanos ¨Cel contenedor marr¨®n¨C y los lodos de las depuradoras, este centro pionero en fase de investigaci¨®n pretende obtener productos intermedios (plataformas) con una pureza y calidad equivalentes a los de origen f¨®sil, que otros socios del proyecto emplear¨¢n despu¨¦s en productos finales.
Por ejemplo, esa degluci¨®n genera un flujo de gas que, tras un proceso de limpieza de contaminantes, separaci¨®n del CO2 y un upgrade (mejora), pretende producir un biometano de hasta un 99% de calidad; pero no para un fin energ¨¦tico, aclara Fern¨¢ndez, sino que se convertir¨¢ ¨Csustituyendo al metano de origen f¨®sil¨C en ¡°recubrimientos protectores para maquinaria industrial o aceros especiales¡±. Por otro lado, las fracciones s¨®lida y l¨ªquida que salen del digestor van a generar, a partir de t¨¦cnicas de compostaje y de enriquecimiento con algas nutridas con ese CO2 biog¨¦nico, masas org¨¢nicas que se emplear¨¢n en la fabricaci¨®n de mejoradores de suelo o fertilizantes bio para el sector primario. El reto de esta innovadora biorrefiner¨ªa durante los pr¨®ximos 18 meses, adem¨¢s de ser energ¨¦ticamente autosuficiente, es demostrar la viabilidad econ¨®mica de estos procesos, ¡°ver cu¨¢nto cuesta realmente a escala industrial¡±, concluye Fern¨¢ndez.
Flexibilidad normativa
Los diversos obstáculos que enfrentan los proyectos de biorrefinería en España ralentizan el avance de este sector clave para la desfosilización del tejido industrial, y estrechamente ligado a la innovación tecnológico. Para empezar, la normativa. “La falta de concreción en la regulación de los bios hace que pueda haber dudas sobre si invertir por parte del sector público-privado”, advierte Carlos Olivares desde Moeve, factor capital en su desarrollo. Por ello, José María Pinilla, de Natac, propone contar con el personal cualificado en su redacción. “Que se apoye en técnicos que puedan aportar ese conocimiento que a veces el legislador no tiene”. Una visión más quirúrgica que evite, por ejemplo, que biomasas de orígenes diferentes caigan en un mismo cajón, provocando que una materia orgánica que por sus características fisicoquímicas sí cumple los requisitos para dedicarse a un consumo humano, no pueda revocar su condición de residuo debido a ese trazo gordo, explica.
“Desgraciadamente, nos encontramos con una disparidad de criterios en la gestión de residuos no solamente entre países de la UE, sino entre comunidades autónomas e incluso entre provincias, y eso genera mucho desconcierto y falta de competitividad en ciertos momentos”, incide Olivares. También enfrentar trámites de revocación tan lentos que pueden llegar a tumbar proyectos viables. “Hay que flexibilizar las condiciones de fin de residuo”, insiste Eduardo Fernández, de Urbaser, “porque si hay que esperar dos años para lograr dichos permisos, se pierde toda la competitividad”. Y aboga por la mayor agilidad del modelo británico: “Exige lo mismo que la directiva europea, pero permite que se publique [dicha revocación], y si nadie se opone, se pueda calificar como un producto” de valor.
Una flexibilidad que Fernández pide extender también a las instalaciones pioneras, en fase de demostración, como la biorrefinería de residuos urbanos que su compañía gestiona desde hace pocas semanas en Zaragoza. “Cuando planteas una nueva instalación tienes que presentar el proyecto integral, pero surgen ciertas dudas en programas tan innovadores, donde no puedes llegar a cumplir todos los requerimientos hasta que no lo pruebes”. Por ello reclama autorizaciones provisionales para estas plantas, a expensas de que se cumpla lo que plantea el proyecto. O bien, como apunta Pinilla, que se impulse un tejido de centros públicos de demostración –caso del proyecto CLaMber– que ayuden a solventar ese gap tecnológico que supone pasar del laboratorio al complejo industrial, para se pueden escalar estos procesos I+D antes de ir a fábrica y al mercado. “Tenemos que ser capaces de seguir avanzando en esta dirección, y no solo manteniendo la industria, sino reindustrializando”, concluye Margarita de Gregorio, de Biocirc.