Di¨¢logo social para la edificaci¨®n sostenible
El compromiso con el entorno de una obra se plasma en su dise?o, en los materiales y en anticipar su reutilizaci¨®n al finalizar la vida ¨²til
EL PA?S pide a Elena M¨¦ndez, gerente de Sostenibilidad del Negocio de Infraestructuras de Acciona, una obra planteada bajo criterios de sostenibilidad. Escoge el t¨²nel occidental de la bah¨ªa de S¨ªdney (Western Harbour Tunnel), en Australia, que tiene una inversi¨®n de 2.700 millones de euros y a partir de 2030 discurrir¨¢ durante siete kil¨®metros a 600 metros bajo el lecho marino. Podr¨ªa haberla elegido por tratarse de ingenier¨ªa regenerativa, que no solo intenta no impactar negativamente sino que ayuda a mejorar su entorno (esta, en concreto, incluye tejados y zonas verdes, fotovoltaica o un bosque de algas). Pero su principal argumento no ha sido precisamente ese, sino uno de mayor calado llamado di¨¢logo social, gracias al cual el proyecto ha ido mejorando respecto a su dise?o original.
¡°Lo m¨¢s innovador es c¨®mo se ha producido el di¨¢logo con el cliente [el Gobierno de Nueva Gales del Sur] y c¨®mo hemos abordado la comunicaci¨®n y la gesti¨®n social¡±, subraya M¨¦ndez. La soluci¨®n prevista en un principio implicaba dragar, y levant¨® una fuerte controversia por sus consecuencias negativas sobre la bah¨ªa de S¨ªdney. Acciona explor¨® entonces un dise?o alternativo ¡ªutilizar una tuneladora para perforar bajo el suelo del puerto¡ª y la Administraci¨®n implicada estuvo dispuesta a asumir el mayor coste que ese cambio iba a suponer. ¡°Fue posible gracias a que firmamos un contrato colaborativo, poco frecuente en Espa?a pero muy relevante en Australia¡±, detalla M¨¦ndez, quien cree que por ah¨ª va el futuro. ¡°Se trata de una nueva forma de producir, y es bastante imparable¡±, asegura.
El trabajo colaborativo y la atenci¨®n a los aspectos sociales ¡ªno solo ambientales¡ª est¨¢n en el origen de la ampliaci¨®n de la autov¨ªa A465, en Gales (Reino Unido): sus tramos 5 y 6, en total 18 kil¨®metros entre las localidades de Dowlais Top, Merthyr Tydfil y Hirwaun, y operativos para 2025, incorporan medidas y procesos como el apoyo a los colectivos m¨¢s afectados y desfavorecidos; la contrataci¨®n de empresas de la zona o la protecci¨®n de la fauna y flora locales, como explica Antonio Burgue?o, director de Sostenibilidad del ?rea de Construcci¨®n del grupo FCC, que acomete este proyecto, ejecutado bajo el modelo PPP (alianza p¨²blico-privada).
Participaci¨®n de los vecinos
FCC en Gales, igual que Acciona en Australia, tiene un grupo de t¨¦cnicos dedicado a las relaciones con la comunidad, y otro especializado en prevenci¨®n y mitigaci¨®n de los impactos ambientales. ¡°Los equipos sociales se coordinan con los de comunicaci¨®n o digitalizaci¨®n, se re¨²nen con los vecinos, hacen encuestas entre los comerciantes; la constructora se convierte en una pieza fundamental de la Administraci¨®n a la hora de llevar adelante el proyecto, de manera conjunta¡±, expone M¨¦ndez. ¡°La complejidad crece y el trabajo ha de ser cada vez m¨¢s multidisciplinar¡±, interviene Fidel Carrasco, arquitecto y profesor del m¨¢ster en Ingenier¨ªa Industrial y del grado en Ingenier¨ªa de Tecnolog¨ªas Industriales de la Universidad Pontificia Comillas.
¡°Hay que cambiar el chip desde el dise?o y tener en cuenta una serie de criterios que una construcci¨®n no sostenible ni se plantea¡±, advierte Carrasco. Orientaci¨®n y ventilaci¨®n, energ¨ªas renovables, ecodise?o, reciclaje y reutilizaci¨®n al final de su vida ¨²til. ¡°El desarrollo tecnol¨®gico ayuda a afrontar estos retos con herramientas tan potentes como las simulaciones y los gemelos digitales, que permiten conocer c¨®mo se va a comportar una infraestructura cuando est¨¦ en marcha¡±, apunta Miguel Iriberri, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Navarra y CEO de Contec Ingenier¨ªa. En la fase constructiva se seleccionan materiales reciclados y de la econom¨ªa circular, que emiten menos gases de efecto invernadero. La ampliaci¨®n de la A465, en concreto, establece que el 100% de las tierras han de ser reutilizadas y que el 100% del hormig¨®n sobrante debe ser reutilizado en la propia obra.
¡°La vocaci¨®n sostenible pivota entre la obligaci¨®n y la devoci¨®n¡±, comenta Iriberri, aludiendo, por un lado, a una normativa cada vez m¨¢s exigente ¡ª?consecuentemente tambi¨¦n lo son los pliegos de condiciones de los contratos p¨²blicos¡ª y, por el otro, a la necesidad de las grandes compa?¨ªas, muy expuestas al escrutinio social, de hacer m¨¢s de lo que exige la ley, aunque solo sea por reputaci¨®n. La Administraci¨®n que paga la obra obliga a contemplar los aspectos sociales y ambientales, pero es que a la constructora tambi¨¦n le interesa hacerlo, por imagen de marca. ¡°Y porque ayuda a retener el talento; a los empleados les gusta este tipo de empresas¡±, apostilla Iriberri.
Es el palo que azuza a las compa?¨ªas remolonas y la zanahoria que motiva a las m¨¢s adelantadas. El resultado final, en ambos casos, deber¨ªa ser una obra m¨¢s en sinton¨ªa con su entorno, aunque, eso s¨ª, a un mayor coste, reconoce Carrasco, que invita a verlo no como gasto sino como inversi¨®n a largo plazo: ¡°A la larga, sale rentable¡±, asegura.
¡°Estas infraestructuras son m¨¢s caras porque llevan asociadas medidas adicionales a las habitualmente definidas¡±, coincide Burgue?o. Es cierto que emplear m¨¢s recursos para integrar a la comunidad, reducir residuos y evitar emisiones va sumando. Pero los beneficios tambi¨¦n aumentan. ¡°No son percibidos de manera directa y cuantificable, sino que son intangibles, para la constructora y para la sociedad. Tenemos un mejor resultado, reflejado en el desempe?o global de la empresa¡±, a?ade. Dice Elena M¨¦ndez que el t¨²nel bajo la bah¨ªa de S¨ªdney no ser¨¢ m¨¢s caro, sino ¡°mucho mejor¡± que el planteado en un principio. ¡°El coste inicial es mayor, pero todas las mejoras a?adidas ¡ªen ventilaci¨®n, en materiales¡ª permitir¨¢n un alargamiento de su vida ¨²til¡±, remacha.
Vocaci¨®n de soluci¨®n, no de problema
El mismo informe de la ONU —Infraestructura basada en la naturaleza, de 2023— que recuerda que la infraestructura es responsable del 70% de las emisiones globales desvela, a su vez, que la transición ecológica y social que el mundo necesita requiere de inversiones billonarias en proyectos de energía, transporte, telecomunicaciones o agua. Lograr lo segundo reduciendo lo primero solo será posible con infraestructura sostenible que saque al sector del saco de los problemas y lo meta en el batallón de las soluciones. “Puede influir hasta en el 79% de las metas de los 17 ODS”, estima el estudio. “Puede mejorar la calidad de vida de las personas, disminuyendo la desigualdad social, impulsando la productividad económica y minimizando su impacto ambiental”, completa en un artículo el Banco Interamericano de Desarrollo.
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