Es hora de edificar con (buen) prop¨®sito
Urge la apuesta por construcciones que cumplan con los est¨¢ndares medioambientales, de sociedad y gobernanza
La rentabilidad de las infraestructuras ha dejado de medirse solo en t¨¦rminos monetarios. Los criterios ESG (medio ambiente, sociedad y gobernanza, por sus siglas en ingl¨¦s; en espa?ol, ASG) sirven para que las inversiones financieras se eval¨²en por esos tres aspectos. Es una evoluci¨®n natural de la responsabilidad social corporativa (RSC) junto a directivas y marcos como el Pacto Verde. Sin embargo, a¨²n no existen indicadores homog¨¦neos para auditar ni la parte social ni la de buen gobierno. La ambiental est¨¢ m¨¢s aterrizada.
¡°A¨²n se est¨¢ generando un consenso global de c¨®mo medimos con indicadores; necesitamos m¨¢s homogeneidad, datos m¨¢s robustos, fiables, que muestren c¨®mo har¨¢s para cambiar tu impacto¡±, confirma Alberto Castilla Vida, socio de sostenibilidad en EY. M¨¢s que por el convencimiento de que se precisa una econom¨ªa regenerativa, el mundo financiero se est¨¢ dando prisa por el coste que tendr¨¢ no cambiar.
¡°Analistas e inversores hacen preguntas de una sofisticaci¨®n que jam¨¢s imagin¨¦ hace cinco a?os¡±, afirma Valent¨ªn Alfaya, director de sostenibilidad de Ferrovial. ¡°Para cumplir con los ODS, las infraestructuras necesitan inversiones millonarias y existe un apetito ansioso por encontrar infraestructuras verdes para invertir¡±. Pero subraya que la econom¨ªa ¡°no tiene suficiente velocidad¡± para poder absorberlo, por lo que pide al sector acelerar. ¡°Quien no se haya puesto las pilas¡± va tarde.
La Confederaci¨®n Nacional de la Construcci¨®n (CNC) asegura que ¡°desde el marco normativo se est¨¢ incentivando transformar los modelos de negocio y fomentando el escrutinio de todas las partes interesadas¡±, y esperan una ¡°transformaci¨®n global y sist¨¦mica del sector¡±. Se trata de un ¨¢mbito atractivo para las inversiones porque, como destaca el especialista en RSC Joaqu¨ªn Garralda, profesor en IE, ¡°son entornos estables, prudentes y muy regulados, y atractivos porque la carrera por la descarbonizaci¨®n pide cambios y nuevas infraestructuras¡±.
Garralda recuerda que en la lista anual de riesgos del World Economic Forum, los clim¨¢ticos ocupan ya los primeros puestos. ¡°Todas las compa?¨ªas est¨¢n preocupadas por las multas y por su reputaci¨®n, pero no vale con que digan lo que hacen o van a hacer; ESG habla de los riesgos, no de las buenas pr¨¢cticas, y eso debe estar bien medido y ser cre¨ªble¡±.
Urge ir m¨¢s all¨¢ de la sostenibilidad, la parte m¨¢s auditada. Recuerda el coordinador del Observatorio de RSC, Orencio V¨¢zquez, que ¡°por presiones ambientales el sector ha avanzado, pero hay corrupci¨®n y se vulneran los derechos humanos¡±. No siempre desde la empresa matriz, a veces a trav¨¦s de intermediarios que participan en una infraestructura.
Estas malas pr¨¢cticas pueden desencadenar crisis y denuncias. ¡°Se han visto casos flagrantes con la construcci¨®n de presas, v¨ªas de tren, construcciones que obligan a poblaciones a dejar sus casas, ataques a la biodiversidad. Las empresas deciden si son el actor necesario o renuncian a contratos¡±. Hay problemas tambi¨¦n de buen gobierno, cuyos indicadores de medici¨®n ¡°est¨¢n a¨²n en borrador¡±, destaca Bruno Sauer, presidente de GBCe. Como recuerda Beatriz Fern¨¢ndez, presidenta de Economistas sin Fronteras, ¡°es un sector poco transparente, sensible a las presiones, a la influencia pol¨ªtica. Las empresas deben adoptar c¨®digos anticorrupci¨®n y sistemas de control rotundos¡±.
La digitalizaci¨®n parece estar llamada a resolver parte del problema, al permitir un mejor seguimiento de la infraestructura en un sector que suspende en ¡°visibilidad y transparencia¡±, resume Francesc Juan, CTO de Schnei?der Electric. Tampoco ayuda que el an¨¢lisis de ciclo de vida (ACV) de las infraestructuras no est¨¦ aterrizado. Juan pone como ejemplo un aeropuerto: ¡°Con un ACV muy complejo, las plataformas digitales como BIM pueden ayudar a saber cu¨¢nto emite desde su construcci¨®n hasta la operaci¨®n y si es neutro en carbono¡±.
Ingreen es especialista de referencia en BIM (building information modeling, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), ¡°una herramienta transformadora, de transparencia, para quien quiera aplicarla¡±, define ?lex G¨¢rate, director de Ingreen. ¡°Obliga a que los recursos se usen donde se tienen que usar; que el sistema sea trazable, coherente, eficiente y sostenible. Pero tiene que existir ese prop¨®sito¡±, resume G¨¢rate. En su opini¨®n, ¡°estamos muy lejos de que las actuaciones sean realmente ESG¡±. ¡°T¨² puedes decir que una obra cumple los criterios, pero no hay un pensamiento sist¨¦mico integral que se pregunte c¨®mo conseguir que todas mis actuaciones lo sean¡±, resume.
Reticencias al cambio
De todas las infraestructuras, ¡°las de mayor complejidad son las de transporte¡±, recuerda Ignacio Alcalde Marcos, urbanista especializado en territorios inteligentes. Llama a concienciar al sector de que ¡°contemplen en las mediciones que estamos en un momento cr¨ªtico y se deben de hacer equilibrios para no seguir extrayendo infinitamente y para no generar m¨¢s desigualdad¡±. Pero ese cambio de paradigma a¨²n no ha calado. El socio de sostenibilidad en EY confirma que ¡°hay reticencias¡±. ¡°Se trata de cambiar valor por valores, y el discurso que vas a encontrar es que ¡®esto es una empresa, no una oeneg¨¦¡¯. Y las infraestructuras deben estar vincu?ladas al bien com¨²n porque eso afecta a la caja futura y sobre ello te van a preguntar los inversores¡±.
Castilla pide especializaci¨®n; m¨¦tricas de sector para medir el impacto y hablar de econom¨ªa regenerativa. Acciona refuerza el discurso. Elena M¨¦ndez, responsable de sostenibilidad en la divisi¨®n de infraestructuras, pide ¡°revertir el deterioro ambiental y el desequilibrio social con procedimientos de control¡±. La voluntariedad o ¡°adelantarse a la regulaci¨®n con marcos voluntarios genera ventajas competitivas¡±, subraya el portavoz de Ferrovial.
Y aunque considera ¡°cr¨ªtico profundizar¡± y trabajar en herramientas y algoritmos propios, llama la atenci¨®n sobre el riesgo de que se ¡°dispersen¡± las fuerzas si empiezan a surgir certificaciones y etiquetas para medir las tres verticales del ESG. ¡°Lo que m¨¢s certidumbre dar¨¢ es lo que sea m¨¢s estable y comprensivo, que ahora mismo es la taxonom¨ªa de la UE¡±, explica.
La taxonom¨ªa es, en su tarea de vincu?lar al sector financiero con los ODS, uno de los pocos marcos comunes, porque a¨²n queda para lograr un consenso global sobre indicadores que midan ESG. Hay prisa. Por las oportunidades, por la liquidez¡ Y, sobre todo, por el momento cr¨ªtico que vive el planeta. ?Ser¨¢n las empresas capaces de reorientar sus modelos de negocio crey¨¦ndose la necesidad de un cambio real?
?Verde para qui¨¦n?
Una de las áreas donde más inversión ha de hacerse es en las renovables. Pero la urgencia tiene un coste. “La rapidez hace que se incurra en malas prácticas. En algunos casos, cercanas a la corrupción”, explica Cristina Monge, asesora ejecutiva en ECODES, que exige que las infraestructuras verdes tengan “licencia social”, un acuerdo con el territorio. “Cuando vas con prisas, planificas mal y se producen errores y tensiones”, remarca Alfaya, quien, haciendo suyo el lema de la plataforma vecinal Renovables sí, pero así no, resume así la receta: “Haríamos bien en escuchar a la ciencia”.
Pliegos m¨¢s exigentes
Cada vez son mayores los requisitos de ESG incluidos en ofertas de la Administración. El coordinador del Observatorio de RSC incide en la necesidad de exigir que “las empresas que dañan a la sociedad, medioambiente y gobernanza no tengan contrato público alguno”. Pero empiezan a verse cambios en los pliegos. Fernando Vizoso, socio de KPMG aplaude el ejemplo de la Estación de Chamartín, concurso para el que Adif “ha alineado la propuesta de los ESG en todas las dimensiones”.
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