El di¨¦sel de origen vegetal rebusca en la basura
Los biocombustibles de primera generaci¨®n, que se nutren de aceites vegetales utilizados, est¨¢n dejando paso a la segunda, a base de residuos avanzados
A finales de 2023, Repsol pondr¨¢ en marcha en Cartagena la primera planta de Espa?a de producci¨®n de biocombustibles fabricados exclusivamente a partir de residuos. En abril, Cepsa anunci¨® la construcci¨®n de la mayor instalaci¨®n de biocombustibles de 2? generaci¨®n (2G) del sur de Europa, junto a Bio-Oils (compa?¨ªa de biocombustibles de Apical), en el Parque Energ¨¦tico La R¨¢bida (Huelva). Son dos maneras de nombrar la misma cosa: carburantes a base no de aceites vegetales utilizados para la alimentaci¨®n humana y animal (esos son los de 1? generaci¨®n), sino de desechos; principalmente biodi¨¦sel y di¨¦sel renovable (adem¨¢s de SAF, combustible sostenible para la aviaci¨®n). El sector se ha puesto a escarbar en el cubo de la basura en busca de grasas y aceites vegetales y animales. Tanto que uno de los principales desaf¨ªos de la industria es conseguir los anta?o desperdicios, hoy una valiosa materia prima por obra y gracia de la econom¨ªa circular.
Si en Espa?a no hay suficientes sobras, se importan. Cepsa y Repsol aseguran estar desarrollando sus propias cadenas de suministro nacionales, mediante acuerdos con asociaciones y cooperativas agroalimentarias. Pero, mientras tanto, y seg¨²n las ¨²ltimas estad¨ªsticas que public¨® la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre enero y octubre de 2020, el 18,20% de la materia prima procesada en Espa?a para hacer biodi¨¦sel vino de China (en 2019 ese porcentaje hab¨ªa sido del 5,98%), y el 17,6%, de Indonesia; solo el 10,72% se recogi¨® de puertas para dentro. Es la constataci¨®n de que los pa¨ªses asi¨¢ticos, con China como ariete, han entrado en el mercado europeo del biodi¨¦sel 2G con sus aceites de cocina usados.
¡°La Uni¨®n Europea est¨¢ promoviendo el uso de determinados residuos de m¨¢s dif¨ªcil recuperaci¨®n¡±, incide Enrique Gonz¨¢lez, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Productores de Biodi¨¦sel a partir de Residuos, Ewaba Espa?a. De ese cubo de la basura que qued¨® abierto al principio del reportaje salen despojos ¨²tiles cada vez m¨¢s avanzados: desde restos alimentarios con grasas animales y vegetales hasta la grasa de las plumas de las aves. Una tecnolog¨ªa m¨¢s sofisticada lo permite, y el mercado, en plena ebullici¨®n de ideas y pruebas con distintos materiales, demanda no poner todos los huevos en la misma cesta. ¡°Los huesos de aceituna o los desechos agrarios o forestales pueden mover nuestros veh¨ªculos¡±, recuerdan desde AOP (Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores de Productos Petrol¨ªferos). Repsol Technology Lab (en M¨®stoles, Madrid) lleva analizados m¨¢s de 40 tipos de residuos en los ¨²ltimos a?os, como se?ala Berta Cabello, directora de Combustibles Renovables de la energ¨¦tica.
¡°Con el Instituto Tecnol¨®gico de Canarias estudiamos el desarrollo de biocombustibles a partir de microalgas¡±, apunta Javier Ant¨²nez, director de Biocombustibles de Cepsa. Al basarse en un cultivo que no compite con la alimentaci¨®n humana ni animal ser¨ªa ya 3? generaci¨®n, o 3G, que a¨²n se encuentra en fase de pruebas y pilotos. Sin necesidad de pasar todav¨ªa de pantalla, Cepsa cuenta con tener una capacidad de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles 2G al a?o para 2030 (actualmente, el 2G representa el 20% del total, seg¨²n dato de Ant¨²nez); un pellizco importante ser¨¢ SAF. Repsol prev¨¦ alcanzar los dos millones de toneladas anuales para esa misma fecha. Por ahora, la producci¨®n de biocarburantes (contando biodi¨¦sel y HVO o aceite vegetal hidrotratado) de las energ¨¦ticas integradas en AOP lleg¨® a los 1,36 millones de toneladas en 2021, y baj¨® a 1,26 millones en 2022.
Este biocombustible reivindica su papel en la transici¨®n energ¨¦tica, en parcelas dif¨ªciles de poner en marcha con bater¨ªas. Como el transporte por carretera, el a¨¦reo y el mar¨ªtimo, al que, como dice Gonz¨¢lez, le queda una larga traves¨ªa hasta alcanzar la reducci¨®n de emisiones impuesta por la Uni¨®n Europea para 2025. Navantia y Royal Caribbean ya han probado los combustibles renovables 2G de Repsol. A finales de 2022, Cepsa test¨® por primera vez en Espa?a un barco con biocombustibles 2G, que en agosto de 2023 propulsaron 84 viajes por el estrecho de Gibraltar de ferris de Naviera Armas Trasmediterr¨¢nea. La energ¨¦tica informa de que ya puede suministrar mezclas de biodi¨¦sel (y de di¨¦sel renovable) en el estrecho de Gibraltar y en el puerto de Barcelona, por gabarras, y, por cisterna, en cualquiera de los m¨¢s de 60 puertos en los que opera.
Denuncia de desventajas
La carrera se ha acelerado, y los productores de biodi¨¦sel denuncian su situaci¨®n de desventaja frente a los grandes operadores petrol¨ªferos. A principios de a?o, Ewaba Espa?a lanz¨® un comunicado en el que planteaba un ERTE en toda la industria, ante la ¡°situaci¨®n dram¨¢tica¡± provocada por la falta de reglamento que regule la entrada en vigor en Espa?a, desde el 1 de enero de 2023, de la directiva europea de sostenibilidad ambiental FQD (Fuel Quality Directive), que obliga a reducir en un 6% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) durante el ciclo de vida de los combustibles; consecuentemente, tampoco se han establecido cu¨¢les son las mezclas de biocombustibles permitidas. Esta falta de regulaci¨®n supone, a su juicio, un ¡°limbo legal¡± que favorece a las refiner¨ªas, ¡°con capacidad de coprocesado y libertad para mezclar su producto sin restricciones¡±.
Distorsiones del mercado
¡°Cuando vas a la gasolinera, ?te has fijado en el cuadrado con un ¡®B7¡ä en la manguera? Significa que la obligaci¨®n de los operadores de hidrocarburos es de una mezcla de biodi¨¦sel del 7%¡±, explica Gonz¨¢lez. Seguramente suba a un 10%, a?ade, pero, aunque as¨ª sea, insiste en que los productores de biodi¨¦sel seguir¨¢n estando en inferioridad de condiciones respecto a las petroleras, que est¨¢n ¡°reduciendo la competencia y acaparando el mercado¡±. Entre enero y agosto de 2023, la producci¨®n de los asociados a Ewaba Espa?a ¡ªcinco compa?¨ªas, seis plantas¡ª era un 45% menor que en el mismo periodo de 2022, ¡°cuando tendr¨ªa que ir a m¨¢s¡±, precisa. ¡°No vendemos ni un litro en Espa?a; nos tenemos que ir a Francia, Alemania o Italia, a otros mercados en los que no existe esta distorsi¨®n, y que s¨ª pagan nuestro producto¡±. Reclama una fiscalidad adecuada y neutralidad tecnol¨®gica, es decir, una regulaci¨®n ¡°equidistante¡± que no favorezca el uso de unas tecnolog¨ªas sobre otras.
Es precisamente la llamada a recibir el mismo trato que otras opciones energ¨¦ticas la que une al sector del biodi¨¦sel, pese a sus evidentes diferencias y tensiones internas. Cuando dice ¡°otras opciones energ¨¦ticas¡± se refiere, por dejarlo claro, a la electrificaci¨®n. ¡°Se confunde a menudo descarbonizar con electrificar, y parece que solo se plantea como v¨¢lida una opci¨®n tecnol¨®gica para que reduzcamos nuestras emisiones¡±, afea la Plataforma para la Promoci¨®n de los Ecocombustibles. Por ejemplo, no hay una l¨ªnea concreta en ning¨²n ?PERTE (acr¨®nimo de Proyecto Estrat¨¦gico para la Recuperaci¨®n y Transformaci¨®n Econ¨®mica) dedicada a la producci¨®n de ecocombustibles, hace notar la AOP. ¡°Solo indirecta, a trav¨¦s de la producci¨®n de hidr¨®geno renovable, que se utiliza para fabricar e-fuels¡±, acota.
¡°Creemos que es positivo que las administraciones garanticen las condiciones necesarias para que haya una competencia sana entre las opciones disponibles, y que los consumidores podamos elegir la opci¨®n que mejor se adapta a nuestras necesidades¡±, apostilla la Plataforma para la Promoci¨®n de los Ecocombustibles. Ant¨²nez aboga por que estos sean incluidos como destinatarios de los Next Generation, puesto que ¡°est¨¢n en l¨ªnea con los objetivos de la UE en materia de transici¨®n energ¨¦tica¡±, y porque, ¡°por la inmediatez y efectividad de la soluci¨®n que aportan, estamos convencidos de que dichas ayudas ser¨ªan altamente eficientes¡±.
Bioetanol en Espa?a: la tormenta perfecta
José Ramón Freire, director general de la Asociación Española del Bioetanol, Bio-E, habla con envidia de la situación en Francia, donde un tercio de los surtidores ofrece E85, es decir, gasolina con un 85% de bioetanol en mezcla. El incentivo fiscal que el Gobierno galo aplica a este alcohol inflamable de origen vegetal ha hecho que su demanda suba un 80% en cinco años. Mientras que en España se ha producido una tormenta perfecta, según lo plantea: una alta fiscalidad, “superior a la de la gasolina”, unida a la estrategia de los grandes operadores petrolíferos de apostar por el biodiésel y de “convencer al Gobierno de que lo mejor era no fijar un objetivo de bioetanol y otro de biodiésel, sino uno general de biocarburantes”, que mezclan en sus refinerías. Aquello desarbola a las biorrefinerías —instalaciones que producen combustibles y químicos a partir de biomasa—. Abengoa, que había apostado fuerte por el bioetanol, se derrumba.
Hasta que hace ocho o nueve años, Francia y otros países europeos “comienzan a tirar del carro” de este biocombustible, y el sector español se pone a producir “más que nunca” (más de 500 millones de litros en 2021, su año récord), pero para vender fuera. Francia es uno de sus principales mercados, pero hay otros 15 países europeos con una alta penetración de E10 (gasolinas mezcladas al 10% con bioetanol), entre ellos, Bélgica, Dinamarca, Alemania y Países Bajos; en España, la mezcla máxima asciende al 5%, según apunta Freire. No se venden vehículos bio, no interesa producir ni distribuir combustibles altos en bioetanol, ni hay inversión ni innovación suficientes, y vuelta a empezar, según la asociación. La innovación es clave para que el bioetanol escarbe, también, en el cubo de la basura y aborde su segunda generación, fabricando a partir de subproductos de la industria agroalimentaria (hollejo de la uva o cáscaras de naranja).
Vertex Bioenergy, antiguo negocio de bioetanol de Abengoa y productor líder en España y Francia, forma parte de Bio-E junto con empresas y cooperativas agrícolas. Porque una de las líneas argumentales es que su producción supone una reindustrialización del campo español, con la consiguiente creación de empleo y freno al despoblamiento. Las biorrefinerías, dice Freire, convierten cultivos de secano como la cebada, el trigo y el maíz, o la remolacha en el norte peninsular, en “productos de mayor valor”. Opina que su extensión implicaría volver a poner a trabajar tierras abandonadas del centro peninsular y de la cornisa cantábrica. “Su productividad aumentaría en un 400% compatibilizando el uso alimentario con el energético”, defiende. Su propuesta es que, puesto que técnicamente se puede disociar la proteína y la celulosa de un cereal u hortaliza, la primera vaya a la mesa y la segunda se convierta en bioalcohol.
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